Indice de El doloroso parto de la Revolución Mexicana | Presentación de Omar Cortés | NOVIEMBRE DE 1914 | Biblioteca Virtual Antorcha |
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Omar Cortés El doloroso parto de la (Los nueve meses que conmovieron a México) ACLARACIÓN Nuevamente abordamos el apasionante tema de la Soberana Convención Revolucionaria (1), auxiliándonos, en esta ocasión, de una Bitácora diaria, extraída del excelente trabajo realizado por el tabasqueño Alfonso Taracena, La verdadera Revolución Mexicana. Tercera etapa (1914-1915), editada en el año de 1960 por Editorial Jus. Al recuento de acontecimientos cotidianos, hemos añadido nuestros comentarios y sugerencias, colocando en letra azul y texto subrayado los respectivos links para que el lector interesado, al clickear sobre ellos, se le abra una ventana flotante, en la que podrá consultar el texto sugerido o, visualizar el video recomendado. Quizá sea conveniente que el lector configure el tamaño de esa ventana flotante, con el objeto de que pueda visualizar tanto el texto del ensayo que aquí colocamos, al igual que la referencia sugerida. Téngase presente que pueden mantenerse abiertas varias ventanas flotantes, y que pueden maximizarse o minimizarse, según sea el deseo del lector.
Abril del 2011 Nota (1) Véase, López, Chantal y Cortés, Omar, La Soberana Convención Revolucionaria (1914-1915), Biblioteca Virtual Antorcha, texto, captura y diseño, López, Chantal y Cortés, Omar, México, primera edición cibernética, agosto del 2010.
OCTUBRE DE 1914 1° de octubre Arriba a Mazatlán, Sin., Maclovio Herrera con 179 hombres. Efectúase la junta previa de la Convención General, en la Cámara de Diputados, designándose una comisión revisora de credenciales. Obregón y otros convencieron a Carranza ya, de que la Convención General se celebre en Aguascalientes. - Telegrama de Villa fechado hoy en Zacatecas y recibido hoy mismo en la Comisión permanente de Pacificación. Dice que atendió a los comisionados que llegaron a Zacatecas y le dejaron muy buena impresión. Espera todo se arreglará pacíficamente. - Carranza dice a Obregón que jamás entregará el país a Villa, cuya ignorancia será siempre un peligro. - Principian los ataques de 5,000 maytorenistas contra Naco, Son., defendida por Calles y Hill con 1,500 hombres. Comentario La Soberana Convención Revolucionaria emergió como alternativa ante las discrepancias entre Francisco Villa y Venustiano Carranza generadas a raíz de la insubordinación del primero en relación a la toma de Zacatecas, puesto que, desoyendo las órdenes expresamente giradas por Venustiano Carranza, lanzóse a tomar la susodicha plaza, lográndolo y propiciando con ello un severísimo golpe al Ejército Federal sostén del régimen de Victoriano Huerta. Sin embargo, aquella indisciplinada acción traería como consecuencia un fortísimo enfrentamiento entre Carranza y Villa, mismo que amenazaba con llevar a la escisión del Ejército Constitucionalista. La intervención de un nutrido grupo de generales constitucionalistas buscó evitar que el asunto fuese más lejos convirtiéndose en la base de una guerra civil por nadie deseada. Para ello, se convocó a una reunión en la ciudad de Torreón a la que asistieron representaciones de ambos jefes, emergiendo los Tratados de Torreón, en los cuales acordose que una vez tomada la ciudad de México y finiquitado el regimen espúreo encabezado por Victoriano Huerta, se convocaría a una Convención entre los generales del Ejército Constitucionalista. Como punto importante de aquellos Tratados, debemos mencionar la propuesta de adicionar al Plan de Guadalupe, la convocación, una vez triunfante la Revolución, de una Convención en la que se fijaría la fecha en que se verifiquen las elecciones para el cargo de Presidente de la República, quien de inmediato habría de convocar a elecciones locales, a la vez que formularía el programa del gobierno revolucionario. Así, una vez triunfante la Revolución Constitucionalista, y a instigación de los generales Francisco Villa y Alvaro Obregón, Venustiano Carranza convino en convocar la susodicha Convención en la ciudad de México. Para más detalles, véase, Alessio Robles, Vito, La respuesta de Carranza a los Generales Villa y Obregón, y su convocatoria para la Convención, Biblioteca Virtual Antorcha, México, Captura y diseño, López, Chantal y Cortés, Omar, Primera edición cibernética, julio del 2003 2 de octubre Se discuten en el seno de la segunda Junta previa de la Convención, los dictámenes de credenciales y hace la designación de varias comisiones la Directiva integrada por el general Eulalio Gutiérrez como Presidente; los generales Francisco Murguía y Francisco de P. Mariel como Vicepresidentes; y como secretarios los tenientes coroneles Marciano González y Federico Montes y los coroneles Gregorio Osuna y Samuel M. Santos. Se han formado bandos de civilistas y militaristas, encabezados por don Luis Cabrera y el general Obregón, respectivamente. Comentario El 30 de septiembre una reunión de generales celebrada en la ciudad de Zacatecas, a la que concurre personalmente el General Francisco Villa determina celebrar la Convención a la que se refieren los Tratados de Torreón, en la ciudad de Aguascalientes, para el día 10 de octubre, al considerar el sitio de la reunión, como territorio neutral entre partidarios de Carranza y Villa, designándose una Comisión para que, trasladándose a la ciudad de México, informase de dicho acuerdo al Primer Jefe del Ejército Constitucionalista señor Venustiano Carranza, quien ya había convocado a la celebración de la susodicha Convención en la ciudad de México. Para más detalles véase, Barrera Fuentes, Florencio, Junta previa del 1°de octubre de 1914. Crónica del periódico El Liberal, publicada en la edición del 2 de octubre de 1914, Biblioteca Virtual Antorcha, México, Captura y diseño, López, Chantal y Cortés, Omar, Primera edición cibernética, enero del 2010. 3 de octubre Hasta hoy, todos los actos de don Venustiano Carranza, en lo que se refiere a Madero y Pino Suárez, son de respeto y admiración a los dos mártires. No se advierte el menor indicio de que haya sido cierto lo que anotó el licenciado Heriberto Barrón de lo que le oyó decir en Durango contra el Presidente Mártir y sus colaboradores. Hace segunda al licenciado Barrón el licenciado Luis Cabrera, si bien éste aclarando que sus apreciaciones son suyas, no de don Venustiano. Inclusive, éste jamás ha impedido a ningún jefe carrancista que rinda homenaje a Madero y Pino Suárez, como lo hicieron hoy los miembros de la 1a. División de Oriente, a iniciativa del general Cándido Aguilar, gobernador y comandante militar de Veracruz. Estuvieron también los generales Eulalio Gutiérrez y Heriberto Jara, gobernadores de San Luis Potosí y del Distrito Federal respectivamente. Habló el general Francisco J. Múgica, designado Administrador de la Aduana Marítima de Veracruz, quien, en nombre del general Cándido Aguilar, manifestó que la obra de Madero consiste en haber puesto toda su alma en el beneficio de su pueblo. - En la sesión de hoy de la Convención de militares, el teniente coronel Manuel García Vigil impugna las credenciales de los delegados oaxaqueños, licenciado Francisco Canseco, gobernador de Oaxaca, y Onésimo González, por felixistas. El licenciado Luis Cabrera lo apoya diciendo que no basta que al felixismo lo hubiera perseguido Huerta, y que hay que continuar esa persecución. El general Alvaro Obregón se exalta llamando canallas a los felixistas y propone que se les envíe a la Penitenciaría. Los impugnados tienen que abandonar el salón. Por la noche, don Venustiano Carranza lee un informe sobre el desarrollo de la Revolución, y dice que el mando del Ejército y el Poder Ejecutivo no pueden ser entregados por él, sin mengua de su honor, a solicitud de un grupo de jefes descarriados en el cumplimiento de sus deberes y algunos civiles a quienes nada debe la Patria en esta lucha; sólo puede entregarlos y los entrega en ese momento, a los jefes allí reunidos. Seguidamente se retira Carranza a su domicilio, donde se despide de sus ayudantes, obsequiándoles dos mil pesos a cada uno. Mientras, en la Convención, el licenciado Luis Cabrera pide la palabra para hacer ver que en esos instantes están sin ninguna autoridad, no quedando jefe más fuerte que Francisco Villa. Agrega que urge la votación, y, tomando un papel, dice que allí está su voto en favor del señor Carranza. Por aclamación se acuerda no admitir la renuncia de don Venustiano y se designa una comisión que pase a comunicarle el acuerdo y a invitarlo a presentarse de nuevo a la asamblea, donde se le hace objeto de la más franca adhesión. Comentario Mediante un acto mucho más teatral que sentido, el señor Venustiano Carranza acudiría a la sesión de la Convención el día 3 de octubre de 1914, y ahí, mediante un informe, terminaría entregando el mando de la Revolución a la Convención ahí reunida, retirándose en seguida del lugar. Por supuesto que todo aquello estaba ya amañado, puesto que los vocíferos carrancistas presentes en aquella Convención, entre los que descollaba el licenciado Luis Cabrera, como un resorte brincaron para mover la opinión de los convencionistas en el sentido de rechazar la renuncia del señor Venustiano Carranza, objetivo que no les costó mucho trabajo alcanzar puesto que, lo repetimos, todo aquello no fue mas que una charada, una comedia de muy mal gusto. Para más detalles véase, Barrera Fuentes, Florencio, Sesión del 3 de octubre de 1914. Crónica del periódico El Liberal, publicada en su edición del día 4 de octubre de 1914, Biblioteca Virtual Antorcha, México, Captura y diseño, López, Chantal y Cortés, Omar, Primera edición cibernética, enero del 2010. 