Índice de Historia diplomática de la Revolución Mexicana (1910 - 1914), de Isidro Fabela | Segunda parte Caso Benton | Segunda parte La ocupación de Veracruz | Biblioteca Virtual Antorcha |
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HISTORIA DIPLOMÁTICA
DE LA
REVOLUCIÓN MEXICANA
(1910 - 1914)
Isidro Fabela
SEGUNDA PARTE CASO BAUCH
El caso de Gustavo Bauch era bien diferente al del súbdito británico William Benton; Bauch era un ciudadano estadounidense que había desaparecido de Chihuahua misteriosamente, atribuyéndose su desaparición a un acto criminal de Francisco Villa; por lo que el Primer Jefe Carranza y la secretaría de Relaciones a mi cargo aceptamos desde su iniciación las pertinentes reclamaciones de la cancillería de Washington, con el fin de hacer las averiguaciones del caso, no solamente para tratar de conocer el paradero de Bauch, sino para investigar cuáles fueron las causas de su muy probable fallecimiento a manos de Francisco Villa. La correspondencia oficial en este asunto se desarrolló de la siguiente manera: El 28 de febrero de 1914, el cónsul de los Estados Unidos en Nogales, México, Frederick Simpich, se dirigió a mí transcribiéndome el siguiente mensaje del secretario de Estado, William J. Bryan, para que lo hiciera del conocimiento del Primer Jefe del gobierno constitucionalista: ... Informe al señor Carranza que un ciudadano americano llamado Bauch, quien estaba en la prisión de Juárez el día 18, ha desaparecido. Las autoridades han informado que Villa se lo había llevado para Chihuahua; pero Villa dice que Bauch no está en Chihuahua. Pida pronta averiguación. El menoscabo de los derechos de los extranjeros resulta en detrimento de la causa constitUcionalista, y si no se corrige pronto, complicará gravemente la sitUación y obligará a este gobierno a tomar medidas sumamente serias. Estamos seguros de que el señor Carranza obrará inmediatamente. (Firmado). Inmediatamente que di cuenta al señor Carranza del comunicado anterior, formulé la respuesta correspondiente -que suscribió el encargado del Poder Ejecutivo- en los siguientes términos. ... He recibido, por conducto del oficial mayor de la secretaría de Relaciones Exteriores encargado del despacho, el telegrama que dirigió a usted hoy el secretario de Estado Bryan acerca del asunto Bauch. En debida contestación tengo la honra de manifestar a usted que, con todo interés e inmediatamente, me he dirigido a las autoridades competentes pidiéndoles me informen desde luego sobre los hechos a que se refiere el telegrama mencionado, asegurando que tan pronto como tenga alguna información que comunicar a usted tendré el honor de hacerlo. Puede usted creer y así le ruego lo manifieste a la secretaría de Estado, que lamento sinceramente este desgraciado acontecimiento y que puede tener confianza en que mi actitud ahora, como siempre, estará informada en el absoluto respeto a los extranjeros y a las leyes internacionales. Sírvase aceptar para sí y hacer presentes al secretario de Estado las seguridades de mi atenta y distinguida consideración. ConstitUción y Reformas. Al señor F. Simpich, cónsul americano. Cumpliendo su ofrecimiento, el señor Carranza envió a Villa la nota telegráfica que transcribo: Nogales, Son., marzo 1° de 1914. Cónsul Simpich ha hecho una representación ante mí, mostrándome telegrama que le dirigió el secretario Bryan que transcribo a usted como sigue: Informe al señor Carranza ... El señor Carranza obrará inmediatamente. Sírvase usted informar a la mayor brevedad lo que hubiere sobre el particular, recomendándole especial atención este asunto para evitar conflictos y calmar excitación mundial producida por los desgraciados acontecimientos últimos. El Primer Jefe del E. C. La cual comunicación contestó Villa, al día siguiente, en estos términos: Chihuahua, Chih., 2 de marzo de 1914. En contestación a su mensaje referente al súbdito americano Gustavo Bauch que