Índice de Crónicas y debates de la Soberana Convención Revolucionaria Recopilación de Florencio Barrera FuentesSegunda parte de la Reanudación de la sesión celebrada el día 19 de octubre de 1914 en la ciudad de Aguascalientes Segunda parte de la sesión celebrada el día 20 de octubre de 1914 en la ciudad de AguascalientesBiblioteca Virtual Antorcha

CRÓNICAS Y DEBATES
DE LAS SESIONES DE LA
SOBERANA CONVENCIÓN REVOLUCIONARIA

Compilador: Florencio Barrera Fuentes

SESIÓN CELEBRADA EL DÍA 20 DE OCTUBRE DE 1914 EN LA CIUDAD DE AGUASCALIENTES
Primera parte

SUMARIO

Aprobación del acta de la sesión anterior.- Aprobación de credenciales y protesta de algunos delegados.- Se suspende hasta el día 22 la discusión sobre prórroga a la comisión que fue a invitar a Zapata.- La Convención ordena que se permita la introducción de petróleo por Cananea.- Se aprueba que no se conceda ningún ascenso a militares hasta que la Convención nombre Gobierno Provisional.- Se aplaza la discusión sobre el destino que se dará a los ex federales.- Se aprueba que se exijan certificados de buena conducta a los soldados y oficiales que cambien de cuerpo, para evitar deserciones.- No se concede permiso al ciudadano Casarin para que se ausente. Se aprueba la designación de una Comisión de Programa.- Se aprueba que se gestione que los corresponsales de periódicos se produzcan con verdad.- Se aprueba la publicación de un periódico que sea órgano de la Convención, y para director al ciudadano Heriberto Frias.

PRESIDENCIA DEL C. GENERAL JOSÉ ISABEL ROBLES


A las 4.30 p.m., con asistencia del número competente de ciudadanos delegados, según consta en la lista que previamente pasó la Secretaría, se abrió la sesión.

El C. secretario Almanza dió lectura al acta de la sesión anterior, y puesta al debate, el ciudadano Renato Miranda expuso:

Está omitido entre los nombres que forman la comisión para ir a ver al señor Salazar, el nombre del señor doctor José Siurob; en el segundo documento aparecen los tres nombres, en el dictamen está omitido solamente el nombre del señor Siurob.

El C. Ruiz:

Suplico a la Secretaría se sirva informarme si la proposición escrita presentada ante la Mesa, se inserta íntegra en el acta. (Voces: ¡No!)

El C. secretario:

No, señor. Nada más en esencia. Con las rectificaciones indicadas, ¿se aprueba el acta?

El C. Paniagua:

Para una rectificación. Dice en el acta: Estado de Mérida, y es Estado de Yucatán.

El C. secretario:

Con las modificaciones indicadas, ¿se aprueba el acta? Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse en pie. Aprobada.

El C. secretario Alessio Robles da cuenta con los dictámenes siguientes:

El que consulta se apruebe la credencial expedida en favor del ciudadano Guadalupe Sánchez, como representante del ciudadano A. Portas. Aprobada.

La expedida en favor del ciudadano Elfego Chargoy, como representante del ciudadano Vicente C. Salazar y en la que manifiesta este último, no poder concurrir a la Convención por encontrarse enfermo.

Está a discusión.

El C. Gutiérrez de Lara:

Este asunto se trató ayer, y fue rechazada la credencial.

El C. secretario:

La Mesa informa, por conducto de la Secretaría, que el dictamen fue solamente retirado, no rechazado. Fue retirado mientras la comisión de médicos enviaba su dictamen.

El C. Gutiérrez de Lara:

Siendo uno de los firmantes del dictamen médico, me permito ampliarlo, diciendo que el ciudadano Salazar probablemente, si no tiene ninguna complicación, mañana podrá ya asistir a las sesiones.

El C. secretario:

¿No hay quién haga uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba el dictamen. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse en pie.

La Mesa pregunta, por conducto de la Secretaría, que, si no obstante que mañana puede venir el ciudadano Vicente Salazar, se aprueba el dictamen de la Comisión Revisora de Credenciales. (Voces: ¡No!)

El C. González Garza:

Fue rechazado.

El C. secretario:

Los que estén por la afirmativa del dictamen, aprobando esta credencial, sírvanse ponerse eñ pie. Reprobado.

En seguida, la Secretaría continuó dando cuenta con las siguientes credenciales

La expedida en favor del ciudadano José Muñoz Infante, como representante del ciudadano A. Millán y consulta se apruebe dicha credencial.

Está a discusión. ¿No hay quién pida la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse en pie. Aprobada.

A continuación se dio cuenta con la credencial expedida en favor del ciudadano Germán Lozano, como representante del ciudadano Trinidad Rojas.

Está a discusión. ¿No hay quién pida la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Aprobada.

El C. secretario:

El ciudadano presidente suplica a los ciudadanos delegados que se encuentren presentes, y no hayan prestado la protesta, se sirvan hacerlo.

La Mesa, por conducto de la Secretaría, suplica a las personas que se encuentran en las galerías, se sirvan ponerse en pie. Coronel Miguel Ramos.

El C. presidente:

¿Protesta usted por su honor de ciudadano armado cumplir y hacer cumplir las decisiones de esta Convención?

El C. Ramos:

Sí, protesto.

El C. presidente:

Si no lo hiciere la Patria se lo demande.

El C. secretario:

Capitán primero Germán García Lozano.

El C. presidente:

¿Protesta usted por su honor de ciudadano armado cumplir y hacer cumplir las decisiones de esta Convención?

El C. García Lozano:

Sí, protesto.

El C. presidente:

Si no lo hiciere la Patria se lo demande.

El C. secretario:

Teniente coronel José Muñoz Infante.

El C. presidente:

¿Protesta usted por su honor de ciudadano armado cumplir y hacer cumplir las decisiones de esta Convención?

