CRÓNICAS Y DEBATES
DE LAS SESIONES DE LA
SOBERANA CONVENCIÓN REVOLUCIONARIA
Compilador: Florencio Barrera Fuentes
REANUDACIÓN DE LA SEGUNDA JUNTA PRELIMINAR CORRESPONDIENTE AL DÍA 12 DE OCTUBRE DE 1914 EN LA CIUDAD DE AGUASCALIENTES
Segunda parte
PRESIDENCIA DEL C. GENERAL ANTONIO I. VILLARREAL
El C. secretario:
¿Ninguna otra persona desea tomar la palabra?
El C. Tapia:
Pido la palabra para una aclaración. Deseo saber si las personas que tiene dos credenciales pueden ceder una a la persona que gusten, porque, en ese caso, como yo entregué dos credenciales, desearía se dé una a mi compañero el señor Prieto.
El C. Presidente:
Será una proposición que usted presentará por escrito.
El C. secretario:
Se pone a votación la credencial del señor Oscar H. León, dada por el señor Pánfilo Natera. El dictamen propone se repruebe esta credencial por estar aquí el señor Pánfilo Natera. Está a votación. (Se preguntó si no había nadie que tomara la palabra)
El C. Benavides:
Yo creo justa la petición del señor Natera y la de los señores Bañuelos y Domínguez. Ellos no pueden hablar en público porque no tienen costumbre de hacerlo, y los señores representantes que nombren son de sus mismas fuerzas; creo que podrían perfectamente aceptarlos como secretarios en esta Asamblea, y creo sería muy justo que alguno de los oficiales de sus fuerzas vinieran a acompañarlos; si en igualdad de caso se encuentran otros, podría hacerse lo mismo, tratándose de buena fe y honradez, para que en sus apoderados vacíen sus ideas, ya que les tienen confianza, y que las pueden expresar franca y sencillamente en esta Asamblea.
El C. Ríos:
Yo tampoco puedo hablar en público, pero me considero con criterio suficiente para apoyar mis actos con justicia.
El C. Berlanga:
Como precisamente lo que queremos aquí son ideas y no hombres, si podemos aprovechar esas ideas de otros elementos que vengan a representar en esta Convención, podremos aceptarlos perfectamente, y tiene derecho mi general Mariel de traer a Luis Cabrera (voces: ¡No, no!), o a cualquiera otra lumbrera, siempre que se sujete a ser militarizado antes; por lo tanto, creo que es de justicia la petición del señor Natera, como representante a la Convención, con la condición de que sea un solo voto el que se tenga en cuenta.
El C. Mariel:
Luego ya no es una credencial.
Dice el señor que podemos permitirle eso al señor Natera; ya con eso hacemos una distinción, y toda distinción es odiosa. Aquí hay determinadas bases para aceptar o rechazar las credenciales; se trata de una credencial que ha sido dada en favor de un señor León, ¿esa credencial tiene razón de ser? No, porque aquí está el señor Natera, luego la Asamblea, obrando en justicia, debe rechazar esa credencial.
El C. Renato Miranda:
Yo creo que el criterio de la Junta Revisora de Credenciales está absolutamente en lo justo. Aquí no venimos a triunfar por la elocuencia ni por la palabrería, venimos solamente a triunfar los que tengamos justicia, y para su opinión, el señor general Natera puede perfectamente oír, escuchar y ver, cuáles son los que tienen razón y cuáles son los que no tienen razón, y solamente sujetarse a dar su voto. Yo creo que la Comisión Dictaminadora o Revisora de Credenciales está absolutamente en lo justo, y si tenemos aquí al señor Natera, su opinión es la que queremos y no su elocuencia. (Aplausos)
El C. Pánfilo Natera:
Así como todos los señores generales que están lejos de aquí, que no pudieron venir, que tal vez estarán igualmente que yo, puedo decir que no puedo hacer uso de la palabra para hablar; así habrán mandado muchos de esos señores generales a muchos licenciados o personas honorables para hablar; y si yo, por ejemplo, que estoy aquí mismo -aquí están mis fuerzas en la plaza de Aguascalientes y otras en Zacatecas-, se habría visto muy mal, por ejemplo, que yo me hubiera retirado de aquí para nombrar un representante.
El C. Murrieta:
Hemos visto que a la hora de querer manifestar sus ideas mi general Natera, lo ha hecho de una manera brillante; quizá otros no hubieran tenido el valor suficiente para hablar en la forma tan correcta y con tanta entereza como lo hizo. Yo no recuerdo -tengo mala memoria-, no recuerdo los nombres de las personas, pero sí tengo idea de un pasaje histórico en que Juárez le preguntaba a un general suriano de muy escasa ilustración, por qué peleaba y qué era lo que quería para el pueblo, y aquel general, en su lenguaje burdo, pudo explicar perfectamente las bases de la Constitución de 57. Nos basta con el criterio del señor general Natera para que podamos darnos por satisfechos, puesto que creemos que es un hombre bastante honrado V que tiene un criterío recto, lo que es muy suficiente para que tenga por sí solo su representación.
Una prueba de que la Asamblea no se ha equivocado al aceptar al señor general Natera, lo demuestra el hecho de haberle dado nada menos que la chamba de Vicepresidente. (Aplausos) Eso prueba que es demasiado honrado y que es demasiado competente para lo que se está tratando aquí. (Aplausos)
El C. J. N. de la Vega:
Yo considero que el caso del señor general Natera no es el mismo caso en que se encuentran los señores generales Domínguez y Bañuelos. Yo he vivido cerca de ellos hace muchos años, desde 1910, en el campo de batalla; sé perfectamente que ellos no harían lo que ha hecho el señor general Natera. No obstante que ellos se encuentran aquí, tengo la seguridad de que ellos, al pedirles su opinión, no la darían los señores en quienes ellos han delegado sus facultades, sino perfectamente identificados con sus ideas. De manera, señores, que tengo la plena convicción de que cualquier cosa que sea lo que ellos digan o aprueben, los señores lo aceptarán. Aquí precisamente se trata, no de que haya dos representaciones; los señores pueden estar aquí en la Convención en calidad de espectadores, como lo hacen otros muchos. Yo veo allí en las galerías muchos delegados.
