Índice de La F.O.R.A:, ideologia y trayectoria de Diego Abad de Santillán | Capítulo VIII | Capítulo VI | Biblioteca Virtual Antorcha |
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Capítulo 7
Tercer congreso de la Unión General de Trabajadores y sus resoluciones. Proyecto de congreso sudamericano de transportes marítimos y terrestres. Tentativas de acercamiento de las dos centrales sindicales. Quinto congreso de la F.O.R.A. Recomendación del comunismo anárquico /1905).
Mientras la F.O.R.A. seguía la línea recta de su trayectoria y de su desarrollo, haciendo la historia del proletariado de América, como ha dicho en cierta oportunidad un escritor, en la Unión General de Trabajadores, relegada por su táctica y por su origen a un plano muy secundario, crecía la tendencia sindicalista, de agrupación obrera por sobre todas las corrientes políticas y sociales, tendencia manifiestamente hostil a la tutela del socialismo político en los organismos gremiales.
Ya en el segundo congreso comenzó a ponerse de relieve esa divergencia, pero en su tercer congreso, celebrado del 12 al 18 de agosto de 1905, se hizo más clara y dominante.
Se aprobó allí una declaración sobre la huelga general:
El tercer congreso declara que la huelga general, si por ella se entiende el abandono consciente y espontáneo del trabajo por parte de los obreros de una localidad, como acto que traiga por consecuencia la paralización del movimiento de aquellas industrias indispensables para la vida económica de dichas localidades, puede ser, en determinadas circunstancias de lugar y tiempo, un medio eficaz para exteriorizar las protestas de la clase trabajadora, resultantes de alguna medida coercitiva puesta en práctica por la clase gobernante con el objeto de obstaculizar el desarrollo de la organización obrera.
Esta otra resolución significa igualmente un acercamiento a la F.O.R.A.:
Considerando que si se entiende por acción política la acción de clases realizada revolucionariamente por el proletariado organizado, a fin de reducir moral y materialmente la dominación capitalista, y que si se entiende por una forma parcial de esta acción la representación parlamentaria socialista, con un papel secundario y complementario en la obra de transformación social por que lucha la clase trabajadora, y que ella no puede atribuirse nunca la dirección del movimiento obrero, sino atenerse en todos los momentos y circunstancias a las necesidades, fiscalización y mandato de los trabajadores que la eligen, resuelve: Aceptar la lucha política en el verdadero significado que ella tiene de lucha de clases y a la acción parlamentaria en el concepto de que no realiza obra efectiva revolucionaria y sólo sirve para complementar la acción material y positiva que realiza el proletariado en la fuente verdadera de la explotación y dominio capitalista, o sea en el campo econórnico.
Para una organización surgida de la ambición electoral del Partido Socialista, eso ya era mucho.
Desde su fundación, en septiembre de 1901, la Sociedad de Obreros del Puerto de la Capital se convirtió no sólo en una potencia como organización sino en un poderoso estímulo para la agrupación y la lucha del resto del proletariado Era con su apoyo y su patrocinio como se realizaban los congresos periódicos de estibadores, sin contar muchas otras iniciativas. En virtud de su fuerza y de su orientación revolucionaria hubo siempre en la zona portuaria tentativas diversas para emplear contra la organización obrera la inconsciencia de una parte del gremio.
Una muestra de las tantas: el 22 de enero de 1905 la Sociedad Argentina de Obreros del Puerto, inspirada por el padre Grotte, envió al Ministerio de Hacienda una solicitud en que pedía:
1° Que se cite al representante de la casa R. P. Houston y Cía. y se le ofrezcan garantías para que pueda con libertad emplear el personal de estibadores de su agrado en la descarga del vapor Montauk.
2° Que inmediatamente que los anarquistas de la S. de R. Obreros del Puerto boicoteen el vapor Montauk, el gobierno facilite lanchas y carros de la Nación para el transporte de sus mercaderías, garantizando con las fuerzas nacionales la libertad del trabajo;
3° Que esta resolución sea para todos los casos análogos.
El capitalismo supo tener en el puerto, con diversos pretextos y matices, desde comienzos de nuestra organización, uno o varios organismos de rompehuelgas. Sin embargo, pese a todos los padres Grotte religiosos y laicos, de los treinta años transcurridos, la Sociedad de Obreros del Puerto está en pie y sigue siendo como en sus comienzos, la representación genuina del gremio de estibadores.
La reacción por un lado y dificultades de otro orden han obstaculizado la marcha de la organización hacia una perfección cada día más grande. Pero la siguiente circular habla elocuentemente de la capacidad y de la visión de los militantes de la F.O.R.A.