El C. Muñoz Infante:

Si, protesto.

El C. presidente:

Si no lo hiciere la Patria se lo demande. (Aplausos)

Inmediatamente después el ciudadano secretario dio lectura a los siguientes telegramas:

Del ciudadano Ramón Frausto, en el que pregunta si puede enviar representante a esta Asamblea. A la comisión de Poderes.

Del ciudadano Felipe Angeles, en que manifiesta haber llegado a México, mandando desde luego una comisión, formada por los señores Galván, Femández y Magaña, quienes llevan el encargo de preparar la entrevista que debe verificar con el general Emiliano Zapata, los cuales no han podido todavía hablar con dicho jefe. Lo pone en conocimiento de esta Asamblea, en vista del perentorio plazo que se le ha señalado para regresar a esta ciudad.

El C. secretario:

La Mesa ha acordado, por ser el asunto de obvia resolución, se ponga a discusión.

Está a discusión.

El C. Berlanga:

Tuviera la bondad de darle lectura el señor secretario y concretar el punto.

El C. Hernández y García:

Pido la palabra.

El C. Hay:

Lo que se pone a discusión es que se prorrogue el plazo que se había fijado anterionnente para que concurrieran a esta Asamblea los delegados zapatistas. Si es así, en mi humilde opinión, ese plazo no debemos prorrogarlo, no debemos discutir ese punto hasta que no se termine el plazo que ya se fijó.

El C. Paniagua:

Creo que es extemporáneo tratar ahora este asunto; esperaremos el día 22 y si el dia 22 no han llegado los delegados de Zapata, entonces se tomará un acuerdo.

El C. Serrano:

Para una moción de orden. Yo suplicaría que la Mesa dispusiera que si un orador se para para decir lo mismo que el anterior, que no lo hiciera, que se abstuviera de hacerlo para que no quitara tiempo. (Aplausos)

El C. secretario:

Está a discusión. ¿No hay quién haga uso de la palabra? Se pregunta si está suficientemente discutido el punto. Los que estén por la afirmativa, sírvanse quedarse sentados.

El C. Hay:

Para una aclaración. Por la afirmativa de qué.

El C. secretario:

De estar suficientemente discutido. La Mesa conceptúa que debe discutirse ampliamente este asunto, en vista de que el plazo fijado para la llegada de los comisionados zapatistas es el día 22 del actual; es decir, pasado mañana.

El telegrama tiene fecha de 19 de octubre, viene de México: (Lo leyó)

El C. Mancilla:

Soy de opinión que la Mesa debe formular la proposición y someterla a la Asamblea para su aprobación.

El c. Osuna:

Como en el mensaje no pide que se prorrogue el plazo que se le dio, sino que se tome simplemente en consideración, creo que bastaría que pusiéramos un telegrama al general Angeles, diciéndole que en caso de que antes del día 22 no lleguen los comisionados que han ido a solicitar la entrevista con Zapata, con buenas noticias, esto es: con los pasaportes y con probabilidades de un éxito, dando aviso a esta Convención, se le puede prorrogar el plazo, dándole mayor tiempo; pero si van a venir con que no hubo pasaportes, es inútil que vayamos anticipándonos a prorrogar el plazo que es necesario; pero sí deben saber que cuentan con el permiso de esta Asamblea para ello.

El C. Mariel:

Para suplicar respetuosamente a la Mesa informe a qué fue la comisión, si a establecerse en México, para preparar el terreno, o a ir a Cuernavaca a invitar a Zapata para venir acá.

El C. González Garza:

¿Me permite la Presidencia contestar?

El C. secretario:

La Secretaría informa al ciudadano Mariel, que la Mesa conoce del asunto, exactamente lo mismo que él conoce.

El C. Mariel:

Entonces, que sigan los comisionados hacia el lugar de su destino, y que no se detengan en México. Aquí el señor general Angeles dijo que a él le gustaba tener miedo, porque tenía vocación militar para estar en lugares peligrosos. Yo no sé por qué se detuvo en México. (Siseos)

El C. Hay:

Yo creo que es razonable que los comisionados se hayan detenido en México, hasta saber la forma en que iban a ser recibidos. Es enteramente justo que les concedamos justicia, permitiéndoles que hayan permanecido en México hasta recibir noticias a este respecto. Creo, sin embargo, que no debemos precipitamos en autorizar una prórroga en estos momentos, puesto que no sabemos todavía la contestación, como acaba de decir el señor Osuna, muy cuerdamente, que Zapata dará a los comisionados, por conducto del señor Galván. Si llega el día 22, y regresa el general Galván, diciendo que Zapata no está dispuesto a venir acá, entonces habremos prorrogado inútilmente el plazo que se les ha concedido; esperemos hasta el 22, si el 22 no estamos en posesión de los datos suficientes para justificar la prórroga del plazo, entonces lo haremos en esa fecha. Propongo, por lo tanto, que pospongamos esta discusión hasta el 22, fecha en que tendremos más datos.

El C. Hernández y García:

Pido la palabra.

El C. Marciano González:

Por el texto del mensaje del señor general Angeles, venimos en conocimiento de que no han regresado los que fueron a recabar del general Zapata los salvoconductos para acercarse a él, yo no veo por qué vamos a detenernos hasta el 22 para darles una prórroga que consideran necesaria; suponiendo que para el 22 no regresen los delegados de Zapata, debe venirse en seguida a consultar entonces la prórroga y debe salir el 23 en la mañana, porque no hemos tenido tiempo para contestarle. Lo que necesita saber es por qué no se le ha concedido la prórroga de ese plazo. Si el 23 a las 6 de la tarde no han regresado de ver a Zapata, ¿qué es lo que hace? Se comunica con nosotros, debido al mal servicio telegráfico no recibe la respuesta nuestra y tiene, en acatamiento de una disposición de esta Asamblea, que venirse inmediatamente a Aguascalientes. Si vamos a concederle la prórroga el 22, ¿por qué no se la concedemos desde ahora? Sobre todo, que tenga la certidumbre de que la Asamblea tiene plena confianza en él y en que la comisión que sigue su trayecto a Cuernavaca y regresará acá, seguramente que no va a malgastar su tiempo, supuesto que goza de la confianza nuestra y sabe la urgencia que hay de que regresen los delegados; ni hay motivo alguno para negarle esa prórroga. Entonces, si la hemos de conceder pasado mañana concedámosla hoy, señores.

