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Cuatro triunfos

Las armas del proletariado mexicano se han cubierto de gloria cuatro veces más en los últimos días.

Zacatecas, Veracruz y Tamaulipas fueron la escena de los combates en que las armas liberales vencieron al maderismo.

La bandera roja ondea hoy en los Pinos y San Miguel del Mesquital del Estado de Zacatecas, en Acayucan del Estado de Veracruz y en Colombres, Tamaulipas.

El norte, el centro y el sur de México están hoy contemplando las palabras inscritas en la bandera liberal: Tierra y Libertad.

Puntos en diversas latitudes y separados unos de otros por centenares de kilómetros se ven ahora protegidos por las armas del proletariado contra el decadente capital que durante años enteros lo exprimió.

Tomad el mapa de México y notad las zonas en que se extiende la bandera roja. Soberbio mentis para todos aquellos políticos que decían que el grandioso movimiento de nuestro partido estaba reducido a la península de la Baja California. Desengaño para muchos de los compañeros que flaquearon cuando a impulso de la fuerza de la traición perdimos la plaza de Mexicali, Baja California.

Carecemos de los detalles de los combates; pero por lacónicos telegramas que escaparon a la censura del bandido Francisco L. de la Barra, sabemos que la plaza de Pinos fue atacada por una columna de nuestros compañeros y después de una reñida batalla en que murieron muchos maderistas y no pocos liberales, la población fue ocupada y enarbolada la bandera roja.

La plaza de San Miguel del Mezquital perteneciente al mismo Estado, fue asaltada por otra columna liberal que indudablemente está obrando de acuerdo con la anterior. Después de una batalla con los rurales que guarnecían la plaza al mando del llamado Coronel maderista Manuel Caloca, los compañeros tomaron el pueblo con la pérdida de cuatro muertos y algunos heridos. Los maderistas huyeron y dejaron abandonados varios rifles modernos que fueron capturados por los revolucionarios.

Acayuca, Veracruz, la histórica ciudad en la cual flameó por primera vez el estandarte liberal en septiembre de 1906, fue atacada el último domingo a la hora del crepúsculo por una gruesa columna de liberales que obtuvieron un triunfo completo en sus esfuerzos por capturar la importante población del istmo. Detalles del triunfo faltan, debido a que nuestros compañeros procedieron a cortar todos los hilos telegráficos que circundaban la ciudad.

Por último, Colombres, Tamaulipas, en cuya población había una pequeña guarnición liberal, fue atacada por los maderistas de Matamoros al mando del soldadón Triana. Nuestros compañeros rechazaron a los esbirros del nuevo despotismo, quienes se apresuraron a regresar a Matamoros diciendo que se requería mayor número de fuerza para desalojar a los rebeldes de sus posiciones.

Compañeros: en menos de una semana han obtenido nuestros hermanos grandiosos triunfos, y los llamamos grandiosos, porque los elementos con que en general cuentan nuestros compañeros son inferiores a los del enemigo, y su número en la mayoría de las ocasiones es menor que el de los esbirros del despotismo.

Hagamos un grande esfuerzo por ayudar personalmente, o con los mayores elementos a nuestros hermanos, los valientes libertarios de allende el Bravo.

¡Viva Tierra y Libertad! ¡Viva la bandera roja!

Antonio de P. Araujo

(De Regeneración, del 23 de septiembre de 1911, N° 56)

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