4 de octubre Manifestación organizada por la Casa del Obrero Mundial para llegar al Palacio Nacional a entregar a don Venustiano Carranza un pliego que sintetiza antes en un discurso en el Zócalo, el agitador obrerista Rafael Pérez Taylor. En los balcones del Palacio lo escuchan Carranza, Palavicini, Fabela, Jara, Roberto Pesqueira, Roque Estrada, don Jesús Carranza y otros. Pérez Taylor habla de la necesidad de casas higiénicas y baratas para obreros, de salarios suficientes para toda una familia y no para una persona, de la supresión del papel moneda, etc. Una Comisión sube a entregar a don Venustiano el memorial y él sermonea a los comisionados obreros mostrándose partidario de las cooperativas antes que de las reformas sociales avanzadas, de las que los líderes sólo tratan de valerse para dormir a los obreros, buscando siempre el provecho económico de los mangoneadores. - Puedo jurar que es a mí a quien ve Chucho Urueta desde su curul en la Convención de militares, como recordando que fui a buscarlo a la redacción de El Liberal para tratar sin éxito de trabajar allí, y alarmado de que hasta los adolescentes como yo aplaudan la hostilidad del militarismo representado por los generales Alvaro Obregón, Francisco Coss y otros, hacia civiles como el licenciado Luis Cabrera. El general Coss exclama enojado que cuando se reunían los militares para atacar a los enemigos de la República, no tomaban el parecer de los civiles, y por eso ahora los civiles no deben mezclarse en las discusiones en Aguascalientes. El licenciado Luis Cabrera observa que en Aguascalientes estarán Villa y los generales de la División del Norte pero también muchos civiles, entre ellos un judío maldito, Félix Sommerfield, que, asegura Cabrera, ha maleado a los Madero, de los cuales los dos más chicos son elementos sanos. Sommerfield ha puesto en contacto a Villa con elementos perniciosos, agrega el licenciado Cabrera, y toda esa labor la hace con dinero de la Standard Óil. Por eso, para contrarrestar tales maniobras, él, Cabrera, anuncia que irá a Aguascalientes. A lo que el general Obregón replica: ¡Si nadie lo está invitando, señor! No se ponen de acuerdo y se aplaza el debate. - Telegrama fechado hoy en El Paso, Tex., informa que Villa fue a Jiménez a tratar de convencer al general Maclovio Herrera de que debía unírsele en el desconocimiento de Carranza. Se habla aquí de que Herrera contestó desde Parral, Chih., que su Brigada Juárez no secundaba a bandidos y que Villa ni era hombre ni era militar. A través de los telégrafos de los Ferrocarriles sostuvieron una conferencia en la que Herrera, tirado de espaldas sobre una mesa, dictó al telegrafista Moncivais esas frases duras para Villa, que contestó que se calmara. Cálmese, caporal. Herrera le propuso que con 50 hombres él, y Villa con otros 50, dirimieran la situación en un encuentro en Estación Dorado, donde lo esperaba; Villa quería le devolviera un tren militar que tenía en su poder, pero Herrera lo envió a Saltillo. Comentario Mucho se ha hablado sobre el por qué quedo excluido de la Convención el elemento civil, sin embargo ello no debe de extrañar a nadie puesto que los acuerdos celebrados en Torreón se hicieron entre corporaciones militares pertenecientes al Ejército Constitucionalista, y lo que se acordó fue la convocación a una Convención de jefes militares, siendo el elemento civil ignorado. Sin embargo, la manera en como se colaron algunos civiles a la Convención fue por medio de la representación de alguno de los jefes de armas que acudieron. Así, el asunto era relativamente sencillo puesto que, si por ejemplo el General X deseaba enviar como representante suyo a algún civil que con él laborase, todo se reducía a otorgarle algún grado militar y extenderle su mandato como representante y ... asunto arreglado. Existía cierto rechazo por parte del elemento militar hacia los elementos civiles. Las razones de ello son varias, pero la principal en nuestra opinión se centraba en el concepto de revolución que manejaban los elementos del Ejército Constitucionalista para quienes revolución venía siendo sinónimo de lucha armada. Esta idea que de por sí ya existía en el sentir popular, y estaba arraigada en grupos políticos de caracter civil, como, por ejemplo, en la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano, encabezada por Ricardo Flores Magón, vino a dar al traste con las posibilidades de coparticipación de organismos civiles con los propiamente militares en aquellos cruciales momentos; lo que, dígase lo que se diga, fue trágico y altamente costoso para el ulterior desarrollo del movimiento revolucionario mexicano. 5 de octubre Acuerda la Convencion de militares de la ciudad de México trasladarse a Aguascalientes para reanudar las sesiones allá desde el día 10. El licenciado Luis Cabrera, aunque aceptada su presencia en Aguascalientes, se rehusa a asistir y es secundado por los demás civiles. Aconseja no acceder a formar un gobierno constitucional si antes no se logran las conquistas sociales, y sugiere se reúna una Asamblea Constituyente para reformar la Constitución. En su discurso habla de que los civiles siempre llevan la peor parte, como Madero, Pino Suárez, don Gustavo y otros, que no fueron amparados, como don Ernesto Madero, el licenciado Rafael Hernández y don Jaime Gurza, por la bandera norteamericana que tendió sobre ellos Henry Lane Wilson, a quien oyó afirmar que éstos eran los únicos hombres honrados del gobierno maderista y por eso los salvó. Como ayer el licenciado Luis Cabrera hizo ver que los militares representaban a 150,000 mexicanos y los civiles a catorce millones de habitantes, hoy Obregón observa que esos catorce millones votaron por Madero para Presidente y luego lo dejaron asesinar, mientras ellos, no ya ciento cincuenta mil, sino 50, se dispusieron a luchar para dar libertad a los civiles. Añade que aunque se denominan constitucionalistas, son, ante todo, revolucionarios, que encuentran una casa y se meten en ella; agarran a un cura y lo deportan; hallan a otro y lo meten a la cárcel, y todo en nombre de la Constitución, lo cual, termina, es necesario porque si no no serían revolucionarios. - Anteayer fue fusilado por órdenes del general Francisco Villa, en Jiménez, Chih., tal como se afirma en Veracruz, el licenciado José Bonales Sandoval, que era portador de una carta de Félix Díaz ofreciendo su adhesión al villismo. Villa contestó en esa forma, demostrando que los revolucionarios, villistas y carrancistas, están identificados ante el enemigo común. Lo que sucede es que Carranza no ha sabido conllevar a Villa como lo hizo Madero. Comentario Ciertamente las rispideces entre los elementos civiles y el elemento militar permearon hondamente las primeras reuniones celebradas en la ciudad de México por los convencionistas. Desgraciadamente ni unos ni otros se percataron de la importancia que tenía el mantenerse unidos máxime de cara a la realidad de enorme tensión que se vivía en la República. Otro factor interesante es el relativo a la actitud que las fuerzas triunfantes del Ejército Contitucionalista deberían de seguir frente a los enemigos de la Revolución, independientemente del jaloneo interno que sacudía al constitucionalismo. Así, la actitud del general Francisco Villa al ordenar el fusilamiento del enviado felixista, resulta por completo entendible y, obviamente muy consecuente. 6 de octubre Visitan a los periódicos metropolitanos representantes de los obreros textiles de Puebla, quienes tratan de arreglar con don Venustiano el cumplimiento de un decreto del general Pablo González que fija la jornada de ocho horas y un salario mínimo de ochenta centavos. El secretario general del gobierno poblano, Marciano González, les aconsejó ver a Carranza. Comentario El elemento obrero se encontraba muy activo ya desde el triunfo del señor Francisco I. Madero. Es de destacar la encomiable labor desarrollada por los exmiembros de la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano, en su proceso de organización en territorio mexicano que resultó, a la larga, factor de gran importancia en el desarrollo y consolidación del movimiento obrero. 