Índice de Historia de la Nación Chichimeca de Fernando de Alva IxtlilxochitlCapítulo XCIVBiblioteca Virtual Antorcha

CAPÍTULO XCV

Que trata de la victoria ... los bergantines por la laguna ... por agua y por tierra la primera ... México

Al tiempo que Sandoval combatía ... la ciudad de Iztapalapan, llegó Cortés con sus ... a vista del peñol que llaman Tepepulco, que es ... fortaleció con mucha gente de guerra, así de los de México como de los pueblos comarcanos, con intento de tomarles las espaldas a los nuestros y socorrer a los de Iztapalapan, que era forzoso el detenerse allí y combatir a esta ciudad; mas como reconocieron la flota por la laguna venía, se estuvieron quedos aguardando hasta ver dónde echaba el rumbo y viendo se iba hacia el peñol, comenzaron a hacer ahumadas y señales de guerra para que todos se apercibiesen, todas las ciudades y pueblos de las lagunas. Llegado que fue Cortés, saltó en él con ciento cincuenta hombres y aunque con harta dificultad y trabajo, se subieron y ganaron el baluarte y cerca que tenía arriba para su defensa y matando a todos los que defendían el peñol, en breve rato apenas quedó ninguno con la vida, si no fueron las mujeres y niños que de lástima las dejaron. Fue muy señalada esta victoria, aunque fueron heridos veinte españoles y como éstos y los de Iztapalapan con las ahumadas de Cortés iban por la laguna, salieron a encontrarle más de quinientas canoas a su modo bien fortalecidas de gente y Cortés de intento estuvo reacio por la costa del peñol hasta ver lo que los enemigos hacían, los cuales entiendo que de temor se estaban quedos los nuestros, enderezaron hacia ellos, mas llegando ya cerca se separaron y a este tiempo quiso Dios que corriese viento de la parte de tierra muy favorable a los bergantines y viendo esto Cortés, hizo que todos acometiesen a los enemigos y en breve tiempo rompieron por las canoas, quebrando infinitas de ellas y matando a la gente que en ellas venían, se topaban unas con otras por huir y se ahogaban todos siguiendo las pocas canoas que quedaban, las fueron a encerrar dentro de las casas de la ciudad de México, que fue una hazaña muy notable y aunque quedó Cortés hecho señor de esta laguna en ... la flota de canoas se holgaron ... deseaban ya verle y tener socorro de gente por ... y el de Tlacopan eran los más peligrosos ... allí la mayor parte de la fuerza de los enemigos ... cada día les entraba socorro de gente y así ... a ir a la ciudad de México, peleando fuertemente con los enemigos, hasta ganarles las albarradas y baluartes que tenían hechos y muchos puentes que tenían quitados: pasando con los bergantines que ya habían llegado y siguiendo a los enemigos a unos mataron y a otros echaron al agua de la otra parte de la calzada, por donde no iban los bergantines; corriendo por ella más de una legua hasta ganar dos torres que estaban en la entrada de la ciudad, que estaban en Acachinanco y Tozititlan, en donde hizo Cortés recoger los bergantines por ser ya tarde, en donde saltó en tierra con treinta hombres y aunque con harto peligro y trabajo ganó las torres, entrando por encima de las cercas que eran de cal y canto, sin que fuese bastante a resistir la muchedumbre de enemigos que las defendían y sacando en tierra tres tiros de hierro gruesos que traían los bergantines y asentando el uno de ellos por la calzada adelante, hizo muchísimo daño a los enemigos y queriendo proseguir disparando los tiros, por descuido del artillero se quemó toda la pólvora que llevaban, y así despachó por más aquella noche a Iztapalapan con un bergantín y aunque la primera intención de Cortés había sido irse a Aculhuacan, acordó de asentar su real en este puesto, por parecerle conveniente, teniendo junto a los bergantines, enviando a pedir la mitad de la gente de la gurnición de Cuyohuacan y cincuenta peones de los de Gonzalo de Sandoval, que el día siguiente estuvieron allí; aunque aquella noche estuvo con harto cuidado Cortés e hizo mucho en defenderse de los mexicanos, porque a media noche dieron sobre ellos, mas como vieron el cuidado que había y los tiros y escopetas que se disparaban, no osaron pasar más adelante y así llegaba la gente, pelearon los nuestros hasta ganarles un puente que tenían quitado y una albarrada, hasta encontrarlos en las primeras casas de la ciudad y viendo Cortés que de la otra parte de la calzada recibían mucho daño ... que no podían pasar los bergantines ... romper un pedazo de calzada ... que tenían puesto y pasar de ... bergantines, que embistiendo con las ... encerrar entre las casas y en donde ... ellas, que hasta entonces no se habían atrevido, por haber muchos palos y estacas que los estorbaban y peleando con los de las canoas rindieron algunas de ellas y quemaron muchas casas de arrabal. Otro día siguiente