ENTREVISTA
AL LICENCIADO Y GENERAL AARÓN SAENZ

Píndaro Urióstegui Miranda

EL GENERAL OBREGÓN ME COMISIONÓ PARA IR A ENTREVISTAR AL SEÑOR CARRANZA

PREGUNTA
¿Cuál es la campaña que se inicia entonces? ¿Qué es lo que empieza a hacer Obregón?

RESPUESTA
El entonces coronel Obregón que había sido ya designado comandante de las fuerzas revolucionarias de Sonora, me comisionó (1913) para que fuera a buscar al gobernador Carranza a fin de invitarlo para que trasladara su gobierno a Hermosillo ya que Huerta no descansaría, no cesaría un día en tratar de acabar con él y desalojarlo de Coahuila, porque mucho le interesaba a éste tener contacto con la frontera del norte.

Coahuila y parte de Tamaulipas nunca estuvieron bajo el dominio de Huerta, sino que dependían de las fuerzas del gobernador Carranza.

Cuando el coronel Obregón. ya como comandante en jefe de las fuerzas que después fueron las que formaron en Sonora parte del Ejército Constitucionalista, se presentó a reforzar las guarniciones de Agua Prieta donde era comisario Calles y la de Naco al mando del general Benjamín Hill, organizó un movimiento muy violento para tomar primero Nacozari, luego Cananea, para después marchar sobre Nogales, plazas defendidas por el ejército de la dictadura huertista, obligando al general Pedro Ojeda que era comandante de ellas a refugiarse en la frontera americana adonde apenas sí pudo llegar pero sin tropas ni elementos de ninguna naturaleza.

Victoriano Huerta dio instrucciones a Pedro Ojeda y a los oficiales que con él salieron, para que se trasladaran por San Diego a tomar el mando de las fuerzas leales que tenían en su poder la plaza de Guaymas.

PREGUNTA
¿Quienes eran los principales auxiliares de Obregón en esta época?

RESPUESTA
Eran don EUgenio Martínez, que perteneció al Ejército Federal y del que era su instructor militar, además formaba parte de su Estado Mayor; otros más eran Pablo Macías Valenzuela y Francisco Bórquez.

PREGUNTA
¿Serrano no andaba por ahí también?

RESPUESTA
No. Serrano en esa época era secretario particular del gobernador Maytorena y era civil; cuando Maytorena pidió permiso para irse a curar a Los Angeles, entonces Serrano, que era muy allegado a Ohregón y aÚn emparentadas las dos familias (el parentesco de Obregón y Serrano se debía a que Lamberto Obregón hermano de Alvaro, estaba casado con una hermana de Francisco Serrano, así es que eran concuños), le pidió al gobernador Pesqueira que lo comisionara con Obregón; entonces Serrano se incorporó al Estado Mayor del general Obregón; por cierto que yo para esa fecha también me incorporé al Estado Mayor como teniente, en abril de 1913.

PREGUNTA
¿Y cuando el cuartelazo al presidente Madero. cuál fue la actitud de Obregón?

RESPUESTA
Bueno, cuando vino el cuartelazo, el teniente coronel Obregón estaba en la presidencia municipal de Huatabampo e inmediatamente pidió ir con su 4° Batallón, que estaba entonces comandado por Francisco Manzo, al sur de Sonora, a reforzar al general Hill y al comisario Calles que fueron los que libraron las primeras batallas, expulsando de todo el Estado a las fuerzas federales comandadas en ese momento por don Pedro Ojeda; de ahí dominaron toda la frontera con los Estados Unidos y el ya coronel Obregón, como comandante en jefe de las fuerzas sonorenses, había organizado y tomado todo el Estado con excepción del puerto de Guaymas.

A dicho puerto lo atacó el coronel Obregón en los primeros días de mayo, pero no pudo hacerlo, es una plaza prácticamente inexpugnable por estar defendido por unos cerros que rodean toda la ciudad, mismos que se encontraban fortificados por las fuerzas huertistas.

El coronel Obregón consideró que sería un gran sacrificio tomar Guaymas, determinando, y así lo explicó después por mi conducto al Primer Jefe, la conveniencia de dejar sitiado ese puerto; esta misma estrategia siguió en Mazatlán, sitiando la plaza con los contingentes del general Ramón F. Iturbe, comandante de Sinaloa, pudiendo así continuar con el resto del ejército hacia Nayarit y Jalisco para tomar Guadalajara.