7 de octubre Se reúnen en la Casa del Obrero Mundial los trenistas eléctricos y acuerdan declarar mañana la huelga si no acepta la Compañía de Tranvías un pliego de peticiones con aumento de salarios. - Despotrica don José Ugarte contra la familia Madero asegurando que en Nueva York se convenció de que es enemiga de la Revolución. Ayer y hoy escribió Ugarte que Madero toleró el filibusterismo de que estuvo plagada la Revolución de 1910; favoreció el nepotismo, etc. Ya son tres: Heriberto Barrón, José Ugarte y hoy también el licenciado Luis Cabrera, que en carta fechada este día a don Jaime Gurza, expresa que durante toda la Administración del señor Madero, la implantación de los principios democráticos fue la única preocupación de ese grande hombre, que cometió el error gravísimo de preferir la implantación de esos principios a la realización de las reformas sociales que exigía la revolución. Este fue el error capital cometido por el señor Madero -prosigue Cabrera- y ésta fue una de las razones más efectivas para su caída, de la cual son responsables principalmente las personas que lo rodearon, aconsejándolo o no disuadiéndolo de una política que siendo aparentemente democrática y nada revolucionaria, tenía que traer como consecuencia el triunfo de la reacción científica. A la cual el licenciado Luis Cabrera no vaciló en aconsejar se sumaran los renovadores a quienes en carta publicada con toda su firma expresó que debían aceptar los hechos consumados y ver qué programa traía el chacal Victoriano Huerta y sus cómplices. Otro de los errores de Madero para el licenciado Cabrera es el haber confundido la lealtad política de los hombres con la lealtad personal, pues don Rafael Hernández y don Ernesto Madero le fueron indiscutiblemente leales como parientes pero resultaron perfectamente en desacuerdo con la Revolución. - Telegrama fechado hoy en Washington y firmado por el Vicecónsul Silliman diciendo a Fabela, Oficial Mayor Encargado de la Secretaría de Relaciones, que el Departamento de Estado considera no suficientemente explícito un telegrama de 5 del actual en el que se participa que el general Cándido Aguilar ha dictado medidas para mantener el orden al desocuparse el puerto de Veracruz. El Departamento de Estado desea con empeño que Carranza publique un manifiesto garantizando que no cobrará contribuciones que hayan sido pagadas a las autoridades yanquis y que no se ejercerán represalias contra los mexicanos que aceptaron empleos durante la ocupación. - Son inhumados en solemne ceremonia los restos de don Belisario Domínguez en el Panteón Francés de la ciudad de México. Comentario Una vez triunfante el movimiento constitucionalista, muchos de sus prohombres, como fue el caso del señor Luis Cabrera, dieron rienda suelta a su particular visión e interpretación de las causas que generaron el derrumbamiento del regimen maderista, causas que no pocos encontraron en la falta de congruencia revolucionaria del maderismo en su arribo al poder. Pero lo curioso de tales interpretaciones, fue que, en muchos casos, resultaban sumamente incongruentes con su propia actitud de cara a los golpistas de La Ciudadela. Caso específico de esto se puede encontrar en la cobarde actitud asumida por muchos de los diputados pertenecientes a la XXVI Legislatura, cuando fueron presentadas ante el Congreso de la Uníón, las renuncias a sus cargos como presidente y vicepresidente de la República, de los señores Francisco I. Madero y José María Pino Suárez. Véase a este respecto, Fabela, Isidro, Los diputados renovadores incorporados a la Revolución se dirigen a sus compañeros, Biblioteca Virtual Antorcha, México, Captura y diseño, López, Chantal y Cortés, Omar, Primera edición cibernética, mayo del 2010. 8 de octubre Son exhumados los restos de don Serapio Rendón en el Panteón de la Loma, de Tlalnepantla, Estado de México. - Estalla la huelga de trenistas eléctricos. En la Casa del Obrero Mundial se presentan por la noche piquetes de tropas, pero se las convence de que deben retirarse. - En el New York Herald de hoy, Edward l. Bell, autor de The Political Shame of Mexico, publica un artículo en el que dice: El propio general Huerta me ha confesado que el 21 por la tarde, tras de sesionar con sus ministros, tuvo una reunión privada con los generales Mondragón, Félix Díaz y Blanquet, donde se determinaron todos los pormenores precisos para hacer desaparecer a Madero y a Pino Suárez. - Es aprehendido el licenciado José Vasconcelos en la ciudad de México, por negarse a declararse incondicional de don Venustiano Carranza. La Dirección de la Escuela Preparatoria la ha entregado dejando en su mesa un papel por el cual regala a su sucesor los sueldos que hasta hoy ha devengado. - Un luterano alemán, Martin Stecker, informa hoy por carta al secretario de Estado, Mr. Bryan, que sabe de sacerdotes católicos que bajo pena de muerte han sido forzados a barrer las calles de una ciudad de México y a prestar servicios qe criados a los soldados. Menciona a un obispo de 70 años deportado a una colonia penal del Pacífico, y a muchos sacerdotes que en Monterrey fueron encarcelados hasta el 30 de agosto último. Habla de un párroco octogenario martirizado hasta perder la razón; de otros curas deportados a Texas; de otros más ahorcados o estrangulados; de 40 Hermanas de la Caridad violadas, volviéndose una de ellas demente; de soldados constitucionalistas que hicieron actos inmundos en un altar y en un cáliz en el que obligaron después a un sacerdote a que bebiera ... Comentario El revanchismo mostrado por el triunfante Ejército Constitucionalista en contra del clero, por despiadado y bestial que se haya manifestado es, hasta cierto punto, comprensible si tomamos en cuenta la actitud de servilismo y entreguismo que la alta jerarquía católica tuvo para con el régimen espúreo del general Victoriano Huerta, a la vez que su papel conspirativo y plenamente contrarrevolucionario durante los años maderistas. Asi pues, nada de extraño tuvo que, una vez triunfantes las fuerzas constitucionalistas, actuasen como lo hicieron. También conviene precisar que los centros eclesiásticos eran sitios en los que, por lo general, tendíase a conspirar en contra del movimiento revolucionario. Eso hay que tenerlo claro para no perder la objetividad. Por otra parte, la detención del licenciado Vasconcelos no viene más que a patentizar que, no obstante haber sido desplazados por los convencionistas, los elementos civiles tenían una importante participación en el movimiento revolucionario, por lo que la idea de centrarlo todo en el elemento militar, sin duda era poco afortunada. 9 de octubre Todo listo para inaugurar mañana la Convención de Aguascalientes. Comentario El evento convencionista a celebrarse en la ciudad de Aguascalientes atraía la atención no sólo de la población mexicana, sino que incluso las naciones del mundo, sobre todo las hegemónicas, estaban pendientes de los acontecimientos, conscientes de la importancia que tal evento tendría para el ulterior desarrollo del movimiento revolucionario mexicano. Un interesante retrato de la situación que prevalecía en la ciudad de Aguascalientes en aquellos momentos, lo proporciona el político e historiador Vito Alessio Robles. Véase, Alessio Robles, Vito, El bello escenario aqüicalidense y los ciudadanos armados como actores, Biblioteca Virtual Antorcha, México, Captura y diseño, López, Chantal y Cortés, Omar, primera edición cibernética, julio del 2003. 10 de octubre Dirige Carranza al presidente de la Convención de Aguascalientes un telegrama desde el Palacio Nacional inquiriendo qué se hace con los jefes y oficiales ex federales rendidos y a disposición de la Primera Jefatura. Los convencionistas celebran una junta previa y luego otra formal, por la tarde, en el Teatro Morelos. Se elige mesa directiva, resultando Presidente el general Antonio I. Villarreal y Vicepresidentes los generales José Isabel Robles y Pánfilo Natera. El general Alvaro Obregón pide se haga entrega de un estandarte, que tremola luego el general Eulalio Gutiérrez diciendo que juren todos respetar los acuerdos de la Convención y hacer cuanto esté en sus manos para la felicidad de la República. Se ejecuta el Himno Nacional y delegados y público estallan en vivas y aplausos. Habla el general Villarreal acerca de que la bandera entregada será el lazo que unirá a todos en estrecho abrazo y que sabrán votar por que la patria se salve. Se acuerda enviar telegramas a Carranza, Villa y Maytorena excitándolos a que pongan en libertad a todos los presos políticos. Un teniente coronel Ruiz compara a la Convención con la francesa, y el general Eduardo Hay sugiere que sea soberana. Para esto se advierte que es preciso antes la revisión de credenciales y se cita para pasado mañana, dejando sin respuesta por ahora el telegrama del Primer Jefe porque, al decir del general Villarreal, no es urgente. La Comisión revisora de credenciales queda integrada por los generales Lucio Blanco, Felipe Angeles, Eugenio Aguirre Benavides, Ramón F. Iturbe y Esteban Márquez. - El Oficial Mayor Encargado del Despacho de la Secretaría de Relaciones transcribe hoy al Encargado interino de Negocios de la Gran Bretaña en México, un oficio girado por la Secretaría de Comunicaciones a los jefes de las oficinas telegráficas en todos los puertos de la República, en el sentido de que hagan que los buques mercantes pertenecientes a las naciones beligerantes en el actual conflicto europeo, y que tengan instalación de telegrafía sin hilos, bajen su antena mientras permanezcan en aguas mexicanas. Como se ve, son de alta importancia las cuestiones internacionales que se tramitan en estos días en nuestro Ministerio de Relaciones. Casi todo el mes último se lo pasó el mismo Oficial Mayor cambiándose notas con el propio Encargado de Negocios inglés porque el buque de guerra alemán Leipzig se proveyó de carbón dos veces seguidas en la Bahía Magdalena o en La Paz, B. C., y luego en Guaymas, lo que está prohibido por la Segunda Conferencia Pacifista en La Haya. Nuestro canciller llevó el caso hasta don Venustiano, que acordó se diera cuenta de ello a la Secretaría de Guerra, para que no se permita al citado barco tomar más carbón en ningún puerto mexicano en el término de tres meses. - Aclara don Fernando Iglesias Calderón unos cargos dolosos que le lanza José Ugarte, entre ellos que no acudió a un llamado que le hizo Carranza desde el campo revolucionario, pretextando un ataque de reuma. El señor Iglesias Calderón expresa que en Durango, don Venustiano le aseguró haberlo llamado, pero él no recibió esa invitación, no así otra que atendió el 15 de febrero de este año, pero fue aprehendido al día siguiente a bordo del María Cristina e internado en San Juan de Ulúa. Otro cargo, el de que siguió de senador bajo el huertismo, lo destruye diciendo que lo hizo, como don Belisario Domínguez, para obstruccionar a Huerta aparte de que en