Sandoval con la gente que tenía en Iztapalapan se partió para Cuyohuacan y de camino peleó con los de México, los desbarató y mató a muchos de ellos, les quemó todas las casas y con dos bergantines que Cortés le envió, pudo pasar a las partes donde tenían los enemigos quebrada la calzada, y dejando allí su gente, tomó diez de a caballo y con ellos se fue por la calzada hacia donde tenia su real Cortés; pero antes de llegar, hubieron de pelear con los que andaban revueltos los de Cortés, en donde a Gonzalo de Sandoval le atravesaron un pie con una barra tirada; más Cortés hizotal riza en ellos con los tiros y escopetas que desde entonces no osaban ya acercarse tanto, pasando otros seis días, teniendo en cada uno de ellos sus combates y los bergantines iban quemando las casas que había a la redonda de la ciudad, hasta que descubrieron canal por donde con facilidad podían entrar alrededor por los arrabales de la ciudad y aun en lo interior de ella, que le negoció importantísimo, con que las canoas procuraron alejarse y en más de un cuarto de legua del real de Cortés no osaban parar. Pedro de Alvarado avisó a Cortés cómo por la otra parte de la ciudad, que era por la calzada de Coyobasco, entraban y salían por ella los enemigos y les traían socorro de comida y gente de guerra de los pueblos de tierra firme de los mexicanos y tepanecas y que presumía, que viéndose ya muy apretados, se saldrían todos por ella, el cual mandó que Gonzalo de Sandoval, aunque estaba herido, fuese a sentar su real a un pueblo pequeño que se dice Tepeyácac (que es donde esta ahora la ermita de Nuestra Señora de Guadalupe); el cual se partió con veintitrés de a caballo, cien peones y dieciocho escopeteros y ballesteros, dejándole cincuenta peones y dieciséis ... le señaló de los aculhuas y chalcas ... huexotzincas con que todo punto que ... los de la ciudad de México y viendo ... guarnición más de doscientos cincuenta peones ... ballesteros y escopeteros y muy gran número de amigos, determinó de entrar por la calzada de la ciudad a lo más interior de ella, poniendo los bergantines a los lados, porque hiciesen espaldas, enviando a decir ante todas cosas a los de la guarnición de Cuyohuacan, que parte de ellos se viniesen a él, y los demás quedasen guardando las calzadas y todo aquel lado, para impedir a los de las ciudades de Xochimilco, Cuyohuacan, Iztapalapan, Huitzilopochco, Culhuacan, Zitáhuac y Mízquic (que eran enemigos y del bando mexicano), que no diesen por las espaldas a los nuestros y que otros se quedasen con otros dieciséis mil huexotzincas, chalcas y tlaxcaltecas en Cuyohuacan en el puesto referido; enviando asimismo a decir a Pedro de Alvarado y a Gonzalo de Sandoval, que al tiempo que él arremetiese, ellos a un tiempo hiciesen lo mismo de su parte por las calzadas. Cortés fue entrando por la ciudad el día que señaló y luego se fue a topar con los enemigos, que estaban defendiendo una quebrada que habían hecho en ella, que tenía de ancho como una lanza y otro tanto de hondo y hecha una albarrada fuerte; mas al fin se la ganaron y fueron prosiguiendo hasta llegar a la entrada de la ciudad, donde estaba otra torre o templo de sus ídolos y al pie de ella una puente grande alzada, que por ella atravesaba una acequia de agua muy ancha con otra muy fuerte albarrada y así como llegaron comenzaron a pelear y como iban por los lados dos bergantines, sin peligro ninguno se la ganaron y los enemigos comenzaron a huir y desamparar la albarrada y pasando Cortés con los suyos por los bergantines y más de ocho mil hombres de los amigos, que eran diez mil tlaxcaltecas y de los aculhuas otros diez mil (que ya a esta sazón habían llegado a este número, porque cada día Ixtlilxóchitl y Tecocoltzin iban despachando gente de refresco), chalcas diez mil y huexotzincas diez mil, que en breve espacio de tiempo cegaron y allanaron con adobes y piedra este ojo de agua o puente y en el ínter ya los nuestros habían ganado otra albarrada que estaba en la calle más principal y más ancha que había en la ciudad y como no tenía agua fue muy fácil de ganar y siguiendo el alcance tras los enemigos por la calle adelante, hasta llegar a otra puente que tenían alzada, aunque con harta dificultad pasaron los nuestros por la otra parte, ganando otra albarrada que tenían los enemigos para la defensa, durando más de dos horas el combate y que por las azoteas tiraban ... (Aquí termina el capítulo noventa y cinco y con él, la obra de Fernando de Alva Ixtlilxochitl, la cual, por desgracia, no está del todo completa, ya que si bien se conoce que originalmente constó de noventa y siete capítulos, tan sólo se conoce hasta el capítulo noventa y cinco, y éste, incompleto. Nota de Chantal López y Omar Cortés.

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