Con fecha 22 de junio de 1905 el Comité de Relaciones de la Federación de Estibadores envió una circular a las sociedades afines que merece ser transcripta íntegra, por lo que representa como doctrina y como tendencia. Decía así:
El Comité Federal de la Federación de Estibadores y Afines, en su sesión del 13 del corriente acordó pasar la siguiente circular a las sociedades federadas y no federadas, para que a la mayor brevedad llamen a asamblea y deliberen los asociados lo que crean conveniente sobre lo que propone este Comité.
Este Comité, compuesto de representantes de las sociedades federadas, propone a las sociedades que ha llegado el momento de constituir la Federación de Transportes Marítimos y Terrestres, de estibadores y afines y de todas las sociedades de transporte de Sud América.
Por lo tanto, este comité resuelve efectuar el IV congreso en la ciudad de Montevideo en la primera quincena de octubre del corriente año, en carácter de primer Congreso Sudamericano de Transportes Marítimos y Terrestres.
Se resuelve que en este primer Congreso Sudamericano tomarán parte todas las Sociedades de Transportes Marítimos y Terrestres de las siguientes. Repúblicas: Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, Perú, Paraguay, Ecuador, Venezuela y México, para celebrar un pacto sudamericano y deliberar la mejor forma de contrarrestar los avances del absorbente capitalismo y entrar en relaciones con la Federación Internacional de Transportes que tiene su asiento en Hamburgo (Alemania).
Por lo tanto quedan invitadas todas las sociedades de transportes sudamerícanas a presentar temas y a hacer una activa propaganda para que en el congreso a celebrarse tome parte el mayor número de sociedades. También este comité vería con agrado que los delegados fueran directos, siempre que las sociedades pudieran costear los gastos que dichas delegaciones ocasionaran.
En caso de que algunas sociedades no pudieran por algún inconveniente enviar delegados, se les recomienda tengan a bien nombrarlos del seno de las sociedades siempre que sean de transportes y que acepten la lucha de clases.
Este comité resuelve mandar una gira de propaganda en la primera quincena de julio por el interior de la República y puertos del litoral, para hacer conciencia societaria y consolidar los trabajos referentes al primer congreso sudamericano.
Y por lo tanto este comité previene a todas las sociedades de estibadores y de transportes marítimos y terrestres para que hagan en su seno una activa propaganda para cuando llegue la gira a las localidades donde tengan su asiento.
Como para llevar a cabo la gira se ocasionan gastos y como esta gira será larga y tropezará con inconvenientes, los gastos serán algo excesivos y como con las cuotas que pagan las sociedades no se cubrirán los gastos que se ocasionarán, esta sociedad propone a las sociedades de estibadores y de transportes marítimos y terrestres federadas y no federadas, que voten destinar una cantidad de dinero al efecto, según sus fuerzas y sus circunstancias y que lo envíen a este comité, el cual librará recibo.
Este comité hace presente a las sociedades que los compañeros que saldrán en gira son obreros que viven de su jornal diario, y es un deber de todas las sociedades contribuir a que los frutos de esta gira redunden en beneficio de todos los Federados.
Desde ya quedan invitadas todas las sociedades de América del Sur de estibadores, conductores de carros; marineros y fogoneros, barraqueros, centro de maquinistas maritimos, centro de prácticos, confederación ferrocarrilera, confederación de tranvías eléctricos y de sangre, sociedad de obreros de los frigoríficos, sociedad de cocheros de plaza, centro de empleados cerealistas, centro corredores de casas de comercio, peones de galpones y casas introductoras, centro propietarios de uno y dos carros, centro conductores de limpieza pública, sociedad de varaleros (Montevideo), sociedad de carboneros, boteros y remadores (Brasil) a mandar su adhesión y los temas a este Comité, los cuales serán recibidos hasta el 15 de septiembre del corriente año, para tener tiempo de hacer el orden del día de temas a discutirse en el primer congreso sudamericano.
Este comité recomienda a todas las sociedades se tomen el mayor interés para que las proposiciones que van en la presente circular sean tomadas en consideración y activen la correspondencia con este comité, pues siendo muchos los intereses y asuntos que tenemos para llevar a cabo y que conquistar, a la obra pues, y que nada arredre a los cruzados que marchan hacia la conquista del porvenir.
