AL LICENCIADO Y GENERAL AARÓN SAENZ
Píndaro Urióstegui Miranda LA CAMPAÑA PRESIDENCIAL PREGUNTA RESPUESTA PREGUNTA RESPUESTA PREGUNTA RESPUESTA PREGUNTA RESPUESTA PREGUNTA RESPUESTA Entonces el ingeniero Bonillas aún no sabía que iba a ser el candidato de don Venustiano Carranza. Cuando ya llamaron a Bonillas para meterlo en política, se vino de Washington, nosotros nos encontrábamos en Saltillo y se anunció allí que ya Bonillas venía de Estados Unidos para aceptar su candidatura precisamente en Saltillo; seguramente don Venustiano quiso que fuera allí, en la capital de su Estado. A mí, que era secretario particular del general Obregón, me mandó ver al ingeniero Bonillas antes que llegara al teatro para entregarle una carta en que lo invitaba a hacer un recorrido juntos, para que se cerciorara si el pueblo estaba con él o no. Yo llegué, pero ya se había bajado del tren y entrado al teatro; entonces me mandó decir el general Obregón que ya no le entregara la carta, pues había aceptado su candidatura. Creo que hizo sólo dos presentaciones, una en Acámbaro donde, por cierto Cándido Aguilar dijo: Pueblo de Michoacán y le chillaron- pues estaban en Guanajuato, y otra no me acuerdo en donde, pero fueron muy tristemente acogidas, muy forzadas. En cambio, por todos los poblados donde íbamos pasando la simpatía era para el general Obregón, los personajes más relevantes del lugar se identificaban con él aun cuando no fueran elementos que huhieran actuado en la Revolución, eran gente del puehlo; llegamos a Salvatierra, por ejemplo, en donde no se había anunciado la llegada del general Obregón pero él quiso ir, llegamos y nadie lo esperaba; entonces él preguntó por las personas más significadas, entre ellas había un señor Lucas Lira, medio pariente de los dueños del Parque Lira y otras más, quienes organizaron un mitin concurridísimo, todo ello de improviso. En Tampico hubo un incidente muy duro, inclusive la policía fue por él con el pretexto de aprehender a Manlio Fabio Altamirano y Aurelio Manrique para provocar un escándalo y matarlo. Carlos Orozco era el jefe de la policía aquí en México y lo mandaron expresamente a que provocara ese incidente pero fracasó, debido a que las fuerzas militares de Tampico estaban bajo el mando del general Francisco Murguía. En Monterrey fue el último discurso que pronunció, de allí vino ya citado para declarar en el tribunal militar. Ibamos en el camino de Tampico a Matamoros y al pasar por Ciudad Victoria recibimos en la estación, como en todas las estaciones principales que tocábamos, una gran cantidad de telegramas, entre ellos venía el citatorio del Juzgado Militar de Santiago Tlatelolco para que tal día se presentara a declarar. Como nos dio tiempo fuimos a Monterrey y de allí a Matamoros; ya para eso el general Obregón había tomado en cuenta el citatorio sabiendo que lo acusaban de estar inmiscuido en el levantamiento del general Cejudo, al que habían hecho prisionero y obligado a declarar que el general Obregón estaba comprometido en su movimiento. El general Obregón comentó: todo esto lo hacen para que yo tenga un problema; saben que voy a Matamoros y piensa el gobierno que no voy a acudir al citatorio porque sé que me van a aprehender, entonces creen que me pasaré al lado americano; ese problema que consideran tengo yo, se los voy a resolver; me voy a presentar y entonces ellos van a tener el problema porque no van a saber
qué hacer conmigo cuando me presente. Y así fue; se presentó y el problema fue para ellos porque lo que tenían pensado hacer no lo hicieron en ese momento, entonces el general Obregón al llegar al jardín de Santiago Tlatelolco se encontró con mucha gente que había movido el general Hill; el interrogatorio estuvo bastante largo y el general Obregón confundió al juez al grado de que una vez, éste, se metió el puro a la boca por la lumbre de tan emocionado que estaba; no sabía que hacer. Entonces la solución fue citar al general Obregón para diez días después; si tenían pensado aprehenderlo no se atrevieron a hacerlo en ese momento, le dijeron que volviera en diez días, pero para entonces el general Obregón dijo: ya no me presento, yo ya no vuelvo aquí. En ese tiempo se gestó su huida para el Estado de Guerrero. PREGUNTA RESPUESTA Para ese entonces ya el general Calles había renunciado como Ministro de Industria para ir a tomar a su cargo la cuestión militar, apresurando su viaje cuando supo la comisión de Diéguez. Me acuerdo que estábamos en Saltillo cuando pasó por allá el general Calles, lo fuimos a ver a la estación y le preguntaron: ¿hombre, por qué anticipaste tu viaje, por qué te precipitaste? Porque