AUTOBIOGRAFÍA DE LA
REVOLUCIÓN MEXICANA
Emilio Portes Gil
CAPÍTULO CUARTO
SE INICIA LA REVOLUCIÓN Y ES DETENIDA EN SU NACIMIENTO
PERIODO PRESIDENCIAL DEL GENERAL VICTORIANO HUERTA
Cómo llegó y qué dijo Huerta al tomar posesión de la Presidencia de la República.
Al ser aceptadas las renuncias de los señores presidente y vicepresidente de la República, don Francisco I. Madero y don José María Pino Suárez, el señor licenciado don Pedro Lascuráin, secretario de Relaciones Exteriores, por ministerio de la ley se hizo cargo de la presidencia provisional, otorgando la protesta correspondiente el día 19 de febrero de 1913.
El licenciado Lascuaráin nombró al general Victoriano Huerta, secretario de Gobernación, presentando inmediatamente su renuncia.
El período presidencial del señor licenciado Lascuráin duró escasamente cuarenta y cinco minutos, habiendo quedado, por ministerio de la ley, presidente interino de la República, el mencionado general Huerta, quien rindió la protesta de ley ante la XXVI Legislatura y procedió a organizar su gabinete de acuerdo con el famoso Pacto de la Embajada Americana.
Al hacerse cargo de la presidencia el general Huerta, expidió un boletín que se publicó en la prensa de ese día. Dicho boletín dice así:
Al ser conducidos de Palacio a la penitenciaría, los señores Madero y Pino Suárez, fueron asaltados por un grupo numeroso de sus partidarios, trabándose un fuerte tiroteo y resultando muertos los prisioneros y destruidos los automóviles.
Los cadáveres fueron entregados a sus familiares después de la autopsia que se practicó, habiendo sido sepultados los cuerpos, el del señor Madero en el Panteón Francés, y el del licenciado Pino Suárez, en el Panteón Español.
En el discurso que pronunció el general Huerta el día que protestó ante la Cámara de Diputados, expresó lo siguiente:
Mi espada y mi vida son de la patria para lograr la paz, y juro que ésta se hará, cueste lo que cueste.
Como la rebelión zapatista tomaba cada día más fuerza, el general Huerta concentró fuertes contingentes de tropa a las órdenes del general Juvencio Robles, quien emprendió una campaña tenaz y sangrienta, ordenando la reconcentración de los campesinos a las ciudades, incendiando las casas de los mismos y realizando una devastación completa en el Estado de Morelos.
Zapata, con muy pocos elementos, continuó levantado en armas, sosteniéndose en la serranía.
La lucha por el poder se inició con el desconocimiento del Pacto de la Ciudadela, y la salida de Mondragón, del licenciado Rodolfo Reyes y de otros elementos manifiestamente felicistas. A Díaz se le nombró embajador de México en el Japón, sin haber salido nunca a desempeñar la comisión.
El presidente Wilson nombró a John Lind agente en México. John Lind era portador de instrucciones para el general Huerta, y entre las mismas figuraban un armisticio inmediato y definitivo, libres elecciones presidenciales, prohibiéndose que el general Huerta figurara como candidato.
El general Huerta exigió fuertes cantidades de dinero a todos los bancos, ordenando emisiones fuera de la ley, de los bijletes en circulación. También se dijo en aquella ocasión que el Episcopado de México y los industriales, fueron obligados a hacer préstamos al gobierno.
Mientras tanto, la rebelión que había iniciado don Venustiano Carranza crecía cada día más.
Fueron depuestos, entre otros gobernadores, el de Chihuahua, don Abraham González, que fue asesinado villanamente; el de San Luis Potosí, Dr. Rafael Cepeda; el de Aguascalientes, don Alberto Fuentes D. También fueron disueltas algunas legislaturas, como la de Tamaulipas, habiendo sido conducidos a la ciudad de México e internados en la penitenciaría, los diputados licenciado Fidencio Trejo Flores, don Alfonso Guillén y el Dr. Mireles, así como ellicenciado Alberto Aragón distinguido abogado tamaulipeco a quien se trataba de mezclar en lá Revolución Constitucionalista. Fue defensor de dichos tamaUlipecos, el eminente abogado .don José Lorenzo Cossío.
Ante la situación tan difícil en que se encontraba el general Victoriano Huerta por la fuerza que había tomado la rebelión, se vio obligado a presentar su renuncia como presidente interino el día 15 de julio de 1914, habiéndose aceptado por el Congreso de la Unión, que nombró al ciudadano licenciado Francisco Carbajal como presidente provisional.
Uno de los primeros actos que realizó el presidente Carbajal, fue nombrar a los ciudadanos general Lauro Villar, licenciado David Gutiérrez Allende y licenciado Salvador Urbina,como delegados de paz para que entrevistaran al Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, a fin de llegar a un arreglo con los revolucionarios.
La delegación se dirigió a Tampico, donde se encontraba el señor Carranza, quien manifestó a dichos señores que la Revolución no podía pactar con un gobierno espúreo como era el que representaba el licenciado Carbajal. Que exigía la rendición incondicional y absoluta del gobierno de Carbajal.
El general Huerta salió del país dirigiéndose al extranjero.