El C. presidente:
Está a discusión la credencial que dio el señor general Natera.
El C. De la Vega:
Señor, también se hacía alusión a las que dieron los otros generales.
El C. presidente:
Se trata en lo particular de la credencial dada por el señor general Natera; después se discutirán las otras, dadas por los otros señores generales.
El C. secretario:
La Comisión Dictaminadora propone que se deseche la credencial dada en favor del señor Oscar H. León, por el general Pánfilo Natera.
¿Considera suficientemente discutido el punto la honorable Asamblea? Se pone a votación. Los que estén por la negativa, desechando la credencial, sírvanse ponerse en pie. Desechada la credencial.
La credencial expedida por el señor general Bañuelos, la Comisión propone sea desechada.
El C. Mariel:
¿Está en el mismo caso que la anterior?
El C. secretario:
Exactamente.
El C. Mariel:
No hay ni qué discutir.
El C. secretario:
¿Nadie pide la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que desechen la credencial, sírvanse ponerse en pie. Desechada.
La misma Comisión propone que la credencial del ciudadano Leovigildo Bolaños, dada por el general T. Domínguez, sea desechada.
El ciudadano Mariel:
Qué, ¿está en el mismo caso de la anterior?
El C. secretario:
Exactamente.
El C. Mariel:
No hay entonces ni qué discutir.
El C. secretario:
¿No hay quién pida la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que aprueben la credencial, sírvanse ponerse en pie. Desechada la credencial expedida por el señor general Domínguez.
La misma Comisión propone que la credencial del señor Leovigildo Bolaños sea desechada.
El C. Hernández:
Es absolutamente el mismo caso que la de mi general.
El C. secretario:
¿No hay quién tome la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén porque se deseche la credencial, que se pongan de pie. Desechada la credencial.
Pide la misma Comisión que la credencial dada por el señor Eugenio Aguilar sea desechada. Las personas que estén porque sea desechada, sírvanse ponerse de pie. Desechada.
Pide la misma Comisión que la credencial en favor de Juan Aguirre Escobar, dada por el señor general Eulalio Gutiérrez, sea desechada. (Voces: ¡Es el mismo caso, porque el señor general Gutiérrez está presente!)
El C. Mariel:
Pido que el señor general Gutiérrez nos explique cómo éstá el caso.
El C. Prieto:
No hay necesidad.
El C. presidente:
¿Se considera suficientemente discutido?
El C. secretario:
¿No hay quién pida la palabra? Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse en pie. Desechada.
Pide la misma Comisión que sea desechada la credencial dada al señor Castillo Tapia por el señor Zuazua. Está a discusión. ¿No hay quién pida la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse en pie. Desechada.
Igualmente se dio cuenta con otro dictamen de la misma Comisión Revisora de Credenciales, que termina con las proposiciones que siguen:
No son de aprobarse las expedidas en favor de los ciudadanos A. Herrera, L. Blanco, P. López Morales, J. Torres y G. Castillo Tapia, otorgadas por los ciudadanos .T. J. Bañas, E. Salinas, López de Lara, P. G. Vela y A. Cepeda.
El C. secretario:
¿No se acepta la del señor Alfonso Herrera, dada por el señor general Bañuelos? Está a discusión. ¿No hay quién pida la palabra? En votación economica se pregunta si se avrueba el dictamen. Los que estén por la negativa, sírvanse poner en pie. Aprobado.
El C. Obregón:
¿Es coronel?
El C. secretario:
Coronel, señor.
Los que estén por la afirmativa, que se pongan en pie. Aprobado.
La expedida a favor del señor general Lucio Blanco por el senor comandante militar Emilio Salinas. Está a discusión.
El C. E. Gutiérrez:
El señor Emilio Salinas es el comandante militar de Salinas, así es que yo creo que debe pertenecer a algún Cuerpo de Ejército; por eso no creo que sea justo que se le acepte la representación al señor Lucio Blanco.
El C. secretario:
Sigue a discusión.
El C. Osuna:
Yo creo que se debe desechar esa credencial, más que por otra cosa, porque no se pueden representar a dos personalidades, y por sentar el precedente que se ha sentado, de que no haya dos representaciones en una sola persona.
El C. Berlanga:
Pido la palabra.
El C. secretario:
¿No hay quién pida la palabra? Los que estén por la afirmativa, sirvanse ponerse en pie, es decir, porque se deseche la credencial. Desechada.
El C. Rios:
Pido que se me diga si el señor Blanco está fuera o en la ciudad.
El C. presidente:
¿Cómo está la pregunta?
El C. Ríos:
Decía que si el señor Blanco estaba en esta ciudad o fuera.
El C. presidente:
El señor Lucio Blanco está en México, probablemente.
(Se pone a discusión la credencial expedida por el coronel López de Lara)
El C. Osuna:
Para decir que me parece que ese caso es enteramente excepcional, que no hay otro caso ahorita en la República con el cual se pueda comparar. El coronel López de Lara ha sido nombrado por el jefe de la Segunda División del Centro, comandante de la región del Istmo; una región que está completamente separada de los demás Estados, por circunstancias ferroviarias, en su comunicación, y por la misma Revolución. La región del Istmo pertenece, en su mayor parte, al Estado de Oaxaca; pero como creo que muchos de ustedes conocen, se comunica solamente por Puebla, y de ahí por el camino de México; es más fácil hacer llegar cualquier noticia de comunicación a la ciudad de México, que a la cabecera o a la capital del Estado a que pertenece el territorio donde se encuentra esta región del Istmo; es una región muy importante, porque ahí está el ferrocaril del Istmo precisamente, en el cual se ha empleado una cantidad de más de cuarenta millones de pesos por el Erario Federal; lo hemos considerado más importante que cualquiera de los Territorios Federales que existen en la República, y por su posición, fue necesario nombrar ese comandante militar de esa región, que tiene mil quinientos hombres para que garantice la tranquilidad de esa región, para que garantice los intereses de la Nación invertidos en el ferrocarril y los puertos que comprende.