PREGUNTA
¿Cuál fue la actitud del Congreso de Sonora?

RESPUESTA
El desconocimiento de la usurpación huertista en Sonora fue el cinco de marzo, anterior al Plan de Guadalupe; la legislatura y todas las fuerzas militares de Sonora autorizaron al diputado federal Roberto v. Pesqueira y al local Adolfo de la Huerta para que fueran a Piedras Negras, Coahuila, a presentar la adhesión del Estado de Sonora al citado Plan de Guadalupe; entonces de esta manera se unificaron los dos gobiernos que fueron los únicos que subsistieron y nunca reconocieron a Huerta, iniciando así la campaña contra el usurpador y formando el Ejército Constitucionalista.

En el mes de mayo el coronel Obregón, recordando que yo había ido desde Coahuila por autorización del Primer Jefe a quien yo había tratado y conocido mucho por haber hecho mis estudios en el Ateneo Fuente y en la Escuela de Leyes de Saltillo, me comisionó para que fuera a buscar al señor Carranza donde estuviera.

En esa época el señor Carranza había sido fuertemente presionado por Huerta que había tomado no solamente Saltillo, sino Monclova y otras poblaciones, por lo que determinó trasladarse a Parras y unirse a las fuerzas revolucionarias qUe estaban amenazando a Torreón, pero en esos días hubo una gran creciente en el río Nazas que impidió tomarlo.

En esos momentos llegué con la comisión del general Obregón y localicé al señor Carranza hasta Canatlán, Durango, en donde le informé del mensaje que llevaba del general Obregón insistiéndole que Huerta no lo dejaría descansar hasta desalojarlo del Estado de Coahuila y que él no debería perder su carácter de gobernador constitucional, por lo que el gobierno de Sonora, como baluarte del movimiento constitucionalista, lo invitaba para que se trasladara allá donde se estaban dando pasos para organizar fuerzas con el abastecimiento de pertrechos y recursos; estas fuerzas debían partir del norte hacia el centro de Chihuahua y ahí constituir su gobierno.

El señor Carranza me dijo: mire usted que cosa tan coincidente, tan importante y extraordinaria, yo también estoy convencido de lo que dice el general Ohregón; tan es así, que he llegado al Estado de Durango, ante la imposibilidad de poder resistir sin tener una organización más fuerte y una base de abastecimiento con Estados Unidos; regrésese inmediatamente e infórmele esto al general Obregón (en esa época había sido ascendido Obregón, de coronel a general, después del reconocimiento en Sonora del Plan de Guadalupe y por los triunfos que había logrado en las batallas en donde intervino).

Para entonces se había controlado todo el Estado de Sonora, a excepción de Guaymas; primero la frontera y después se libraron dos batallas, la de Santa Rosa y la de Santa María que fue la que determinó el ataque a Guaymas; el cuartel general de Obregón estaba en Estación Ortiz y en el rancho ganadero Poza, que era del que después fue su suegro, don Francisco Tapia, padre de doña María Tapia, hoy viuda de Obregón.

Ahí en Poza ante la imposibilidad de que salieran, determinó el general Obregón atacar Guaymas y para eso se llevó a cabo la batalla victoriosa de Santa María.

PREGUNTA
¿Usted estuvo presente en todas estas batallas, verdad?

RESPUESTA
Sí señor, yo ya formaba parte del Estado Mayor al que ingresé en abril como teniente y donde obtuve después todos mis ascensos.

PREGUNTA
¿Quiénes formaban el Estado Mayor de Obregón desde sus principios?

RESPUESTA
Bueno, al principio estaba constituido en la siguiente forma: Francisco Serrano como jefe, Julio Madero, Carlos Robinson, Lorenzo Muñoz Merino, Josué Sáenz y dos sobrevivientes que somos el hijo de Ignacio Pesqueira que es Fernando, que también había salido de México para unirse a las fuerzas de su padre, que era el gobernador de Sonora, y yo.

PREGUNTA
Bueno, pero volviendo a la misión que le encomendó el general Obregón para que fuera a entrevistar a don Venustiano Carranza, ¿en qué condiciones se llevó a cabo?

RESPUESTA
Las instrucciones que llevaba del general Obregón y que les consta a algunos sobrevivientes de esa época, entre ellos nada menos que el general Jacinto B. Treviño que fue jefe del Estado Mayor del señor Carranza, desde el desconocimiento a Huerta, Gustavo Salinas que se incorporó a las fuerzas del general Obregón como piloto y Alberto Salinas que era además sobrino del señor Carranza y de las gentes más allegadas a él.

