ENTREVISTA Píndaro Urióstegui Miranda Y SIEMPRE EL EXILIO PREGUNTA RESPUESTA Ya a estas alturas se encuentra en franca pugna con Venustiano Carranza y éste pidió que lo encarcelaran nuevamente, dando como motivos que lo estaba atacando. Sin embargo, Ricardo no volvió a la cárcel sino hasta 1918, con motivo de un manifiesto que publicó sobre la primera guerra mundial, que Wilson decía sería la última. PREGUNTA RESPUESTA En 1918, como le decía, reingresó a prisión por un manifiesto que era inofensivo, pero que las autoridades norteamericanas tomaron como pretexto para encarcelarlo y callarlo definitivamente. En su manifiesto solamente denuciaba que se estaban matando unos a los otros sin provecho y que era mentira lo que decía Wilson, de que esa sería la última guerra. Entonces Ricardo es enviado a la prisión de McNeil, pero como era muy fría y él se encontraba muy enfermo, pide el cambio a Leavenworth. Ricardo estaba diabético, casi ciego y tuberculoso. Así llegó a esa prisión en 1918 misma donde murió en 1922; fue estrangulado. Le voy a platicar ese suceso: las celdas de Ricardo y de Librado estuvieron juntas, pero a Librado lo cambiaron lejos. En las celdas se acostumbraba que los presos durmieran con la cabeza hacia la pared y los pies hacia la reja para protegerse de las corrientes de aire, pero a Flores Magón le dieron órdenes de dormir con la cabeza hacia las rejas y un individuo al que le apodaban el Toro, metiendo las manos por entre las rejas, lo estranguló la madrugada del veintiuno de noviembre de 1922. A este individuo lo convencieron las autoridades norteamericanas para que cometiera ese asesinato ya que era ciudadano americano. Entre los presos había un mexicano que estaba detenido por contrabandista y que se hizo amigo de Ricardo; con él platicaba sobre sus ideas revolucionarias. Cuando este muchacho se enteró de su muerte, se metió al taller mecánico de la prisión y robó una lima, a la cual con una piedra estuvo toda la noche sacándole filo, naturalmente que con miles de trabajos considerando que la lima era de acero y no contaba más que con una piedra, pero logró su propósito y se la escondió entre la ropa. Al otro día se le acercó cautelosamente al Toro y ya estando cerca le hundió la lima a la altura del corazón matándolo instantáneamente. Así vengó la muerte de Ricardo Flores Magón. Librado, que venía con Ricardo desde la prisión de McNeil, en donde habían estado juntos, llegó unos meses después a la prisión de Leaveinworth, porque a pesar de que habían hecho juntos los trámites, Ricardo fue el primero en lograr el traslado dado que se encontraba muy enfermo, pero pocos meses después llegó Librado y ahí se encontraron, viéndose a la hora del almuerzo en donde se ponían a platicar. Cuando Librado se enteró de la muerte de Ricardo me puso un telegrama en donde me decía: Ricardo murió de un paro cardiaco. Posteriormente Librado me platicó que en el telegrama me decía que había muerto de un paro cardiaco según el médico, pero que las autoridades le dijeron que si no le quitaba esa palabra según, no pasarían el telegrama. PREGUNTA RESPUESTA Yo se la había enviado a la prisión federal en el Estado de Arizona, informándome que no había permiso para que Ricardo recibiera correspondencia. Yo le envié esa carta con deseos de saludarlo diciéndole que había oído de su nombre y de su labor en San Francisco, que hacía menos de un mes había estado en contacto con los hindúes y con los irlandeses que estaban luchando por su independencia y otros por el estilo. Ahora recuerdo que también conocí dos personas rusas que llegaron cuando el levantamiento de 1905 en Rusia, en que el Zar masacró al pueblo, por lo que mucha gente huyó por Vladivostok a San Francisco, pero esos dos rusos de que le platico se fueron a Londres. Le volví a escribir a Ricardo, hasta que cierto día me enteré por el periódico que ya había salido de la prisión y le mandé una carta sin destinatario. Solamente puse News Paper, Regeneration, Los Angeles, Cal., E.U. Esa carta tuvo tres contestaciones -esto fue en agosto de 1910-, una del editor Anselmo Figueroa, diciéndome que no me iban a mandar solamente un ejemplar de Regeneración sino todo un paquete. En esa carta le informaba yo a Ricardo