Esos mil quinientos soldados que comanda el coronel L6pez de Lara, pertenecen en su mayor parte al Estado de Tamaulipas; esto es, está la Brigada Caballero allá, que lleva por nombre Caballero; creo que todos la conocen. Ha hecho su campaña desde la parte norte de Tamaulipas hasta la región donde se encuentra ahora; es decir, ha recorrido toda la República. No creo justo que esos mil quinientos soldados queden sin representación, y que ese comandante militar que se ha nombrado ahí -no se puede dar otro caso en la República, en iguales condiciones-, no tenga derecho de estar representado aquí y lo tenga el comandante militar del Distrito Sur de la Baja California, lo mismo que lo tiene el jefe político del Territorio de Quintana Roo, que ya se ha declarado que no es Territorio, y lo mismo lo tiene el de Tepic y otros más. Yo propongo a esta Asamblea que, como un acto de justicia, se reconozca esa representación.
El C. Aguirre Benavides:
Pido la palabra, señor presidente, para apoyar el dictamen. Creo que se ha invitado a esta Asamblea solamente a los gobernadores, comandantes militares y generales. De manera que tendríamos que empezar por aprobar una nueva cláusula en el acuerdo anterior que tuvo esta Asamblea en ese sentido.
El C. González R.:
La argumentaci6n del señor Osuna nos daría lugar a tener que aceptar a muchos coroneles y tenientes coroneles que tienen mando de fuerzas y que, sin embargo, los generales jefes de esa brigada solamente representen un voto. Hay muchos jefes que tienen a su mando mil o mil quinientos hombres, y, sin embargo, se acepta sólo un voto del jefe de esas fuerzas, y más cuando ya la Asamblea acordó que sólo estuvieran representados los generales, comandantes militares, jefes políticos y gobernadores, haciendo excepción de los comandantes militares. No veo razón por qué ahora se hiciera una excepción en este caso.
El C. Mariel:
Para preguntar al señor general Aguirre Benavides por qué territorio el señor Cornejo es delegado, porque parece que oí decir que del Distrito Norte o Sur de la Baja California. Luego ya no es representante por un territorio, sino por un distrito. Así es que no nada más los representantes de los territorios, sino hasta los de los distritos, y así podría aceptarse también al señor López de Lara.
Un ciudadano delegado:
Todavía no se acepta la credencial del señor Cornejo; de manera que no se puede poner como un caso.
El C. Mariel:
El señor Ortega sí que también es jefe de un distrito de la Baja California.
El C. Ortega:
Soy representante del señor Angel Flores; con ese carácter estoy aquí. Este señor es el jefe del Distrito Sur de la Baja California.
El C. Vásquez:
Creo que la Baja California ha estado siempre dividida en dos distritos; así es que tiene dos representantes también en la Cámara de Diputados.
El C. Gutiérrez de Lara:
Estamos perdiendo el tiempo; ya se desechó esta proposición y se invitó al señor Osuna a que hiciera una excepción, no a nombre del jefe de la zona del Istmo, sino a nombre del señor López de Lara. Como no se aceptó, yo creo que no es tiempo. Además, ¿por qué se está discutiendo este punto, si ya está desechado por la Asamblea?
El C. Osuna:
Precisamente fue lo que se nos dijo. Yo decía en mi proposición que se aceptara a los generales, gobernadores y comandantes militares de regiones o Estados. y esto fue lo que, en concepto de la Asamblea, se pusiera para el señor López de Lara, lo que hago por un acto de justicia.
El C. Mariel:
Insisto sobre el particular, relativo a la credencial del señor Cornejo, desde el momento en que por ser comandante de un distrito, no puede ser delegado y representante aquí. (Voces: ¡Sí!)
El C. secretario:
¿Se declara suficientemente discutida la proposición? Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Está suficientemente discutida. La proposición dice: (Lee la proposición) Los que estén por la negativa del dictamen, es decir, porque se repruebe el dictamen, sírvanse ponerse en pie. Aprobado el dictamen.
La expedida por el capitán Torres en favor del mayor Vela. Está a discusión.
¿No hay quién pida la palabra?
El C. Miranda:
No hay discusión posible.
El C. Silva:
Quiero decir que esa credencial fue enviada, debido a la ignorancia del capitán, y por esa ignorancia y por la que tiene el que viene aquí representándolo y que ha aceptado la credencial, yo le he dado una regañada terrible. (Risas)
El C. secretario:
En votación económica se pregunta si se reprueba el dictamen. Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. Aprobado el dictamen.
La expedida a favor de Guillermo Castillo Tapia por el general Abraham Zepeda.
El C. Eulalio Gutiérrez:
Es coronel, no es general.
El C. secretario:
Coronel Abraham Zepeda.
El C. Castillo Tapia:
Es general. Pido la palabra para una aclaración. En México se declaró que los nombramientos de generales que no hubieran sido dados con 8 días de anticipación a la Convención, fueran desechados sus delegados, y pregunto sí la Asamblea está en el mismo sentido. Deseo saber si es compatible que. el señor general Zuazua represente al señor general Murguía.
El C. presidente:
He de estimar a usted que se concrete al punto a discusión: si son coroneles o generales.
El C. Castillo Tapia:
Nada más pregunto eso.
El C. presidente:
En seguida que resolvamos este punto, se contestará eso.
Es opinión de la Presidencia que los acuerdos tomados en la Convención de la ciudad de México, no han sentado jurisprudencia para esta Convención, que tiene su reglamentación especial para ella.
El C. Castillo Tapia:
Por la misma razón, señor presidente, no veo la justificación para desechar esa credencial, porque el señor Zúñiga es general.
El C. presiidente:
Está a discusión la credencial.
El C. secretario:
¿Está suficientemente discutida?
El C. J. M. de la Garza:
Como quiera que la Convención citada en México para el día primero de octubre, y ésta es la misma que aquélla, en mi concepto no deben aprobarse las credenciales de los generales que hayan sido ascendidos después del día primero de octubre, sino los que hayan sido ascendidos antes de esa fecha.
El C. Marciano González:
Me voy a permitir hacer al señor teniente coronel Castillo Tapia algunas observaciones. La credencial del señor Zepeda, que se le otorgó a él, fue rechazada porque el telegrama estaba firmado coronel Abraham Zepeda; esa es la verdad de por qué la Comisión en México rechazó a usted la credencial, señor Tapia.
