AUTOBIOGRAFÍA DE LA
REVOLUCIÓN MEXICANA

Emilio Portes Gil

CAPÍTULO UNDÉCIMO

PERIODO PRESIDENCIAL DEL GENERAL LÁZARO CÁRDENAS

NACE LA CONFEDERACIÓN REGIONAL OBRERA MEXICANA

La primera organización que agrupó a la mayoría de los trabajadores de México, fue la Confederación Regional Obrera Mexicana, fundada en la ciudad de Saltillo, Coah., mediante autorización dada por el Congreso del Estado, el 22 de mayo de 1918 al Ejecutivo local, a fin de que convocara a los organismos obreros de la República para unificarlos.

El gobernador del Estado era el señor licenciado don Gustavo Espinosa Mireles, quien a la sazón figuraba como secretario particular del presidente de la República, don Venustiano Carranza. Con la clara visión e inteligencia que poseía, se percató de que era necesario que la Revolución procediera a organizar a los obreros en una gran confederación.

Al iniciarse los trabajos, los delegados de Tampico, Puebla, Veracruz, Tlaxcala, presentaron a la asamblea dos ponencias de gran trascendencia; una en la que se declaraba:

a) Siendo el problema social, esencialmente de origen económico, éste no podrá resolverse mientras los productos de la tierra en todas sus aplicaciones, se hallan acaparados por una minoría que no es productora y sí consume todo lo que resulta o se deriva del esfuerzo humano. Por otra parte acepta el reparto de tierra como finalidad que resulta del medio de acción para resolver el problema económico, por lo que se refiere al campesino.

b) El Consejo Obrero Nacional exige al gobierno central y al de los Estados, la inmediata solución del problema de que se trata, en el concepto de que si el mismo gobierno necesita de la cooperación moral y material de los elementos representados en el Congreso, para vencer las dificultades que surjan con motivo de la implantación de los beneficios que en parte contiene la ley fundamental vigente, la prestará franca y decidida, entendiéndose que esta ayuda se sujetará en todo a los procedimientos seguidos por los organismos obreros dentro de su meta social. Pero si a pesar de esta manifiesta buena voluntad del Congreso, no se consigue la reciprocidad por parte del gobierno, llegaremos a la conclusión de que los elementos representados por el propio congreso tendrán que resolver el problema atenidos a sus propias fuerzas.

Así nació la Confederación Regional Obrera Mexicana, que llegó a adquirir gran preponderancia en los aspectos sindical y político; preponderancia que duró más de diez años, siendo de lamentarse, positivamente, que su decadencia viniera como consecuencia de que sus principales líderes iniciaron la corrupción del movimiento obrero nacional, por haberse dedicado a enriquecerse y a cometer actos de traición a los agremiados, cuando éstos iniciaban algún movimiento de huelga.

Es de lamentar, también, que la Confederación Regional Obrera Mexicana, no obstante que tuvo a su frente a los mejores líderes del sindicalismo en México, como Luis N. Morones, Celestino Gasca, Ezequiel Salcedo, Francisco López Cortés, Yúdico, Moneda, Rodarte y tantos más, no se haya preocupado porque se expidiera la legislación obrera.