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TRATADO TERCERO
CAPITULO XVI
410 De qué cosa es provincia, y del grandor y término de Tlaxcala, y de las cosas notables que hay en ella.
411 Tlaxcala es una ciudad en la Nueva España, y el mismo nombre tiene toda la tierra, aunque en ella hay muchos pueblos. Esta provincia de Tlaxcala es una de las principales de toda la Nueva España, de la cual, como ya tengo dicho, solían salir cien mil hombres de pelea. El señor y la gente de esta provincia anduvieron siempre con el marqués del Valle, y con los españoles que con él vinieron en la primera conquista hasta que toda la tierra tuvieron de paz y asosegada. En esta tierra a el pueblo grande que tiene debajo de sí otros pueblos menores, está en costumbre de llamarle provincia; y muchas de estas provincias tienen poco término y no muchos vecinos. Tlaxcala que es la más entera provincia y de más gente, y de las que más términos tiene en esta tierra, en lo más largo, que es viniendo de la Veracruz a México, tiene quince leguas de término, y de ancho tiene diez leguas.
412 Nace en Tlaxcala una fuente grande a la parte del norte, cinco leguas de la principal ciudad; nace en un pueblo que se llama Azumba (1), que en su lengua quiere decir del cabeza, y así es, porque esta fuente es cabeza y principio del mayor río de los que entran en el Mar del Sur, el cual entra en la mar por Zacatulo. Este río nace encima de la venta de Atlacatepec, y viene rodando por cima de Tlaxcala, y después toma a dar vuelta y viene por un valle abajo, y pasa por medio de la ciudad de Tlaxcala y cuando a ella llega viene muy poderoso, y pasa regando mucha parte de la provincia. Sin éste, tiene otras muchas fuentes y arroyos, y grandes lagunas, que todo el año tienen agua y peces pequeños.
413 Tienen muy buenos pastos y muchos, adonde ya los españoles y naturales apacientan mucho ganado. Asimismo tienen grandes montes, en especial a la parte del norte tiene una muy grande sierra, la cual comienza a dos leguas de la ciudad y tienen otras dos de subida hasta lo alto. Toda esta montaña es de pinos y encinas; en lo alto lo más de los años tiene nieve, la cual nieve en pocas partes de esta Nueva España se cuaja, por ser la tierra muy templada; esta sierra es redonda; tiene de cepa más de quince leguas, y casi todo es término de Tlaxcala. En esta sierra se arman los nublados, y de aquí salen las nubes cargadas que riegan a Tlaxcala y a los pueblos comarcanos; y así tienen por cierta señal que tiene de llover cuando sobre esta sierra ven nubes, las cuales nubes se comienzan comúnmente a ayuntar desde las diez de la mañana hasta el mediodía, y desde allí hasta hora de vísperas se comienzan a esparcir ya derramarse, las unas hacia Tlaxcala, otras hacia la ciudad de los Angeles, otras hacia Huexuzinco, la cual es cosa muy cierta y muy de notar; y por esta causa antes de la venida de los españoles tenían los indios en esta sierra grande adoración e idolatría, y venía toda la tierra de la comarca aquí a demandar agua, y hacía muchos y muy endiablados sacrificios en reverencia de una diosa que llamaban Matlalcuey, y a la misma sierra llamaban del mismo nombre de la diosa Matlalcuey, que en su lengua quiere decir camisa azul, porque ésta era su principal vestidura de aquella diosa, porque la tenían por diosa del agua; y porque el agua es azul vestíanla de vestidura azul. A esta diosa y al dios Tlaloc tenían por dioses y señores del agua. A Tlaloc tenían por abogado y por señor en Tezcuco y en México y sus comarcas y a la diosa en Tlaxcala y su provincia (esto se entiende que el uno era honrado en la una parte y el otro en la otra); mas toda la tierra a ambos juntos demandaban el agua cuando la habían menester.
414 Para destruir y quitar esta idolatría y abominaciones de sacrificios que en esta tierra se hacían, el buen siervo de Dios fray Martín de Valencia subió allá arriba a lo alto y quemó todos los ídolos y levantó y puso la señal de la cruz, e hizo una ermita a la cual llamó San Bartolomé, y puso en ella a quien la guardase y para que nadie allí más invocase al demonio trabajó mucho dando a entender a los indios cómo solo Dios verdadero es el que da el agua y que a Él se tiene de pedir. La tierra de Tlaxcala es fértil, cógese en ella mucho maíz, frijoles, y ají; la gente en ella es bien dispuesta, y la que en toda la tierra más ejercitada era en las cosas de la guerra; es la gente mucha y muy pobre, porque de sólo el maíz que cogen se han de mantener y vestir, y pagar los tributos. Está situada Tlaxcala en buena comarca, porque a la parte de occidente tiene a México a veinte leguas, a el mediodía tiene la ciudad de los Ángeles, a cinco leguas, y el puerto de la Veracruz a cuarenta leguas.