El Dictamen y en La Revista de Yucatán desmintió el embuste de Huerta de que autorizado por el Senado fue como asumió la Presidencia. También en esos periódicos condenó los crímenes del huertismo y escribió que la eliminación de Huerta no solucionaría el conflicto, pues todos los ministros estaban manchados con la traición y el asesinato. Sólo así se explica, termina, que Carranza lo haya llamado a ocupar la cartera de Relaciones, la que declinó como lo hizo en tiempos del Presidente Madero, por poderosos motivos. Comentario Otro poderoso elemento, de caracter internacional, que enturbió el desarrollo de la Convención fue la convulsionada situación internacional, dominada por la Primera Guerra Mundial, lo que obligaba a la representación del Poder Ejecutivo a atender peticiones de otras naciones, buscando evitar cualquier rispidez innecesaria. Los comentarios vertidos en torno a las declaraciones del señor Fernando Iglesias Calderón, quien en su momento fuese candidato presidencial de los escisionistas de la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano, constitúyese, nuevamente, en prueba inequívoca de la importancia del elemento civil dentro del proceso revolucionario. En torno a lo acontecido aquel memorable día, véase, Barrera Fuentes, Florencio, Primera Junta Preliminar celebrada el día 10 de octubre de 1914 en la ciudad de Aguascalientes, Biblioteca Virtual Antorcha, México, Captura y diseño, López, Chantal y Cortés, Omar, primera edición cibernética, enero del 2010. 11 de octubre Reanudan los maytorenistas los ataques a Naco y Agua Prieta, Son., pero el general Benjamín Hill los rechaza. Comentario Téngase presente que la razón de ser de la Convención era el de tender puentes de comunicación que evitasen el desarrollo de una guerra civil, habida cuenta de las fortísimas discrepancias presentes entre las fuerzas revolucionarias del Ejército Constitucionalista, siendo dos los principales puntos de tensión: los territorios dominados por las fuerzas de la División del Norte acaudillada por el general Francisco Villa, y el Estado de Sonora, gobernado por Maytorena. 12 de octubre Acuerda Carranza la incautación de la dirección del servicio de tranvías durante quince días, para que el tráfico se reanude. - Informa la Secretaría de Relaciones con indignación que don Carlos Pereyra abandonó nuestra Legación en Bélgica y distribuyó entre él y los empleados los fondos de aquella representación diplomática. - Termina la Convención de Aguascalientes de revisar las credenciales y el general Angeles pide se invite a Zapata y Maytorena a enviar delegados. Comentario El plan inicial acordado en los Tratados de Torreón, en la Junta de Zacatecas y en las asambleas convencionistas celebradas en la ciudad de México, contemplaba básicamente la participación de las encontradas fuerzas al mando de Francisco Villa y las propias bajo el mando del señor Venustiano Carranza, dejándose de lado las otras dos corrientes igualmente alejadas de las que mandaba el señor Venustiano Carranza, esto es, las del maytorenismo y las del zapatismo, fuerzas éstas que, no obstante ser menor su peso militar en la República, no por ello carecían de valor, de aquí la importancia de la propuesta de los convencionistas de invitar a ambas corrientes a que se sumasen a la Convención. Consúltese, Barrera Fuentes, Florencio, Reanudación de la segunda Junta preliminar correspondiente al día 12 de octubre de 1914 en la ciudad de Aguascalientes, Biblioteca Virtual Antorcha, México, Captura y diseño, López, Chantal y Cortés, Omar, Primera edición cibernética, enero del 2010. 13 de octubre Aunque hay en el seno de la Convención algunos jefes zapatistas, éstos aclaran que no tienen la representación del Ejército Libertador del Sur, por lo que se acuerda reiterar a Zapata envíe sus representantes dándole de plazo 20 días. Como Villa ha respondido a la Convención que en los lugares donde domina la División del Norte no hay presos políticos y si se sabe de alguno ruega se le comunique para libertarlo, se suplica nuevamente. a Carranza y a Maytorena liberten a los reos políticos o militares. La proposición de Hay de que la Convención se declare soberana se aplaza hasta que lleguen los zapatistas. Como en los debates, el profesor David F. Berlanga afirma que Emiliano Zapata quiere la Presidencia de la República, el general Angeles, desde un palco, donde acompaña al jefe zapatista Manuel J. Santibáñez invitado a abandonar las curules por carecer de representación oficial, niega que ese deseo de Zapata figure en el Plan de Ayala, como cree el orador. La actitud del general Angeles de acompañar a Santibáñez la califica el general Roque González Garza de santa y noble y alaba su hidalguía y su valor civil, por lo que, dice, todos lo quieren. Comentario Se asegura que la actitud del general Felipe Angeles de trasladarse personalmente a
territorio zapatista para invitar al general Emiliano Zapata para que nombrase una delegación que acudiera en representación del Ejército libertador del Sur a la Convención, no fue precisamente una actitud desinteresada de fervor patriótico, sino que fue un acto plenamente calculado, por el cual buscábase aumentar la capacidad de decisión de los elementos contrarios al señor Venustiano Carranza, esto es, tratando de evitar que las corrientes carrancistas prácticamente planchasen a la representación villista tanto en las discusiones como en las votaciones que habrían de desarrollarse al interior de la Convención. El ulterior desarrollo de los acontecimientos otorgó razón a esta interpretación. 14 de octubre Después de discutir algunas otras credenciales, aprueba la asamblea de militares de Aguascalientes se declare instalada la Soberana Convención. De la nueva Mesa Directiva resulta Presidente el general Antonio I. Villarreal. y luego de extenderse la bandera tricolor llevada por el general Alvaro Obregón, firman en ella y prestan juramento todos los delegados. El general Villarreal pronuncia un discurso y el general Eduardo Hay habla también para terminar con estas palabras textuales: ¡Malditos sean los que no sostengan al gobernante que emane de esta Convención! ¡Que los huesos de sus padres, arrinconados en el seno de la tierra les azoten el rostro por traidores a nuestra causa! Pero más tarda en caer un hablador que un cojo. - Publica hoy El Presente, diario católico editado en San Antonio, Tex., que en Celaya, Gto., el general Alvaro Obregón por la fuerza sacó de sus residencias a las religiosas brígidas, las mandó a un baile de ebrios; y después, los jefes y la tropa se entregaron respecto de ellas a los peores excesos. Comentario Es necesario tener en cuenta que la propuesta para otorgar a la Convención la categoría de Soberana, provino del general Hay, esto es, de un mando militar muy cercano al señor Venustiano Carranza, lo que concede valor a la opinión que algunos convencionistas esgrimían en torno a que encontrábase todo el asunto previamente acordado por los representantes fieles al señor Carranza, hecho que generaba un ambiente de incertidumbre y falta de confianza en que aquel evento lograse su cometido de evitar el baño de sangre de una guerra civil. Antes bien, existían voces en la propia Convención que afirmaban que la actitud de los simpatizantes a Carranza terminaría más bien propiciando los acontecimientos bélicos, ya que el cúmulo de desplantes demagógicos y el torrente de discursos no sentidos, mal augurio presentaban de cara al futuro. 15 de octubre Se designa en la Convención a unos comisionados, entre ellos los generales Angeles y Rafael Buelna, para invitar a Zapata a enviar sus delegados. Al tratarse el conflicto de Sonora, el delegado Alberto B. Piña, representante de Maytorena, explica que lo que pasa es que en aquel Estado hay elementos, como el coronel Plutarco Elías Calles, de infame memoria. No prosigue porque el general Obregón suplica no se discutan personalidades. Comentario Poco a poco, y conforme iban ventilándose los asuntos a tratar, los convencionistas hubieron de entrarle, como comunmente se dice, al toro por los cuernos, debiendo encarar las gravísimas diferencias existentes en el triunfante campo revolucionario, diferencias semejantes a una bomba de tiempo. Cada corriente, cada tendencia meticulosamente analizaba la situación atrincherándose en su respectiva postura. Carrancistas, villistas y maytorenistas medían fuerzas, y buscando ganar tiempo para sus respectivos fines aplazaban propuestas y acuerdos. Ciertamente había en la Convención más que un general, ahí representado, que de manera sincera y franca buscaba evitar la conflagración armada entre las diversas corrientes revolucionarias, pero, por desgracia, en los altos mandos no privaba similar deseo. 16 de octubre Logra fugarse de la Inspección metropolitana de Policía el licenciado José Vasconcelos, y se oculta en una casa amiga. - Después de la armonía lograda en la Convención de Aguascalientes, llega a romperla la lectura de dos telegramas, uno de Carranza que habla de agresiones de los rebeldes, de fuerzas enemigas, refiriéndose a los zapatistas y villistas, y otro de Maytorena que se niega a libertar a los detenidos porque dice haberlos consignado a las autoridades judiciales. Por lo avanzado de la hora no se toma ninguna determinación para solucionar el conflicto sonorense. Comentario Toda esa situación reflejaba que no había logrado avanzarse en los puntos determinantes de aquella Convención puesto que cada tendencia estaba, como se dice comunmente, bien montada en su caballo. 