El C. Hay:

No tiene por base lo que he dicho, desconfianza para los comisionados, todo lo contrario, tiene por base lo siguiente: nosotros todavía no sabemos si el general Zapata se va a negar a venir y no lo sabremos, sino hasta que lleguen los comisionados del general Galván; si llega el día 22 y no ha regresado el general Galván, naturalmente lo comunicará a esta Asamblea el señor general Angeles, e inmediatamente, por telégrafo, se le comunicará la prórroga diciéndole que permanezca en México hasta que llegue el general Galván. Yo me opongo a que lo hagamos, porque no tenemos base para conceder esa prórroga, no estamos razonados para concederla. El día 22 podremos tener razones de más peso para considerarlo, y si las hay, yo seré el primero en pedirlo.

El C. secretario:

Se pregunta si está suficientemente discutido el punto ...

(Al ciudadano Mariel que interrumpe):

Todavía no se decide, señor Mariel, se volvió a tratar el asunto por disposición de la Mesa.

El C. Mariel:

Ya había usted preguntado si estaba suficientemente discutido Después dijo la Asamblea que no lo consideraba así. (Voces: ¡No ha pedido la palabra el señor Mariel)

El C. secretario:

Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse en pie. (Voces: ¿De qué?)

De que está suficientemente discutido el punto. Los que opinen que debe suspenderse la decisión de este asunto hasta la sesión del día 22, sírvanse ponerse en pie. No se suspende hasta el día 22.

Hay duda en la votación. Vuelvan a ponerse en pie los que estén conformes en que se suspenda la discusión de este asunto hasta el día 22. Hay mayoría de que se suspenda hasta el día 22.

El mismo C. secretario dio cuenta con los telegramas que siguen:

Del ciudadano Martín Triana, en que el ciudadano L. Arrieta le comunica que las tropas del general Urbina siguen hostilizando a las de su mando. A la comisión de Guerra.

El C. González Garza:

¿Dónde está fechado?

El C. secretario:

En Mazatlán; 20 de octubre de 1914. Pasa a la comisión de Guerra.

Del ciudadano J. R. Caloca, en que participa al ciudadano José Trinidad Cervantes se sirva pasar a la ciudad de Celaya a efecto de hacerse cargo de la Jefatura de Armas, de aquella población. A la comisión de Guerra.

El C. Cervantes:

Para una aclaración. A ese telegrama me referí ayer; quedé comprometido a traerlo, porque quedó en suspenso el dictamen de la comisión, para aclarar eso.

Del ciudadano general Pablo González, en que comunica a esta honorable Asamblea que se ha visto precisado a hacer uso de la fuerza para que soldados del Ejército Libertador respeten acuerdos tomados por esta Asamblea, referentes a suspensión de hostilidades. A la comisión de Guerra.

De la Cananea Consolidated Copper Company, en que participa que las fuerzas del ciudadano Maytorena y del general Hill impiden introducir por las aduanas de Cananea el petróleo crudo que se necesita para el funcionamiento de las máquinas de las minas. A las comisiones de Guerra y Gobernación.

El C. Hay:

Respetuosamente suplico que ese asunto sea discutido desde luego por ser de obvia resolución. (Voces: ¡No, no!) Es una cosa urgente y creo que debemos discutirla inmediatamente.

El C. Piña:

Estoy enteramente de acuerdo con la moción del señor general Hay, creo que es de urgente necesidad que la Asamblea disponga lo conducente sobre este particular, pues acabándose por completo el petróleo de Cananea,. no podrán funcionar las bombas y se inundarían las minas y con este motivo sufriría tanto el Estado de Sonora como toda aquella región, todo el país, por decirlo así, gravísimos perjuicios; creo que es enteramente obvio y pido se resuelva desde luego.

El C. Ruiz:

Para hacer una observación. La comisión de Guerra está compuesta de cinco miembros, de la cual faltan dos de las personas; sin mengua ninguna para las tres restantes, propondría yo que se reemplazaran por otras dos, para que estuviera completa la comisión de cinco miembros. (Voces: ¡No, no!)

El C. González Garza:

Es una cosa muy distinta.

El C. Hay:

Pido la palabra.

El C. presidente:

¿Ya terminó el señor delegado Ruiz?

El C. Ruiz:

Quisiera saber de la Mesa si tengo que proponerlo por escrito.

El C. presidente:

No, señor, no necesita usted proponerlo por escrito.

El C. Hay:

Para no ir en contra de los trámites acostumbrados, que las comisíones de Guerra y Gobernación dictaminen inmediatamente sobre este asunto, para que desde luego pueda ser presentado a esta honorable Asamblea.

El C. secretario:

Sírvanse pasar las comisiones de Gobernación y Guerra unidas a dictaminar.

En seguida la Secretaría dio cuenta con los asuntos que a continuación se mencionan:

Con un telegrama del señor Albino Casillas en que pide se le informe si los delitos de imprenta pueden juzgarse administrativamente. A la comisión de Justicia.

El dirigido al ciudadano Antonio I. Villarreal por la señora G. de Primo, pidiendo que esta Convención se sirva dar sus órdenes, a fin de que su esposo, el señor Angel P. Primo, sea puesto en libertad. A la comisión de Justicia.

