CARTAS DE RELACIÓN
DE HERNAN CORTÉS AL EMPERADOR CARLOS V
TECOANTEPEQUE, 25 DE ENERO DE 1533
Sacra católica cesárea majestad. A vuestra majestad he escrito haciéndole saber cómo yo estoy en este pueblo de Tecoantepeque. costa de la mar del Sur, despachando ciertos navíos que en él he hecho para engolfarse y descubrir por ella, y que placiendo a Nuestro Senor se harán a la vela con todo buen aderezo para el mes de marzo primero.
Asimismo habrá vuestra majestad visto por otras cartas mías, cómo por el mes de mayo pasado despaché otros dos para que corriesen todo lo que más pudiesen la costa adelante, para saber los puertos y ríos de ella y descubrirse la tierra, todo en cumplimiento de lo que vuestra majestad me mandó en esto y yo capitulé. Espero en Dios que de los unos y de los otros se ha de seguir tanto bien que la fe sea acrecentada, y vuestra majestad muy servido y todos sus vasallos de estas partes aprovechados; y con la esperanza que de esto tengo pongo en ello mucho cuidado y trabajo de mi persona y gasto de mi hacienda para que vayan a punto de todo lo necesario, y mientras más vigilancia pongo de que se haga así, tantos más inconvenientes me ponen los jueces de estas partes imitando a los pasados, que fueron causa de la perdición de otros navíos que para este efecto tenía en este puerto, pues para la obra de los que digo que partieron oficiales envié que los labrasen por mis dineros, fueron escasos de mandarme dar e impedirme el acarreto de bastimentos y botamen que tenía para el viaje; y aun sobre ello seguirme criminalmente, por haber enviado cierto bastimento en tamemes por parte, que sin ellos era imposible llevarlo, e impedir su camino, como a vuestra majestad tengo escrito, de manera que ellos se hicieron a la vela no tan bien proveídos como era necesario, sino como pudieron, según la poca ayuda que acá se me dio. de donde sucedió lo que vuestra majestad mandará ver por una carta que el capitán de ellos me escribió, la cual envío aquí a vuestra majestad, por donde verá que por falta de bastimentos hubo de hacer volver el un navío, y el mal suceso que de él y de la gente hubo, como se verá por otra carta, que un vecino de Jalisco me escribió, aunque del otro navío tengo buena esperanza, pues pasó adelante en él el capitán con mediano bastimento y gente necesaria para descubrir, de que aguardo nueva de él muy en breve, y de ello haré relación a vuestra majestad. A la cual suplico que pues del despacho de estos navios tanto fruto se espera, envíe a mandar que en lo necesario a ellos, asi para hacerlos como para despacharlos, tenga especial poder sin que me pueda ir a la mano nadie, pues para creer que será sin perjuicio de los naturales de estas partes, basta saber lo que a mí me va que todos ellos sean bien tratados y relevados, y de esta manera viendo que lo que yo gastare se emplea en muy buena provisión de los navios, no tendré en tanto el trabajo ni costa, y vuestra majestad será más servido por la brevedad que en todo habrá.
Asimismo he escrito a vuestra majestad lo que conmigo se hace en cumplimiento de la merced de los veinte y tres mil vasallos, que no sólo hasta hoy no la han querido cumplir y contármelos y entregármelos, pero cierta parte que de ellos me dieron por un concierto que con el Audiencia Real de estas partes hice, forzado de mucha necesidad, me quitan cada día un pedazo, y aun sin oirme si tengo justicia de ello o no de hecho; y demás de esto por cédulas o provisiones que de Castilla dizque se despachan, andan haciendo pesquisas secretas sobre si tengo algún puerto de mar; y lo que es peor, que les parece que ni mis servicios ni la voluntad con que vuestra majestad me hizo merced son partes para que yo tenga cosa de que se me siga provecho, pues bien se sabe que cuando yo señalé los pueblos en que se cumpliese la merced, dije adonde eran, y si era puerto, y la calidad de cada cosa, y así se hallará porque mi relación conformará con todo lo que yo tengo y se me dio, y tanto se hiciera escribiéndome a mí para que yo enviara verdadera información de todo, como hacerlo sin que yo lo supiese; y no es para otro fin sino para que todavia se ponga dolencia en ello.
Un pedimento he hecho sobre esto al Audiencia, el cual con su respuesta envío. Suplico a vuestra majestad mande proveer cómo yo no reciba tantas molestias sobre el cumplimiento de esta merced, y que vuestra majestad escriba cómo es servido que antes entienda querer, vuestra majestad, que se acreciente que no que se mueva y disminuya, y que entiendan todos que vuestra majestad es servido en que yo sea bien tratado, pues no se pierde nada que todos sepan que vuestra majestad tiene voluntad de me hacer merced por mis servicios.
Por oídas sabemos aquí los ayuntamientos de gentes que en Levante vuestra majestad hace para obviar y resistir al Turco, que dicen que viene muy pujante y con mucha soberbia, y a tan católica empresa como vuestra majestad lleva todos esperamos en Dios que dará su ayuda, como lo ha hecho en las cosas que se han ofrecido después que vuestra majestad reina. En estas partes por los religiosos que en ella residen se han hecho y hacen continuas oraciones, y pues según acá se dice todos los reyes cristianos y señorios se han confederado con vuestra majestad y la cosa va tan acordada, bien creo que placiendo a Dios oiremos prósperas y alegres nuevas. Certifico a vuestra majestad que hinguna cosa deseo más que hallarme en su servicio en tal jornada, por ser del número de tan leales vasallos como en ella se juntarán, y pues no hubo lugar para yo hacerla, lo poco que en estas partes puedo servir no perderá sazón según algunas cosas suceden.
Nuestro Señor la sacra cesárea católica majestad de vuestra muy real persona guarde y dé victoria, y su muy esclarecido estado prospere y ensalce por muy largos tiempos.
De Tecoantepeque a veinte y cinco de enero de quinientos treinta y tres.
De vuestra sacra majestad muy humilde siervo y vasallo que sus muy reales pies y manos besa.
Don Hernando Cortés.