desapareció de Ciudad Juárez, le manifiesto que dicho individuo fue efectivamente detenido por sospechas, pero fue puesto en libertad según se desprende del expediente respectivo que se conserva en Ciudad Juárez, no teniendo nosotros noticias del paradero de dicho señor. Ya procuro hacer las investigaciones necesarias y espero comunicar a usted el resultado de ellas. Salúdolo atentamente. General en jefe. En vista de la contestación del general Villa, dirigí al cónsul Simpich el siguiente comunicado: Refiriéndome a la representación extraoficial que hizo usted ante el Primer Jefe del E. C. por conducto de la secretaría de Relaciones a mi cargo, relativa a la desaparición en Chihuahua del ciudadano americano Gustavo Bauch, me es altamente honroso manifestar a usted, por acuerdo del citado Primer Jefe del ejército constitucionalista, que habiendo ordenado se hicieran las averiguaciones necesarias en este caso como tuve el honor de manifestarlo a usted en mi nota de fecha 28 de febrero próximo pasado, de las averiguaciones practicadas por las autoridades locales competentes se desprende que el citado señor Bauch fue efectivamente detenido en Chihuahua por sospechas de que fuese enemigo de la causa constitucionalista; pero que posteriormente fue puesto en libertad, no teniendo noticias actUalmente las autoridades de Chihuahua del paradero del citado señor Bauch. Sin embargo, me es muy grato manifestar a usted que, deseando el Primer Jefe del E. C. se haga una averiguación completa y detallada en este asunto para satisfacción de la secretaría de Estado y nuestra y para que su gobierno vea la buena voluntad que nos anima en atender las representaciones que se hacen debidamente al Primer Jefe del E. C, ya se consigna el caso del señor Gustavo Bauch a la comisión especial de investigación que conoce del caso Benton para que dicha comisión se encargue de averiguar, a la mayor brevedad posible, lo que hubiere de cierto sobre este asunto, para que ella proceda con estricto apego a la ley; teniendo el alto honor de expresar a usted, además, que también se dan instrucciones a las autoridades de Chihuahua para que averigüen por cuantos medios estén a su alcance el paradero del señor Bauch. Con este motivo me es grato reiterar a usted las seguridades de mi atenta y distinguida consideración. Constitución y Reformas. No habiendo tenido noticias sobre el paradero del desaparecido Bauch, ni tampoco nuevas representaciones de las autoridades noneamericanas, no se volvió a tratar del asunto hasta que el cónsul norteamericano de Ciudad Juárez, señor Thos D. Edwards, se dirigió al Primer Jefe diciéndole que había recibido el siguiente mensaje del secretario Bryan: ... Tan pronto como el general Carranza llegue a Ciudad Juárez, trate con él el caso de Gustavo Bauch, y telegrafíe al Departamento cualquier información que obtenga de él referente a dicho asunto. (Firmado). Por su parte, el señor cónsul. Letcher, radicado en Chihuahua, con fecha 21 de mayo me dirigió la siguiente nota por conducto del jefe del departamento consular de nuestra secretaría de Relaciones, Enrique Llorente: ... señor Fabela. Cónsul Letcher hase dirigido a esta oficina como sigue: Me permito suplicarle me haga usted el honor de trasmitir al general Carranza la siguiente representación que le hago por instrucciones del departamento de Estado de mi gobierno relativos al caso de Gustavo Bauch, ciudadano americano que fue visto por sus parientes y amigos poco antes de su encarcelamiento en Juárez el 18 de febrero último y que, según informes, fue fusilado por las autoridades constitucionalistas en Juárez. La representación dicha es como sigue: El departamento de Estado entiende que el general Carranza llevó a cabo una investigación sobre la muerte de Bauch, el departamento desea ahora se le informe el resultado de esa investigación y muy particularmente si Bauch vive o ha muerto; si vive, cuál es su paradero; si