Solicitud presentada por el ciudadano Joaquín Casarín, pidiendo que esta Asamblea le conceda permiso para salir de esta ciudad y presentarse al general Pesqueira, en vista del llamado que este señor le ha hecho por telegramas, los cuales mostró. A la comisión de Guerra.

Del ciudadano Luis G. Caballero, en que felicita a esta Convención por los trabajos patrióticos que está llevando a cabo. De enterado y gracias.

De los ciudadanos licenciado Juan Olivares, ingeniero Francisco Reynoso, profesor Fulgencio Vargas, Rodolfo R. Ramírez y M. J. Bustamante, solicitando que esta Convención gestione su libertad, pues se encuentran detenidos en la prisión de Granaditas. A la comisión de Justicia.

Del ciudadano licenciado A. Fuentes, presidente del Centro Administrativo de Clubs Antirreeleccionistas de México, y veintisiete signatarios más, felicitando a esta Convención por su actitud durante la sesión del día 16 de los corrientes. De enterado y gracias.

Proposición presentada por el ciudadano J. F. Cervantes, para que se invite a los generales Pablo González, Lucio Blanco y demás que hayan enviado representantes, a que vengan personalmente a esta Convención. A la comisión de Poderes.

La presentada por el ciudadano Antonio de la Barrera, en que pide se ordene a los gobernadores, comandantes militares y jefes políticos, lancen un manifiesto a la Nación para dar a conocer la Soberanía de esta Asamblea; y se les prevenga que dicho manifiesto sea fijado en toda la República por bando solemne, dándose a conocer en el mismo todas las facultades de que está investida esta Convención. A la comisión de Gobernación.

La presentada por el ciudadano Salvador Herrejón y tres proponentes más, en que piden se manifieste a la Nación las razones que indujeron a esta Asamblea, para constituirse en Soberana, a fin de encauzar la opinión pública. A la comisión de Gobernación.

La subscrita por el ciudadano B. Alcaraz, en que pide que los jefes constitucionalistas no necesiten del consentimiento expreso de esta Convención para movilizar sus fuerzas cuando tengan que combatir a los facciosos de origen huertista y conservador. A la comisión de Guerra.

Acto continuo se dio cuenta con el telegrama dirigido al ciudadano J. Isabel Robles y firmado por el ciudadano Francisco Villa, para que con toda energía sean castigados los oficiales y tropa de la División de su mando que cometan desmanes en esta ciudad.

Inmediatamente después se dio cuenta con el siguiente dictamen de las Comisiones Unidas de Guerra y Gobernación, que termina proponiendo lo que sigue:

Primero. Se comunique por la vía más rápida a los ciudadanos generales Maytorena y Hill, que esta Soberana Convención, atendiendo a la necesidad urgente de que la ciudad de Cananea y comarca vecina no sufran por la falta de petróleo, ordena se permita la introducción del mismo, previo pago de los derechos correspondientes.

Segundo. Que se conteste a la Cananea Consolidated Copper Co., dicho acuerdo; yTercero. Que se comunique al ciudadano Primer Jefe dicho acuerdo, para su conocimiento.

Está a discusión este dictamen en lo general. ¿No hay quién pida la palabra?En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa sírvanse ponerse de pie. Aprobado en lo general.

Está a discusión en lo particular la primera parte del dictamen, que dice asi: (Leyó)

El C. Piña:

Pido la palabra para hacer observar a la Asamblea que el señor Maytorena no es general; por lo tanto, en mi concepto, procede que se substituya la palabra por la de gobernador de Sonora.

El C. secretario:

Con la modificación pedida por el ciudadano Piña, ¿se aprueba la primera parte del dictamen? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobada.

Está a discusión la segunda parte, que dice así: (Leyó)

El C. Ruiz:

Supongo yo que esas comunicaciones serán simultáneas, y en el caso contrario, debe de comunicarse primero al Primer Jefe.

El C. secretario:

En votación económica se pregunta si se aprueba.

El C. Ruiz:

Sírvase el señor secretario contestar mi pregunta.

El C. secretario:

Que las comisiones que dictaminaron se sirvan contestar la pregunta del delegado Ruiz.

El C. Peralta:

Es una cosa de muy escasa importancia lo que pretende saber el ciudadano Ruiz; se entiende que van a ser simultáneas.

El C. secretario:

En votación económica se pregunta si se aprueba.

El C. Mariel:

Suplico atentamente al señor secretario se sirva decirme si la Convención se dirige directamente al general Hill, que está a las órdenes del ciudadano Primer Jefe. Es posible que el general Hill conteste diciendo que se dirijan al Primer Jefe. Para obviar tiempo, yo creo que para lo relativo al general Hill, se debe dirigir al Primer Jefe.

El c. Ruiz:

Justamente para eso hice la pregunta; pero como el asunto se trató en sesión secreta, no quise mencionar más, porque me supuse que los delegados sabrían de lo que se trataba.

El C. secretario:

La Mesa pregunta a la Asamblea si son de tomarse en consideración las razones de los delegados Ruiz y Mariel. Los que estén por la afirmativa, sirvanse ponerse de pie. La Mesa suplica a los delegados Mariel y Ruiz se sirvan hacer la proposición que juzguen adecuada al caso.

El C. Mariel:

Que al dirigirse al general Hill, se haga por conducto del Primer Jefe.

El C. Ruiz:

Yo creo que es inútil que hagamos una proposición; sencillamente, que se ponga a votación primero:

Articulo 1° Comuniquese al Primer Jefe que lo haga en esta forma.

El C. Mariel:

Suplico atentamente al señor secretario lea el dictamen.

El C. secretario:

El dictamen dice asi: (Nueva lectura)

El C. Serrano:

Podría la honorable comisión que dictaminó allí, poner sencillamente al general Hill, suplicarle lo haga por los conductos debidos.