tengo enorme necesidad de llegar a Sonora antes que Diéguez, porque si él llega antes nalguea a De la Huerta. El general Calles continuó su viaje y llegó a Sonora antes que Diéguez, cuando éste llegó allá se entrevistó con Calles y le comentó: vamos a hablar con los generales para saber cuál es su posición política. El general Calles le permitió hablar con ellos y todos se manifestaron en favor de Obregón; entonces Diéguez se peló y ya no esperó más, consideró eso un caso perdido. Adolfo de la Huerta elevó una protesta ante el gobierno del señor Carranza por el hecho de haber enviado tropas al mando de Diéguez y en esa forma haber violado la soberanía del Estado; ese fue el motivo del rompimiento. PREGUNTA RESPUESTA PREGUNTA RESPUESTA Ya se sabía que el general Calles se preparaba para un movimiento militar, porque a eso fue; ahora los pormenores que en el camino se siguieron ya quedaban a criterio de él. Lo redactaron entre el ingeniero Luis León y el licenciado Gilberto Valenzuela. PREGUNTA RESPUESTA Pero yo no estaba aquí, todavía me encontraba en Sonora. INTERVIENE EL LIC. AARON SAENZ Yo no estaba aquí tampoco pero puedo más o menos informar: decidida la situación de que había estallado el movimiento, entonces el señor Carranza aconsejado por sus principales asesores, pensó que no le quedaba más que un posible camino: ir de nuevo hacia Veracruz para restablecer el gobierno, confiando en que las fuerzas que comandaba Guadalupe Sánchez en ese Estado, que eran fuerzas de las que había organizado el general Cándido Aguilar, le serían leales, pero al llegar a Aljibes se dieron cuenta de que no podían contar con Guadalupe Sánchez porque se había volteado; en esas condiciones el señor Carranza tuvo que parar los trenes allí en Aljibes y vino la desorientación; entonces ya no les quedaba sino un camino adicional, que parece fue aconsejado por el licenciado Cabrera y por el general Francisco de P. Mariel. Ante la imposibilidad de poder continuar con los trenes, acordaron con el señor Carranza abandonarlos allí, sacar las cosas e irse rumbo a Tlaxcalantongo a caballo;
agarraron la sierra de Puebla para buscar un salida rumbo a Coahuila o a Tamaulipas porque ya no quedaba otro camino dado que las fuerzas de Obregón tenían ocupado todo México. En esos meses llueve mucho por esa sierra y apenas pudo pasar un río; para esos momentos se le había unido Rodolfo Herrero, fingiendo que iba a guiarlo para ver por donde lo sacaba rumbo al Estado de Coahuila y esa misma noche llegaron a Tlaxcalantongo, donde en uno de tantos jacales fue alojado don Venustiano Carranza con el licenciado Berlanga, el oficial Mario Méndez y el capitán Ignacio Suárez, que era uno de los ayudantes de su Estado Mayor. A media noche simuló Herrero que se iba a un pueblo cercano a ver a su hermano del que le informaron había sido herido; más tarde atacaron el lugar y hubo una fuerte balacera, pero el único jacal atacado y donde huzo un muerto, fue donde estaba alojado don Venustiano Carranza, acribillando precisamente la esquina del jacal donde éste dormía; solo don Venustiano murió. PREGUNTA INTERVIENE EL SEÑOR FERNANDO TORREBLANCA Hay casi la evidencia de que era por cosa de las compañías petroleras. Rodolfo Herrero andaba levantado en armas con el general Manuel Peláez que se encontraba muy comprometido con esas compañías dado que era el jefe de las guardias blancas y con ellas protegía los intereses de estas empresas; Herrero se había rendido al gobierno con el general Francisco de P. Mariel, apenas tenía dos meses de hecho esto cuando llegó don Venustiano por ahí, entonces se ofreció a ayudarles a salir pues conocía muy bien la región, así se pusieron en sus manos; ¿si apenas se había rendido, cómo es que tuvieron confianza en él? Manuel Peláez como dije antes era jefe de las guardias blancas que protegían los intereses de las compañías petroleras y las cuales le tenían muchas ganas a don Venustiano Carranza. PREGUNTA RESPUESTA Ante tal acusación, el general Obregón les envió un telegrama que más o menos decía: ¿dónde estaban ustedes cuando mataron al señor Carranza? En ese momento se encontraba solo, siendo que su obligación era la de cuidar a su jefe. PREGUNTA RESPUESTA De acuerdo con el Plan de Agua Prieta se convocó al Congreso con ese objeto y fue designado presidente provisional don Adolfo de la Huerta, lo que es una innovación frente a los programas anteriores en los que siempre se designaba como presidente al jefe del movimiento. Se convocó al Congreso y hubo dos o tres candidatos, don Adolfo de la Huerta, don Pablo González y Pascual Ortiz Rubio, pero fue elegido el primero.