Este comité vería con agrado que toda la prensa obrera de las Repúblicas sudamericanas hicieran una propaganda en sus columnas sobre los beneficios que reportará a toda la clase trabajadora este congreso sudamericano, pues en él se tomarán grandes acuerdos para el futuro, y será la poderosa palanca que hará cesar una vez por todas los desmanes de la burguesía y de las leyes draconianas con que hoy quieren ahogar nuestro grito de rebeldía.
Resoluciones para las sociedades federadas
1. Este comité pone en conocimiento de todas las sociedades Federadas que el Centro de Navegación Trasatlántica, Centro de Cerealistas y gerentes de varias empresas ferrocarrileras se han puesto de común acuerdo para fundar una Sociedad que contrarreste a las sociedades obreras, los boicots, las huelgas, etc.
Por lo tanto es un deber de todas las Sociedades de estibadores de los puertos de la Argentina, del Uruguay y del Brasil, hacer una activa propaganda y agjtación para contrarrestar todas las amenazas del Centro de Navegación y Centro de Cerealistas y procurar que la Federación de Transportes sea un hecho.
2. Este comité acuerda que, para contrarrestar los abusos y atropellos y llegar a la completa emancipación de la clase trabajadora, en aquellas localidades en que haya inás de una sociedad, como es en la Capital Federal, Rosario y San Nicolás, se pongan de común acuerdo y hagan la fusión la más pronto posible, pues el Comité vería con agrado que dichas fusiones fuesen hechas antes de la celebración del congreso.
3. Es deber de todas las sociedades hacer una activa agitación en contra de la Ley Nacional del Trabajo, por ser un peligro para la clase trabajadora, y en caso de que tomara fuerza de ley, llevar a cabo la acordado en el tercer congreso de esta Federación.
4. Este comité, y guiado por los deberes que le corresponden, acuerda que la gira de propaganda que saldrá en breve, preste la mayor atención a los puertos de Rosario, San Nicolás y Bahía Blanca, por ser éstos la llave de los puertos argentinos.
5. Acuerda hacer presente a la Sociedad de Resistencia Obreros del puerto de la Capital que preste su apoyo moral y material a la Sociedad de San Nicolás, y aplaude la actitud tomada por las Sociedades de Rosario para con los compañeros de San Nicolás.
6. Estando la Sociedad del puerto de La Plata desorganizada, este comité resuelve tomar a su cargo la reorganización de dicho puerto y nombrar al efecto a los compañeros delegados Serafín Romero y Manuel Varela.
7. Este comité acuerda que, habiendo sido víctima de la Ley de Residencia cuatro delegados de su seno y en virtud de lo acordado en el tercer congreso, resuelve enviar listas de suscripción impresas a todas las Sociedades Federadas para que contribuyan con su óbolo voluntario a ayudar en algo la precaria situación de los compañeros víctimas de la draconiana Ley de Residencia ...
Se había iniciado una obra de acercamiento gremial de las diversas tendencias: Alberto Ghiraldo y sus compañeros en la redacción de La Protesta hablaban del pacto de los asalariados. Decían: Si a todos daña, si a todos afecta, si a todos veja el capitalismo, ¿cómo es posible que no llevemos siempre y en todas ocasiones una accíón conjunta en contra de él? ... Si se llega a este pacto que prestigiamos y al que creemos se ha de llegar en plazo perentorio, el poder de la clase obrera será incontrastable ... Se volvía a recalcar así el espíritu que animaba a los fundadores de la F.O.R A., y que fue malogrado por el ansia de predominio de los socialistas.
De acuerdo a ese espíritu se llevó a cabo un mitin de protesta el 21 de mayo de 1905 contra la política represiva del gobierno, mitin en donde tomaron parte cerca de 40.000 obreros. Adhirieron al acto los gremios de la F.O.R.A. y de la Unión General de Trabajadores. La policía hizo ese día de las suyas, originando una carnicería, aunque también de su parte tuvo algunas bajas. Un tendal de heridos en la Plaza Lavalle y un par de muertos conservan la memoria de esa jornada luctuosa.
Decían los anarquistas: ¿A quién las responsabilidades de mañana si una hecatombe anónima extiende sus alas de horror sobre Buenos Aires? Las autoridades, aunque autoridades, no son invulnerables ... ¡tantas han caído! Los policías, no por serIo, dejan de ser como cualquier vulgar y simple mortal. ¡En Rusia se cazan como lobos! El dolor del domingo es una amenaza y una enseñanza. Ibamos a la paz y ellos nos han traído la guerra. Si quieren violencia, la tendrán. La sangre derramada no lo será en vano; riego fecundo, ella hará florecer nuestra esperanza ...