415 Está Tlaxcala partida en cuatro cabezas o señoríos. El señor más antiguo y que primero la fundó edificó en un cerrejón alto que se llama Tepetipac, que quiere decir encima de sierra, porque desde lo bajo por a donde pasa el río, y ahora está la ciudad edificada, a lo alto del cerrejón que digo, hay una legua de subida. La causa de edificar en lugares altos era las muchas guerras que tenían unos con otros; por lo cual para estar más fuertes y seguros, buscaban lugares altos y descubiertos, adonde pudiesen dormir con menos cuidado, pues no tenían muros ni puertas en sus casas, aunque en algunos pueblos había albarradas y reparos, porque las guerras eran muy ciertas cada año. Este primer señor que digo tiene su gente y señorío a la parte del norte. Después que se fue multiplicando la gente, el segundo señor edificó más bajo en un recuesto o ladera más cerca del río, la cual población se llama Ocutubula (2), que quiere decir pinar en tierra seca. Aquí estaba el principal capitán de toda Tlaxcala, hombre valeroso y esforzado que se llamó Maxiscazi (3), el cual recibió a los españoles y les mostró mucho amor, y les favoreció en toda la conquista que hicieron en esta Nueva España. Aquí en este barrio era la mayor frecuencia de Tlaxcala, y adonde concurría mucha gente por causa de un gran mercado que allí se hacia. Tenía este señor grandes casas y de muchos aposentos; y en una sala de esta casa tuvieron los frailes de San Francisco su iglesia tres años y después de pasado a su monasterio tomó allí la posesión el primer obispo de Tlaxcala, que se llamaba don Julián Garcés, para iglesia catedral, y llamó la Santa María de la Concepción. Este señor tiene su gente y señorío hacia la ciudad de los Ángeles, que es a el mediodía.
416 El tercero señor edificó más bajo el río arriba; llámase el lugar Tizatlán, que quiere decir lugar adonde hay yeso o minero de yeso; y así lo hay mucho y muy bueno. Aquí estaba aquel gran señor anciano, que de muy viejo era ya ciego; llamábase Xicoténcath (4). Este dio muchos presentes y bastimentos al gran capitán Hernando Cortés; y aunque era tan viejo y ciego, se hizo llevar harto lejos a recibirle al dicho capitán; y después le proveyó de mucha gente para la guerra y conquista de México, porque es el señor de más gente y vasallos que otro ninguno. Tiene su señorío a el oriente.
417 El cuarto señor de Tlaxcala edificó el río abajo, en una ladera que se llama Queauztlan (5). Este también tiene gran señorío hacia la parte de poniente, y ayudó también con mucha gente para la conquista de México; y siempre estos tlaxcaltecas han sido fieles amigos y compañeros de los españoles en todo lo (que) han podido; y así los conquistadores dicen que Tlaxcala es digna de que su Majestad le haga muchas mercedes, que si no fuera por Tlaxcala, que todos murieran cuando los mexicanos echaron de México a los cristianos, si no los recibieran los tlaxcaltecas.
418 Hay en Tlaxcala un monasterio de frailes menores razonable; la iglesia es grande y buena. Los monasterios que hay en la Nueva España para los frailes que en ellos moran bastan, aunque los españoles se les hacen pequeños, y cada día se van haciendo las casas menores y más pobres; la causa es porque a el principio edificaban según la provincia o pueblo era, grande o pequeño, esperando que vendrían frailes de Castilla, y también los que acá se criarían, así españoles como naturales, pero como han visto que vienen pocos frailes, y que las provincias y pueblos que los buscan son muchos, y que les es forzado repartirse por todos, una casa de siete u ocho celdas se les hace grande; porque fuera de los pueblos de españoles, en las otras casas no hay más de cuatro o cinco frailes. Tornando a Tlaxcala, hay en ella un buen hospital y más de cincuenta iglesias pequeñas y medianas, todas bien aderezadas.
419 Desde el año 1537 hasta éste de 40 se ha ennoblecido mucho la ciudad, porque para edificar son ricos de gente y tienen muy grandes canteras de muy buena piedra. Ha de ser esta ciudad muy populosa y de buenos edificios; porque se han comenzado a edificar en lo llano par del río, y lleva muy buena traza; y como en Tlaxcala hay otros muchos señores después de los cuatro principales, y que todos tienen vasallos, edifican por muchas calles, lo cual ha de ser causa que en breve tiempo ha de ser una gran ciudad. En la ciudad y dos o tres leguas a la redonda casi todos son nauales, y hablan la lengua principal de la Nueva España que es de nahuatl. Los otros indios desde cuatro leguas hasta siete, que esto tienen de poblada, y aun no por todas partes, son otomíes, que es la segunda lengua principal de esta tierra. Sólo un barrio o parroquia hay de pinomes (6).
Notas
(1) Otumba.
(2) Ocotelolco.
(3) Maxixcatzin.
(4) Xicotencatl.
(5) Quiahuiztlan.
(6) Grupo dominado, casi extinguido en la época en que escribía Motolinia, por los tlaxcaltecas.
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