El C. secretario:

Con las modificaciones propuestas ...

El C. Osuna:

Era precisamente para proponer que se permitiera a la comisión si creia conveniente, retirar el dictamen, para modificarlo en ese sentido.

El C. secretario:

La Mesa consulta a la Asamblea si permite que se retire el dictamen, a fin de que se modifique conforme a las indicaciones del delegado Serrano. Los que lo aprueben, sírvanse ponerse de pie. Aprobado.

Con la modificación hecha, el dictamen queda concebido en estos términos:Primero. Se comunique por la via más rápida a los ciudadanos generales Maytorena y Hill, por los conductos debidos, que esta Soberana Convención, atendiendo a la necesidad urgente de que la ciudad de Cananea y comarca vecina no sufran por la falta de petróleo, ordena se permita la introducción del mismo, previo pago de los derechos correspondientes.

Con esa modificación, ¿se aprueba? Los que estén por la afirmativa, sírvanse poner de pie. Aprobado.

La segunda parte ya estaba aprobada.

La tercera parte dice así: (Leyó) Está a discusión.

El C. Raúl Madero:

Ya no tiene caso ese artículo; lo retiramos.

El C. secretario:

Está a discusión la tercera parte del dictamen.

El C. Serrano:

Suplicaria a la comisión retirara esa última parte, por no tener ya objeto.

El C. Aguirre Benavides:

Por mi parte, ya está retirada.

El C. secretario:

La Mesa consulta a la Asamblea si da su permiso para que se retire el dictamen, a fin de modificarlo en la tercera parte. Los que estén por la afirmativa, sirvanse poner de pie. Queda retirada la tercera parte.

A continuación la Secretaría dio cuenta con el dictamen de la comisión de Guerra, que dice así:

1° En virtud de las razones que expone el ciudadano general Juan Cabral, que consideramos justificadas, es de aprobarse la proposición marcada con el número 1, haciéndole conocer esta determinación a los ciudadanos Primer Jefe, Jefe de la División del Norte Y gobernador Maytorena, para que éstos la hagan efectiva en las fuerzas de su mando.

2° La subscrita por el ciudadano Juan C. Cabral, para que no se conceda ningún ascenso, hasta que no se nombre por esta honorable Convención el Gobierno Provisional, es de aprobarse por las razones que expone.

Puestos a discusión en lo particular estos dos acuerdos que contiene el dictamen, sin debate fueron aprobados sucesivamente en votaciones económicas.

3° Considerando que la proposición marcada con este número queda comprendida dentro de la proposición que se aprobó ayer por la honorable Asamblea, en el sentido de que no se efectúe ningún movimiento de fuerza sin consultarlo previamente con la Asamblea, esta comisión conceptúa que no se necesita ya dictaminar sobre el particular; y en lo que se refiere a la petición de estados de fuerzas con destinos, esta comisión considera inútiles e innecesarios esos estados, y porque la Asamblea tendria que abrogarse las facultades de la Secretaría de Guerra. Esta comisión, por tanto, pide se rechace esta proposición.

Está a discusión.

El C. Vigil:

Pido la palabra para apoyar la proposición.

Es extraño que no se apruebe la proposición que hemos hecho, siendo que ya se ha dicho que no se debe reclutar más gente. ¿Cómo sabemos que no se va a reclutar más, si no les fijamos un límite, si no sabemos qué gente tienen estos señores?

Es indispensable, para que sepamos que no se ha reclutado más, saber qué efectivos tienen, y aun cuando esos efectivos que ellos manden aquí, no sean absolutamente ciertos, sí bastante aproximados, pero sirven para normar el criterio de la comisión, respecto a quién de estos señores es el que provoca a las otras fuerzas, de quién. Por lo tanto, pido se reconsidere esto y se ponga a discusión.

El C. Hernández y García:

Respecto a los estados de fuerzas a que se refiere esta proposición, la Convención, en todo caso, debe estár al tanto de los efectivos que tiene el Ejército Constitucionalista, pues aun cuando hasta ahorita las labores que ha llevado a cabo esta Convención tienen una orientación precisa y firme, nosotros debemos ir llevando nuestros esfuerzos sin perder de vista el porvenir, además que es indiscutible que sería de gran utilidad para la Convención tener estos estados de fuerzas, porque es ahorita la que es verdaderamente soberana y que debe tener conocimiento de esos asuntos.

El C. Eulalio Gutiérrez:

La comisión dictaminadora, para basarse en el dictamen, es que ha visto que probablemente tendrían que tomarse en cuenta algunas dificultades con la Secretaría de Guerra; pero si la Asamblea acuerda reconsiderar el asunto y cree prudente o justo, nada más que la Asamblea determine.

El C. Vigil:

Hay que hacer notar ...

El C. Mariel:

Creo que con un solo estado de fuerzas no sería suficiente, porque después de ese estado podrían darse de alta algunos soldados, sin que esto llegara a conocimiento de la Asamblea. Así es que, después de ese estado de fuerzas, tendrían que presentarse otros periódicamente, para estar sabiendo si efectivamente no se habían dado de alta más soldados, y, además, que esta Asamblea nombrara interventores en la formación de esos estados de fuerza.

El C. Vigil:

Hay que hacer constar que la Secretaría de Guerra no controla las fuerzas del señor Maytorena. ¿Cómo, pues, podemos nosotros saber, poco más o menos, lo que hace Maytorena respecto de eso? En cuanto a las razones que acaba de exponer el señor general Mariel, se ha estipulado que los jefes, el Primer Jefe de la División del Norte y Maytorena, no recluten más gente, ni un soldado más; por lo tanto, ¿cómo vamos nosotros a poder tener la seguridad de que no lo hagan?

