Índice de Lecciones de historia patria de Guillermo PrietoCUARTA PARTE - Lección ICUARTA PARTE - Lección IIIBiblioteca Virtual Antorcha

LECCIONES DE HISTORIA PATRIA

Guillermo Prieto

CUARTA PARTE

Lección II

Descontento en el Congreso. Actitud de don Felipe de la Garza. Proclama de Pedraza. Agitación del Congreso. Junta militar que convoca Iturbide. Santa Anna proclama la República. El general Victoria. Papel moneda. Pronunciamiento del sur. Plan de Casa Mata. Conducta de Iturbide. Su caída y expatriación.


El descontento crecía por momentos. En la casa de don Miguel Santa María, embajador de Colombia, se reunieron varios liberales que conspiraban a favor de la República. Súpolo Iturbide, y con tal pretexto, mandó prender quince diputados del Congreso señalados como de oposición.

Entonces el Congreso en masa protestó contra el atentado. En las provincias asomaba la insurrección; don Felipe de la Garza estaba a la cabeza de este movimiento.

Don Manuel G. Pedraza, comandante militar de la Huasteca, publicó una proclama en favor del sostenimiento de Iturbide en el trono.

El imperio momento por momento perdía terreno en la opinión, precipitándolo las publicaciones de los republicanos sobre los derechos del hombre, la falta de elementos para un gobierno aristocrático, etcétera.

El Congreso había tomado el carácter de facción, y como no reconocía origen popular, no podía conjurar con buenos títulos los síntomas de anarquía que aparecían.

En tales circunstancias, propuso don Lorenzo Zavala la convocatoria de un nuevo Congreso, pero la proposición fue rechazada.

El 17 de octubre formó Iturbide en Palacio una junta militar y de algunas personas notables, y en ella propuso la reducción de los diputados a setenta.

Tal medida, tan torpe y anómalamente fraguada, tomó las proporciones de disposición legal, y el Congreso indignado, se negó a disminuir sus miembros, manifestando públicamente que rechazaba este grosero insulto del Ejecutivo.

No quedaba a Iturbide más recurso que dar un golpe de Estado, y a ello se resolvió el 22 de octubre comisionando a don Luis Cortazar para que disolviese la asamblea y cerrase el Congreso (1).

En el mismo día nombró Iturbide otra junta que se llamó institUyente, sin prestigio ni significación alguna.

A poco de estos sucesos y de un viaje de Iturbide a Veracruz en que quedó descontento el general Santa Anna, éste proclamó la República el 2 de diciembre de 1822.

Victoria, que había estado retraído y en la vida salvaje, tomó las armas en favor de Santa Anna, ocupando el puente Nacional.

La lentitud de las operaciones de Echávarri daba creces a la revolución, la prensa se cebaba en los desmanes y en la incapacidad de Iturbide y su ministerio; la creación del papel moneda (2) puso de manifiesto la miseria y el descrédito del gobierno, y la misma arrogancia militar que dominaba, fomentaba en el pueblo el espíritu de insurrección.

Guerrero y Bravo aparecieron formidables en e! sur, pronunciados contra el imperio.

Epitacio Sánchez, encargado de perseguirlos, murió en la acción de jalmolonga, en que fue mortalmente herido el general Guerrero.

La Gran Logia Escocesa de México, con actividad sin ejemplo, había logrado introducir la discordia entre los jefes del ejército. Resultado de sus trabajos fue el plan conocido con e! nombre de Casa Mata, que se redujo a la convocación de una representación nacional, y al que se adhirieron en instantes el ejército y las provincias.

Iturbide, lejos de consagrarse a conjurar tempestad tan deshecha, vivía en Tacubaya con regio esplendor, acicalaba con esmero su persona, se halagaba de que sus aduladores le elogiasen su porte y vestidos, y creía que dominaba el mundo porque algunos léperos le vitoreaban al atravesar las calles de la capital.

Por un momento quiso resistir la insurrección que le amenazaba, pero fue en vano; pretendió convocar un Congreso, y fue inútil. Al fin se vio reducido a escuchar las proposiciones de sus enemigos.

Como retractándose de sus errores, Iturbide volvió a convocar y reunir a la asamblea disuelta, y en su seno se dio cuenta con una exposición; abdicaba la corona, se desterraba del país, y dejaba el Poder Ejecutivo en manos del Congreso.

Pasado el manifiesto a una comisión compuesta de Zavala, Farías, Mangino y Herrera, dictaminó que se admitiese la dimisión, que se arreglase su salida del país, concediéndole 8 000 pesos de pensión anual y el tratamiento de excelencia.

En decreto separado se desconocieron y anularon totalmente el plan de Iguala y los tratados de Córdoba.

Aunque ostensiblemente la caída de Iturbide se debió a los jefes militares que firmaron el plan de Casa Mata, puede asegurarse que la produjo el partido borbonista; o de españoles y criollos enemigos de la independencia, que a la caída de Iturbide quedaron furiosos por el desconocimiento del plan de Iguala y los tratados de Córdoba.

Iturbide se embarcó con su familia en Veracruz el 11 de mayo de 1823, a bordo del bergantín inglés Rawlins que los condujo a Liorna.



Notas

(1) El Congreso se reunía en San Pedro y San Pablo, local que servía últimamente de almacén de la Aduana.

(2) Papel moneda es un documento o título al que comunica la ley de los caracteres de la moneda, pero que sigue las vicisitudes del crédito. El curso forzoso lo hace de fatales consecuencias. El ensayo que hizo lturbide fue fatal, por la ignorancia casi completa con que se pensó y se llevó a cabo.

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