Desde los primeros días de agosto se supo en casi todo el norte del país que una parte de la guarnición de Ciudad Juárez trataba de sublevarse. Y a pesar de los insistentes rumores que sobre el particular circulaban, solamente hasta el día 6 pudo confirmarse la noticia y esto fue porque la víspera, es decir, el día 5, el coronel carrancista Mariano Tamez, que con su gente formaba parte de dicha guarnición, salió de la plaza yéndose rumbo al sur, y manifestando al mismo tiempo que se apartaba de las filas del gobierno para combatirlo.

Las razones aducidas por Tamez para justificar su actitud, estaban comprendidas en un manifiesto que lanzó e hizo circular profusamente. Decía que interpretando el sentir nacional, se lanzaba a la revolución para contribuir a la destrucción del gobierno de Carranza.

Después de declarar que se afiliaba a la bandera del Partido Legalista, ofrecía dar todas las garantías posibles tanto a los nacionales como a los extranjeros, asegurando que las tendencias de este partido eran solamente de reconstrucción.

Respecto a la cantidad de gente armada que anduviera a las órdenes de Tamez, nunca llegó a saberse con exactitud, pues unas veces se aseguró que sus fuerzas se componían solamente de cien hombres, y otras que los que lo seguían eran cerca de quinientos soldados. De lo que sí se tuvo la certeza fue de que en Ojo Samaluya, punto distante unas treinta millas de Ciudad Juárez, al sur, se le unió un grupo de soldados carrancistas que habían desertado pocos días antes.

Tamez siguió sus operaciones por el rumbo en que se había levantado, y aunque el gobierno envió inmediatamente algunas fuerzas en su persecución, nunca llegaron a darle alcance.

La coincidencia de que casi al mismo tiempo que Tamez se sublevaba, Francisco Villa cargaba con furia sobre varias plazas cercanas a Chihuahua, hizo suponer que uno y otro llegarían a un acuerdo para combinar la campaña, como parece haber sucedido al fin, pues más tarde se ha mencionado con frecuencia el nombre de Tamez al darse noticia de los acontecimientos originados por el movimiento que dirigía Villa.

Una razón más que hubo para que se supusiera esa inteligencia entre ambos, fue la de que Tamez, antes de ser carrancista, había pertenecido a las fuerzas de Francisco Villa y de las cuales se separó porque según había manifestado deseaba retirarse a la vida privada, acogiéndose a la amnistía concedida por Alvaro Obregón.

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