No han sido solamente palabras. Y en esas líneas, repetidas hasta la saciedad en todos los tonos, apuntaba ya la bomba de Radowitzky. ¿Quién sino la bestialidad gubernativa y policial prendió un día la mecha?
Decíamos que las tentativas de acercamiento de las dos organizaciones sindicales se habían iniciado, aun cuando por parte de la F.O.R.A. con muy poca fe.
La siguiente carta fue enviada al V Congreso de la F.O.R.A. por la Unión General de Trabajadores:
Buenos Aires, 26 de Agosto de 1905.
Al V Congreso de la Federación Obrera Regional Argentina:
Compañeros delegados: Esta Junta tiene el agrado de dirigirse a Uds. para comunicarles que el tercer Congreso de la Unión General de Trabajadores, recientemente realizado en esta Capital, interpretando la necesidad impuesta por el actual momento histórico del proletariado argentino, de concertar los esfuerzos de todos los trabajadores organizados de este país a los fines de oponer una valla poderosa a la ferocidad reaccionaria de nuestra clase gobernante, ha formulado las bases de un pacto que servirá para estrechar más fuertemente los vínculos de solidaridad entre las diversas corporaciones obreras de la República, comprometiéndolas a obrar de mutuo acuerdo en circunstancias dadas de la lucha.
Todas las fracciones de la burguesía, a pesar de los reales antagonismos que las mantienen divididas, se oponen siempre unidas para combatir el avance del movimiento obrero, y sería lamentable que la clase trabajadora organizada, ante las agresiones brutales de la clase gobernante no tratara de coordinar y dirigir con inteligencia sus energías combativas a fin de darles mayor unidad de impulso y por tanto mayor vigor y eficacia a su acción revolucionaria.
Por estas razones el tercer Congreso de la Unión acordó lo siguiente, que somete a vuestra consideración:
El tercer Congreso de la U. G. de Trabajadores, considerando que las causas que tienen distanciados a los obreros socialistas y anarquistas tienen sus raíces en dos escuelas sociológícas distintas y por ende en dos maneras de concebir las causas que determinan el movimiento económico en la historia. Que sólo las necesidades imperiosas del desarrollo industrial y proletario y una mayor educación económica y política de las masas proletarias, atenuarán hasta suprimir los diferentes métodos de lucha, declara:
Que la solidaridad entre todos los obreros es, no obstante, un medio eficaz e indiscutible para alcanzar esas aspiraciones y que la U. G. de Trabajadores aceptará un pacto con las demás asociaciones siempre que no se perjudique su método de lucha. Que la unión y la solidaridad entre los asalariados de todos los países puede arrancar progresiva y paulatinamente a la clase capitalista las mejoras y ventajas que han de encaminarlos hacia su emancipación política, económica y social.
En consecuencia, lamentando las luchas intestinas que se manifiestan entre trabajadores de diferentes tendencias políticas, resuelve iniciar una enérgica campaña por medio de la propaganda oral y escrita con el propósito de desautorizar toda polémica o controversia que, apartándose de las reglas de un debate sereno e instructivo, tiendan a exasperar más de lo que lo están las relaciones entre los obreros socialistas y anarquistas.
Sobre las bases a que habría de ajustarse el pacto, se resuelve lo siguiente:
Aceptar y proponer a la consideración de todas las organizaciones obreras del país que no militan en la Unión, la realización de un pacto de solidaridad tendiente a unificar la fuerza y la acción de la clase obrera organizada en las siguientes circunstancias.
1° Para oponerse tenazmente a la aplicación de cualquier proyecto de Ley Nacional del Trabajo que en sus disposiciones contuviera, como el proyecto González, medidas restrictivas del desenvolvimiento y desarrollo de las organizaciones obreras.
2° Cuando manifiestamente se decreta el estado de sitio con el propósito de ahogar probables y efectivos movimientos de la clase trabajadora; y
3° Para combatir hasta su completa derogación la odiosa y draconiana Ley de extrañamiento de extranjeros, valiéndonos para ello de una asidua propaganda y de una acción seria y meditada, realizada en el interior y exterior de la República.
Para llevar a buen término la realización de las campañas mencionadas, la U. G. de Trabajadores reconocerá y propagará las conclusiones a que el tercer congreso haya arribado, respecto a los métodos de acción y combatividad a adoptarse contra las medidas y leyes coercitivas creadas por el Estado contra la organización proletaria y su obra revolucionaria.
Expuesto lo que antecede no nos queda sino formular votos para que las deliberaciones de ese congreso se inspiren en el más amplio criterio y concuerden con las que fueron tomadas en el tercer congreso de la Unión General de Trabajadores.
