Índice de Historia de la Nación Chichimeca de Fernando de Alva IxtlilxochitlCapítulo XXICapítulo XXIIIBiblioteca Virtual Antorcha

CAPÍTULO XXII

De la muerte del tirano Tezozómoc y de cómo se introdujo en la sucesión del imperio Maxtla segundo tirano y de cómo mató a Tayatzin su hermano y de otras cosas que sucedieron

A los cuatro días primeros del año que llaman matlactliomey ácatl y otros tantos que su primero mes llamado tlazaxipeualiztli y en día de cecozca quauhtli, que es el año de 1427 y siete de la encarnación de Cristo nuestro señor, a veinticuatro de marzo, falleció Tezozómoc en la ciudad de Azcaputzalco, desamparado de la naturaleza humana como hombre que había vivido muchos años y gozó de muchos siglos, de lo cual se dio aviso a los señores mexicanos y a todos los demás sus deudos y amigos para que todos viniesen a sus honras y exequias y así el día siguiente por la madrugada al salir el lucero llamado Nahuolin, entre los señores que vinieron a ellas llegó Nezahualcoyotzin con su sobrino Tzontechochatzin y dio el pésame de la muerte de Tezozómoc a sus tres hijos y a los señores mexicanos y demás caballeros de aquel linaje y se sentó entre ellos asistiendo en las exequias funerales y otros ritos y ceremonias que los sacerdotes de los ídolos hacían hasta quemar el cuerpo. Tayatzin que muy en la memoria tenía escrito lo que su padre había dejado encargado acerca de matar a Nezahualcoyotzin de secreto, lo recordó a su hermano Maxtla, el cual le respondió que lo dejase por entonces, que no se alborotase que tiempo habría para hacerlo, pues en aquella sazón sólo se trataba de las honras y exequias de su padre, en donde asistían tanto señores y gente ilustre; que parecía muy mal que estando todos tristes y conflictos por la muerte de su padre, matar a otro fuera de tiempo y sin son, por lo cual no se ejecutó lo que Tezozómoc dejó ordenado y Nezahualcoyotzin fue avisado de su primo Motecuhzoma lo que se había tratado contra él; por lo cual, así como fue quemado el cuerpo de Tezozómoc y colocadas sus cenizas en el templo mayor de la ciudad de Azcaputzaleo, según el modo de los mexicanos, Nezahualeoyotzin se volvió a la ciudad de Tetzcuco. Maxtla que a la sazón era señor de Coyohuacan, hombre belicoso y de ánimo altivo, pretendió para sí el imperio, sin embargo de lo mandado y determinado por su padre; pareciéndole pertenecerle más facilmente por ser mayor, en quien concurrían las partes y requisitos de poder gobernar un imperio como el que su padre dejaba y así dentro de cuatro días después de las honras, se hizo introducir en el imperio, dándole todos la obediencia. Ya eran contados cinco meses y cinco días a la cuenta de los naturales, que son ciento cinco días, cuando una noche estuvo Tayatzin con el rey Chimalpopoca en ciertas pláticas, como lo acostumbraban desde que fue depuesto de la sucesión que su padre le había dejado; las cuales fueron sobre esta materia, diciéndole el rey Chimalpopoca: maravillado estoy señor, de que estéis expelido de la dignidad señorío en que te dejó nombrado el emperador Tezozómoc tu padre y que tu hermano Maxtla se haya apoderado de él, no perteneciéndole, pues no es más de señor de Coyohuacan. Respondió Tayatzin: señor, cosa dificultosa es recobrar los señoríos perdidos, poseyéndolos tiranos poderosos. Replicó Chimalpopoca: toma mi consejo pues es muy fácil, edifica unos palacios y en el estreno de ellos le convidarás y allí le matarás con cierto artificio que yo te daré y el orden que para ello has de tener y luego prosiguió en otras razones. A esta sazón Tayatzin había llevado consigo un enano paje suyo, llamado Tetontli, el cual había estado tras de un pilar de la sala escuchando la plática que habían tenido; idos que fueron a Azcaputzalco, de secreto dio aviso el enano al rey Maxtla, el cual le mandó que guardase secreto, prometiéndole de hacer muy grandes mercedes; de lo cual se indignó mucho contra su hermano y luego mandó llamar los obreros de palacio, y les mandó que en cierta parte de la ciudad edificasen unas casas para que en ellas viviese su hermano Tayatzin, que aunque le había dado el señorío de Coyohuacan, le quería tener siempre en su corte. Lo cual se puso luego por obra y acabadas de edificar las casas, luego lo envió a llamar y fingiendo convidarle en el estreno de ellas, le quitó la vida por los mismos filos que había sido aconsejado por el rey Chimalpopoca y aunque para el efecto Maxtla le había enviado a llamar, se envió a excusar diciendo, que estaba ocupado en un sacrificio muy solemne que hacía a sus dioses.

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