En cuanto a la necesidad de que haya interventores, pues ésta es la base de que vamos a partir para que la Convención vaya paulatinamente posesionándose del Gobierno de la República, y así garantizar el éxito de la Revolución haciéndola cesar, y la manera más efectiva de hacerla cesar es quitar a todos los jefes que están con mando de fuerza, la oportunidad de que aumenten esta fuerza. ¿No tendemos nosotros a hacer la paz? Sí, ¿verdad?; pues hay que tener en cuenta esto. Si hoy se les pide un estado de fuerza, con la indicación de sus destacamentos, mañana puede pedírseles un estado de armamento, saber lo que cuentan, en igual caso, hasta hacer una paulatina distribución, y así haremos efectiva la pacificación a que estamos aspirando en los actuales momentos. Ahora, es muy indispensable saber si no se refuerzan algunos puntos; por eso se necesita saber cuál es el efectivo de los destacamentos, porque por los movimientos de unos, sabemos si van más allá, y si se refuerza un punto cualquiera, es indispensable que esté reforzada ya toda una región, y aquí puede servir esto como base para movimientos ulteriores, mientras que si hoy tenemos conocimiento de que en un punto se encuentra un destacamento de un efectivo tal, e impedimos que ese destacamento se refuerce, le habremos restado ya un elemento a la guerra, habremos quitado una probabilidad de que se reanuden las hostilidades, que es lo que estamos empeñosamente haciendo aquí.

El C. Eulalio Gutiérrez:

Probablemente el señor compañero habrá olvidado que la Secretaría de Guerra es la que también, en todos los casos, debería de tomar parte muy activa. Nosotros hemos determinado que se va a resolver el problema. del Gobierno Nacional dentro de tres días, así es que si vamos a pedir un estado de fuerzas a todos los destacamentos, para cuando venga el estado de fuerzas probablemente ya no estaremos ni en Aguascalientes, estaremos en México, o el gobierno que salga de la Convención será el que lo reciba, y así es que los trabajos en ese caso no tendrían los resultados apetecidos.

Por lo demás, hemos creído que los jefes que tengan vergüenza suficiente para abstenerse de dar la orden y que están aquí sus representantes, quienes estarán poniéndonos al tanto.

El C. Berlanga:

Se ha acordado también en la Asamblea que no se efectúe ningún movimiento de avance, y no sabemos nosotros si se efectúa o no se efectúa, porque no sabemos dónde están las avanzadas; por lo tanto, pedimos que los jefes manden una noticia acerca de la situación de los destacamentos para después poder saber si han avanzado, o no. Por lo tanto, eso nos servirá de base para saber los movimientos que se efectúen.

Por otra parte, no sabemos los límites exactos de las zonas neutrales; mientras no sepamos dónde están las avanzadas de las fuerzas, y además, el hecho que expone la comisión dictaminadora que las facultades corresponden a la Secretaría de Guerra, cae por tierra, porque nosotros no estamos sujetos a la Secretaría de Guerra, no nos abrogamos ningunas facultades al hacerlo, sino cumplimos con nuestro deber al hacerlo; no podemos saber el efectivo de las fuerzas que corresponden a los distintos jefes, mientras no nos dirijamos directamente a los jefes, sin hacer caso que la Secretaría de Guerra existe o no existe. ¿Tenemos o no facultades? Si las tenemos, debemos obrar; en otros casos hemos también invadido las atribuciones de la Secretaría de Guerra y no se ha dicho nada en este sentido; ¿por qué, pues, ahora se dice que nos abrogamos facultades, por qué en otros casos no? Además, el que creamos nosotros que los estados de fuerzas estarían aquí para después de que se estableciera el Gobierno Provisional, ojalá y que así suceda, no necesitamos después nada, en una semana cuando menos se arregla definitivamente el asunto; pero ésa es una esperanza nada más, y debemos dar todos los pasos, precisamente para el arreglo de todos los problemas pendientes, el efectivo de las fuerzas que haya. Ojalá y realmente suceda que no tenemos necesidad de ello, pero es una esperanza, y no debemos vivir de esperanzas.

El C. Hay:

Pido la palabra en pro del dictamen.

El C. presidente:

Tiene la palabra.

El C. Hay:

Indudablemente, como ha dicho el señor general Eulalio Gutiérrez, con mucha justicia, no tendríamos tiempo suficiente para recibir todos los estados de fuerza de los distintos jefes; además, esa labor tan enorme que nos echaríamos encima, podríamos simplificarla grandemente si en una forma económica la Mesa Directiva se dirige al Primer Jefe pidiendo el estado de fuerzas, que venga por conducto de la Secretaría de Guerra; pero esas razones son insignificantes, la principal es la siguiente: nosotros estamos llevando a cabo una convención a base de honor, a base de honradez, a base de patriotismo, habrá jefes honrados y patriotas que cumplan de acuerdo con las disposiciones tomadas por esta Convención, y habrá también jefes que no cumplan con esos acuerdos, pues ésta es la oportunidad precisamente para saber cuáles son los jefes honrados y patriotas y cuáles no son. Démosles esa oportunidad, que se exhiban ellos mismos, y después nosotros podremos señalarlos con el dedo y arrojarles el estigma del deshonor y de la falta de patriotismo. Yo opto por que no pidamos ese estado de fuerza, porque a base de honor estamos trabajando y debemos exigir que los demás también trabajen a base de honor.

El C. secretario:

Continúa a discusión el dictamen. ¿No hay quién pida la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobado el dictamen.

El C. Hay:

Para una moción de orden. Desde el momento en que esa cláusula está en el dictamen, debe preguntarse a la Asamblea si es de aprobarse el dictamen, o no; naturalmente, eso de aprobarse quiere decir que queda diferida la discusión de ese mismo asunto.

El C. secretarío:

No hay dictamen.

