ENTREVISTA
AL GENERAL AMADOR ACEVEDO

Píndaro Urióstegui Miranda

ZAPATA FRENTE A HUERTA

PREGUNTA
¿Y Zapata cuándo entró a Guerrero?

RESPUESTA
Cuando atacó Olinalá, eso fue en 1914.

Ya derrumbándose Huerta, nosotros entramos a Guerrero en septiembre de 1914, por Huachinantla, seguimos a Copalillo y atacamos Olinalá que se tomó. De ese lugar nos regresamos porque venían tropas de Chiautla. Nuevamente vuelve a entrar Zapata y ataca a Martín Vicario en Huitzuco donde era comandante militar de la plaza, por cierto que le mocharon una oreja a Martín cuando tuvo que enfrentarse con un soldado a brazo partido, pero Zapata no pudo entrar a Huitzuco, porque llegaron tropas de Barrón y soldados costeños de un general que no recuerdo el nombre y de vuelta a Morelos.

Ya no regresó Zapata a Guerrero sino hasta que se acabó el gobierno de Huerta, ya con distanciamiento entre carrancistas y zapatistas otra vez, o sea que Zapata volvió a Guerrero hasta 1915; entonces estaba Guillermo Santana como comandante militar en Iguala.

Durante el gobierno de Huerta, hasta su caída, la actitud de Zapata es de constante rebeldía. Entonces mandan principalmente a combatirlo a Juvencio Robles, Antonio C. Olea y otros, pero nunca lograron vencerlo.

Para estas fechas Zapata tenía muchas ramificaciones en diversos Estados, era imposible detenerlo. Entonces quienes se dedicaron a extorsionar y quemar a los pueblos fueron los soldados federales enviados por Huerta, echándole la culpa a Emiliano.

PREGUNTA
¿Cuáles son las principales batallas que libra Zapata contra Huerta, en este período?

RESPUESTA
En esa época, la primera fue el ataque a Jojutla, muy duro. Después cuando atacaron Zacatepec, también bastante recio, muchos muertos; la plaza estaba defendida por un general cuyo nombre no recuerdo, pero que cuando lo agarraron prisionero le arrancaron las barbas, las cejas y en fin, lo mataron a base de tortura y la última batalla cuando murió el famoso general de Guerrero, Maya, que fue cuando salió de Cuautla el gobierno de Huerta.

Fue una serie de combates victoriosos para Zapata que empezaron en Cuautla, siguieron por Cuernavaca, Tetecala, Almalinalco.

En una maniobra desesperada, pues ya iba derrotado el general federal Juvencio Robles, hizo el intento de sacar a sus tropas de Cuernavaca y llevarlas a La Cima, pero no los dejó Genovevo de la O.

Se me pasaba que, antes de tomar Cuernavaca, Zapata se vino personalmente a atacar Chilpancingo; entró por Olinalá, pasó por Chilapa adonde dio vuelta y se fue sobre Chilpancingo; miles de soldados zapatistas de Guerrero se le fueron uniendo, sobre todo Chón Díaz que era el más fuerte de todos, pero quien en realidad tomó la plaza de Chilpancingo al último, fue la gente al mando de Chón Díaz.

El motivo que tuvo Zapata para ir a tomar Chilpancingo es que era lo único que quedaba atrás y a petición de los guerrerenses fue a darles auxilio allá.

Defendió con bravura la plaza el general Cartón. También lo acompañaba Martín Vicario. Después de la toma soltamos a los soldados, pero a los oficiales, con Cartón a la cabeza, los fusilamos en Tixtla; por cierto que murió como los hombres.

Después de la toma de Chilpancingo se regresó Zapata a Morelos para tomar Zacatepec y luego Cuernavaca. Ahí se acabó todo, cayó Huerta.

PREGUNTA
En esta época contra Huerta, ¿cuáles son los principales generales que están en torno a Zapata, auxiliándolo, ayudándolo en su campaña?

RESPUESTA
Genovevo de la O era uno de los más fuertes, Pancho Mendoza, Amador Salazar, Lorenzo Vázquez en Guerrero y Chón Díaz, fueron de los que comandaron tropas; en Puebla, Jesús Morales; también Joaquín Amaro, que aunque no era zapatista, peleaba contra el gobierno de Huerta.

PREGUNTA
¿A estas alturas, Zapata ya está en contacto con Carranza?

RESPUESTA
No, nunca estuvieron de acuerdo, porque nunca pudieron entenderse, ni los jefes ni nadie.

Mire usted, hubo un disturbio tan grande que ahora amanecían los carrancistas y al otro día los zapatistas y al otro día los villistas; qué difícil situación.

Carranza mandó dos emisarios, Antonio Villarreal y Luis Cabrera, a que hablaran con Zapata, pero éste no aceptó nada de lo propuesto, hasta que ellos no reconocieran el Plan de Ayala, o hicieran suyos sus postulados.

Emiliano no podría claudicar en su causa agraria. Tuvo en sus manos el Plan de Guadalupe y en cuanto se enteró de su contenido dijo que no estaba de acuerdo con los ideales que contenía porque no le parecían suficientes frente a los problemas del campo.

La entrevista fue aquí por Jilguero, cerca de Tlaltizapán, yo no recuerdo exactamente dónde después de tantos años, pero como ni uno ni otro aceptaron las proposiciones, pues los emisarios se regresaron; Zapata nunca cedió más que a sus ideas.