Índice de Historia de la piratería de Philip GosseAPÉNDICE IAPÉNDICE IIIBiblioteca Virtual Antorcha

HISTORIA DE LA PIRATERÍA

APÉNDICE II

LA HISTORIA DE LA SEÑORA JONES




El reverendo Thomas Bolton, capellán del consulado de Argel, asume la plena responsabilidad de lo auténtico de la siguiente historia del Hibernian Regiment.

El 16 de agosto de 1747, un destacamento de este regimiento, por entonces al servicio de España, fue sorprendido por corsarios argelinos al trasladarse de Mallorca al continente. Los soldados resistieron a la primera galeota que les atacaba hasta agotar toda su pólvora, después de lo cual, lanzándose al abordaje del enemigo, arrojaron a los turcos al mar. Entonces los embistió otro gran buque pirata y no tuvieron otra alternativa que rendirse. Uno de los musulmanes exclamó: No sois españoles. Sois ingleses, o demonios. El grupo se componía de un teniente coronel, seis capitanes, diez oficiales subalternos y cerca de sesenta soldados: los pobres restos de las campañas italianas. Al llegar a Argel, los tres colores del regimiento, una cruz sobre fondo blanco y las armas de Irlanda con la inscripción Reggimento di Hibernia, continuaban flotando sobre la galeota turca capturada. Entre las damas de a bordo figuraban la señora Jones con dos hijos de corta edad y su hija Nancy de un primer matrimonio, una joven de apenas diecinueve años, muy estimada por su virtud y cordura y no menos admirada por su belleza; viajabán acompañadas por una doncella.

Después de describir los malos tratos que tuvieron que sufrir aquellas señoras, y como uno de los niños, de menos de ocho años de edad, fue obligado a traer agua, barrer los pisos y llevar la basura, teniendo por toda ropa un viejo y andrajoso traje turco, la señora Bolton prosigue:

Cierto día, la señora Jones estaba sentada, con el niño menor en los brazos, ante la puerta de la casa en que se hospedaba, cuando pasó un turco, el cual se puso a importunarla dándole la alternativa entre ceder a sus deseos o morir. Ella se retiró a una habitación interior y de allí a un desván accesible sólo por una escala que quitó después de subir. El turco cogió al niño y habiendo amenazado y suplicado sucesivamente a la madre, sacó su espada e hirió a la criatura en un brazo. La señora Jones lanzó un grito. Entonces el turco hirió a su víctima en el otro brazo; finalmente le cortó una mano y la arrojó a la madre; ésta cogió la mitad de una muela rota, que se hallaba en el desván, y la lanzó sobre el turco, destrozándole una pierna. El hombre mató entonces al niño, le cortó la cabeza y descargó sus pistolas sobre la madre, errando los disparos. La señora Jones esperó el momento propicio y entonces derribó al asesino con la otra mitad de la muela. Después bajó y le acabó con su propia espada, metió al cadáver del niño en un canasto y se fue a ver al bey.

Sir Lambert Playfair, cuando era cónsul general en Argel, no logró reconstruir la continuación de esta historia, pero se inclinaba a pensar que una muerte de suplicios era la suerte reservada a todo esclavo que osaba matar o siquiera herir a un turco.

Índice de Historia de la piratería de Philip GosseAPÉNDICE IAPÉNDICE IIIBiblioteca Virtual Antorcha