El C. Hay:

Para una aclaración. Sí hay dictamen, desde el momento en que aquí los señores comisionados dicen que deben sujetarse todavía a un estudio detenido y concienzudo. Pide la aprobación de la Asamblea para no dictaminar en el día de hoy y para diferirlo para el día de mañana o para más tarde; de tal manera, que la Asamblea puede aprobar que sea diferida y está perfectamente bien que se ponga a votación, se aprobará y entonces se dictaminará.

El C. Eduardo González:

Aquí no hay dictamen qué discutir y la comisión no tiene días fijos para resolver sus dictámenes, porque no hay ningún reglamento que la obligue a presentarlos en un día o en otro; nada más dice que no ha dictaminado en ese asunto. De manera que como no ha dictaminado no podemos resolver nada. (Aplausos)

El C. secretario:

La Mesa pregunta a la Asamblea, por conducto de la Secretaría, si estima que se le dé lectura y se discuta este dictamen, que no es dictamen, de la comisión de Guerra, que dice así. Los que estén por la afirmativa, que no se lea y no se discuta, que se pongan de pie. Aprobado.

Está a discusión la primera parte del dictamen.

El C. Casarín:

Para una moción de orden. Se saltó usted el considerando número cuatro.

El C. secretario:

El cuarto de los considerandos que menciona el señor Casarín, está concebido en estos términos, que la Secretaria, con autorización de la Mesa, no leyó, por considerarlo inconducente; dice así:

Considerando que el dictamen referente al asunto de los exfederales que está pagándoseles haberes íntegros por estar a la disposición de la Primera Jefatura, debe sujetarse a un estudio detenido y concienzudo, la comisión ha resuelto no dictaminar sobre el particular por estar recopilando datos y opiniones para resolver en la forma más conveniente.

Quinto. Considerando que la proposición subscrita por el general M. Triana, en lo referente a deserciones de la columna a su mando, es justa, por ser ya frecuentes los casos de deserción, la comisión ha tenido a bien acordar lo siguiente:

Primero. Dígase a todos los jefes de Cuerpos de Ejército y de Divisiones del Ejército Constitucionalista, que no deben dar cabida en las corporaciones que comandan, a individuos que hayan cometido el delito de deserción en otros cuerpos.

Para ello, deben exigir de los individuos que ofrezcan sus servicios, un justificante que acredite que han obtenido su baja sin mala nota en otras Divisiones, Regimientos o Batallones, y un certificado de su conducta y aptitud, con expresión de los hechos de armas en que se ha encontrado.

Segundo. Pídanse informes al general M. Triana, de los nombres de los oficiales y tropa de su mando que han desertado y están prestando sus servicios actualmente en otros cuerpos, para gestionar sean remitidos a ésta, para los efectos de la ley.

Puesto a discusión el acuerdo quinto que consta de dos partes, sin debate fueron aprobadas sucesivamente, en votaciones económicas.

Sexto. Estudiada la proposición del ciudadano teniente coronel Ricardo González, para que la Asamblea ordene la aprehensión del general Santaella y Santibáñez, y que sea traído a esta capital, para que lo juzgue el Consejo de Guerra que se nombre; esta comisión encuentra que el ciudadano teniente coronel González, no expresa el motivo por el cual propone que sea aprehendido el general Santibáñez, y además, sabe, por documentos que se leyeron en la Convención, que el referido general pertenece al Ejército Libertador que comanda el general Zapata, quien no ha reconocido aún la soberanía de esta Asamblea. Por lo tanto, esta comisión se permite consultar a la honorable Asamblea, rechace la proposición de que se trata.

En votación económica se pregunta si se aprueba el acuerdo sexto. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse en pie. Aprobado.

Séptimo. Como la proposición número siete está relacionada con la número cuatro, por las mismas razones apuntadas, pide se reserve para hacer un estudio detenido.

Octavo. Respecto de la proposición subscrita por los delegados Hay, Rodriguez y Neyra, esta comisión considera que no es de nombrarse el Consejo de Guerra que propone, porque ya existen en diferentes partes de la República Consejos de Guerra nombrados por las autoridades competentes; y a éstos corresponde juzgar a los responsables de algún delito. Se suscitarían, por otra parte, competencias de jurisdicción enojosas. La comisión cree que para juzgar a algunos generales y delegados que falten a sus deberes, podría formarse una comisión de Honor, integrada por tantos miembros como Cuerpos de Ejército y Divisiones independientes existen. Para la elección de cada miembro de la comisión de Honor, se reunirán todos los generales y delegados representantes de generales de un mismo Cuerpo de Ejército o División y de entre ellos elegirán la persona que debe integrar la comisión de Honor. Por lo tanto, la comisión dictamina que se rechace la proposición.

Constitución y Reformas.
Aguascalientes, 20 de octubre de 1914.
E. Gutiérrez.
E. Aguirre Benavides.
J. Casarín.

Está a discusión. ¿No hay quién pida la palabra?

El C. García Vigil:

El dictamen de la comisión entraña dos cosas: su dictamen respecto a la proposición anterior, y una nueva proposición que hace la comisión.

Pido se vote por separado.

El C. Aguirre Benavides:

Es un dictamen negativo nada más, señor.

El C. secretario:

Está a discusión el dictamen.

El C. Guitérrez de Lara:

Pido se lea la proposición original.

El C. secretario:

La proposición original dice así:

Los ciudadanos A. Rodríguez, E. Hay y F. Neyra B., en el que piden se nombre un Consejo de Guerra que deberá juzgar a los jefes del Ejército Constitucionalista, que a su disposición sean puestos por esta misma honorable Asamblea; y que se dirijan mensajes telegráficos a la Secretaría de Guerra, a los generales y jefes a quien corresponda, comunicándoles las disposiciones de esta Convención Soberana, en el sentido de que si algún general no es digno de pertenecer al Ejército Constitucionalista, sea destituido, aprehendido y puesto a disposición del Consejo de Guerra.