El C. Castillo Tapia:
Pero el hecho es que es general.
El C. Marciano González:
Es general; pero en el telegrama en que le daba a usted autorización, estaba firmado Coronel, y el general Blanco se apoyó en eso para desechar la credencial, por haber firmado en el telegrama como coronel, supuesto que dos dias antes se había aceptado la credencial a favor del señor Ego, firmada con el título de general.
El C. Castillo Tapia:
Por eso pregunto quién tiene más justificación, si el telegrama o la justificación de los miembros de la Asamblea, de que es general.
El C. Osuna:
Creo que debe apelarse al testimonio de algunas otras personas que conozcan al señor Zepeda, si efectivamente es general. No debe fijarse la Asamblea en que por error haya puesto como antefirma coronel, pues muchas veces tiene uno el hábito de poner el mes que acaba de pasar, y sigue uno, dos o tres días de otro mes poniendo septiembre, por ejemplo; así puede haberle sucedido a este señor general: que digan las personas que lo conocen si es general, o no.
El C. Marciano González:
Se ha dicho antes que el señor Zepeda es general, y que fue ascendido antes del día primero de octubre: pero el caso del señor Castillo Tapia estaba en tal forma, que no podía aceptarse aquella representación, supuesto que dos días antes había sido conferida a Ego y firmaba Zepeda, mientras que antes había firmado Coronel. El señor Blanco se basó en eso para desechar la credencial, por haber firmado coronel y por haberla conferido a Ego.
El C. Castillo Tapia:
No es mi afán que se me conceda la credencial del señor Zepeda, supuesto que tengo tres credenciales: simplemente el espíritu de justicia es lo que deseo: ¿cuál es la credencial que vale? ¿La última o la anterior? El señor Escobedo, nuestro hermano Ego, recibió su credencial dos días antes que la mía: ¿luego, cuál vale? En aquella Convención y en ésta, cuál vale de las dos credenciales ¿la última o la anterior?
El C. Alessio Robles:
Supuesto que por el testimonio de personas honorables, se sabe que fuera ascendido a general en los últimos días, y esta mañana se acordó que el general Cedillo, honorable por todos conceptos, él mismo, que no traía representación por sí, sino la de su hermano Magdaleno, por haber sido ascendido en los últimos días, se acordó que tuviera representación propia y que hiciera que su hermano Magdaleno mandara otro representante.
Como ésta está en el mismo caso, pido que se apruebe esta credencial.
El C. secretario:
¿Se declara suficientemente discutido? Los que estén por la negativa, sírvanse ponerse en pie. Se declara suficientemente discutida. La credencial dice: (Le da lectura) Los que estén por la afirmativa ...
El C. presidente:
No, señor. Hemos acordado que se pregunte por la negativa.
El C. secretario:
Pero el dictamen es negativo.
Los que estén por la negativa del dictamen, sírvanse ponerae en pie. Reprobado el dictamen. Queda aceptada la credencial del señor Castillo Tapia.
Asimismo se dio cuenta con el dictamen de la repetida Comisión Revisora de Credenciales, que termina con las siguientes proposiciones:
No son de aprobarae las expedidas a favor de los ciudadanos M. Bauche Alcalde, J. P. Gallegos, M. García Vigil, G. Castillo Tapia, L. G. Cervantes, J. María Garza y C. Gómez, otorgadas por los ciudadanos P. Sánchez, E. Carrera. A. Elizondo, T. Gómez, J. Dosal y T. Gómez.
El C. Tapia:
Yo creo que hemos tenido un error; yo creo que hemos sufrido una equivocación. Debió haberse leído, antes de que se aprobara, mi credencial, por que el que me delega sus facultades, las delega en otra persona. (Voces: ¡No, no!) ¡Cómo no, si es el espíritu del oficio!
El C. secretario:
Es la página séptima, presentada por la Comisión Dictaminadora; la Secretaría ha ido leyendo por número progresivo.
Está a discusión. ¿No hay quién pida la palabra?
El C. Silva:
Creo conveniente, señor presidente, que los delegados civiles, cuyos nombres figuran en la lista, sean suprimidos por no estar aqui, y que se incluya a los que se nombraron después; pero si están todos los nombres, deben suprimirse los primitivos y quedar solamente los segundos.
El C. secretario:
Se pregunta a la Asamblea si se aprueba el dictamen en lo general. Los que estén por la negativa, sírvanse ponerse en pie. Aprobado.
Pide la Comisión Dictaminadora que sea desechada la credencial que el ciudadano Pilar Sánchez dio en favor del señor coronel Bauche Alcalde. Está a discusión.
El C. Gutiérrez:
¿Tuviera la bondad la Mesa de informarnos cómo estuvo esa opinión para desechar la credencial?
El C. secretario:
La Mesa no tiene facultad para desechar la credencial.
El C. Gutiérrez:
Entonces suplico me informe la Comisión Dictaminadora.
El C. Aguirre Benavides:
La Comisión Dictaminadora sólo ha tenido en cuenta que se desechan las representaciones que hicieron los señores generales en sus delegados posteriores.
El C. Gutiérrez:
Yo creo que el señor Bauche Alcalde tuvo alguna razón.
El C. secretario:
Está a discusión la credencial que el ciudadano Pilar Sánchez expidió a favor del señor coronel Manuel Bauche Alcalde. ¿No hay quién tome la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba el dictamen. Los que estén por la negativa sírvanse poner en pie. Aprobado el dictamen.
La Comisión Dictaminadora pide sea desechada la credencial que el señor general Eduardo Carrera García da en favor del capitán primero Jorge G. Gallegos. Está a discusión. ¿No hay quién haga uso de la palabra? Los que estén por la negativa sírvanse poner en pie. Aprobado el dictamen.
La misma Comisión pide sea desechada la credencial que el general Alfredo Elizondo da en favor del ciudadano teniente coronel Manuel García Vigil. La Secretaria informa que ésta ya fue desechada. Sigue la del señor teniente coronel Castillo Tapia, que también acaba de ser aprobada. La misma Comisión propone sea desechada la credencial que el general Telésforo Gómez, da en favor del ciudadano mayor Luis G. Cervantes. Está a discusión.