ha muerto, dónde está sepultado. El departamento de Estado me recomienda tambien manifieste que en vista del mucho tiempo transcurrido desde la desaparición de Bauch espera se le dé este informe inmediatamente. Con seguridades de mi más elevada estimación y respeto y agradeciendo a usted de antemano la rápida trasmisión de lo anterior al general Carranza, soy de usted, señor, su affmo. servidor y amigo. Merriom Letcher. Cónsul Letcher indica necesidad de tener respuesta del Primer Jefe a mayor brevedad posible. Afectuosamente. Llorente (7). El cual mensaje contesté desde Durango el 22 de mayo, como sIgue: Señor Mariom Letcher. Su mensaje ayer relativo asunto Gustavo Benton tengo honor manifestarle que estando para llegar a ésta el general Ramón Frausto, Presidente comisión a la que se consignó el asunto Bauch, por acuerdo del Primer Jefe, se pedirán informes a dicho Presidente para tener honor de informar a usted el estado que guarde la investigación de referencia. Reitérole mi atención. Firmado. Desgraciadamente cuando el señor Procurador de Justicia llegó a Durango oficialmente comunicó al señor Carranza no haber recibido ninguna nota ni telegrama relativos al caso Bauch, por lo que con fecha 12 de junio, y con el número 4001, envié al señor cónsul Mariom Letcher el siguiente oficio: ... Me es grato, señor cónsul, referirme a la nota de usted, de 16 del actual, relativa al asunto Bauch. En febrero 28 próximo anterior, cuando el C. Primer Jefe del E. C. recibió la representación del departamento de Estado, por conducto del cónsul Simpich, se dirigió de inmediato por telégrafo al general Villa pidiéndole informes sobre el paradero de Gustavo Bauch, y se dirigió también telegráficamente al presidente de la comisión investigadora del caso Benton, general Ramón Frausto, consignándole el asunto de Gustavo Bauch e instruyéndolo para que desde luego abriera una averiguación sobre el particular. En 25 de mayo del año en curso el ciudadano Primer Jefe del E. C. se dirigió al presidente de la comisión general Ramón Frausto manifestándole que no había recibido hasta entonces ningún informe sobre el asunto de Gustavo Bauch, para satisfacer las representaciones hechas por el secretario de Estado en Washington. Entonces el general Frausto contestó que no había recibido la consignación del asunto de Gustavo Bauch, que únicamente recibió el negocio de William Benton. Esta contestación causó al C. Primer Jefe del E. C. y a esta secretaría grande sorpresa, pues que con toda oportunidad el Primer Jefe dio sus órdenes a este efecto. Si la comisiqn investigadora de los casos Benton y Bauch no recibió el telegrama relativo a la consignación del asunto Bauch, fue seguramente debido a las irregularidades en el servicio telegráfico que ha habido por desgracia, en algunos casos. Este hecho ha apenado al Primer Jefe señor Carranza así como a la secretaría de mi cargo, con tanta mayor razón cuanto que ha sido el deseo del C. Primer Jefe en este asunto como en el del caso Benton se haga una completa justicia lo má5 pronto posible para satisfacción nuestra y de la justicia internacional. Sírvase usted, señor cónsul, expresar a su excelencia el secretario Bryan nuestros sinceros sentimientos por este involuntario hecho y al mismo tiempo sírvase decirle que en la ciudad de Durango, el 25 de mayo próximo pasado, se hizo nuevamente la consignación del caso Bauch a la comisión investigadora, y que el presidente de ella tiene instrucciones terminantes y enérgicas para trabajar con todo celo en la averiguación de este caso. Dadas las instrucciones de carácter urgente que ha recibido de la Primera Jefatura del E. C. y de esta secretaría la comisión especial investigadora de los casos Benton y Bauch, es de esperarse que muy pronto rendirán informe relativo, acerca del cual tendré el gusto de tratar con usted. Acepte usted, señor Letcher, las seguridades de mi atenta y distinguida