ENTREVISTA
A NICOLÁS T. BERNAL

Píndaro Urióstegui Miranda

DOS AMIGOS: RICARDO Y GUADALUPE POSADA

PREGUNTA
¿Ricardo Flores Magón estaba vinculado por sus ideales con algunos artistas de su tiempo?

RESPUESTA
La manera de pensar de Ricardo era la de un hombre de un pensamiento puro, que de nadie quería sacar ventaja; a él le gustaba más observar y oír a los trabajadores y poco a poco se iba formando su criterio, mismo que se puede ver en sus artículos.

Ricardo decía que ningún movimiento podia tener logros positivos, si ese movimiento no tenía un contenido económico.

La libertad política por sí sola no basta, para ser efectiva necesitaba la concurrencia de otra libertad y esa era la libertad económica.

Al principio, cuando empezaron estos muchachos a orientarse -digo muchachos de esa época- para ver que solución le encontraban al medio en que estaban viviendo, Ricardo, don Guadalupe Posada y Martínez Carreón tenían la costumbre de visitar los suburbios en donde moraba el pueblo, para observar cómo se alimentaban, cómo vendían los alimentos en la calle.

Ricardo y Posada eran muy amigos, Ricardo acostumbraba decirle: don Lupito.

Naturalmente que Ricardo avanzó más ideológicamente.

Recuerdo ese grabado que hace Méndez, de Posada sentado frente a su mesa; su cuarto era taller recámara, eso lo sé porque Ricardo nos platicaba mucho de Guadalupe Posada, que era un hombre con una inteligencia natural para su oficio, sobre todo para hacer esos grabados crudos en que imprimía sus propias observaciones, no de lectura de clásicos, sino de un profundo contenido social.

Había otro elemento también muy observador, Jesús Martínez Carreón, extraordinario caricaturista que murió envenenado en la cárcel de Bélen y de quien Ricardo hizo grandes elogios.

Ricardo siempre les decía a sus compañeros, que lo que no hicieran ellos no lo haría ningún gobierno.

Camilo Arriaga se separó de Ricardo no por un pleito, sino porque Camilo creía que quemando iglesias y conventos todo el problema social quedaba resuelto, no pasaba de ser un simple jacobino; Ricardo le tenía un gran cariño.

Alguien dijo una vez que Camilo había abandonado a Ricardo, no es cierto; él poco a poco se fue separando porque no podía comprender el ideal de Ricardo, que para echar abajo a Porfirio Díaz no había otra salida que la revolución.

En cambio Librado Rivera estuvo con Ricardo hasta el último momento, fue el más fiel de sus amigos, no tuvieron nunca desavenencias, ni tampoco con Praxedis Guerrero que también fue igual de fiel.

Praxedis Guerrero murió en los primeros combates. Hay sospechas sobre su muerte; comentaba con compañeros y uno de ellos, me decía: para mí, el asesino de Praxedis fue el gÜero Eulogio Ortiz, él formaba parte de la columna; mire usted, iban entrando a un poblado y el disparo que lo mató no vino de una azotea, sino que salió del lugar en donde estaba Eulogio Ortiz, pues ya habían tomado Janos, Chihuahua, el 30 de diciembre de 1910.

PREGUNTA
¿Cómo murió Librado Rivera?

RESPUESTA
Librado tuvo un accidente en San Angel, a donde había ido a conseguir una copia de acta de nacimiento que le pedía un amigo suyo radicado en Nueva York, ya que lo querían deportar diciendo que no era mexicano.

Librado vivía, al morir, aquí en mi casa.

Mire, le voy a platicar lo siguiente: cuando un joven apellidado Flores atentó con un balazo en contra de Pascual Ortiz Rubio por determinados resentimientos, empezaron a aprehender gente a lo tonto, de todas partes y entre ellos agarraron a Librado en Tampico a ver si le sacaban alguna cosa; lo trajeron a México, lo incomunicaron y nadie de nosotros sabía que aquí estuviera.

Esto sucedió en el mes de febrero de 1930. Librado estuvo detenido casi todo el mes de febrero y fue sometido solamente a interrogatorios, luego escribió al que era secretario particular de Ortiz Rubio, quien fue a verlo a la penitenciaría y dio órdenes de que lo dejaran libre.

Cuando salió libre no sabía en donde vivía yo, porque solamente me escribía al apartado postal, pero ahí en la penitenciaría estaba también preso un tranviario que salió antes que Librado y le dio su dirección. Entonces al salir Librado fue a dar con ese tranviario que se apellidaba Vega, pero como éste vivía en un cuartito con toda su familia, Librado le preguntó que en donde podía conseguir mi dirección. Vega le dijo que lo ignoraba, pero que sí sabía en donde trabajaba yo. Entonces ya fue a verme a los Talleres Gráficos de la Nación; luego, luego le dije: ¡vámonos para la casa!