que quería entrar en contacto con ellos y que me enviaran periódico, ya que trataría de conseguir suscripciones. La segunda respuesta a mi carta la hizo Antonio Villarreal, quien me pedía que buscara a dos vascos que trabajaban en unos barcos que recorrían Australia y América del Sur por el lado del Pacífico. Esos vascos me fueron muy difíciles de localizar pero sin embargo di con ellos. Cuando llegué al puerto estaba un señor vestido de cargador, quien al verme se levantó y con una sonrisa me preguntó: ¿qué se le ofrece? Yo me quedé admirado y me pregunté: ¿qué milagro, si éstos son tan racistas? Yo ya había tenido un altercado con un gringo que sabía español. Este hombre me preguntó ¿cómo está Hoffman? ¡No me reconoces porque me has visto disfrazado! Era un correligionario. También me contestó Ricardo Flores Magón y en su carta me decía que había EStado en San Francisco, por lo que hasta ahora a su regreso, leía mi carta, pero que me pusiera en contacto con fulano y zutano y que me acercara a los gremios. Entonces le contesté que ya estaha en contacto con los gremios, con los que hahía hablado. Como Ricardo me hablaba en un tono familiar yo me decía: este hombre me está confundiendo. Entonces le escribí: señor Flores Magón, creo que está usted en un error pensando que me confundía con algún otro amigo: yo no soy compañero -le dije- como usted me dice aquí, no he tomado parte en nada. Entonces él me contestó con una carta en la que explicaba en qué sentido me decía compañero, ya me hablaba de la diferencia que había entre una revolución y una revuelta. Para él una revuelta era igual que un cuartelazo y un cuartelazo equivalía a un golpe de Estado. Por eso hahlando de los Tratados de Ciudad Juárez, Ricardo Flores Magón escribe: la revuelta maderista ha terminado. pero sigue la revolución. Después de estas cartas, seguimos teniendo copiosa correspondencia con Ricardo Flores Magón. Cada carta de Ricardo era una cátedra que recibía, explicándome el prohlema social. Hubo una carta en donde me mandaba unos dólares para que si estaha dispuesto a ir a El Paso, fuera, pues ahí recibiría instrucciones para entregar una documentación donde ellos me indicaran. Dicha documentación iba para Chihuahua, para Torreón y para San Luis Potosí. PREGUNTA RESPUESTA Así estuve a cargo de esta labor hasta el año de 1918 en que Ricardo fue preso, o sea hasta que desapareció Regeneración yo fui el encargado de su distribución. Antes dc 1916, en que me encomendaron la distribución de Regeneración, tenía el encargo de llevar el periódico y comentárselo a los grupos obreros que había en San Francisco, italianos la mayor parte, españoles, portugueses, mexicanos y algunos otros. PREGUNTA RESPUESTA Ricardo era el único que escribía, él casi llenaba todo el periódico, yo colectaba el dinero entre los obreros que en lugar de darme cinco centavos que
era el costo del periódico, me daban cincuenta centavos y todo ese dinero se lo remitía a Ricardo. El me decía: no voy a mencionar tu nombre, tú estarás en un lugar de la penumbra, porque es en donde puedes ayudarnos mucho más en la distribución de Regeneración. En un principio, Villarreal y Gutiérrez de Lara escribían en el periódico, pero sus artículos no eran comparables con los de Ricardo, porque ha de saber usted, que Villarreal nunca entendió la revolución; si la hubiera comprendido nunca se hubiera hecho maderista, ni hubiera terminado en lo que terminó, porque Villarreal sólo fue un aspirante fracasado a la presidencia y un mal general, en todas las batallas le sonaban. De Juan Sarabia como dice Ricardo: Juan Sarabia fue admirable en la cumbre del martirio, azotado por los carceleros, podrido por la tisis y ahora está a los pies de Madero, con los mismos labios que ayer gritaban: ¡rebeldía! PREGUNTA RESPUESTA Nos invitaba a Blas Lara, a mí y a otros para que estuviéramos con él, pero Enrique no era del mismo nivel intelectual de Ricardo, ni de la misma ideología; Enrique rompió con su hermano, por el celo que le tenía, puesto que él quería destacar tanto o más que Ricardo, pero no tenía la personalidad ni la inteligencia de Ricardo. El gobierno de los Estados Unidos deportó a Enrique en enero de 1923 y se vino a México con intenciones de