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EL MAGONISMO EN BAJA CALIFORNIA
Selección y notas, Pablo L. Martinez
CAPÍTULO QUINTO
LAS MUECAS DE UN PAYASO
QUIEN ERA RICHARD O DICK FERRIS
Richard o Dick Ferris, el hombre a quien erróneamente se atribuye haber financiado al magonismo con el supuesto fin de separar la Baja California de México para anexarla después a los Estados Unidós, nació en el Este, de la Unión Norteamericana y, a los 16 años era paje, bell boy o mandadero en el Senado de su país, en Washington. A los 20 años era empleado de ferrocarriles y a los 22 se dedicó al teatro: fue un actor, un cómico, por el resto de su vida. Cuando se radicó en California se ocupó en la promoción de espectáculos públicos, pero no era él mismo un empresario capitalista, sino un organizador. Nunca fue, por lo tanto, millonario, como se dice con mucha facilidad. Tenía también mucho de tahur, de borracho y de tenorio.
En 1910 jugó como candidato a vice-gobernador de California, E. U., y perdió por corto margen. Sabía muy bien lo que para él significaba la publicidad y esto era lo que buscaba en sus descabellados proyectos acerca de Baja California. Estos proyectos nunca llegaron a tener ninguna seriedad ni significaron un verdadero peligro para México.
Apareció Ferris en el horizonte, en un ambiente propicio a sus hazañas claunescas, al estallar la revolución de 1910 y, sobre todo, cuando los magonistas invadieron la Baja California, como uno de esos tipos espontáneos y oportunistas que roban cámara, como se dice hoy. Nada tuvo que ver con la actuación de los Flores Magón y de su Partido Liberal Mexicano. No fue propuesto ni menos proclamado presidente de la República de Baja California, que tampoco existió ni como hecho ni como intento, excepto en la jocosa imaginación del payaso. Todo lo que se dijo de esto fue auto-propaganda de él mismo. Quería que su nombre corriera de boca en boca, porque eso le dejaba dinero. Después que pasó lo de Baja California se fue a Los Angeles, donde en unión de su esposa, que también era cómica, actuaba en una comedia titulada El Hombre de México y al terminar la representación de ésta ofrecía una pantomima que consistía en una dramatización de su supuesto nombramiento de Presidente de la República de Baja California, es decir, continuaba aprovechando las circunstancias que había creado habilidosamente por medio de sus declaraciones atrevidas y al mismo tiempo huecas.
FERRIS PIDE AL GRAL. DIAZ QUE LE ENTREGUE BAJA CALIFORNIA
El día 6 de febrero de 1911 Ferris dirigió desde San Francisco al Gral. Porfirio Díaz el siguiente mensaje:
Los despachos de prensa indican la probable toma de la Baja California por los insurrectos. Esto interfiere con los esfuerzos bien organizados e influyentemente apoyados de someter a Ud. la proposición de que nos entrege la Baja California a una comisión de los ciudadanos norteamericanos que sean aceptables para Ud., con el fin de establecer una moderna República, con gobernantes progresistas, que llevará el nombre de República de Díaz, que cambie el mapa del mundo. y perpetúe su respetable nombre, en vista de la terminación del Canal de Panamá, que no puede menos que resultar de un tremendo valor comercial para su apreciable República. Los hombres que apoyan este movimiento están contra los revolucionarios y son previsores y progresistas espíritus norteamericanos que quieren que se les identifique y quienes tienen el mayor deseo de honrar vuestro nombre.
Esta comisión de 100 tiene recursos ilimitados, individual y colectivamente, y desean dedicar sus vidas al establecimiento de un gobierno moderno que sirva de ejemplo al mundo. ¿Recibirá oficialmente una comisión? Conteste.
El interpelado respondió: por ningún motivo aceptaría proposición, que rechazo enérgicamente.
Entonces Ferris envió al Gral. Díaz un segundo mensaje en que lo amenazaba con organizar una invasión filibustera para tomar la península por su negativa a entregarla voluntariamente. Publicó en dos periódicos de Nueva York un anuncio en que solicitaba mil hombres para formar la dicha expedición. En la correspondencia diplomática reproducida en este mismo folleto se puede ver la poca seriedad que al asunto concedió el gobierno mexicano. Pero habrá que observar que este señor apenas intentaba o pensaba hacer lo que decía y los magonistas estaban ya dentro de la península, con lo cual podrá convencerse el más torpe de que una y otra cosa eran absolutamente distintas. Nunca se vieron los efectos de estas bravatas, salvo en la confusión intencionada que empezó a hacerse en California y en la península con objeto de desacreditar al movimiento magonista, atribuyéndole complicidad no solo con Ferris, sino lo que es mas, con los Estados Unidos, para segregar la Baja California.