Un C. delegado:
Creo que ha sido una equivocación de la Secretaría, no ha delegado sus facultades el señor general más que en favor de su hermano.
El C. secretario:
Ya redificó la Secretaría; está en favor del señor mayor Luis G. Cervantes. Está a discusión.
El C. Castillo Tapia:
Yo pedí a la honorable Comisión que se sirviera indicar por qué se rechazó la credencial del señor Cervantes.
El C. Aguirre Benavides:
Está delegada en otra persona, mi teniente coronel.
El C. secretario:
¿No hay quién tome la palabra?
El C. J. M. de la Garza:
Ei dictamen de la Comisión, al leerlo usted en lo general, dijo que Juan Dosal había delegado sus facultades en José María de la Garza.
El C. secretario:
Tiene razón; el señor Alejo González es el que da la credencial en favor del señor mayor Luis G. Cervantes. Está a discusión. En votación económica se pregunta si se aprueba el dictamen. Los que estén por la negativa, sírvanse poner en pie. Aprobado el dictamen.
El C. representante del C. J. Dosal:
Esta mañana fue aceptada por la Asamblea la representación de don Juan Dosal, conferida a mi favor por el capitán Jesús M. de la Garza. Me consta que no había antes delegado su representación en otra persona a la que alude el dictamen ése, y creo que se trata de un error nada más; pero no quiero que se siente el hecho de que el general Juan Dosal habia delegado su facultad en otra persona.
El C. secretario:
La credencial está firmada por el general Dosal: se trata de una misma credencial.
El C. Aguirre Benavides:
Fue un error señor de la Garza. La Comisión retira la proposición.
El C. secretario:
La Comisión Dictaminadora retira la proposición referente a la credencial del señor Dosal, dada en favor del capitán primero José María Garza. ¿Acepta la Asamblea que retire la proposición? Los que estén por la negativa, sírvanse poner en pie. Aceptada.
El señor general Telésforo Gómez da credencial en favor del ciudadano coronel Celso Gómez. La Comisión Dictaminadora pide sea desechada esta credencial. Está a discusión. ¿Nadie pide la palabra? En votación económica se pregunta si se reprueba el dictamen.
El C. Figueroa:
Para hacer una aclaración.
Me consta que el señor general Gómez retiró la delegación que tenía otorgada al señor Celso Gómez, para conferirla al señor coronel Ignacio ...
El C. secretario:
¿Nadie pide la palabra? En votación económica se pregunta si se reprueba el dictamen. Los qúe estén por la afirmativa, sírvanse ponerse en pie. Aprobado el dictamen.
El C. Osuna:
Pido la palabra. Para hacer una pregunta a esta H. Asamblea.
Desde esta mañana veo en uno de los palcos de este salón al señor general Ildefonso Pérez, conocido de muchas de las personas que aquí se encuentran, y pregunto yo: qué, ¿no tiene derecho este general para formar parte de la Asamblea?
El C. Aguirre Benavides:
Un momento, señor. Faltarán. muy pocas credenciales para revisar; además, durante el dia han estado entregando otras los generales presentes; a propósito de esto hice una proposición a la Mesa y a la cual todavia no se le da lectura, para que con su presentación y la aprobación de la Mesa y de esta Asamblea, baste a los señores generales para estar en el salón.
El C. Osuna:
Al informarme de por qué estaba alli el señor general Pérez, supe que se habia dicho que los que no trajeran credencial salieran del salón, y como él no tenia ningún documento, sino que estaba sólo como general que es, se salió, pero creo que es un error.
El C. presidente:
El señor general Pérez puede pasar a ocupar un puesto en el salón. (Aplausos)
El C. secretario:
Proposición de la Comisión Dictaminadora:
Encontrándose presentes en el salón varios señores generales, que, sin haber delegado su representación, se encuentran en esta Convención, propone se les permita que sean admitidos y pide se ruegue a dichos señores generales se sirvan entrar y digan sus nombres, para ver si su representación es legitima.
Se pregunta a la H. Asamblea si aprueba la proposición que se acaba de leer. (Vuelve a leer la proposición)
El C. Obregón:
Yo añadiría que también dijera a qué Cuerpo pertenecen.
El C. secretario:
¿Se aprueba con la adición hecha por el señor general Obregón? La Secretaría se va a permitir preguntar su nombre a cada uno de los señores generales que vengan con representación propia, y les suplica se sirvan ponerse de pie.
Fueron puestos a discusión y aprobadas las personalidades de los señores generales siguientes:
Alvaro Obregón, Jefe del Cuerpo de Ejército del Noroeste.
Daniel Cerecedo Estrada, División del Centro.
Pánfilo Natera, Jefe de la División del Centro.
Eulalio Gutiérrez, Secretaría de Guerra; Gobernador de San Luis Potosi.
Ramón F. Iturbe, División del Noroeste.
Eugenio Aguirre Benavides. División del Norte.
Felipe Angeles, División del Norte.
José E. Rodriguez, División del Norte.
Tomás Urbina Reyes, División del Norte.
Orestes Pereyra, División del Norte.
Tomás Ornelas, División del Norte.
Fidel Avila, División del Norte.
Calixto Contreras, División del Norte.
Fortunato Zuazua, Cuerpo del Ejército del Noroeste.
José Trinidad Cervantes, Primera División del Centro.
Santos Bañuelos, División del Centro. (Primera)
Tomás Dominguez, Primera División del Centro.
Manuel Chao, División del Norte.
Ernesto Aguirre, División del Sureste.
Pedro Carbajal, Segunda División del Centro.
Raúl Madero, División del Norte.
Severino Ceniceros, División del Norte.
Martiniano Servin, División del Norte.
Salvador González, División del Sur.
José Inocente Lugo, División del Sur.
Eduardo Hay, Secretaria de Guerra.
Macario Gaxiola, Cuerpo de Ejército del Noreste.
Francisco de P. Mariel, Segunda División del Centro.
Ildefonso Pérez, División del Noroeste.
Andrés Galeana, División del Sur. (Estado de Guerrero)
Vicente Salazar, Segunda División del Centro.