Saludamos fraternalmente a los compañeros delegados. Por la Junta Ejecutiva, Ernesto P. Piot, Secretario General.
Se inician las sesiones del V Congreso de la F.O.R.A. el 26 de agosto de 1905, en Buenos Aires.
Estaban presentes las siguientes instituciones: Federaciones locales de Santa Fe, Rosario, Córdoba, Chacabuco y San Fernando; Federación de Obreros en calzado y los siguientes sindicatos: Obreros panaderos de Lincoln, Centro obrero cosmopolita de Coronel Suárez, Obreros panaderos de San Nicolás, Albañiles de Mar del Plata, Panaderos de Mar del Plata, Obreros albañiles de Lincoln, Obreros panaderos de La Plata, Tabaqueros, Conductores de carros, Unión Pintores, Modistas de vestidos y sastres de señora, Obreros mosaístas, Sombrereros en general, Carpinteros y anexos, Planchadoras, Planchadores y anexos, Obreros aIbañiles, Unión Joyeros, Aserradores y anexos, Obreros panaderos, Maquinistas Bonsak, Unión fideeros, Obreros alpargateros, Litógrafos y anexos, Obreros sastres, Trabajadores de las Barracas y Mercado Central de Frutos, Mecánicos y anexos, Propietarios de uno y dos carros, Obreros del Puerto de la Capital, Encuadernadores y anexos, Escultores, moldeadores y anexos, Unión conductores de vehículos, Oficios varios, Tipógrafos y anexos, Yeseros adomistas, Fundidores y modelistas, Carpinteros de Ribera, Marineros y foguistas, Federación de construcciones, Caldereros y anexos.
Total: 5 federaciones locales con 53 sociedades adheridas, una Federación de oficio con 4 sociedades y 41 sindicatos.
Se suscita un debate sobre la presencia de los delegados de la Federación de construcciones, cuyas sociedades están también presentes en el congreso. Se resuelve que tengan voz y no voto. Se da un solo voto a los delegados de Federaciones locales.
Preside Carlos Balsan y actúan de secretarios López y Nóbile. Se recibe un telegrama de salutación del congreso obrero uruguayo, firmado por Oromi, que sesionaba en los mismos momentos.
El secretario del Consejo Federal informa verbalmente sobre el movimiento de la Federación durante el año transcurrido. Expuso los hechos principales, señalando los errores de que a su juicio adolece la organización. No se ha fomentado bastante la iniciativa individual y esto debe tenerlo presente el quinto congreso. Cree que ese mayor campo de acción a la iniciativa individual podría lograrse si la F.O.R.A. apoyase toda iniciativa que surja tendiente a la realización de los acuerdos del congreso.
Durán, de la Federación Local Santafecina, saluda a los congresales.
Nóbile dio lectura al siguiente escrito:
Compañeros delegados:
Un hecho punible según las leyes codificadas e impositivas y que para nosotros no es, no puede ser otra cosa que el producto de una inteligencia perfectamente equilibrada y superior produciendo un acto altamente moralizador y altruista, dio margen a los epítetos más denigrantes que jamás se hayan escrito contra un hombre, más aún, contra todos los hombres de determinadas ideas filosóficas.
Todos vosotros sabéis la tristísima situación de este desdichado país desde los acontecimientos del mes de febrero último. Desde entonces no vivimos en un país regido democráticamente, sino en el más desdichado de los califatos orientales. Desde aquella fecha hanse suprimido para el proletariado argentino todas las libertades que la Constitución consagra, convirtiéndose el gobierno en revolucionario a la inversa, robando con su golpe de Estado todas las libertades por el pueblo conquistadas y vividas. ¿Quién olvidó las decenas de laboriosos trabajadores arrancados brutalmente del hogar, del taller o de la fábrica? ¿Quién no se acuerda de los cientos de compañeros que arrastraron su desvalimiento y orfandad por los fétidos calabozos de la comisaría de investigaciones? ¿Quién no sabe que todos los días son injustificadamente detenidos seis u ocho trabajadores, retratados, medidos y después de mostrárseles cínicamente un cuchillo que jamás han visto (1), son asilados por veinte días en inmundos calabozos acusándoles de uso de armas? Pero, ¿a qué seguir? ¿Acaso la inmensa mayoría de vosotros, tal vez todos, no habéis pasado por tales amarguras?
Pues de tantos y tan vergonzosos sucesos no ha protestado nadie; antes bien, fueron todos ellos realizados con el cómplice silencio de los grandes rotativos, de todas las clases sociales, del parlamento, de todos en fin los que no trabajan y opíparamente comen.