FERRIS SE AUTOPROCLAMA PRESIDENTE DE BAJA CALIFORNIA
El payaso permanece entre bambalinas de febrero a mayo de 1911 hasta que la campanilla lo vuelve a llamar a escena, cuando los magonistas tomaron Tijuana, y el hombre tuvo entonces la oportunidad de representar otro acto de la comedia que había iniciado desde febrero.
Ahora se encontraba en San Diego como Jefe de Publicidad de la Feria California-Panamá que se preparaba para el mes de julio del año de los hechos y tenía, por tal circunstancia, constante trato con los periodistas, por el puesto que ocupaba. Tal circunstancia le dio ocasión de valerse de las columnas de los periódicos para conectar su nombre con lo que pasaba en territorio mexicano, simulando que los revolucionarios se entendían con él. Todo esto culminó con la falsa noticia de que se había creado una nueva República en Baja California. y que Ferris había sido electo Presidente de la misma. El simple análisis del reportazgo correspondiente nos revela que se trata, como efectivamente lo era, de una versión carnavalesca, muy de acuerdo con el personaje que la inspiraba. Está publicado el mencionado reportazgo en The San Diego Union del 3 de Junio y dice así:
Aunque se dice que han fundado una nueva República, que será conocida por la República unida de Baja California o la República de Madero e Baja California, si es que hacen la paz con Madero, y han elegido a Dick Ferris Presidente, también se dice que los insurrectos de Tijuana se enfrentan al momento más crítico de su campaña.
Aunque con el valor de un nuevo líder civil y la confianza de que su jefe militar, el general Pryce, volverá pronto y asumirá el mando, los insurrectos pueden dentro de 24 horas ser atacados por los 500 hombres de Mayol y sufrir posteriormente un ataque de Figueroa o Vilioen, ataques que han sido planeados deliberadamente para hacer una matanza.
Hablando por los insurrectos dijo Ferris anoche que hay 400 o 500 hombres en Tijuana, que las ametralladoras y municiones, cuya llegada se había esperado por tanto tiempo, están disponibles ...
Ferris no ha aceptado todavía la Presidencia Provisional de la Baja California. Esta estudiando la manera de ayudar a los insurrectos en todo lo posible. Al efecto, tomó ayer estos acuerdos: que sea arriada la bandera roja el lunes y que en su lugar se ize una nueva bandera con trece barras rojas y blancas, con una estrella grande en un campo azul en el centro; que se convoque a un congreso constituyente y se notifique a Madero y se le pida reconozca a los insurrectos y los recompense. Ferris sale hoy para Los Angeles a conferenciar con el General Pryce y, si es posible, inducirlo a que vuelva a hacerse cargo del ejército. En relación con los planes acerca de los insurrectos, Ferris dijo:
La nueva bandera se izará. el lunes por la mañana o tal vez un día antes, si vuelvo a tiempo. Entonces se convocará a un Congreso Constituyente y se organizará un gobierno provisional completo, en el supuesto de que se hubiere establecido comunicación con Madero, ya sea por un enviado especial de aquí o por telégrafo.
Se pedirá a Madero que sean reconocidos los servicios de estos hombres y se le hará ver que es deseo unánime del alto mando que se forme una nueva República y se organice un gobierno provisional, con la garantía de absoluta paz y protección de los negocios actuales y de los habitantes; que si es necesario están dispuestos a aportar quince millones, costo de la actual revolución (se refiere a la maderista) y que en honor de la señalada victoria de Madero la nueva República se llamará la República de Madero.
El reportazgo es más largo, pero sigue repitiendo las mismas cosas atropelladamente. No es indispensables desmenuzarlo punto por punto para que se vea que esto fue una fabricación especial del tipo que se ha indicado: una broma de carnaval jugada a los revolucionarios de Tijuana. Lo que se acaba de copiar es todo lo que sirve de base a la versión del filibusterismo separatista. ¿Con que Madero iba a aceptar no sólo entregar la Baja California, sino que, además, tenía que recompensar a los que se la andaban llevando, por el gran servicio que habían prestado?
En Tijuana, pues, no había pasado nada; el asunto era una componenda de Ferris en San Diego. El mismo periódico que le dio cabida dijo otro día que había sido una broma. Ferris lo confirmó así en numerosas declaraciones a la prensa y en actuaciones judiciales posteriormente. Para él este chisme había sido un chiste publicitario y nada más. Sin embargo, el escritor Rómulo Velasco Ceballos, tomó este material y acomodándoño a sus fines, hizo aparecer en su libro -del que se habla en la introducción- que el acto de proclamación realmente había ocurrIdo, descrIbIendolo como sigue:
... el Cap. James, a quien Pryce había dejado al frente de las fuerzas filibusteras en Tijuana, procedía por su propia cuenta, más osadamente que todos, a realizar el objeto del movimiento filibustero: erigir la República de Baja California y colocar en ella al indicado millonario Dick Ferris. El Cap. James, en efecto, apenas acababa de ausentarse Pryce, reunió a todos los filibusteros y les dirigió la palabra en términos perfectamente claros: les dijo que la lucha que venían sosteniendo desde hacía cuatro meses no tenía más objeto que eregir una República en el Territorio de la Baja California, y que para ello había los elementos de dinero necesarios.