Así me vine, pero no pude llegar por Piedras Negras porque Huerta había avanzado con sus fuerzas hasta cerca de ahí dominando primero Monclova, Tres Hermanas y Múzquiz, por lo que tuve que meterme a caballo por la sierra hasta Canatlán porque era el único camino; ya ante el señor Carranza me contestó que él iba precisamente buscando eso, cuando le platiqué que el general Obregón le mandaba decir que estudiara por donde salir, si por Tepehuanes o por una parte que venía a entrar por el norte de Sinaloa, o sea por Choix y El Fuerte y luego San Blás; el general Obregón tendría dominada toda esa parte del norte de Sinaloa para el mes de agosto, por lo que desde los primeros días de septiembre en adelante, estaría listo para recibir al señor Carranza y de ahí hacer su viaje a Sonora, como en efecto se realizó, entonces ya con eso el general Obregón tomó todas las providencias y avanzó; tomó no solamente San Blas, sino hasta Los Mochis y controló Topolobampo donde se encontró con las fuerzas de Sinaloa; el señor Carranza hizo una verdadera epopeya para cruzar el Estado de Durango saliendo de Tepehuanes que es la última estación donde hay ferrocarril y de ahí fue por la sierra para ir a dar a Sinaloa hasta San Blas donde ya todo tendría dominado el general Obregón; el señor Carranza llegó en los primeros días de septiembre, después de haber hecho una travesía heroica, pues hacerlo en aquel tiempo en que no había comunicaciones ni facilidades en los caminos, era una hazaña, una gran hombría; el señor Carranza llegó entre el doce y el trece de septiembre; el general Obregón lo estaba aguardando en San Blas, de ahí se fueron a El Fuerte y luego a Hermosillo donde Carranza estableció su gobierno.

Maytorena que había dado por concluida su licencia, quiso, con apoyo del general Obregón -esto es muy importante, porque después se volteó contra el señor Carranza- regresar como gobernador constitucional, no obstante que la mayoría de los revolucionarios se oponían a ello porque decían que había pedido licencia cuando más se necesitaba de valor y decisión y ahora que la Revolución estaba ya triunfante en Sonora no iban a consentirlo porque era motivo de muy serios distanciamientos; cuando el señor Carranza llegó ya se había hecho cargo del gobierno Maytorena, pese a la oposición de muchos de la legislatura local pero con el apoyo del general Obregón, para poder seguir contando con los dos gobernadores constitucionales que habían desconocido a Huerta; ahí fue cuando el señor Carranza pronunció su famoso discurso del veinticuatro de septiembre de 1913, donde por primera vez trató no solamente el aspecto de derrotar al pretorianismo y al huertismo, sino que habló de adoptar un programa social y político, que para entonces no había abordado todavía la cuestión agraria.

En esas condiciones, instalado el gobierno del señor Carranza, el gobernador Maytorena se sintió celoso y sostuvo la tesis de que no estando ya en Coahuila el gobernador Carranza y estando él en Sonora al frente de un gobierno constitucional, debería ser él, consecuentemente, quien asumiera la jefatura del movimiento.

Naturalmente nadie le hizo caso ni lo tomó en serio, todos afirmaron que no había más jefe que Carranza, designado por el Plan de Guadalupe el 26 de marzo de 1913, al que se había adherido Sonora.

Cuando vino el cuartelazo, muchos desearon, entre ellos el propio señor Carranza, que el general Angeles se incorporara a la Revolución.

Felipe Angeles pretextando que era un soldado sujeto a la disciplina del ejército federal, guardián de las instituciones, reconoció a Huerta no obstante que había subido al poder pisoteando todas esas instituciones y cometiendo innumerables crímenes; sin embargo, Angeles tampoco contaba con la confianza de Huerta, por lo que no le permitía salir de México.

Yo he podido confirmar y hay un testimonio muy elocuente que es den Alberto Salinas Carranza, porque él intervino con Luis Cabrera y otros revolucionarios, como los antiguos maderistas que ahora se habían adherido gestionaron que Felipe Angeles se incorporara a la Revolución, lográndolo cuando ya se había avanzado mucho y se aproximaba el derrumbe y la renuncia de Huerta como presidente de la República.

Entonces Felipe Angeles llamado por el licenciado Cabrera, se fue de París a Nueva York y de aquí a Sonora.