Y hoy, esos que jamás tuvieron voz para defender al pueblo, que lo abandonaron a sí mismo, que comercian con su ignorancia y pasividad, se sorprenden al volver a la realidad y gritan furiosos: ¡al ladrón! ¡al asesino! ¿Y qué pasó? el presidente acaba de ser víctima de un atentado. ¿Y os asombráis? ¿Vale más un presidente que los cientos de víctimas que tan injustamente ha causado? ¿Quién es el presidente para disponer caprichosamente de la vida de todos y cada uno de los ciudadanos? ¿Quién es para rebelarse contra la Constitución y los Códigos?
Nosotros lo hemos aprendido de ellos mismos. Los gobiernos no pueden por sí y menos aún sin causa, como lo vienen haciendo, prender, juzgar, ni condenar al más pobre y humilde de todos los ciudadanos sin someterlo a sus jueces naturales. Todo gobierno que por su cuenta prende, procesa y condena, usurpa funciones que le están vedadas y por lo mismo se torna tirano. Y la tiranía sólo pueden tolerarla los pueblos bárbaros, y está en todas partes fuera de la ley, y es justa y forzosa su destrucción.
Bajo el poder tiránico que nos aplasta tenía fatalmente que surgír el brazo justiciero que vengara tanta afrenta y escarnio a la civilización. Y Planas fue y hubo de ser el rayo. El sintió todos los dolores, todas las penas, todos los males ocasionados por las negras conciencias de los caudillos que nos desgobiernan: él vio los hogares deshechos, tiernos infantes pedir pan a madres cuyos maridos les habían sido arrebatados por la jauría policíaca; él vio la eterna caravana de hombres sin ningún delito cruzar uno y otro día hacia lóbregos calabozos; él vio, en fin, a la prensa callar tantas infámias, a los ricos aplaudirlas y a los pobres aguantarlas, y entre tanto y tan general achatamiento, él, sólo él, se dispuso bravamente al sacrificio para salvar la vida a una sociedad esclavizada (2).
¡Compañeros delegados! A los hombres fuertes es de justicia honrarlos. Con este objeto, los delegados que firman esta orden del día, ruegan a los camaradas delegados que al inaugurar sus sesiones el quinto congreso de la F.O.R.A. nos pongamos de pie como una muestra de aprecio y admiración hacia el compañero Planas.
El congreso y la barra aplauden estas declaraciones y se ponen de pie.
Después de una serie de consideraciones en torno de la vinculación internacional de los trabajadores se resuelve:
Recomendar al Consejo Federal que convoque un congreso continental sudamericano apoyando y adhiriendose al congreso internacional que ha iniciado la Federación Obrera de la Región Española.
En el curso de la discusión se lee una nota de la Federación Española sobre este asunto.
En la tercera sesión, bajo la misma presidencia, con Luis Coch y L. Durán por secretarios, se discute sobre la Ley de Residencia. Se nombra una comisión que presenta el siguiente dictamen:
El quinto congreso obrero argentino acuerda:
1° Que el medio de combatir la Ley de Residencia debe ser simultáneo por una acción interna y externa.
2° Que en ese sentido debe orientarse y desarrollarse una activa propaganda, no sólo individual en el seno de las sociedades federadas, sino también por los consejos locales y regionales, tanto en el interior como en el exterior.
3° Que preparado el ambiente o terreno para que esta iniciativa tenga un resultado práctico inmediato, los medios de lucha a emplearse serían: la huelga general, el boicot a los productos del país y toda otra acción revolucionaria que las circunstancias aconsejen.
Este dictamen es discutido y aprobado.
En la cuarta sesión se discute sobre la Ley del trabajo. Se llega a está resolución:
El quinto congreso obrero argentino, reconociendo el peligro que para la organización gremial entraña el proyecto de Ley Nacional del Trabajo y conocida la necesidad de combatir tenazmente ese proyecto, acuerda:
1° Que las sociedades gremiales, las comisiones locales y regionales se preparen, adoptándo los mismos acuerdos que para la ley de residencia, a fin de ír a la huelga revolucionaria cuando se trate de sancionar esa ley;
2° Recomendar a los centros, grupos y compañeros individualmente, que procuren ilustrar a la clase trabajadora, empleando para ello todos los medios adecuados, folletos, conferencias, libros, etc., con respecto al significado de esa ley y al deber y los medios de combatirla.
Se acuerda el envío de la siguiente carta al congreso obrero uruguayo:
Compañeros delegados, ¡salud!