17 de octubre Entra el general Francisco Villa al Teatro Morelos de Aguascalientes, cuando la Convención sesiona, y desde luego el Presidente Villarreal le toma el juramento y le da a firmar la bandera, para a continuación decir el Jefe de la División del Norte a quienes derrocaron una tiranía como fue la del llamado general Huerta: Ustedes van a oír, de un hombre enteramente inculto, palabras sinceras que le dicta su corazón ... Debo decir a ustedes que Francisco Villa no será vergüenza para todos los hombres conscientes porque será el primero en no pedir nada para él. Unicamente me concreto a decirles que quiero mirar claro en los destinos del país. Villarreal contesta y al abrazar Obregón a Villa, éste exclama que la historia sabrá decir cuáles son sus verdaderos hijos, a lo que don Alvaro responde con respeto: ¡Exactamente, señor! En sesión secreta se contesta un informe de Carranza sobre las condiciones ya sabidas de los yanquis para desocupar a Veracruz, y se le indica prácticamente que las acate. - Sentencia a muerte en Consejo de Guerra instalado en la Comandancia Militar de la Plaza de la ciudad de México, a tres felixistas por haber prestado servicios en la Ciudadela durante el cuartelazo. - Acusa José Ugarte a don Ramón Prida, ahora villista, de haberle dicho poco antes de lo de la Ciudadela: Dentro de muy poco tiempo veremos a esos tales (Madero y Pino Suárez) salir, y no por su propia gana, de donde se hallan. - Se amotinan por segunda vez los habitantes de Morelia, Michoacán, contra el general Gertrudis Sánchez, que ordenó la expulsión de los salesianos y la confiscación de su colegio. La multitud llega hasta el Palacio de Gobierno, a cuyo balcón salió el gobernador tratando de calmar a los amotinados que lo llamaron
ladrón y desalmado. El general Sánchez revoca el decreto y los sacerdotes son llevados en triunfo a sus casas por sus libertadores. Comentario Fue el arribo del general Francisco Villa al Teatro Morelos, lugar en el que sesionaba la Convención, uno de los momentos, sin duda, más vibrantes de aquel evento. Suponíase que la presencia del llamado Centauro del Norte generaba sobradas esperanzas de avenimiento, máxime si se toma en cuenta los abrazos y apapaches de Villa con Obregón y Villarreal, dos personajes determinantes en el enclave carrancista. Sin embargo, todo aquel alboroto finalmente no pasó de ser un pésimo sainete. Para más información al respecto, véase, Alessio Robles, Vito, Las versiones de los debates en la Asamblea y la firma del general Villa en la bandera, Biblioteca Virtual Antorcha, México, Captura y diseño, López, Chantal y Cortés, Omar, Primera edición cibernética, julio del 2003. 18 de octubre Salen en carro especial hacia Nuevo Laredo los presos de Carranza, entre ellos Martín Luis Guzmán, Ingeniero Manuel Bonilla, Luis G. Malváez y otros. Comentario La presencia de civiles entre los prisioneros que en sus respectivas cárceles tenían las fuerzas militares encontradas, muestra que la idea que buscábase manejar la revolución es asunto de militares, no tenía sustento. 19 de octubre Pregunta Carranza a la Convención de Aguascalientes cuáles son las facultades que ésta entiende haber asumido al declararse soberana. Como también comunica haber dispuesto la libertad de varios presos políticos, se acuerda contestarle de enterado y si entre los libertados está el licenciado José Vasconcelos. Se presenta una petición para que Aguascalientes sea efectivamente neutral, pero como se teme ahondar la división entre carrancistas y villistas, se retira la demanda, y se pasa a continuar los debates sobre el caso de Sonora. Todos los que hemos firmado esta bandera -exclama el general Alvaro Obregón- someteremos al que se declare rebelde, y no sólo: Yo he declarado en México que me quitaría los galones, y lo voy a cumplir; yo iré de sargento a batir al que se rebele contra esta Convención. Y el general Manuel Chao añade: Yo iré con el sargento Obregón, de soldado raso, a Sonora, con tal de que haya paz. Comentario La soberanía de la Convención desde un inicio, esto es, cuando la planteó el general Hay, no fue del agrado del Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, señor Venustiano Carranza puesto que veía en tal concepto un hueso difícil de roer, ya que al haber declarado la Convención como soberana, convertíase, de facto, en una especie de Congreso de la Unión revolucionario, el cual, automáticamente, bajaba de su pedestal al Primer Jefe del Ejército Constitucionalista. Y fue en base a ese criterio que la Convención giraba órdenes a las fuerzas militares en pugna buscando su obediencia, y, por supuesto, suplantando o, mermando la autoridad de la Primera Jefatura, esto es, del encargado del Poder Ejecutivo, señor Venustiano Carranza a quien en varias de las órdenes por la Convención giradas, no se tomó en cuenta. Sobre la importancia de que la Convención háyase declarado soberana, véase, Magaña, Gildardo y Pérez Guerrero, Carlos, La Convención se declara soberana, Biblioteca Virtual Antorcha, México, Captura y diseño, López, Chantal y Cortés, Omar, primera edición cibernética, noviembre del 2009. 20 de octubre Designa la Convención de Aguascalientes una comisión que en la ciudad de México invite a Carranza a asistir a las sesiones. Comentario Cuando la Convención acuerda el invitar al Primer Jefe, señor Venustiano Carranza a que asista a sus reuniones, enviando para ello una comisión con tal objeto, quizá no se percataron los convencionistas de la barbaridad que habían cometido, ya que resultaba evidente que el señor Carranza ni de broma iba a aceptar tal invitación, lo que, finalmente, ocurriría. 21 de octubre Trata la Convención de Aguascalientes asuntos de mero trámite. Comentario Víviase en todo México con expectación ante los acontecimientos que iban poco a poco conociéndose, despertando ilusiones y esperanzas en poblados y ciudades. 22 de octubre Se lee en la Convención de Aguascalientes un mensaje del general Lucio Blanco en el que se transcribe otro del general Angeles, quien dice haber conferenciado con Zapata, quien está dispuesto a enviar delegados. Para cubrir los gastos, recuerda Zapata que el anciano capitalista tabasqueño don Atenor Sala continúa escribiéndole cartas kilométricas para explicarle su sistema agrario, por lo que le dirige hoy don Emiliano una misiva desde Cuernavaca en la que, basándose en la buena voluntad que mi coterráneo demuestra hacia los revolucionarios del sur, le recomienda se sirva entregar a don Paulino Martínez cuatro mil pesos reintegrables con los que podrán sostenerse los 30 delegados del Ejército Libertador. Acerca de los presos de Maytorena, se informa a la Convención que ya estaban libres, pero que al comunicarse falsamente al gobernador sonorense que don Venustiano había hecho reaprehensiones en la ciudad de México, ordenó detener en la frontera al general Salvador Alvarado y a otros. - Unos tabasqueños exaltados -uno de los cuales me escribió hace unos meses que, entre las buenas noticias me transcribía la de que allá, en Tabasco, la Revolución parecía que amainaba- dícese que son quienes han instigado al Jefe Político de Macuspana, Tab., capitán primero Alcides Caparroso, para que fusile en el panteón del lugar a 20 vecinos seleccionados de entre sus cien cautivos en la iglesia y en la cárcel del lugar. Los fusilamientos han sido en tres tandas: una anteayer y las dos primeras el 11 y el 15 del actual. Una de las víctimas había perdido la razón en la cárcel y fue cazada en las calles. Las familias, consternadas, creían se estaba rematando a todos los presos. A muchos de éstos se ha exigido dinero. Comentario La aceptación del máximo jefe del Ejército Libertador del Sur, general Emiliano Zapata a enviar una delegación a la Convención fue recibida por los convencionistas que realmente deseaban la solución de las rispideces, con sumo agrado y entusiasmo, mas no así por quienes fingiendo desinterés, tan sólo velaban por sus propios chicles. Unos, veían en tal aceptación la manera de engrosar sus fuerzas en el seno de la Convención para poder enfrentar a sus enemigos; y otros veían en la participación zapatista la oportunidad de dar un golpe de timón a la Convención, dirigiéndola hacia sus propios molinos. Véase, Magaña, Gildardo y Pérez Guerrero, Carlos, El Ejército Libertador envía comisionados a la Convención, Biblioteca Virtual Antorcha, México, Captura y diseño, López, Chantal y Cortés, Omar, Primera edición cibernética, noviembre del 2009. 23 de octubre Pasa por la metrópoli la delegación zapatista a la Convención de Aguascalientes, en la que figuran el periodista don Paulino Martínez y el licenciado Antonio Díaz Soto y Gama. En el seno de la Convención se discute la suspensión de las sesiones hasta el día 26 y hasta el traslado de ella a la ciudad de México, pero al final se acuerda desechar ambas proposiciones. - Atacó Maclovio Herrera con su Brigada Juárez a Parral, Chih., pero lo derrotó el joven villista Emiliano G. Saravia jr. a quien Villa no halla cómo premiar. Muchachito -le dice-: Desde este momento es usted general, porque ha podido vencer al más puntual de mis jefes. Y dirigiéndose a su secretario, añade: De esta clase de gente necesitamos para los gobiernos. Hágale usted al general Saravia el nombramiento para que vaya como gobernador de San Luis Potosí. Porque Saravia, de 22 años, es instruído y de buena educación. Comentario La situación en el pais no cesaba de ser tormentosa y conflictiva. En varias regiones de la República había enfrentamientos armados, aunque algunos no pasaban de ser meras escaramusas, otros, definitivamente, entraban en la categoría de combates en toda forma. Así, si bien los convencionistas avanzaban en algunos puntos, en otros estancábanse. 