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Alfonso Quiroga
MÉXICO EN 1916
TERCER COMENTARIO
ARGUMEDO EN LA LAGUNA
Cuando más preocupado se hallaba el gobierno del señor Carranza por las rivalidades que comenzaban a presentarse entre algunos de sus mismos componentes y muchos militares que no creían debidamente reompensados sus sacrificios a la causa, y cuando la falta de fondos para hacer frente aun a las más urgentes necesidades de la administración, parecían anunciar un pronto y completo fracaso para el constitucionalismo, apareció de improviso en la región lagunera el jefe rebelde Benjamín Argumedo.
Argumedo, en la Laguna, era un formidable enemigo del constitucionalismo.
Aquel guerrillero que había ganado fama de audaz y valiente, primero en la revolución maderista y después, ya general irregular, defendiendo a la administración huertista, acababa de hacer la travesía desde Oaxaca a la frontera, y en Coahuila y en Durango levantaba partidas a toda prisa para combatir a Carranza.
En muy pocas semanas, las gentes de Argumedo tomaron plazas de Durango y de Coahuila tan importantes como Mapimi, Lerdo, Gómez Palacio, San Pedro de las Colonias y otras. Su objetivo era Torreón, y aunque se dijo mucho que había llegado a entrar en esa ciudad y permanecido en ella algunas horas, parece ser que no logró realizar ese intento.
En los días en que tal sucedía, se había visto obligado el gobierno de facto a reducir sus guarniciones de Monterrey, Saltillo, Torreón y otras importantes plazas, para formar la poderosa división que llevara a Chihuahua el general Jacinto B. Treviño, encargado de contener el avance villista, que todavía se manifestaba amenazador en aquel estado.
Como las operaciones militares de Argumedo en la región de La Laguna casi se redujeron, puede decirse, al asalto de pueblo para hacerse de medios con que seguir combatiendo, sin intentar, jamás, una ofensiva en forma, logró al fin, el carrancismo, tras varios triunfos y reveses, volver a quedar dueño de un campo tan rico y que tan útil era para el desarrollo de ulteriores operaciones.
Lo único que en realidad consiguió Argumedo, con ese movimiento, según las versiones más dignas de ser creídas, fue evitar que el gobierno del señor Carranza, como parecía tenerlo pensado, se apoderara de la cosecha de algodón de La Laguna.
Argumedo, a lo que parece, estaba con anterioridad comprometido con muchos agricultores a salvarles sus cosechas, lo mismo fuera de los villistas que de los carrancistas, y lo cumplió.
Así, al menos, se refiere el caso en Torreón y otros lugares de la comarca lagunera.
Nosotros decimos lo que se dice. Y nada más.
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