Complacidos hemos recibido la nota en que la comisión provisoria nos invitaba a concurrir por medio de delegados a ese Congreso, invitación que significa un primer paso hacia la unión internacional de todos los trabajadores que luchan por la emancipacíón de la humanidad y no podemos menos de aceptarla con verdadera alegría, nombrando al efecto a dos compañeros para que nos representen y en nombre del proletariado argentino saluden fraternalmente al proletariado uruguayo.
Este Consejo Federal. en la seguridad dé interpretar fielmente el sentimiento de fraternidad que anima a todo el obrero argentino, lanza, como desafío a la prepotencia de toda la clase dominante, un entusiasta ¡Viva la Federación Internacional de los Trabajadores! ¡Viva la solidaridad!
Compañeros delegados: las fronteras que separan a los pueblos no tienen razón de ser para los que no reconocemos otra patria que el mundo entero, para los que no vemos en los hombres nacidos en otros países, enemigos, sino hermanos. Vuestro, por la causa. Por el Consejo Federal. -F. Jaquet, secretario interino.
Después de discutir en torno de las medidas que deben adoptarse para contrarrestar cualquier abuso o atropello de las autoridades contra la organización obrera, se resolvió lo siguiente:
El quinto congreso obrero recomienda a sus adherentes no dejarse conducir presos sin causa justificada, llegando hasta la violencia trágica para poner coto a esos abusos policiales, debiendo las sociedades a que pertenecen prestarles ayuda material y moral.
La quinta sesión la preside Francisco López.
Se acuerda la moción que sigue: Que la forma de repeler con una acción internacional las agresiones contra el proletariado sea uno de los temas que la F.O.R.A. proponga al congreso sudamericano a celebrarse.
En el punto sobre educación e instrucción se resuelve:
El quinto congreso obrero reconociendo la necesidad de hacer efectiva la instrucción libre, recomienda a todas las sociedades federadas que dediquen una parte de sus fondos al sostenimiento de escuelas libres, bibliotecas y edición de folletos, y que la F.O.R.A. apoye toda iniciativa que surja tendiente a la constitución de ellas, asegurándose los consejos locales de su buen funcionamiento.
Respecto al alcohol y al tabaco se aprueba: El quinto congreso obrero considera que este tema coincide con el de instrucción y educación y por lo tanto opina que deben emplearse los mismos medios.
Se da cuenta de la siguiente declaración de los Conductores de carros:
El quinto congreso recomienda a todas las sociedades federadas que al declarar la huelga del gremio se pongan de común acuerdo con la Sociedad Conductores de Carros para llevar a buen fin el movimiento, por ser el carro uno de los medios de lucha más eficaz. También recomienda a las sociedades pongan en práctica un medio como reconocimiento de sus asociados, por ser eficaz su práctica en la organización y por tanto recomienda que en todas partes en que los carros efectúen operaciones de carga y descarga, se exija al conductor la tarjeta de reconocimiento.
En la sexta sesión, que preside Fornos, se resuelve recomendar a las sociedades federadas:
Que siendo el boicot un arma eficaz y poderosa como medio de lucha, no sólo para la conquista de las mejoras obreras sino también como represión enérgica de las injusticias que los patrones cometan para con sus obreros, es necesario que antes de acordar su aplicación se consulte por intermedio de los consejos locales a las demás sociedades federadas, a fin de que estudiadas por todas su oportunidad, su conveniencia y su forma de aplicación, pueda resultar beneficiosa y práctica, cortando el abuso y por consiguiente el desgaste de un resorte de tal importancia.
Igualmente deberán proceder antes de levantarlo, cuando las causas que originaron su aplicación hayan desaparecido.
Que los boicots existentes deben activarse, siempre que se coloquen dentro de los términos de este acuerdo.
Respecto de los alquileres recayó este acuerdo:
Considerando que ya existe una liga constituida contra los alquileres, el quinto congreso recomienda al Consejo Federal apoye toda iniciativa tendiente a ese fin.
Después de viva y prolongada discusión se resuelve que no haya en el Consejo Federal puesto rentado alguno.
Sobre el label: El congreso declara que siendo el label un arma poderosa de combate, recomienda su aplicación en las luchas gremiales; pero que no estando suficientemente difundido entre la clase trabajadora, se trate de hacerlo conocer a fin de que adquiera su eficacia necesaria.
La séptima sesión la preside Lavagnino, de Santa Fe. Se confirma la resolución del segundo congreso sobre la nocividad del trabajo nocturno, y se recomienda una activa propaganda y acción para abolirlo.