jefaturar el movimiento obrero. Torpemente se echó contra Morones, pero éste muy hábil halagó a María Talavera Brousse con quien había vivido Ricardo y le sacó unas declaraciones en contra de Enrique poniéndolo del asco. Tiempo después -siendo presidente Cárdenas- Rafael Carrillo publicó un artículo muy bravo, porque Enrique era muy torpe para enfrentar los problemas. Después de su fracaso, se dedicó a trabajar como burócrata; fue a ver a Juan José Ríos que era Ministro de Gobernación y fue el que lo ayudó. PREGUNTA RESPUESTA PREGUNTA RESPUESTA Jesús era un abogado muy prestigiado, que tenía su despacho en el edificio Limantour, que actualmente ocupan las oficinas de los Ferrocarriles Nacionales en 5 de Mayo y Bolívar. Una vez le dijo Limantour a Jesús: el general Díaz está enterado de que usted está fomentando la Revolución enviándole dinero a su hermano; y le contestó: yo solamente cumplo con un deber fraternal. Jesús no realizaba ninguna actividad revolucionaria. Ya terminada la revuelta y siendo candidato a la presidencia don Francisco I. Madero, se quiso traer a todos los magonistas que pudiera, e invitó a Antonio Villarreal, a Juan Sarabia, a Jesús Flores Magón y a otros. Madero inclusive formó una comisión con Juan Sarabia -que estaba recién salido de San Juan de Ulúa- y otros, que fuera a inducir a Ricardo a que aceptara formar parte de su gobierno, pero Ricardo no quiso y se peleó hasta con su hermano. Madero tuvo un acuerdo con el gobierno de los Estados Unidos en el sentido de que si Ricardo no acepta ha trabajar con su gobierno (de Madero), bastaba con ponerles un telegrama diciéndoles: cúmplase y Ricardo sería inmediatamente arrestado y enviado a prisión, pero si aceptaba, entonces no habría arresto. Todo esto que le platico estaba en conocimiento de JesÚs, que para ese tiempo ya era un colaborador de Madero en la Subsecretaría de Gobernación. Después tuvo la debilidad de seguir colaborando con Huerta.
Con Carranza estuvo desterrado, lo enviaron a Estados Unidos radicando en Nueva York. Regresó cuando estaba de presidente don Adolfo de la Huerta quien sentia una gran amistad por Ricardo y como se trataba de un hermano suyo, le permitió que regresara. Ya no volvió a ocupar ningún puesto en el gobierno y murió en el año de 1931, en la ciudad de México. PREGUNTA RESPUESTA A raiz del cuartelazo fue cuando entró a la Revolución. Calles y De la Huerta sí estaban desde antes. Ricardo tuvo contacto con ellos a través de correspondencia, pero nunca se conocieron personalmente. Maytorena también estuvo en tratos con Flores Magón e inició gestiones para poner de acuerdo a Madero con Ricardo, pero éste contestó: si Madero acepta el programa del primero de julio de 1906, que ya no es bandera para ninguna revolución, sino un tímido programa socialista, acepto. Madero estimó que no podía aceptar este programa porque se le retirarían elementos valiosos. PREGUNTA RESPUESTA PREGUNTA RESPUESTA PREGUNTA RESPUESTA Blas Lara me puso en contacto con él aquí en México, conociéndolo personalmente en los años cuarentas. Blas Lara publicó un folleto criticándolo porque se había vuelto maderista en lugar de seguir una causa que valiera la pena, le decía que se había metido con uno que él mismo atacaba. Madero le dijo a Roque Estrada: no me abandone usted licenciado y Roque repuso: ¡no señor, no tenga cuidado, yo seguiré con usted, aunque ya no estoy de acuerdo enteramente con su política! Tengo muchas cartas de Blas quien entró con voz clara en la organización de sindicatos en Guadalajara. Leyó Regeneración por primera vez en el cuarto de Roque Estrada y entonces le vino la idea de irse para Estados Unidos con el fin de conocer a Flores Magón y ver en qué podía ayudarlo. Lo vio y entró en contacto con él. regresó a Guadalajara, pero nuevamente se fue a Estados Unidos en donde radicó mucho tiempo. Don Roque Estrada era de Zacatecas, de la mera capital, él empezó a actuar enseñando a obreros la cuestión social para que tuvieran nuevos logros, por ejemplo. la cuestión del seguro y al mismo tiempo atacando la dictadura de Porfirio Díaz. De Zacatecas se vino a Guadalajara a estudiar derecho. Estando ahí vio la necesidad de hacer un periódico con una línea decididamente revolucionaria. Entonces