El primero de abril publicó toda la prensa de los Estados Unidos, con grandes títulos la noticia de que el día anterior había sido sorprendida una partida de villistas, al mando del cabecilla Eliseo Hernández, por las fuerzas de caballería americana a las órdenes del coronel Dodd.

Era la primera vez que las tropas de la expedición punitiva daban alcance a las turbas del asaltante de Columbus, y el hecho, por lo mismo, merecía que la prensa le dedicara varias columnas de letra menuda.

Había comunicado la noticia, desde el rancho de San Jerónimo, el mismo general Pershing, jefe de la expedición punitiva, y no podía, en consecuencias, quedar duda sobre el particular.

El hecho era cierto; ahora, en cuanto a la manera de referirlo, ya vería cada periódico cómo se las arreglaba para sacarle más partido.

Según las noticias de la prensa, una partida villista compuesta de unos quinientos hombres, había ocupado la población de Guerrero, en Chihuahua, dos o tres días antes, y habiendo tenido conocimiento de ello el coronel Dodd, emprendió una marcha con fuerzas de caballería hacia aquel lugar, a donde llegó en diecisiete horas y sorprendió a los villistas; los cuales, al verse sorprendidos, emprendieron la retirada, sosteniendo nutrido tiroteo con los americanos que los perseguían, y que precisamente por eso, por el tiroteo, no les dieron alcance, a pesar de haberlos perseguido varias leguas.

Decía el general Pershing en su despacho, que durante el combate habían muerto treinta villistas, entre ellos su jefe Eliseo Hernández, y que los americanos había tenido cuatro heridos.

En la misma forma refirieron el suceso las autoridades de Ciudad Juárez y el cónsul Andrés García, en El Paso, Texas. Ese cóndul informó al mismo tiempo que había recibido un telegrama del general Luis Herrera, en el cual le manifestaba que al frente de mil doscientos hombres salía de la ciudad de Chihuahua para Temósachic, y que estaba resuelto a capturar a Villa y ejecutarlo tan luego como lo consiguiera, y que enviaría la cabeza del bandido a El Paso, para que todo el mundo lo viera.

Lo cierto es que con el primer triunfo de la caballería americana, tanto las tropas mexicanas como las de la punitiva vieron muy proxima la caída de Villa.

Decía, por ejemplo, Pershing, en su mensaje:

Con Villa inutilizado, López herido y Hernández muerto, los villistas se encuentras en una crítica situación.

Y se decía también en otro mensaje:

Créese que con las dos columnas de la caballería del coronel Dodd que van tras de Villa y la columna que salió de Chihuahua al mando de Luis Herrera y que hará frente a las tropas villistas, el jefe rebelde no podrá escapar de ser capturado. La opinión en los círculos militares es de que la persecución de las tropas americanas y mexicanas, será en lo de adelante muy activa, y que lo probable es que Villa sea capturado solo. En el combate de Guerrero no se hizo uso de la artillería ni de ametralladoras; porque según se dice, los villistas estaban dormidos cuando fueron sorprendidos por las tropas americanas del coronel Dodd.

Así fue como se verificó el primer encuentro entre las tropas de la expedición punitiva y la partida de salteadores de Columbus.

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