24 de octubre Que se proteste contra los periodistas corrompidos y perversos que habían estado en todos los partidos y ahora querían colarse en el movimiento revolucionario; contra aquellos reporteros que habían sido reyistas, maderistas, felixistas, huertistas y ahora carrancistas, propone hoy en el seno de la Convención de Aguascalientes el delegado Vázquez, al discutirse un dictamen contra los diarios El Liberal y El Pueblo que censuran a la Convención porque se declaró soberana estando presionada. El coronel Marciano González apoya la protesta porque afirma que no es cierto que la asamblea esté presionada. El delegado Gutiérrez de Lara exclama: Son unos infelices los que lo dicen, pero también es cierto que de esta manera van envenenando la opinión pública. El doctor José Siurob opina que la asamblea no debe degradarse contestando a quienes la atacan con armas infames. El delegado Ruiz aconseja que para los periódicos y periodistas que calumnian a la Convención, debe tenerse la más grande indiferencia. Y el dictamen se aprueba. Todo esto lo trasmiten a sus periódicos los propios reporteros Arturo Cisneros Peña, Carlos Quiroz, enviados por El Liberal; Gilberto Torres, El Burro Torres, por El Radical, y otros. - Declaración notariada y juramentada del señor N. Cadena, que la firma hoy en Galveston, E. U., y que en su parte medular dice: Supe del doctor N., que en la propia casa de él habitan 17 religiosas encintas, por haberlas ultrajado los revolucionarios. Supe también que otras religiosas, que estaban en la misma condición, se encontraban en el asilo de la ciudad de México. - Refuta hoy don Venustiano Carranza el Manifiesto del general Francisco Villa en el que éste, entre otras cosas, lo hace reo de haber destruído la libertad de conciencia persiguiendo a la iglesia y de haber ultrajado profundamente los sentimientos religiosos del pueblo con actos condenados por la civilización y el derecho de gentes. Carranza recuerda que Villa ha expulsado a muchos sacerdotes, cerrando las iglesias y prohibiendo toda clase de cultos en todas y cada una de las ciudades que ocupó durante la campaña. Alude a una felicitación de Villa al general Antonio I. Villarreal por un decreto de éste imponiendo restricciones al clero. La verdad es que, aparte de atrocidades de varios jefes revolucionarios, de lo que se ha dado cuenta en otro lugar, se acusa a las fuerzas del general Manuel M. Diéguez de haber realizado un brutal asesinato en la persona de un fraile cuando administraba la extremaunción en Guadalajara; en Monterrey se ha hecho una incineración de objetos eclesiásticos; de San Luis Potosí han sido expulsados muchos sacerdotes; en Puebla se ha utilizado el púlpito de la Catedral para decir arengas y se ha prohibido por decreto la confesión. Villa fusiló al cura de San Pedro de las Colonias y a siete más en Zacatecas y, por último, se acusa al general Eulalio Gutiérrez de haber ejecutado en Calera, S. L. P., a un padre Alba. Esto aparte de robos a las iglesias en distintas partes, raptos de monjas, etc. - Desde Soledad, Ver., telegrafía a Carranza el general Cándido Aguilar que el general Funston está por desembarcar en Veracruz tropas y caballada por no poder sostenerse a bordo y como hay bastante excitación, teme fricciones. Agrega que sus fuerzas en general se encuentran con mucho ánimo para combatir a los invasores, por lo que urge violentar la evacuación del puerto. Comentario Ciertamente lo que impulso a la creación del periódico La Convención que terminó siendo dirigido por el señor Heriberto Frías frue precisamente la falta de confianza de los convencionistas para con la prensa existente, la cual constantemente criticaba e incluso manipulaba abiertamente la información referente a las sesiones de la Convención. Ahora, en cuanto a la actitud de las fuerzas constitucionalistas para con el clero católico, ya hemos señalado que había en esa actitud anticlerical mucho de revanchismo, incluso de venganza en cuanto a la manera en como se había comportado el clero, complotando contra Madero y apoyando abiertamente la dictadura de Victoriano Huerta. Ahora bien, en todo este mar de pasiones, el general Francisco Villa tuvo la ocurrencia de expedir un manifiesto criticando la actitud de hostilidad y persecución de parte del elemento constitucionalista simpatizante de Carranza para con el clero y la iglesia, actitud incomprensible si no mediara el choque de trenes existente entre el Centauro del Norte y el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista. En ese jaloneo todo se valía, y es en ese panorama de rispidez y enfrentamiento que debe de entenderse el manifiesto expedido por el general Francisco Villa. 25 de octubre Es objeto en Toluca el Primer Jefe, de vítores y aplausos. Se le da un banquete y por la noche se organiza una manifestación. - Después de que a su paso en automóviles por la ciudad de México, uno de los delegados zapatistas, Paulino Martínez, pidió infructuosamente al tabasqueño don Atenor Sala los seis mil pesos que para gastos de la delegación solicitó Zapata, siguieron hacia Zacatecas a saludar a Villa, quien los recibió en Guadalupe con visibles muestras de cordialidad, satisfecho de que al fin norteños y surianos estuvieran juntos y dispuestos a luchar por que no se entronice nueva tiranía en México y se logren las reformas sociales en la República. A continuación regresan a Aguascalientes los representantes zapatistas, entre ellos el doctor Aurelio Briones, Juan Banderas El Agachado, Gildardo Magaña, Genaro Amezcua, éste cubierta su cabeza por un sombrero tan grande como el de El Agachado; Alfredo Serratos, Rafael Cal y Mayor, doctor Alfredo Cuarón, Antonio Díaz Soto y Gama y Leopoldo Reynoso Díaz. También con los acompañantes de los delegados surianos estuvieron el general Angeles y el licenciado José Vasconcelos, procedente de la prisión en que lo tenía don Venustiano en la metrópoli. Comentario El ambiente que se vivía en la República mexicana durante aquellos aciagos días era de confusión. Por un lado, el señor Venustiano Carranza, reconocido en muchas regiones como el indicutible jefe del movimiento revolucionario constitucionalista era festejado en diversos actos, y por el otro, los movimientos, llamémosles, alejados, por no utilizar el vocablo enfrentados, al Primer Jefe, establecían puentes de comunicación con la clara intención de organizarse e irse preparando para el choque de trenes. Y en medio de ese confuso panorama, los convencionistas reunidos en Aguascalientes buscaban salidas a tan conflictiva situación. 26 de octubre Informa el general Angeles en la Convención de Aguascalientes de su viaje a Morelos y su entrevista con Zapata, que se mostró complacido de que fuera esta la primera vez que le tomaban en cuenta para la resolución de los problemas nacionales. Se leyó un telegrama del gobernador de Sinaloa a su representante a quien autorizaba para hacer saber que ante un comunicado del Primer Jefe que le recomendaba no hacer caso a la Convención sino a él, se declara en favor de la primera, a la que acata plenamente. - Promete Carranza en Toluca, desde el Palacio de Gobierno, que en este período anormal por el que atravesamos, se establecerán reformas sociales que dejó inconclusas el gobierno del señor Madero, y que esos esfuerzos tienden a conseguir el bienestar de la Patria. Hoy regresa a la ciudad de México. - Es fusilado en Zacatecas el gaucho Francisco Múgica, a quien se sorprendió rondando el tren del general Francisco Villa con objeto, según se supo, de asesinarlo obedeciendo, dijo, órdenes de alto político. En el norte se dice que éste es el general Pablo González, lo que motiva una protesta del licenciado Rafael Zubaran. El Gaucho Múgica era un aventurero argentino que parece debía dos vidas. En la ciudad de México fue loquero y estuvo en la Ciudadela, por lo que se le internó en la prisión de la que acababa de salir. Era diestro jinete y buen tirador. El doctor Eduardo Cabiedes, que visitaba la Penitenciaría metropolitana, supo las intenciones de el Gaucho por la amante de éste, la doctora Victoria Lima; se hizo de una carta del argentino para el general Pablo González y de una tarjeta de éste para el presunto asesino, y se le adelantó para informar a Villa. Muchos afirman que todo esto es una vil intriga, pero en el campo villista se hizo llamar a la doctora Lima, que, aterrorizada, confesó la trama. Villa ordenó se formara un Consejo de Guerra a Múgica y se expulsara de sus dominios a la facultativa, al mismo tiempo que el propio jefe de la División del Norte daba un saquito de monedas a su padrino y maestro, un viejecito ante quien hizo personalmente una carta con su fierro para que viera que ya sabía escribir; la carta era para el gobernador de Durango recomendándolo como un buen maestro de escuela. Comentario Las animadversiones eran tan acentuadas que el caso del gaucho Múgica realmente a nadie sorprendía, puesto que el intentar asesinar a un oponente de la categoría de Francisco Villa era visto como natural en aquellos tormentosos tiempos. Lo que sí llegó a causar desconcierto fue la acusación directa al general Pablo Gonzalez de haber sido el que ideo y preparó el complot en contra de Villa. 27 de octubre Siembran más el desconcierto y la discordia en el seno de la Convención de Aguascalientes los delegados zapatistas don Paulino Martínez y Antonio Díaz Soto y Gama, al deturpar el primero al Apóstol Madero y el segundo, a la enseña de la Patria. ¡Madero no fue un traidor como nos dijo Martínez!
