Constitución Francesa
La Asamblea Nacional, queriendo establecer la Constitución Francesa sobre los principios que acaba de reconocer y declarar, suprime, irrevocablemente las instituciones que hieran la libertad y la igualdad de los derechos.
Ya no hay ni nobleza, ni títulos de Pares, ni distinciones hereditarias, ni distinciones de órdenes, ni régimen feudal, ni justicias patrimoniales, ni ninguno de los títulos, denominaciones y prerrogativas que derivaban de ellos, ni ningún orden de caballería, ni ninguna de las corporaciones o decoraciones para las cuales se exigían pruebas de nobleza o que suponían distinciones de nacimiento, ni ninguna otra superioridad que la de los funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones.
Ya no hay ni venalidad, ni herencia de ningún oficio público.
Ya no hay para ninguna parte de la Nación, ni para ningún individuo , ningún privilegio ni excepción al derecho común de todos los franceses.
Ya no hay ni cofradías, ni corporaciones de profesiones, artes y oficios. La Ley ya no reconoce ni votos religiosos ni ningún otro compromiso que fuese contrario a los derechos naturales o a la Constitución.