Una vez que el general Obregón aceptó su candidatura ¿en qué condiciones se llevó a cabo la campaña?
Dicha candidatura no contó con la simpatía de don Venustiano, tuvo en cambio toda su hostilidad, todo el peso de su gobierno; desde un principio empezaron los periódicos a atacar el Manifiesto del general Obregón, inspirados por el ambiente oficial que había y desde que principió la gira por el occidente y luego que penetramos a Jalisco y Colima se empezó a sentir la presión del gobierno en contra, al grado de que en Irapuato, cuando veníamos para México, detuvieron cinco o seis horas al tren con el pretexto de que había unas gavillas cerca de la vía y para evitar un asalto lo paraban, el objeto era que llegáramos retrasados para que el pueblo que estaba esperando al general Obregón se aburriera y se fuera; en lugar de llegar a las nueve o diez de la mañana, llegamos a las tres de la tarde, pero nuestros partidarios que manejaban las cosas allí estuvieron pendientes de avisar la hora en que llegaríamos y cuando lo hicimos aquello estaba lleno de gente, como lo demuestran las fotografías.
¿Quienes dirigían básicamente la campaña?
Mire usted, el general Hill manejaba a los políticos de entonces, casi todos los dirigentes del Partido Liberal Constitucionalista estaban con él; estaba también el general Francisco Serrano que era presidente de la Cámara de Diputados allá por diciembre de 1919; nosotros llegamos a la ciudad de México en noviembre de ese año, pero durante la gira recorrimos casi todo el país y el general Obregón hubiera querido recorrer pueblo tras pueblo pero no había manera de hacerlo, dado que las comunicaciones estaban muy escasas todavía.
¿Y su comportamiento ya como candidato político?
Su primer acto fue ir a saludar a don Venustiano varias veces; don Venustiano también mandó al general Juan Barragán a que fuera a saludarlo en su nombre al hotel San Francis.
¿Durante la campaña cuál fue la actitud del general Pablo González?
Expectante nada más; nunca se lanzó abiertamente a una gira como la que hizo el general Obregón.
¿Y qué trabajos electorales realizó el ingeniero Bonillas?
El ingeniero Ignacio Bonillas le había escrito una carta al general 0bregón cuando éste lanzó su Manifiesto, diciéndole que lo había leído y le parecía muy bien y terminó su carta en estos términos: si el día de las elecciones no me encuentro en la ciudad de México haré un viaje especial a la frontera para votar por usted.
¿Entonces la huida del general Obregón a Guerrero tuvo relación con el rompimiento Sonora-Carranza?, ¿qué consecuencias se desprenden de este incidente?
Don Venustiano Carranza se dio cuenta del peligro que para él era el grupo militar que estaba en Sonora, fuerzas muy aguerridas que únicamente estaban con Obregón y con Calles, que había sido el gobernador y comandante militar del Estado, quien había pedido licencia a Carranza para jefaturar la campaña del yaqui; entonces don Venustiano mandó a Diéguez a Sonora para someter a esas fuerzas; no porque estuvieran levantadas en armas, sino para auscultar como estaba la situación y sacar dichas fuerzas, no todas juntas, naturalmente, sino poco a poco; pero eso se tomó como un ataque a la soberanía de Sonora.
¿Pero en Sonora seguían teniendo comunicación con el general Obregón?
Aquí en México sí, en Guerrero ya no; había una comunicación muy raquítica, en ese entonces no había teléfonos y de la misma manera nada se podía hacer por telégrafo, las cartas duraban cuatro o cinco días en llegar.
¿Y el Plan de Agua Prieta?
Obregón lo conoció ya hecho; no participó en su elaboración para nada ni en la idea siquiera, eso se gestó exclusivamente entre Calles y De la Huerta.
El triunfo del movimiento revolucionario del Plan de Agua Prieta obligó a don Venustiano Carranza a salir para Veracruz; ¿en qué condiciones fue este peregrinaje ante la llegada de las fuerzas del general Obregón?
El general Jacinto B. Treviño pidió que lo nombraran jefe de la columna que fuera a perseguir a don Venustiano; le enviaron una comunicación don Pablo González y el general Obregón, firmada por los dos (está en las memorias de Treviño), en que le ordenan que en caso de caer prisionero don Venustiano, le respete la vida y lo trate con todas las consideraciones.
¿Herrero actuaría por cuenta propia?
¿A la muerte de don Venustiano Carranza los que iban acompañándolo protestaron ante el general Obregón, pidiendo se hiciera una investigación a fondo y pidiendo garantías, verdad?
Sí, y se cuidaron mucho de decir que cuando llegó Herrero y atacó, lo hizo al grito de: ¡Viva Obregón!, para culparlo del asesinato del señor Carranza.
Muerto el presidente Carranza, ¿cómo evolucionó el movimiento de Agua Prieta?
A la muerte del señor Carranza había que nombrar un presidente provisional.