Saturnino Cedillo, Segunda División del Centro.
Martín Triana, Secretaría de Guerra.
Ramón B. Sosa, División del Noroeste.
Julián Medina, División del Noroeste.
Leobardo Galván, Ejército Libertador.
Jesús Trujillo, División del Noroeste.
El C. Matías Pasuengo:
Recientemente adherido a la Divísión del Norte por las circunstancias que mis compañeros saben. Yo pertenecía a la División del Noroeste; pero mis compañeros todos de la División del Norte y mis compañeros de la División del Noroeste, saben las condiciones tan anormales que hubieron en Durango, y por esa razón he aceptado estar en la División del Norte; no quiero que quede desapercibido entre todos los compañeros, ni que todos los compañeros de la División del Noroeste digan que por qué vine a la División del Norte; está perfectamente comprobada mi conducta por la que yo vine a la División del Norte. (Aplausos)
El C. secretario:
Matías Pasuengo, hoy nuevo en la División del Norte.
El C. Obregón:
Voy a permitirme una aclaración: quizás sea un error el del general Pasuengo, porque yo no conocí en la División del Noroeste a ningún general Pasuengo.
El C. Pasuengo:
Todos saben que yo trabajé en la División del Sur, y el general Arrieta, que estaba a las órdenes del señor general Obregón y todos los generales de de la División del Norte, conocen la personalidad mía; eso lo sabe mi general Buelna.
El C. Eduardo Hay:
Estuvo en la División del Noroeste, en el Estado de Sinaloa, donde se le señaló el grado de coronel, después no sé más. En vista de lo solicitado por el señor general Obregón, hago esa constancia con gusto.
El C. Iturbe:
Solicito se le pregunte de quién tiene nombramiento de general.
El C. Pasuengo:
De mi general Domingo Arrieta, expedido en Zacatecas. El general Natera sabe de esos acontecimientos cuando yo estuve en Zacatecas, venía yo con el grado de coronel y ahí en esa batalla me dio el grado de general; lo saben todos los compañeros de la División del Norte, con quienes tuve el gusto de estrecharme, después de la toma de esa ciudad.
El C. Iturbe:
Yo preguntaría si el señor general Arrieta está autorizado para expedir nombramientos de generales.
El C. Pasuengo:
El general Arrieta escribió algunos ascensos de generales brigadieres, entre ellos el mío, siendo él general de brigada, no sé si el general Arrieta esté autorizado o no. Todos los compañeros en Durango aceptaron de buena fe el nombramiento mío, porque yo tenía más de un año de coronel.
El C. secretario:
General Matías Pasuengo, hoy nuevo en la División del Norte. Está a discusión su personalidad, ¿no hay quién pida la palabra? Se pregunta si si se aprueba. (Aplausos)
General Rafael Buelna, Cuerpo de Ejército del Noroeste.
General Juan C. Cabral, Cuerpo de Ejército del Noroeste.
General Martín Espinosa, Cuerpo de Ejército del Noroeste.
General Alfonso Santibáñez, Segunda División del Centro.
General Mateo Almanza, División del Norte.
General José Isabel Robles, División del Norte.
General Antonio I. Villarreal, Cuerpo de Ejército del Noroeste.
General Esteban Márquez, División del Sur.
Coronel M. Carlos de la Vega, Gobernador de Zacatecas.
General García Aragón, División del Sur.
Coronel Eduardo Ruiz, Gobernador de Colima.
Al discutirse la personalidad de cada uno de los señores generales ya mencionados, fueron aprobados por aclamación.
Juzgándose terminada la identificación de los generales, el general Angeles leyó la siguiente carta:
Aguascalientes, octubre 12 de 1914.
Señor General Felipe Angeles.
Presente.
Estimado señor:
En vista del cambio de impresiones habidas entre usted y yo, el uno como miembro de la División del Norte, del Ejército Constitucionalista, y el otro como perteneciente al Ejército Libertador a las órdenes del señor Emiliano Zapata, y resultando de ello un completo acuerdo en los principios y tendencias de la División del Norte, con los consignados en el Plan de Ayala que sostiene el Ejército Libertador, y recíprocamente, autorizo a usted para declarar ante la Convención Nacional de Aguascalientes, que estando la División del Norte en la obligación moral de velar por los intereses de sus hermanos del Sur, no deberá llegarse a ningún avenimiento dentro de dicha Convención, a menos que en ella se encuentren debidamente representados los intereses que defiende el susodicho Ejército Libertador.
Aprovecho esta oportunidad, señor general, para hacerle presente mi atenta consideración.
El general, S. Fernández. (Rúbrica.)
El C. Angeles:
Creo yo que en el seno de esta Convención vienen a ventilarse grandes intereses para la Nación, y uno de ellos, especialmente, es el de la pacificación del país. Se sabe que están en rebeldía contra el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, la División del Norte, las tropas del gobernador Maytorena y las fuerzas del Ejército Libertador, a las órdenes del general Emiliano Zapata; ahora bien, nosotros, los de la División del Norte, estamos consolidados, estamos solidarizados con las fuerzas del general Emiliano Zapata y con las tropas del general Maytorena, y estamos en la posibilidad de hacer una completa paz en el país.
Ahora bien, yo creo que para realizar este gran desiderátum, debemos invitar a los generales a las órdenes del general Maytorena y a las órdenes del general Zapata, para que vengan a esta Convención y decidan los destinos del país. (Aplausos y bravos)
El C. Carlos de la Vega:
Señor: mi caso no ha sido comprendido en ninguno de los que hasta ahora se han puesto a discusión; unos han sido discutidos por medio de la credencial y otros acreditando su personalidad aquí; pero yo tengo la duda de si debo ser incluido, debido a que la mayoría de los gobernadores de los Estados son generales y yo soy coronel. Yo he recibido el gobierno de Zacatecas el día 2 de mayo y desde esa fecha comencé a funcionar; como todas las personalidades ss han discutido y yo soy honrado, quiero que se haga lo mismo con la mía.
El C. secretario:
¿Su gracia de usted, señor?
El C. Manuel Carlos de la Vega:
Manuel Carlos de la Vega.