El C. Gutiérrez de Lara:

Señores delegados: Hace algunos días se pidió que el señor general Castellanos fuera aprehendido, destituido de su mando y traído ante la Convención, para que un Consejo de Guerra, nombrado por esta Convención, lo juzgara; precisamente es el caso a que se refiere esta proposición. Yo creo que no debemos ser jnconsecuentes con nuestras determinaciones.

¿Qué vamos a hacer si es que en un futuro se presenta el general Castellanos o el ex general Castellanos, según la Convención, a esta Asamblea y pide ser juzgado o viene a ser juzgado por el Consejo de Guerra que lo ha llamado?

Para el caso necesitamos cumplimentar lo que habíamos dispuesto: nombrar un Consejo de Guerra; si nomás el caso de Castellanos se presentara, ese Consejo de Guerra podría ser disuelto; pero precisamente la proposición indica las mismas circunstancias que determinaron el llamamiento de Castellanos. Si nosotros aceptamos antes exactamente lo mismo, ¿por qué ahora lo vamos a rechazar?

No creo, señores, que estemos en lo justo, debe haber un Consejo de Guerra, pero no nombrado por la Convención, porque sería usurpar facultades; tenemos un Tribunal Militar y en ese caso que la Convención se dirija al Tribunal Militar que debe ser permanente en esta plaza, y él sea el que lo juzgue; pero de ninguna manera, creo yo que la Asamblea tenga derecho para usurpar funciónes judiciales, tales como la designación de un Consejo de Guerra. Pido muy respetuosamente al señor presidente, se sirva interrogar a la Asamblea si está ella conforme en que se pida a los tribunales militares de México, el nombramiento de un Consejo de Guerra permanente, en la plaza, como está mandado por la ley.

El C. Herrejón:

No hay Consejo de Guerra, pero el formarlo es atribución de un poder.

El C. Hernández y García:

Para una aclaración.

El señor diputado Gutiérrez de Lara ha dicho que la Convención nombre un Consejo de Guerra para juzgar al general Castellanos; si no me equivoco, si no recuerdo mal, lo que aprobó la Convención fue que se trajera o se pidiera la destitución de ese general y se castigara, por los conductos debidos; pero como no se hizo un estudio respecto al nombramiento de ese Consejo de Guerra, no se puso a discusión, y, por lo tanto, no se aprobó.

El C. Ruiz:

Cuando se tomó esa determinación por la Asamblea no se había declarado la Convención Soberana, y lo que se quedó en comunicar al ciudadano general en jefe de las fuerzas al mando de las cuales estaba el general en cuestión, fue participarle los informes que se habían tenido en esta Convención, para que obrara de acuerdo con ellos, con respecto al general Castellanos.

El C. Gutiérrez de Lara:

Para suplicar a la Secretaria tenga la bondad de informar con precisión cuáles fueron las determinaciones relativas.

El C. Berlanga:

Para una aclaración señor presidente. Mientras buscamos lo relativo a lo que se acordó con respecto al general Castellanos, yo suplico se sirva informar si esta Convención ha acordado que subsista la Jefatura de Armas, porque se ha nombrado un Gobierno, una Comisión de Gobierno, y me ha llamado la atención ver una orden allí en el Hotel Wáshington, que está firmada por el jefe de las Armas del Estado, y yo desearia tuviera la bondad de informarse lo que se relacione con esto.

El C. secretario:

La Mesa informa al delegado Berlanga, que este aviso a que él se refiere, fue fijado probablemente antes de que se formara la comisión de Gobierno, o antes de que se sancionara el nombramiento, cosa que se hizo ayer. Ya lo tenía anteriormente, y se sancionó ayer.

El C. Osuna:

Que se aclare por fin si siguen ministrando los alimentos del hotel por cuenta del jefe de las Armas, o por cuenta de la comisión de Guerra; porque eso dice el aviso.

El C. secretario:

La Mesa no tiene que informar a ese respecto.

La Secretaria, por disposición de la Mesa, va a dar lectura al telegrama en que se pedía la aprehensión del general Castellanos. (Lo leyó) Este fue el telegrama puesto al Primer Jefe, a fin de que aprehendiera a Castellanos y lo remitiera a la ciudad de Aguascalientes, el día 13.

El C. Berlanga:

Suplico a la Secretaría me informe qué contestó el Primer Jefe.

El C.secretario:

Mientras buscan el telegrama, si es que lo hallan, manifiesto que ordenó que fuera aprehendido Castellanos.

El C. Vallejo:

Debo informar, señor presidente, que acabo de saber, por conducto que me merece entero crédito, que Castellanos ya se encuentra preso en México; me lo dijo una persona que llegó hoy de allá.

El C. secretario:

Continúa a discusión el dictamen. En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa del dictamen de la comisión que ya leí ...

El C. Berlanga:

Como hizo notar muy bien el delegado García Vigil, e'se dictamen está compuesto de dos partes; la segunda parte es una proposición que no debemos tomar en consideración, mientras no se presente por escrito.

El C. Eulalio Gutiérrez:

Está por escrito.

El C. Berlanga:

Refiriéndome a la primera parte, creo que debe desecharse la proposición, porque aquí en la ciudad hay Consejo de Guerra, y cuando tengamos algún reo podemos perfectamente ocurrir al Consejo de Guerra que existe aquí.

Índice de Crónicas y debates de la Soberana Convención Revolucionaria Recopilación de Florencio Barrera FuentesSegunda parte de la Reanudación de la sesión celebrada el día 19 de octubre de 1914 en la ciudad de Aguascalientes Segunda parte de la sesión celebrada el día 20 de octubre de 1914 en la ciudad de AguascalientesBiblioteca Virtual Antorcha