La obra que aquí presentamos, el Compendio de la historia de México, escrita en 1870 por Manuel Payno, fue, durante muchos años, libro de texto usado en las escuelas oficiales del porfirismo.

Está dividida en cuatro partes fundamentales -Descubrimientos y conquista, historia antigua de los mexicanos o aztecas, la colonia, y el México independiente-, y abarca hasta 1880, año en que el guanajuatense don Manuel González entra a relevar como titular del Poder Ejecutivo federal al general Porfirio Díaz. El planteamiento didáctico de este Compendio de la historia de México, se establece mediante una serie de preguntas y respuestas que, se supone, han de servir de base al maestro para guiar a sus alumnos por los intrincados laberintos de una historia patria prácticamente en pañales.

Es importante señalar que en cada nueva edición de esa obra, su autor iba aumentándola, al añadirle, a manera de almanaque, los acontecimientos recientes tanto a nivel nacional como internacional.

Quizá no faltaran críticos que pongan en tela de juicio la esctructura básica de la obra, ya que probablemente se considere demasiado rígido y tendiente a desarrollar en el infante más que el análisis y la reflexión, la simple y llana memorización. Sin embargo, no necesariamente este método conlleva a la maximización de la memorización, ya que depende de cómo el maestro utiliza esta herramienta en sus clases.

Ahora bien, la obra en sí resulta, en los momentos actuales, sumamente atractiva, y no sólo para alumn@s de primaria y secundaria. En efecto, el Compendio de la historia de México resulta una excelente obra de consulta para cualquier persona, en edad escolar o no. Además, aborda temas de los que, en la actualidad, no sólo poco se conoce sino que escasas referencias se pueden encontrar. Un claro ejemplo de esto lo tenemos en el tratamiento que se da del movimiento conocido como revolución de Tuxtepec a la que el autor le atribuye la categoría de revolución antirreeleccionista y, movimiento constitucionalista, porque en su momento, efectivamente ésa era la impresión que sobre él tenía la inmensa mayoría de la población mexicana. Ahora, y después de saber el desarrollo del porfirismo, quizá a más de uno le sorprenda que Porfirio Díaz utilizó, para llegar en su momento al poder, el mismo discurso que décadas más tarde utilizarían sus enemigos para despojarlo de ese poder al que se había aferrado y que no deseaba abandonar; y así, el maderismo con su revolución antirreeleccionista, y el carrancismo con su movimiento constitucionalista, curiosamente retomarían el mismísimo discurso antaño utilizado por Porfirio Díaz.

En fin, este Compendio de la historia de México puede ser hojeado con el fin de conocer detalles y curiosas anecdotas, constituyéndose en una valiosa obra de referencia.

Chantal López y Omar Cortés.