llamó, para que tomara las conferencias que él daba, a un señor que posteriormente fue presidente del Partido Popular Socialista: esto fue por el año de 1901. Ese periódico se llamó Revolución Social, que le fue cerrado en poo tiempo, pero Estrada seguía leyendo y recibiendo Regeneración. Entre Ricardo Flores Magón y Roque Estrada nunca hubo contacto, nunca se conocieron y tampoco hubo cartas entre ellos. Roque Estrada era una gente muy amable, era un hombre muy inteligente y culto, era un magnífico abogado. Roque Estrada murió el domingo veintiseis de noviembre de 1967. Entonces le escribí a Blas Lara diciéndole: ayer domingo, murió tu maestro y viejo amigo Roque Estrada; y Blas me contestó: si Roque se huhiera esperado unos días más nos hubiéramos ido juntos, Blas Lara radicaba en Berkley, Cal. y murió dos semanas después de Roque Estrada. PREGUNTA RESPUESTA Ricardo nunca le daba muchas vueltas a sus artículos, los escribía tal como le salían, no tenía cierta disciplina para leer, lo hacía a todas horas y leía de todo, libros, periódicos, revistas, etc. Qué justa actitud de la Cámara de Diputados, cuando acordó que los restos de Ricardo fueran traídos por cuenta del gobierno. Recuerdo que habíamos publicado un libreto intitulado: Por la libertad de Ricardo Flores Magón y compañeros presos por cuestiones sociales en Estados Unidos, que circuló mucho entre los ferrocarrileros, cuando la cámara por iniciativa de Soto y Gama acordó que se trajeran sus restos. Entonces los ferrocarrileros dijeron: a nosotros nos corresponde traerlo, pues murió por la causa de los trabajadores y lo trajeron a México en enero de 1923. Tocó a Salvador Rodríguez arreglar las cosas y traerse el cadáver. Cuando llegaron los restos de aquel gran hombre, vinieron a mi mente tantos recuerdos ... traté tanto a Librado Rivera que era el más cercano a Ricardo. Enrique su hermano no tuvo el privilegio de oir conversaciones íntimas de Ricardo. Librado me platicaba que Ricardo después del Congreso -1901- de Clubes Liberales de la República, convocado por el club Ponciano Arriaga que dirigía Camilo Arriaga, sobrino nieto de don Ponciano Arriaga, quería que fuera el mismo club el que llevara la iniciativa de convocar a otros congresos para plantear el problema económico-político-social del país. Con miras a ese congreso, el club Ponciano Arriaga tuvo una reunión preliminar en enero del año siguiente o sea 1902, pero fue disuelta a balazos por Heriberto Barrón en San Luis Potosí, llevando muchos militares vestidos de civiles, siendo él el primero en disparar. Entonces viendo que no se tenían garantías en San Luis, se vinieron a México siguiendo los propósitos de Ricardo, sobre que fueran ellos los que continuaran convocando. Librado era tan fiel a Ricardo que lo seguía a donde fuera, pues a pesar de ser maestro de una escuela y dar clases particulares a dos hijos del Gobernador de San Luis, prefirió seguir a Ricardo a México. Vivía vendiendo cajitas de betún para el calzado a los zapateros remendones, de zaguán en zaguán, pero él era feliz estando con Ricardo; siempre los dos con la esperanza de realizar otro congreso. ¡Qué idealistas! Este nuevo congreso lo deseaban para aprovecharlo con propósitos eminentemente revolucionarios, con la formulación de un programa con reformas sociales y liberación económica, ya que sentían necesario definir la situación, máxime que por cualquiera causa baladí, Porfirio Díaz empezó a arrestar a los principales líderes o que se destacaban en ese movimiento. No solamente se detenía a los que se encontraban en la capital, sino que trajeron gente del interior del país que simpatizaba con estas ideas y que los conocían a través de los espías que tenía la dictadura en toda la República. A todos ellos los enviaron a la cárcel de Belén y los encerraban en celdas con pisos de ladrillo, algunas, y otras de pura tierra. A Ricardo lo encerraron en un calabozo que describió en cartas, como la que dirigió a la revista La Nueva República que yo conservo y se la mostraré para que la lea. Bueno, pasado algún tiempo les dieron oportunidad de platicar y reunirse, fue ahí donde ellos empezaron, dentro de la misma cárcel, a darle forma al Programa del Partido Liberal Mexicano.
