La tarde del 14 de marzo pasó a territorio mexicano, por Columbus, la primera columna de las fuerzas americanas encargadas de perseguir a Francisco Villa.

El general John J. Pershing, al mando del 13avo. regimiento de caballería, encabezaba la expedición. Seguían a ese cuerpo el 6° y el 16° de infanteria y el 1° de artillería de montaña, cerrando la marcha el tren de carros, los cuarteles del Estado Mayor, el cuerpo aéreo compuesto de varios aeroplanos sobre automóviles y algunas tropas cubriendo la retaguardia.

Doscientos vaqueros americanos, mandados traer de los ranchos de Sonora y de Chihuahua, acompañaban a la expedición, a la que también se agregarían cien mormones establecidos en Casas Grandes.

El total de soldados que llevaba a sus órdenes el general Pershing, era de seis mil.

A media noche del mismo día 14, el general Pershing, debidamente escoltado, tuvo una conferencia sobre la línea divisoria con el general Bertani, jefe de la guarnición de Palomas, y a las diez de la mañana del día siguiente estuvo en Columbus el mayor Zavala, del Estado Mayor de dicho Bertani, a participar que nadie dentro de la zona del mando de éste, se opondría al avance de la expedición punitiva.

En tanto que eso pasaba en Columbus y Palomas, en El Paso, Tex., se organizaba otra columna que pasaría a México por un punto inmediato a Ciudad Juárez y que tomaría el ferrocarril del noroeste, a siete millas de distancia de dicha población.

Se procuró que esas tropas no pasaran por Ciudad Juárez, como primeramente se había dispuesto, para evitar que aquel pueblo, que estaba sumamente excitado, hiciera manifestaciones que pudieran comprometer más aún la situación.

Fuerzas movilizadas violentamente de Galveston, de San Diego, California y de otros muchos puntos así de distantes, formaban la nueva columna.

Un telegrama de El Paso. Tex., de marzo 15, decía lo siguiente:

El consentimiento de Carranza para que entraran tropas americanas a México, fue recibido antes de que dichas fuerzas se movieran. Según declaración de los empleados carrancistas, las tropas del Primer Jefe recibieron órdenes terminantes de no demostrar oposición.

Asegúrase que no se les han dado instrucciones a las tropas de Carranza para la persecución de Villa, pero Gavira dijo anoche que su gobierno desea ardientemente la captura del bandolero y hará todo lo que esté de su parte para lograr ese fin. Las tropas de Carranza obrarán independientemente de las fuerzas americanas.

El cónsul carrancista Andrés García, cuando supo de la entrada de las fuerzas americanas, dijo:

Nuestras tropas cooperarán en la persecución de Villa. Bertani y Gavira están bien entendidos de que ellos y sus fuerzas deberán prestar amplia cooperación.

Presentación de Omar Cortés	Décimotercer comentario - Descontento en el pueblo	Décimoquinto comentario - Una declaración de Gavira	Biblioteca Virtual Antorcha