consideración. Firmado. Mientras tanto las relaciones entre el representante del Poder Ejecutivo de la Revolución y el general Villa habían hecho crisis hasta el grado de que el Jefe de la División del Norte desconociera al señor Carranza, motivo por el cual el secretario de la comisión investigadora licenciado Miguel Laca se dirigió a mí en la siguiente forma: ... Señor licenciado Isidro Fabela. Muy estimado compañero y distinguido amigo: En desempeño de la comisión relativa a los casos Benton y Bauch, salgo mañana para Chihuahua en compañía del licenciado Frausto y no del doctor Silva por renuncia que hizo de su encargo, según nos manifestó esta mañana. Al alejarme de aquí llevo honda tristeza en mi ánimo con motivo de la división que se ha declarado ya entre las filas constitucionalistas, pues temo que a virtud de ellas surjan graves complicaciones interiores y exteriores que lleguen hasta poner en peligro nuestra nacionalidad. No soy tan explícito como deseara, ya porque el tiempo de que puedo disponer es muy breve, ya porque creo que está usted, sin duda, mejor informado que yo mismo respecto de los últimos acontecimientos. Fundadamente espero del patriotismo del señor Carranza y de los que de cerca le rodean, siendo usted uno de ellos, que sabrán, no solamente contener, sino conjurar la tempestad que se cierne sobre nuestra infortunada patria. Como probablemente de Chihuahua pasaremos a Juárez para el esclarecimiento del segundo de los casos mencionados, muy grato me será recibir en ambas poblaciones las órdenes de usted ... (10) Posteriormente, habiendo llegado el gobierno constitucionalista encabezado por el señor Carranza a la capital de la República, el señor J. M. Cardoso de Oliveira, ministro del Brasil y encargado de negocios de los Estados Unidos en México, me dirigió el siguiente oficio: El departamento de Estado en Washington, con fecha 6 del actual, me dice lo siguiente: Tengo el honor de remitirle adjunta una copia de una comunicación del señor J. C. Carothers, representante especial del departamento de Estado, relativa a la ejecución del ciudadano americano Gustavo Bauch en Ciudad Juárez; el departamento no ha recibido el informe que se menciona en el parte del señor Carothers. Por tanto, suplico a usted se sirva poner lo anterior en conocimiento del señor Carranza, para que ese informe, que tanto se ha demorado, la sea remitido a usted, para que a la vez se sirva trasmitirlo a este departamento. Con la presente, tengo el honor de remitirle copia de la referida comunicación del señor Carothers, que da todos los datos referentes a este asunto. Mucho he de merecer a usted se sirva trasmitirlo al señor Venustiano Carranza, Primer Jefe del ejército constitucionalista, encargado del Poder Ejecutivo, a fin de que a la mayor brevedad posible se rinda el informe que pide el departamento de Estado ... J. M. Cardoso. La copia del documento del cónsul Carothers a que se refiere el ministro Cardoso es sumamente interesante, pues da noticias relativas a Bauch que el propio gobierno constitucionalista desconocía. Dice así el oficio de Carothers dirigido al secretario de Estado Bryan: ... Señor: Tengo el honor de informaros que cuando estuve en Saltillo, el pasado viernes, pedí al señor Carranza que hiciera una declaración relativa a la investigación del caso Gustavo Bauch. Me informó que los dos jueces a quienes se había encomendado la averiguación del caso habían tomado numerosas declaraciones, pero que aún necesitan volver a Chihuahua y a Juárez; y que, tan pronto como se solucionen las actuales dificultades con Villa, quedará terminado el informe, el cual me será entregado desde luego. Los hechos en este caso indican que Bauch fue ejecutado en Juárez, sin que pueda yo decir por orden de quién, pero por lo que pude saber cuando me encontraba en El Paso, en la época misma del acontecimiento, es indudable que fue ejecutado. Se le acusaba de ser un espía federal, y