-clamó el coronel Marciano González-. ¡Es una infamia llamarlo traidor porque ¿quién es ese infalible que jamás se equivoca? Y es infame también escarnecer la memoria de ese gran hombre que fue todo sentimiento, todo bondad, todo acción, y que murió en holocausto de la patria. Madero ha muerto, pero Madero vive y alienta con nosotros! ¡Viva Madero! -gritan todos levantándose de sus asientos-. El ingeniero Eduardo Hay besa reverentemente la bandera que Soto y Gama ha estrujado llamándola harapo inventado por Iturbide para traicionar la independencia; y recuerda cuando Madero fue a Morelos con él a solucionar el problema de Zapata, que no se logró porque el ingeniero Alberto García Granados, a quien llama bandido político, obstruccionó los arreglos. Tacha de personalistas a los surianos y hace ver que ellos, los llamados carrancistas, están dispuestos a rechazar del Plan de Guadalupe todo aquello que se crea que no resuelve las necesidades nacionales, pues también vienen luchando por el pueblo. Y exhorta a los del Sur a que si tampoco son personalistas, no vengan a luchar por Zapata y hagan a un lado el Plan de Ayala. Y aunque Soto y Gama rectifica diciendo de Madero que ante su memoria de valiente se inclina, y explicando que respeta la bandera que se santificó con la derrota del 47 y con los triunfos contra la intervención francesa y se inclina asimismo ante sus tres colores, el ambiente se hace hostil a estos extraños propagandistas de Zapata, a quienes tildan de locos y traidores. Los delegados apuntan sus revólveres contra el licenciado Antonio Díaz Soto y Gama; y el coronel Marciano González llama a los zapatistas defensores de allende el Bravo que no entran a los combates, pero sí hablan de líbertad injuriando al símbolo de la Patria. Parece que los oradores surianos han obrado bajo un complejo de inferioridad al ver llegar a los delegados norteños en flamantes automóviles, mientras ellos andan a pie y sin los alojamientos suntuosos que los carrancistas se han incautado en la metrópoli. - Comunica Carranza al Ministro del Brasil, Encargado de Negocios en México, que ha sido para él inesperada la solicitud del Departamento de Estado de Washington de que haga declaraciones y manifiestos en que se cumplan las condiciones del gobierno norteamericano para entregar el puerto de Veracruz, puesto que los asuntos a que esas peticiones se refieren deben ser de iniciativa exclusiva de las autoridades, y puesto que, tomando un carácter internacional, como en el caso presente, afectarían la soberanía interior de la República. Comentario Ciertamente la tan esperada participación de la delegación zapatista en el seno de la Soberana Convención, resultó más que un fiasco, una auténtica provocación para no pocos de los seguidores carrancistas presentes en la asamblea convencionista. La manera en cómo se refirieron del señor Francisco I. Madero, al igual que los comentarios realizados sobre la bandera sobre la que los convencionistas habían estampado su firma como compromiso de honor, caldeo los ánimos a tal grado que prácticamente fue un milagro que las cosas no llegaran a más. En realidad la actitud de la delegación zapatista fue medida. El señalamiento de traidor realizado contra Francisco I. Madero, referíase a la manera en como éste había olvidado las finalidades de la revolución; y los comentarios en torno a la bandera, no tenían otro objeto que la eliminación de un pobre recurso patriotero alentado por ciertos generales constitucionalistas, particularmente Obregón y Villarreal, para encubrir chanchullos y ganar tiempo. En lo relativo a esa participación de la delegación zapatista, véase, Alessio Robles, Vito, El discurso de Paulino Martínez, el Plan de Ayala y el Plan de Guadalupe, Biblioteca Virtual Antorcha, México, Captura y diseño, López, Chantal y Cortés, Omar, primera edición cibernética, julio del 2003. También puede consultarse, Alessio Robles, Vito, El alarido del Licenciado Antonio Diaz Soto y Gama y su espléndido y rotundo triunfo, Biblioteca Virtual Antorcha, México, Captura y diseño, López, Chantal y Cortés, Omar, primera edición cibernética, julio del 2003. 28 de octubre Después de haber vituperado en la Convención de Aguascalientes al señor Madero, que lo socorrió económicamente durante sus sufrimientos en Belén bajo el porfirismo, don Paulino Martínez hace ver en la sesión de hoy que Obregón entró en la ciudad de México sin disparar un solo tiro porque se puso de acuerdo el gobierno de Carvajal con el ejército federal, para entregarle la plaza, mientras que los zapatistas no pudieron entrar porque no quisieron entenderse con los usurpadores. Y si con sus ataques a Madero sólo logró don Paulino que la asamblea entera aplaudiera fragorosamente al Presidente Mártir, con estas nuevas palabras suyas obtiene la animadversión de muchos villistas y de todos los carrancistas. Ellas se debieron a que antes Obregón, al escuchar a Soto y Gama decir que Zapata tenía a sus órdenes sesenta mil hombres armados, observó que se había admirado el genio de Zapata porque con un puñado de hombres y sin armas y parque, se había sostenido tanto tiempo; pero que ahora, al saber que con sesenta mil hombres armados no había podido tomar la capital de la República, cuando que él, con veintitrés mil, había recorrido cuatro mil kilómetros victoriosamente, hace pensar en que el Ejército Libertador es un ejército cobarde. Soto y Gama explica que los delegados surianos se adherirán a la Convención cuando ésta se adhiera al Plan de Ayala y se quite el hombre-estorbo como califica a don Venustiano Carranza. Esto conduce a proponer que la asamblea acepte varios artículos del mencionado Plan, desechándose los otros. Lo cual origina larga discusión de cada cláusula hasta ser adoptadas pero como un mínimo de las exigencias de la Revolución. Terminada la sesión pública, sigue la secreta en que Obregón da cuenta de su misión ante Carranza para invitarlo a asistir a las asambleas.