De todo lo que hablan los periódicos de San Diego acerca de éste James, resulta que no pertenecía siquiera, a las fuerzas revolucionarias ni había estado antes en Tijuana; por tanto, no podía haber estado al frente de los rebeldes, cuando ese puesto, al irse Pryce el 30 de mayo, lo ocupó inmediatamente un capitán Tamlin y tres días después lo sustituyó Mosby. Andaba el tal Louis James en esos días en San Diego ayudando a Ferris a hacer su mitote y haciendo declaraciones constantemente a los periódicos de que él sería nombrado jefe de los revolucionarios en un futuro inmediato, que señalaba para el 5 de junio. En esa fecha pasó, efectivamente, a territorio mexicano, llevando en la parte delantera de un coche la bandera de que había hablado Ferris; pero al descubrirlo los magonistas, que ya se habían enterado por los periódicos de lo de la bandera de Ferris, lo aprehendieron y quemaron la mencionada bandera inmediatamente, sin que ésta hubiera llegado a izarse, como lo aseguran, de buena o mala fe, muchas gentes. James estuvo en grave peligro de ser pasado por las armas, más al fin le perdonaron la vida y lo soltaron con la condición de que no volviera más a territorio mexicano.
Ferris, por su lado, corrió a Los Angeles, no a buscar a Pryce, como lo declaró: antes bien, se fue huyendo del riesgo en que se colocó al hacer mofa de los revolucionarios, pues su vida no estaba segura en San Diego, donde había un fuerte núcleo de radicales que compartían la ofensa que habían recibido de su parte los revolucionarios de Tijuana. Estos últimos, a su vez, no queriendo dejar duda acerca de que era falsa la información de The San Diego Union, redactaron estos boletines, que aparecieron el día siguiente en el mismo periódico que había publicado lo de Ferris, en la primera plana de la segunda sección, a todas luces como inserción pagada:
En respuesta a los despachos que se han publicado relativos a la inauguración de una nueva República en la Baja California, el Gral Jack Mosby, actualmente al mando de las fuerzas liberales en Tijuana, expidió ayer las siguientes declaraciones oficiales:
No será creada ninguna nueva República en la Baja California por los liberales.
Dick Ferris no tiene absolutamente nada que ver con el movimiento revolucionario y su presencia en Tijuana no es deseable.
El presente movimiento revolucionario en México está dirigido por el Partido Liberal Mexicano; y las fuerzas de la primera y Segunda Divisiones del ejército liberal están incondicionalmente a las órdenes de la Junta de dicho Partido Liberal.
La lucha no se realiza en beneficio de Dick Ferris ni de los capitalistas norteamericanos, sino exclusivamente en favor de la clase trabajadora.
La Baja California no será separada del resto de México; pero la revolución continuará en todos los Estados Unidos de México hasta que el pueblo se vea libre del presente despotismo militar y de la esclavitud; hasta que el peonaje sea abolido y las tierras robadas al pueblo por los capitalistas mexicanos y extranjeros, les sean devueltas.
J. B. Mosby.
General Comandante de la Segunda División del Ejército Liberal.
Bert Laflin, Segundo en Jefe.
Tijuana, B. C., junio 3 de 1911.
El otro boletín reza de este modo:
Como secretario de la Junta del Partido Liberal Mexicano y Presidente de la Comisión que maneja los asuntos civiles de Tijuana y sus alrededores, me permito manifestar que todos los informes acerca de que se ha creado una nueva República en Baja California son absolutamente falsos.
Todas las fuerzas revolucionarias que operan hoy en México están supeditadas al Partido Liberal Mexicano. Estos soldados liberales luchan en armonía y todos por el mismo glorioso principio: Tierra y Libertad. Estos liberales continuarán combatiendo hasta que el trío capitalista Díaz-Madero-De la Barra, que ha esclavizado a la clase trabajadora, sea derrocado.
La pública oposición de la llamada Junta de San Diego al avance sobre Ensenada y a cualquiera otra actividad revolucionaria, no tiene ningún fundamento. No existe tal Junta de San Diego y quienes se hagan pasar por Junta de San Diego, son impostores.
Todos los hombres que hay ahora en Tijuana se encuentran bajo las órdenes del Gral. Mosby; y todos los negocios civiles de Tijuana y su territorio están manejados por una comisión civil nombrada por la Junta. Esta comisión está integrada por mexicanos.
Los liberales mexicanos han sido invitados a establecerse y a levantar sus hogares en el territorio actualmente en nuestro poder.
Antonio de P. Araujo.
Secretario de la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano.
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