cuando se le capturó no pudo dar otra disculpa sino la de que había ido a Juárez para embriagarse. Confesó que había dirigido una máquina para los federales en Ciudad P. J Díaz, encontrándosele varios pasaportes federales encima. Tanto este como el caso de Benton van a ser muy difíciles de explicar, e indudablemente darán origen a posterior indemnización, pero me permito sugerir que se dejen descansar ambos asuntos hasta que se haya establecido un gobierno, removiéndolos entonces para obtener la debida satisfacción. Tengo el honor de ser, señor, vuestro obediente servidor. C. C. Carothers (12). Este documento oficial del cónsul Carothers al secretario de Estado Bryan demuestra palmariamente que Gustavo Bauch se mezcló en la política nacional prestando sus servicios a las autoridades huertistas; no solamente como espía, por llevar varios pasaportes federales encima, sino porque fue un colaborador activo del gobierno huertista, ya que había dirigido una máquina para los federales en ciudad Porfirio Díaz. Por supuesto que en este caso, como en otros muchos, Francisco Villa procedía siempre a su capricho, resolviendo por sí y ante sí, según su criterio, muchas veces impulsivo y arbitrario, la comisión de hechos que él personalmente creía delictuosos. El señor Carranza le fue a la mano cuantas veces pudo, lo mismo que a todos los jefes con mando de fuerzas, que obraban contra la ley y la moral, pero era difícil por no decir prácticamente imposible que, durante los primeros tiempos de la Revolución, aquel hombre recto cuya mira fue siempre la de hacer reinar la justicia y la moral en los actos de las aUtoridades civiles y militares del país tuviera completo éxito, pues las verdaderas revoluciones, como la constitucionalista, son fenómenos sociales preñados de prepotentes sentimientos e ideales reivindicadores que llevan en sí mismos impulsos incontenidos e incontenibles que deben ser y son, de hecho y de derecho, considerados como causas de fuerza mayor de las que nadie es responsable. El caso Bauch, en la historia diplomática de la Revolución, no tiene importancia desde el punto de vista de nuestras relaciones con el gobierno de los Estados Unidos, sino únicamente por este aspecto: por haber sido atendido, en principio, por el Primer Jefe, por tratarse de un ciudadano norteamericano; contrastando esa atención con el repudio que el propio señor Carranza hiciera respecto al caso Benton, porque se refería a un súbdito de Su Majestad Británica. Por lo demás, crímenes como los de Benton y Bauch fueron, si no. frecuentes en toda la República, sí por lo menos inevitables dado que se trataba de una guerra civil en que no sólo sucumbieron los combatientes sino también los civiles ajenos a la Revolución. Civiles entre los que se encontraron principalmente, y en una inmensa mayoría, los propios mexicanos que no podían sustraerse a los campos de guerra ni tampoco a las represalias O a los delitos del orden común que traen siempre aparejadas todas las guerras domésticas. Los anteriores atentados tuvieron resonancia mundial por la extremada publicidad que les dieron las propias autoridades estadounidenses y la prensa norteamericana y de Inglaterra, pero no porque significaran los peores hechos que Francisco Villa y sus huestes cometieron fuera de la ley. En efecto, no se pueden comparar tales homicidios con otros de verdadera ferocidad como los perpetrados en Santa Isabel, donde fueron sacrificados por fuerzas villistas 17 norteamericanos, entre hombres y mujeres, sin más motivo que el de asaltarlos y matarlos para robarles cuanto llevaban; ni tampoco pueden parangonarse aquellos casos con los ataques a mano armada que hiciera el propio Villa en la población de Columbus y otras del territorio de los Estados Unidos, donde asesinó, incendió y robó a su manera audaz, fugaz y trágica, para regresar impunemente a territorio mexicano. Aparte de tales consideraciones, conviene