El C. secretario:
El señor Manuel Carlos de la Vega, gobernador del Estado de Zacatecas. Está a discusión su personalidad.
El C. Eulalio Gutiérrez:
Creo que el compañero está en el caso de los demás, aparece comprendido en las cláusulas de los demás, y creo que la personalidad del señor no tiene caso de ser discutida, toda vez que está reconocido tácitamente y de una manera terminante, que todos los gobernadores deben venir a la Convención.
El C. De la Vega:
Decía yo esto, porque cada uno de los aquí presentes se ha puesto a discusión su personalidad y la mía no había sido puesta.
El C. Gutiérrez:
Los generales nada más.
El C. secretario:
¿Se considera suficientemente discutido? Se pone a votación económica: los que estén por la negativa, es decir, porque el coronel no debe estar en esta Convención, sírvanse poner en pie. Aprobado. (Aplausos)
El C. Berlanga:
Para una aclaración, respecto a lo que acaba de decir el ciudadano Angeles, proponiendo que se invite a las fuerzas del gobernador Maytorena y a las del invencible Zapata. Esto ya se hizo, ya se les ha invitado; así es que no tenemos en este caso absolutamente sino ratificar las invitaciones, invitarlos por segunda vez para que manden sus representantes, porque ha sido precisamente nuestro objeto, que todos, sin distinción de partido, sin distinción absolutamente, sin ambiciones personales, sin apoyar a ninguna personalidad, sino con el amplio criterio y la firme convicción de venir a laborar por la Patria; considerándonos todos unidos bajo una sola bandera, la de la Revolución; así, tratando a todos como hermanos, así los hemos ínvitado antes, porque los ideales que persiguen unos y otros son los mismos ideales nuestros: lo que queremos es vencer a la tiranía.
El C. Gutiérrez de Lara:
Parece que aquí están ya algunos representantes del general Emiliano Zapata.
El C. Obregón:
Acaban de comunicarnos que ha llegado un tren especial con los representantes del general Zapata. (Aplausos) (Voces: ¡Faltó de discutir el general García Aragón!)
El C. secretario:
General García Aragón, de la División del Sur. Está a discusión su personalidad, ¿no hay quién haga uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba su personalidad; los que estén por la negativa, sírvanse poner en pie. Aprobada. (Aplausos)
El C. Francisco S. Serrano:
El señor teniente coronel Eduardo Ruiz, gobernador de Colima, se encuentra aquí. Si hay otros señores gobernadores, suplicaría a la Mesa que se sirviera pedirles que se pongan en pie para discutir sus personalidades.
El C. secretario:
Favor de ponerse en pie los señores gobernadores que no sean generales. Se pone a aprobación o reprobación la personalidad del señor gobernador de Colima.
El C. secretario:
(Refiriéndose a la proposición que antes hizo el general Angeles); La Secretaria informa que está aprobado que todas las proposiciones se hagan por escrito, por lo cual suplica al señor general Angeles, que haga por escrito lo que acaba de exponer. Se ha recibido en esta Secretaría, para su lectura, la siguiente proposición:
Propongo que se someta a discusión si el jefe político del Distrito Sur de la Baja Calüornia, tiene derecho a concurrir a esta H. Asamblea personalmente, o por medio de representante.
Aguascalientes, octubre 12 de 1914.
General Alvaro Obregón.
Está a discusión.
El C. Obregón:
Pido la palabra.
El C. presidente:
Tiene la palabra el ciudadano Obregón.
El C. Obregón:
He presentado esa proposición, porque hay dos motivos por los cuales debe ser desechada; antes por los motivos que decían los compañeros, y si lo vamos a llamar, y después que esté aquí, se le dice que por ser del Distrito Sur no tiene derecho a estar en esta Asamblea, yo creo que es conveniente decidir si tiene derecho o no y si tiene derecho, ya no discutimos su personalidad.
El C. secretario:
Suplico al señor general Obregón presente su proposición en concreto.
El C. Osuna:
Creo que no; tiene derecho a concurrir aquí, porque aun cuando por su posición topo gráfica son dos jefaturas distintas, dependen del Gobierno del Centro y son independientes sin estar subordinada una a la otra; por tanto, deben ser representadas cada una de ellas.
El C. Mariel:
Me parece que la base a que debe sujetarse la Comisión Revisora de Credenciales, es que no podrán ser representados más que los generales, gobernadores o comandantes militares de Estados o territorios.
El C. Vásquez:
La Baja California está dividida en dos distritos: el Distrito Norte y el Distrito Sur, pero cada uno tiene derecho a mandar representante.
El C. Osuna:
Voy a decir algo más. El jefe político del Distrito Sur tiene dos distritos a su cargo. En el Centro está la base, y de él depende la parte Centro y Sur de la Baja California.
El C. secretario:
¿No hay quién haga uso de la palabra?
El C. Mariel:
Ya el señor dijo que es representante de un general.
El C. J. M. Garza:
Pido la palabra para una aclaración. Tiene la representación del señor general Flores, de Sinaloa y de otros gobernadores. Se ha aceptado aquí también a los jefes y en este caso no se trata de una jefatura politica, sino de un distrito, pues el Territorio de la Baja California se divide en dos distritos.
El C. Mariel:
Como las bases dicen de Estado o territorio, la Asamblea decidirá.
El C. secretario:
Sigue la discusión. ¿No hay quién pida la palabra?
El C. Berlanga:
Que se acepte únicamente diciendo que viene en representación del Territorio, porque creo que nada más él viene, él es el único representante de la Baja Calüornia, si hay otro, entonces que no se le acepte; porque le corresponde la mitad a cada uno de los representantes y habría que partir naturalmente.
El C. secretario:
La Secretaría informa que está a discusión la proposicióP del señor general Obregón. Sigue la discusión.
El C. Buelna:
Yo creo que en este caso debemos llevarnos por lo que la razón indica: bien claro se ve que en la Baja California, en realidad en la península, hay dos territorios, no sólo uno. ¿ Qué cosa es Territorio? Una entidad que no se gobierna por su propio derecho, sino que depende directamente de la Primera Magistratura de la Nación; así está el Territorio de Quintana Roa, así está el Territorio de Tepic, y así están los dos Territorios de la Baja California, tanto el del Norte como el del Sur; para esto nos basta saber un poco de historia de nuestra administración y ver el mapa.