A NICOLÁS T. BERNAL
En 1914 que Ricardo Flores Magón regresa a Los Angeles, ¿cuál es su labor?
Continúa publicando Regeneración.
¿Y de 1914 a 1918 a qué se dedicó Ricardo Flores Magón?
Su gran pasión era seguir editando Regeneración que ya entonces tenía bastante circulación e insistir en que el pueblo no debía dejar de luchar para conquistar la tierra; si el hombre no era capaz de otra cosa, que por lo menos se apoderara de la tierra; esa sería una ventaja que por sí sola traería otras ventajas.
¿Don Nicolás, quisiera abundar en detalles sobre la forma en que inició su correspondencia con Ricardo Flores Magón?
Mi primera carta, que le envié en 1909, me la devolvieron.
Y ¿personalmente hasta cuándo conoce a Ricardo Flores Magón?
Bueno, personalmente hasta 1910, en Los Angeles a donde fui a verlo; nos saludamos, pero no quise quitarle mucho el tiempo. A partir de ese día ya seguí tratándolo con frecuencia. Después me hice cargo de la distribución de Regeneración, a mí me mandaban todo. Cuando les quitaron el registro del periódico, me lo mandaban por Wells Fargo, en costales.
¿Usted escrihió alguna vez en Regeneración?
No. Ricardo siempre me dijo: yo no te voy a mencionar ni a comentar el dinero que colectas para el sostenimiento del periódico.
¿Y Enrique Flores Magón, hasta cuándo acompañó a Ricardo allá en los Estados Unidos?
Estuvo hasta 1917. En ese año lo abandonó y quiso formar un grupito de pendejos en Los Angeles; gente que no tenía ideas, media docena de pendejos, que nosotros mismos decíamos: ¿quién se le va a unir a Enrique?
¿Y cómo murió Enrique Flores Magón?
Pues murió en la ciudad de México, en los años cincuentas; no supe de qué enfermedad.
¿Jesús Flores Magón tuvo alguna actividad al lado de su hermano Ricardo?
No, nunca anduvo con Ricardo ni se fue con él a Estados Unidos, pero cuando Ricardo se encontraba alla, le mandaba dinero para ayudarlo.
¿Don Nicolás y con el Grupo Sonora -Calles, De la Huerta, Obregón y todos ellos-, Ricardo Flores Magón tuvo contacto?
Mire, Obregón no fue de la época precursora ni de la época maderista, organizó alguna gente de pura puntada para combatir a Orozco.
¿Y con Villa tuvo algún tipo de relación Ricardo Flores Magón?
Pues había cierta cosa; Ricardo le mandaha a Villa el periódico Regeneración y dicen que algunos números los leía, pero con él no hubo entendimiento, porque comprendió que Villa estaba controlado por políticos que le impedían dar pasos de esa naturaleza.
¿Y con don Ahraham González?
No, don Abraham González no pasó de ser un maderista sincero y le costó la vida: tenía tanta confianza en Madero que no se dio cuenta de las debilidades de éste.
¿Cómo recuerda usted a don Roque Estrada?
Antes de conocerlo ya sabía que había publicado un periódico en Guadalajara, poniéndole el título de Revolución Social. Sacó unos cuantos números y le dieron el zarpazo.
Quiero insistir un poco más sobre el modo de ser de Ricardo Flores Magón: en especial platíquenos de esa imagen rebelde.
Todo el mundo se lo figura como un hombre nervioso y violento, pero nada de eso, era el hombre más calmado, hablaba despacio, tenía paciencia para los niños, era un hombre apacible, tranquilo y sencillo; el que lea sus artículos fogosos, lo ha de suponer irascible, pero están equivocados, se le distinguía porque era muy preparado y educado.