Apenas estaban construyendo esta casita y ocupó un cuartito al fondo, donde estuvo viviendo desde principios de marzo de 1930 hasta que murió el primero de marzo de 1932.

Como le dije antes, Librado había ido a San Angel. Ya de regreso venía Librado con sus papeles y se encontraba parado en una de las banquetitas de seguridad, cuando pasó un chofer imprudente que se subió a la banqueta y lo arrastró; se le trasladó al Juárez en donde contrajo el tétanos y de ahí lo pasaron al sanatorio de Fabriles en donde murió Librado a los sesenta y ocho años de edad.

PREGUNTA
¿Y cómo murió Camilo Arriaga?

RESPUESTA
Camilo murió de viejito.

Vivía en las calles de Nilo, por la colonia Clavería. El regresó cuando Ricardo estaba en San Luis, Missouri.

Camilo venía seguido a México.

Cuando empecé a visitarlo de nuevo en su casa, en el año de 1944, fue cuando me enteré de que ya no podía salir a la calle.

Cuando yo regresé a México en 1921, Camilo ya se encontraba aquí, decepcionado; creyó mucho en don Panchito.

Seguido nos encontrábamos y continuamos conservando nuestra vieja y estrecha amistad. Nos poníamos a platicar y seguía hablando con cariño de Ricardo: era un bárbaro, todavía no estaba redactado el Programa del primero de julio de 1906 y ya decía: ¡eso el tiempo nos los trae en unos quince o veinte años; para eso no necesitamos una revolución. La revolución la haremos para cosas mayores, para expropiar la tierra y entregársela a los campesinos. La conquista de la tierra, por sí sola, será una conquista que traerá otras conquistas para los obreros! La obsesión de Ricardo fue siempre la tierra; y agregaba: yo nunca dejé de querer a Ricardo, pues quien va a dejar de querer a un hombre así, pero era un bárbaro, él nunca estaba conforme con nada.

Camilo murió en 1945.

PREGUNTA
¿Respecto a las revoluciones francesa y rusa, qué opinaba de ellas Ricardo?

RESPUESTA
A la Revolución Francesa la estudió, la leyó y releyó, y llegó a esta conclusión: al hacerse la Declaración de los Derechos del Hombre se tomaron en cuenta todos los derechos, menos uno, el principal de todos: el derecho a la vida, así es que esta declaración no tiene validez.

En cambio la Constitución de Apatzingán no obstante que está salpicada de misticismo, debido a los tiempos, ya que gran número de los paladines de la guerra de Independencia fueron clérigos sinceros, es un documento más completo, ya que Juárez se encargó de limpiarle ese misticismo.

Ricardo recibió mucha influencia de Darwin y Ricardo lo interpretaba diciendo: el hombre ha hecho a Dios, no Dios al hombre; por eso cuando Ricardo comentaba esas cosas con sus amigos, todos veían que era el más estudioso.

Respecto a la Revolución Rusa hubo esto: Rusia hizo una apelación al mundo pidiendo obreros calificados para desarrollar su industria, porque no la tenía. Yo le dije a Ricardo que había comenzado a tomar clases de ruso -éramos cinco o seis los alumnos- que me iba a enrolar a favor de Rusia y ya me habían asignado a Ucrania y me contestó: vete con pies de plomo, están llegando noticias desalentadoras, los están liquidando con los soviets, en nombre de ellos actúan, pero están acabando con todo, no tienen otra salida más que una dictadura.

Yo tenía contacto con rusos populistas.

Señor licenciado, quiero dejar constancia de que Ricardo Flores Magón no solamente escribió artículos de periódicos y editoriales que es su principal obra, sino que también escribió dos obras de teatro denominadas la primera: Tierra y Libertad en 1916 y la segunda: Verdugos y Víctimas, aproximadamente en 1917.

La última de las obras se publicó, todavía en vida de Ricardo, por primera vez en Aguascalientes y posteriormente se hizo una segunda edición aquí en México.

La última obra fue pedida de Argentina para publicarse en ese país, pero ignoro las causas por las que nunca llegó a ver la luz.

Tierra y Libertad se publicó en una primera edición en Los Angeles, Cal.; la segunda edición se efectuó en la ciudad de Aguascalientes, Ags., por Alfonso Guerrero y la tercera y última que se hizo de esa obra fue en esta capital, por mí, a fines de 1924.