Se recomienda a las sociedades federadas una intensa propaganda para obtener la abolición de los certificados de conducta y para impedir por todos los medios de lucha posibles que se ponga en práctica el sistema llamado de la lista negra.
Sobre la actitud ante el incremento de la maquinaria se confirma la resolución del cuarto congreso: El congreso reconoce como factor eficiente del progreso y bienestar humanos el colosal desarrollo de la mecánica, pero recomienda a la clase trabajadora el estudio y la organización de sus fuerzas para llegar en breve plazo a la expropiación de los instrumentos de producción, los cuales, acaparados hoy por el capitalismo, son causa de la miseria reinante, pero entregados a los hombres productores serán el más grande auxiliar del hombre y los creadores de la gran riqueza social.
En lo referente a los contratos entre obreros y patrones y a sus consecuencias, se resuelve:
Comprendiendo que el contrato entre el trabajo y el capital se refiere a la contratación del trabajo por cuenta de las sociedades, el quinto congreso recomienda a las sociedades su anulación, por cuanto es perjudicial, pues fomenta la competencia y el egoísmo individual.
Se recomienda una activa propaganda antimilitarista y se discute con amplitud y acaloramiento sobre la necesidad de procurar la unión de las instituciones obreras del país, llegándose a este resultado:
Que el quinto congreso reconoce inútil, ineficaz y contraproducente todo pacto solidario escrito con la Unión General de Trabajadores, y recomienda al Consejo Federal la edición de un folleto y su gran difusión en el que se expliquen las causas de esta actitud del congreso y las razones que han primado en estas resoluciones.
Y al propio tiempo, como la F.O.R.A. no tiene absolutamente nada que ver con idealismos que pudieran dividir al obrero, acogerá en su seno a todos los obreros o grupos de obreros que deseen ingresar en sus filas.
Así como también le guía al congreso la consideración dé que la solidaridad no se decreta, es inherente a la especie.
Tal fue la respuesta a la carta de la Unión General de Trabajadores.
En cuanto al boicot a los vigilantes, el congreso reconoce que sólo por ignorancia pueden prestarse los hombres a ser enemigos entre sí, por lo que se acuerda una activa propaganda a fin de que los vigilantes dejen de ser nuestros enemigos y arrojen al fango la odiosa librea, símbolo de la desigualdad social y de la esclavitud de los pueblos.
Se conviene en activar la organización de la Federación Obrera Local Bonaerense y en estudiar los medios para organizar la Federación de rodados.
Se confirma la forma de organización dada a la F.O.R.A. en el cuarto congreso y recomendar a las sociedades federadas su implantación.
En la décima sesión, presidida por Montagnoli, se resuelve que en cada localidad se constituya un comité de patrocinio formado con delegados de las sociedades de la localidad. Estos comités harán sentir su acción no sólo local sino también en los lugares donde no se hubiesen constituido esos comités; para facilitar los medios pecuniarios a esos centros, se recomienda a las sociedades contribuyan con subvenciones, beneficios y listas de suscripción. Esos comités se pondrán de acuerdo con los análogos que tengan el mismo fin. Los comités de todas las localidades conservarán las relaciones entre sí.
Después de tres horas de animado debate se aprobó por 54 votos contra dos la declaración siguiente, presentada por la Federación Obrera Local Rosarina, la Federación Obrera Local de Santa Fe, los Panaderos de Lincoln y la F.O.R. Uruguaya:
El quinto Congreso Obrero Regional Argentino, consecuente con los principios filosóficos que han dado razón de ser a la organización de las federaciones obreras, declara:
Que aprueba y recomienda a todos sus adherentes la propaganda e ilustración más amplia, en el sentido de inculcar en los obreros los principios económicos y filosóficos del comunismo anárquico.
Esta educación, impidiendo que se detengan en la conquista de las ocho horas, les llevará a su completa emancipación y por consiguiente a la evolución social que se persigue.
En una de las últimas sesiones se aprueba una moción contra las sociedades patronales y sus agentes.
Notas
(1) La historia del cuchillito de mango negro era el argumento que la policía aplicaba a quienes quería tener un tiempo encerrados; hoy no se hace siquiera el simulacro de entonces y se retiene a los trabajadores un mes en la prisión por portación de armas, aun cuando jamás las hayan tenido.
(2) El 11 de agosto de 1905, Salvador Planas, como acto de protesta contra la masacre del 21 de mayo en Buenos Aires y contra las persecuciones a los trabajadores, atenta sin éxito contra el presidente Quintana.
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