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ENTREVISTA
A NICOLÁS T. BERNAL

Píndaro Urióstegui Miranda


EL CONGRESO DE CLUBES LIBERALES, EN SAN LUIS POTOSÍ

PREGUNTA
¿Y con qué propósito fue convocado este Congreso de Clubes Liberales?

RESPUESTA
Para hacer presión ante el gobierno y que la Constitución se cumpliera, sobre todo en lo relativo a los asuntos religiosos, porque los curas tenían más libertad y mayor poder que antes de la Reforma.

Doña Carmelita, esposa de don Porfirio, estaba en manos de los curas y éstos conseguían a través de ella todo lo que querían.

Todos señalaban al clero como el único responsable de la situación en que se encontraba el país, pero cuando Ricardo tomó la palabra dijo: el responsable no es el clero, aquí el único responsable es Porfirio Díaz. Y empezó a nombrar a todos los que habían sido asesinados por órdenes de Díaz.

Más adelante afirmó: ¡el gobierno de Porfirio Díaz es una cueva de bandidos y asesinos! Al escuchar estas palabras muchos de los congresistas se asustaron, creyeron que el congreso iba a ser disuelto por las tropas y que ellos serían encarcelados, pero no fue así, dado que el jefe militar simpatizaba con las ideas expresadas en el Congreso.

Ricardo continuó haciendo una semblanza de todos los congresistas menos de él, porque no le gustaba hablar ni escribir sobre su persona. Entonces don Santiago R. de la Vega hizo una semblanza de Ricardo y entre algunas de sus frases dijo: Flores Magón, como perro de presa, no soltó el pescuezo de don Porfirío durante toda su peroración.

A la celebración del mencionado Congreso de Clubes Liberales fue un oficial a las órdenes de don Mariano Escobedo con instrucciones de hablar con ellos y alentarlos en su cometido, dado que don Mariano tenía simpatía por las ideas ahí expresadas.

Camilo Arriaga era un hombre rico y fue el que costeó todos los gastos para la celebración del Congreso de Clubes Liberales; era un hombre muy generoso. Durante los días que duró el evento invitaba a diferentes delegados a comer a su casa, para poder platicar con ellos y comentar sobre lo ocurrido ese día. También les decía: miren señores, los centavitos que traen ustedes no los gasten en alimentos, pueden venir a esta casa que es suya a comer, porque se que muchos de ustedes han venido de muy lejos y tal vez les haga falta ese dinero para retornar a sus hogares. Además, por conducto de otros se enteraba de a quién le faltaba dinero y en esa forma Camilo les daba para sus gastos.

Arriaga, prácticamente, estuvo sosteniendo a todos los delegados que asistieron a San Luis Potosí con motivo del Congreso.

Camilo simpatizaba mucho con Ricardo Flores Magón, por lo que lo invitó a que durante su estancia en San Luis Potosí se hospedara y comiera en su casa; él aceptó sólo dormir y desayunar.

Todo el tiempo libre que tenía Ricardo, entre las sesiones de la mañana y la tarde, lo empleaba en conversar con otros delegados que venían de distintos lugares, a los cuales les decía que no había otra salida que la revolución.

Cuando Flores Magón pronunció aquel discurso valiente desafiando a Porfirio Díaz, Camilo se alarmó y al salir del Congreso lo invitó a comer a su casa. Ricardo convino en acompañarlo al darse cuenta de la preocupación que denotaba la cara de Camilo Arriaga.

Llegando a la casa llevó a Ricardo a la biblioteca, suplicándole lo esperara mientras él atendía unos asuntos económicos de algunos delegados que ya iban a regresar a sus lugares de origen. Ricardo empezó a recorrer la biblioteca de Camilo Arriaga y vio un ejemplar de la Constitución Política, el cual tomó y lo puso bajo su brazo.

Cuando regresó Camilo, enseñándoselo le dijo: mire qué cosa más bella, pero es letra muerta; será la más hermosa Constitución del mundo, pero de nada servirá mientras no haya hombres dispuestos a hacerla cumplir; formar a esos hombres es nuestra misión; no crea que ese viejo tal por cual (refiriéndose a Porfirio Díaz) va a soltar el poder así como así y aunque el quisiera, no lo dejarían quienes lo rodean, poniéndole como razón que no tiene sustituto y que el caos se vendría, así es que creo que no hay otra solución más que la revolución.

Cuando me platicó este episodio Camilo, comentaba lo siguiente:

¡Imagínese, yo que llamaha a Ricardo para que me conformara por el discurso tan atrevido que había pronunciado y me sale con una revolución!

Camilo Arriaga era un hombre muy generoso, pero no pasó de ser un jacobino; él creía que acabando con las iglesias y los conventos estaría el problema social resuelto; creo que no comprendió a Ricardo sino hasta después.

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