LA ASONADA MILITAR DE 1913
Apuntes para la historia del Ejército Mexicano

General Juan Manuel Torrea

CAPÍTULO DÉCIMO
LA PRIMERA COLUMNA REBELDE

La columna rebelde de Caballería hizo su entrada a la plaza en la siguiente formación: una Escuadra de Caballería, hizo su entrada a la plaza en la siguiente formación: una Escuadra de Caballería, llamémosle descubierta en formación por cuatro; a continuación una persona que vestia de paisano. De paisano, porque aunque los arreos del caballo eran o podían ser de militar y llevaba el jinete botas y traje de skaki, no era sin embargo uniforme completo porque carecía de insignias y por tocado llevaba sombrero negro.

Le seguía el Coronel Jefe del 1er. Regimiento de Caballería con uniforme de skaki y la tropa que había marchado a Santiago del Escuadrón mandado la víspera, los conductores y asistentes que hizo montar el Jefe del Regimiento y el personal del Destacamento establecido en ese lugar, menos dieciseis hombres que con el Subteniente aquel de los rebeldes del 11°, quedaron de guardia (más o menos 160 hombres).

Pudimos observar que el Comandante Militar, apoyado del brazo de otra persona que vestía de civil, el General José Delgado se dirigió resueltamente al General Gregorio Ruiz y lo hizo separarse del frente de la columna; desmontó después de haber cruzado algunas palabras con el General Comandante Militar, y fue conducido entre los dos primeramente mencionados Generales para hacerlo entrar por la puerta principal del Palacio Nacional.

Hasta ese momento seguimos permaneciendo con la misma espectación y sin saber cómo terminaría aquel momento de espera, al que, necesariamente debería de seguír la ruptura del fuego sobre los dragones sublevados. En tanto, el Coronel del 1er. Regimiento se movió en dirección a la esquina Sur-Este del Zócalo y un poco marcharon sobre la diagonal los soldados que le seguian. La tropa del primero, en columna de viaje por cuatro, había quedado en colocación sobre una linea diagonal que partiera sensiblemente de la esquina Norte del Palacio hasta la esquina Sureste del Zócalo ya citada, apoyando su cabeza en el primer momento -antes de desmontar el General Ruiz y rebasándolo un tanto, más allá del frente de la puerta principal.