La respuesta consta en pliego cerrado que se aprueba sea leído mañana en sesión pública, no sin suscitarse un altercado entre Obregón y el general Roque González Garza a quien llama un monigote con aspecto de Cristo de aldea que a cada momento repite que habla como representante del general Villa. Y no recuerda que ese Cristo de aldea, ese monigote, lo salvó con otros de las iras de Villa. - Escribe don Paulino Martínez a Zapata que don Atenor Sala, burgués por los cuatro costados, no le dio ni un centavo y que sólo el general Angeles le facilitó cuatro mil pesos. Comentario Las exigencias de la delegación zapatista incluyeron, como era hasta cierto punto lógico, el solicitar la sumisión de la Convención a lo estipulado en el Plan de Ayala y, por supuesto, el cese de Venustiano Carranza como encargado del Poder Ejecutivo Federal. La primera de sus condiciones fue aceptada a medias, esto es, no sometiéndose la Convención enteramente a lo establecido en el Plan de Ayala, sino sólo a ciertas cláusulas del mismo. Y en cuanto al asunto del retiro de Venustiano Carranza como encargado del Poder Ejecutivo Federal, esto, que venía siendo uno de los temas preponderantes de la Convención, no tuvo mayor dificultad de ser aceptado. En consecuencia, y no existiendo ningún impedimento para que la delegación zapatista cumpliese su cometido, fue aceptado el Ejercito Libertador del Sur como parte integrante de la Convención. 29 de octubre Se da lectura en la Convención de Aguascalientes a una comunicación firmada por don Venustiano Carranza y fechada el 23 de los corrientes, en la que habla de que tiene la convicción de que la verdaderá causa de las dificultades por las cuales atraviesa el país, es el intento de los reaccionarios para rodear a alguno de los jefes revolucionarios más conspicuos, sugiriéndole ambiciones reprobables de mando para obtener su protección. Respecto a que él abriga ambiciones personales, los hechos hablarán con toda claridad, y en cuanto a los jefes militares enemigos suyos, a pesar de sus protestas de patriotismo y desinterés personal, el móvil de todos sus actos es la ambición, pues mientras prometen renunciar a la Presidencia de la República, ni una vez han declarado estar dispuestos a renunciar al poder militar efectivo que tienen en sus manos y que desean conservar como un instrumento de dominio. Hay -dice- una ambición más grande que la de ser Presidente de la República, y es la de tener una omnipotencia militar tal que permita a un hombre dominar a todos los Poderes de la Unión. Se refiere a la insistencia de Villa en conservar el mando de la División del Norte, a la cual se supone omnipotente, pretendiendo restablecer un orden constitucional sobre las bases del antiguo régimen y designando para la Presidencia de la República a un civil, lo que indica claramente que el sueño de ese jefe es el de constituirse en árbitro de los destinos de México, con facultades de nombrar Presidentes, elegir Cámaras, designar la Suprema Corte de Justicia, dominar los Gobiernos de todos los Estados, y, en general, abarcar en todo, el Poder de la República. Ignora cuáles sean las pretensiones de Zapata, pero supone que no diferirán mucho de las de Villa. Por lo que a él toca, nunca se le ha llegado a expresar cuáles son las verdaderas razones para considerar necesaria su inmediata eliminación del gobierno de la República y su separación de la Jefatura del Ejército Constitucionalista, pero cree que es porque se ve en él a un hombre demasiado radical, aunque pausado en la acción, lo que hace que los conservadores le teman y los revolucionarios impacientes desconfíen en sus capacidades para llevar a cabo los ideales de la Revolución. Termina diciendo que está dispuesto a hacer todo lo que considere necesario para mantener incólumes los principios de la Revolución. Fue lo único importante en la sesión de hoy, que se suspende para conocer el dictamen mañana. - Rechaza don Pablo González las imputaciones que se le hacen acerca del intento de asesinato de Villa por el Gaucho Múgica. Comentario Por supuesto que el señor Venustiano Carranza todo quería menos abandonar el poder, y su comunicado a la Convención se convertía en la prueba palpable de ello, y lo peor era que en sí vaticinaba al porvenir de la República un auténtico baño de sangre, puesto que no quedaba duda alguna de que para lograr que el señor Carranza abandonara su cargo como Encargado provisional del Poder Ejecutivo Federal, debería recurrirse a la violencia, y muchos de los convencionistas comenzaron a percatarse de que no habría otra salida, lo que en la práctica significaba el fracaso mismo de la Convención>. 30 de octubre Aprueba en lo general la Convención de Aguascalientes por 112 votos contra 21, el dictamen formulado por los generales Alvaro Obregón, Eugenio Aguirre Benavides, Eulalio Gutiérrez, Felipe Angeles, Manuel Chao, Martín Espinosa, Guillermo Garcia Aragón, Miguel M. Peralta y Raúl Madero, por el que se comunica a don Venustiano Carranza que se deplora no haya aceptado la invitación de concurrir a las asambleas; que se aprecia en lo que vale su labor revolucionaria, pero que se cree indispensable la aceptación de su retiro del poder y que es de urgente necesidad adoptar una resolución definitiva acerca de su separación del Poder Ejecutivo. También se aprueban -en lo general- las proposiciones del referido dictamen relativas a que por convenir así a los intereses de la Revolución cesan en sus funciones de Primer Jefe del Ejército Constitucionalista Encargado del Poder Ejecutivo, don Venustiano Carranza, y como Jefe de la División del Norte el general Francisco Villa, por lo que procede la Convención a nombrar Presidente Interino de la República, y que con relación al general Emiliano Zapata, su asunto se discutirá cuando hayan ingresado a la Convención los delegados del Ejército Libertador y sometídose a su soberanía. - Los generales José Isabel Robles, Felipe Angeles y Orestes Pereyra sostienen una conferencia telegráfica con el general Villa y le informan que Carranza pone por condición principal para abandonar el poder, el retiro del Jefe de la División del Norte. Villa responde que él, a su vez, propone para la salvación de la patria, no sólo retirarse de la División del Norte, sino que la Convención ordene que tanto él como Carranza sean pasados por las armas. - Organizado por el club femenil Lealtad, asesorado por la profesora María Arias Bernal, se efectúa un respetuoso tributo de reconocimiento a don Francisco I. Madero en el Panteón Francés, donde Carmen Serdán, acompañada de una comisión poblana encabezada por el Oficial Mayor del Gobierno de Puebla, Mariano D. Urdanivia, coloca sobre el sepulcro del mártir una lápida de mármol blanco con una inscripción elocuente. Comentario El comunicado de la Convención enviado a venustiano Carranza, era en sí una mera formalidad porque muchos de los convencionistas estaban por completo seguros de que no iba a ser aceptada la orden de la Convención por el denominado Primer Jefe del Ejército Constitucionalista. Por su lado Francisco Villa daba rienda suelta a sus desplantes algo infantiles, conocedor de que no tendrían gran trascendencia, esto es, que los convencionistas no iban a ordenar ni su fusilamiento ni el del señor Carranza. Lo triste de toda aquella situación era que el objetivo principal de evitar una guerra civil parecía cada vez más inalcanzable. 31 de octubre Al discutirse hoy en lo particular el dictamen aprobado ayer en lo general sobre el retiro de Carranza y Villa, habla el general Alvaro Obregón, que anuncia va a decir quién es el licenciado Antonio Díaz Soto y Gama y a demostrar su mala fe. Ya en otra ocasión ha aludido al cortísimo tiempo que tiene de revolucionario el señor Soto y Gama, y cuando lo oyó hablar con calor de la imperiosa necesidad de repartir tierras, comentó que se conocía que no ha tenido nunca ni los tres metros para que lo sepulten. Ahora habla de que la Revolución no la hicieron el Ejército Libertador del Sur ni la División del Norte, pues si el Ejército Libertador la hubiera hecho habría llegado al Norte. La mala fe de Soto y Gama la demuestra haciendo ver que criticó la respuesta de Carranza y no el Manifiesto de Villa, que parece redactado por un fraile, pues es conservador y reaccionario. Termina Obregón diciendo que no es Carranza el que ha hecho crecer el descontento ni las dificultades, sino la reacción que se agrupa en torno del general Villa. Se leen después dos telegramas que acaban de recibirse de don Venustiano, en los que aclara que sólo ha fijado las condiciones mediante las cuales estaría dispuesto a presentar su renuncia y que son las de que se haya resuelto ya la forma de gobierno provisional que garantice la realización de las reformas revolucionarias; que Villa haya dejado ya el mando de la División del Norte de tal manera que se asegure la efectividad de ese retiro y que Zapata haya cumplido las condiciones que a éste se refieren. En el segundo telegrama pide se haga una declaración sobre cuáles son las exigencias políticas del país que, en concepto de la Convención, él no puede llenar, para que la historia pueda juzgarlo debidamente. Se acuerda contestar que con el retiro de Carranza se logrará la unificación de la Revolución y que lo mismo sucederá con el de Villa, y en la discusión de los dictámenes en lo particular se pasa el resto de la noche. Lo más duro que se dice es que Carranza siembra la división dondequiera que está; que en lo militar no ha ganado una sola escaramuza y que está rodeado de un grupo de mancebos rapaces. El propio general Eduardo Hay expresa que Carranza está llamado a fracasar por haberse rodeado de incondicionales inconscientes. A las once y media de la noche queda aprobada en lo particular la resolución de separar a Carranza y a Villa, votando en pro 98 y en contra solamente 20. Y los debates prosiguen. - Pero ni se crea que Carranza está muy preocupado. Hoy se retrata sonriente con Palavicini en un festival en la Escuela Normal para Profesores y ambos visitan el convento de La Merced para ver que se convierta en museo de arte colonial. A la vez, se ha dado el lujo don Venustiano de ordenar que abandone el país el ministro de Bélgica, Paul May, cordial amigo de Victoriano Huerta y enemigo del constitucionalismo. Comentario En aquel 31 de octubre de 1914 prácticamente se sello el fracaso de la Convención. Carranza no iba a renunciar al poder y los generales ahí representados deberían definir su postura de cara a un cercanísimo futuro. Véase, Barrera Fuentes, Florencio, Crónica del periódico El Liberal, publicada en su edición del día 2 de noviembre de 1914, Biblioteca Virtual Antorcha, México, Captura y diseño, López, Chantal y Cortés, Omar, primera edición cibernética, enero del 2010
Revolución Mexicana
Reflexiones en torno a la Soberana Convención Revolucionaria
con comentarios a las efemérides de Alfonso Tarasena en su obra
La verdadera Revolución Mexicana - Tercera etapa (1914-1915)
Chantal López y Omar Cortés
Indice de El doloroso parto de la Revolución Mexicana
Presentación de Omar Cortés
NOVIEMBRE DE 1914 Biblioteca Virtual Antorcha