no olvidar que, conforme al derecho internacional, los Estados no son responsables de los daños causados a sus propios nacionales y a los extranjeros en las guerras civiles, según lo establecido por los tratadistas y la jurisprudencia internacional. Por eso sostUve, en mi carácter de juez mexicano en la comisión de reclamaciones México-Italia, los siguientes conceptos: El Estado no tiene la obligación de indemnizar los daños qúe las facciones causen a los extranjeros, cualesquiera otros perjuicios necesariamente anexos a un estado de guerra civil. Bluntschli, Derecho Internacional Codificado. Art. 385. E. México, 1871. p. 201. A. Rougier, especialista en la materia, afirma: La doctrina generalmente admitida hasta nuestros días es la de la irresponsabilidad. Los gabinetes de Europa se han rehusado siempre a admitir que ellos pudieran deber una indemnización a los extranjeros lesionados por luchas intestinas. Les Guerres Civiles et le Droit des Gens. L. Larose. París, 1902. p. 450. El jurisconsulto mexicano José Díaz Covarrubias opina al respecto: No hay fundamento alguno, ni racional ni jurídico, para que los extranjeros guarden en un país una posición más privilegiada que los naturales. El Estado no indemniza a sus ciudadanos perjudicados por los acontecimientos de la guerra civil; indemnizar a los extranjeros sería establecer un privilegio en favor de éstos, un privilegio tanto más odioso, cuanto que lo disfrutarían de preferencia los súbditos de las naciones poderosas que serían los que exigieran más eficazmente el pago de dichas indemnizaciones. Notas al Derecho Internacional Codificado de Bluntsehli, ob. cit., p. 201. El sentir actUal de los Estados, sobre este punto, fue expresado claramente en la Conferencia para la Codificación del Derecho Internacional, celebrada en Ginebra en 1921 bajo los auspicios de la Sociedad de las Naciones. En términos generales, todos los delegados concurrentes (26) menos el de Siam, que se reservó su parecer, se manifestaron partidarios de la irresponsabilidad en los siguientes términos, en que se halla redactada la Base de Discusión número 22: La responsabilidad del Estado no está comprometida, en principio, en casos de daños causados a la persona o a los bienes de un extranjero por personas que participan en una insurrección, en un motín, o por el populacho. (Conferencia para la Codificación del Derecho Internacional, Vol. III, p. 111. Ginebra, 1929). (13). Como este principio de derecho es obvio, no haremos más citas. Notas (1) Archivo histórico ... op. cit. Leg. 33-V-(II). (2) Archivo histórico ... op. cit. Leg. 33-V-(II). (3) Archivo histórico ... op. cit. Leg. 33-V-(II). (4) Archivo histórico ... op. cit. Leg. 33-V-(II). (5) Archivo histórico ... op. cit. Leg. 33-V-(II). (6) Archivo histórico ... op. cit. Leg. 33-V-(II). (7) Archivo histórico ... op. cit. Leg. 33-V-(II). (8) Archivo histórico ... op. cit. Leg. 33-V.(II). (9) Archivo histórico ... op. cit. Leg. 33-V-(II). (10) Archivo histórico ... op. cit. Leg. 33-V-(II). (11) Archivo histórico ... op. cit. Leg. 33-V-(II). (12) Archivo histórico ... op. cit. Leg. 33-V-(II). (13) Votos internacionales, por Isidro Fabela. Editorial Orión, México.
Asimismo pueden consultarse las opiniones del autor en las sentencias que figuran en las pp. 110, 127, 141, 143 y 153 de la obra citada. Con mayor extensión y acopio de doctrina y jurisprudencia internacional, el autor trata el mismo asunto en su estudio titulado Intervención que publicará próximamente la Universidad Nacional Autónoma de México.
Bryan (1).
Nogales, Son., febrero 28 de 1914.
Venustiano Carranza.
Rúbrica.
Presente (2).
Señor general Francisco Villa.
Chihuahua, Chih.
Venustiano Carranza (3).
Señor V. Carranza.
Francisco Villa (4).
Nogales, Son., marzo 4 de 1914.
Isidro Fabela.
Rúbrica (5).
Bryan (6).
Urgente.
Fabela (8).
Fabela (9).
Saltillo.
Rúbrica (11).
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