El C. Ruiz:
El señor general Buelna tiene razón. Políticamente, se considera como dos territorios el de la Baja California.
El C. Aguirre Benavides:
Yo entiendo que la Baja California es un solo territorio; desde la escuela aprendí eso. Entiendo que son dos jefaturas, porque son dos distritos, Distrito Norte y Distrito Sur de la Baja California; pero el Territorio de la Baja California es uno solo, ya les digo a ustedes, desde chiquito no me han enseñado otra cosa.
El C. Villarreal:
Hace algún tiempo realmente era un solo territorio; pero posteriormente se crearon dentro del primitivo Territorio de la Baja California, dos territorios que son políticamente independientes uno del otro, existen gobernados por dos jefes políticos y no está subordinado uno al otro, porque dependen directamente de la Secretaría de Gobernación,así es que están en las mismas condiciones el jefe político de Tepic y el de Quintana Roo.
El C. Osuna:
Lo que pasa probablemente es que muy pocos conocen aquí las dificultades que hay para considerar como una sola jefatura política al Territorio de la Baja California. Para comunicarse el jefe político del Distrito Sur, con el jefe político del Distrito Norte, pasa un mes cuando menos, y por esta razón políticamente se ha dividido en dos jefaturas. La Norte se comunica por los Estados Unidos y la Sur por la vía inalámbrica, por San José del Cabo, únicamente. Por este hecho son dos jefaturas políticamente hablando; las dos dependen de la Secretaría de Gobernación. sin estar subordinada la una a la otra.
El C. secretario:
¿Se declara suficientemente discutida? Los que estén porque no está suficientemente discutida, sírvanse poner en pie. Se declara suficientemente discutida.
Se va a votar si tiene o no derecho el jefe político del Distrito Sur a estar representado en esta Asamblea. Los que estén por la negativa. sírvanse poner en pie. Tiene derecho el jefe político del Distrito Sur de la Baja California a estar representado en la Asamblea.
Un C. delegado:
¿Con la aclaración discutida anteriormente?
El C. presidente:
No ha habido ninguna aclaración. Se ha preguntado si se aprobaba la proposición del señor Obregón.
El C. Aguirre Benavides:
El señor Obregón hizo esa pregunta, sólo con la idea de que si el señor Cornejo venía a esta Asamblea a sincerarse ... (Voces: ¡No, no, no!) Yo creo que tengo razón.
El C. secretario:
La Secretaría informa que no se trata de ninguna personalidad, sino de la jefatura, pues se decía que se somete que se ponga a discusión, si el jefe político del Distrito Sur de la Baja California, tiene derecho a concurrir a esta Asamblea, personalmente o por medio de representante.
El C. Aguirre Benavides:
Sí, señor, respecto a la jefatura, no de la personalidad del señor Cornejo que ya se discutió, para que viniera a depurarse de los cargos que se le han hecho.
El C. Murrieta:
Voy a hacer una aclaración, aun cuando ya está aprobada la credencial del jefe político de Quintana Roo. Hay un decreto del Primer Jefe, en que se anexa al Estado de Yucatán, y por consiguiente, el jefe político no es sino un comandante militar de aquella región; pido que se reconsidere el asunto. (Voces: ¡Ya está aprobado!)
El C. secretario:
Suplico a la H. Asamblea se sirva nombrar una Comisión que conduzca al salón a los delegados del señor general Zapata.
Francisco de P. Mariel.
Está a discusión la proposición.
El C. E. C. González:
Creo que todos tienen derecho para estar representados aquí, aun cuando sea por cortesía. Pueden venir hasta aquí porque hay suficientes garantías. (Siseos.)
-El C. secretario:
Sigue la discusión.
El C. Gutiérrez de Lara:
Debe hacerse, no por un acto de cortesía, sino que debe hacerse por obligación.
El C. secretario:
Se pregunta si se aprueba esta proposición. Aprobada. Esta honorable Asamblea ha aprobado que ella deberá nombrar la Comisión. La Mesa pregunta que si está conforme en que se le presente candidatura para su proposición.
El C. Alessio Robles:
Pido que la nombre la Mesa.
El C. secretario:
¿Están conformes en que la Mesa nombre la Comisión? Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse en pie. Aprobado.
El C. presidente:
Quedan nombrados los señores general Eulalio Gutiérrez, coronel Carlos Prieto y teniente coronel David G. Berlanga, para ir a recibir a los señores delegados del general Zapata. (Aplausos)
El C. Berlanga:
Al terminar la sesión del sábado, presenté una proposición por escrito, respecto a la ratificación de los nombramientos que debe dar la Asamblea, que han recaído en favor de los ciudadanos Juan García Aragón, Fidel Avila y Fuentes D., para que formen la junta neutral del Gobierno de la ciudad, y quisiera que la Secretaría, si acaso no hay inconveniente, se sirva leerla para que sea aprobada o reprobada; lo que únicamente me propongo es que esta Asamblea ratifique o rectifique esos nombramientos. (Siseos)
El C. Buelna:
Me permito suplicar a la Mesa se digne hacerle el honor al señor general Angeles, de acompañar a la honorable Comisión que se ha nombrado para recibir a los generales zapatistas, por creerlo conveniente, dadas las ligas que unen a la División del Norte con los señores expresados. (Aplausos)
El C. Mariel:
Pido la palabra para pedir que integre también la Comisión que va a recibir a los representantes del general Emiliano Zapata, al señor general Obregón.
El C. presidente:
Quedan nombrados los señores generales Alvaro Obregón y Felipe Angeles, para recibir a los comisionados. (Aplausos) (Sale del salón la Comisión)
El C. Renato Miranda:
Pido la palabra para suplicar a la Mesa Directiva que suspenda la sesión por el tiempo que sea necesario para que vayan los señores que se han comisionado a recibir a los señores delegados. Y también para que los asuntos que hay en cartera sean votados por los señores que forman la Comisión.
El C. secretario:
La Mesa pone en conocimiento, por conducto de la Secretaría, al señor que acaba de hablar, que hay algunos asuntos de poca importancia en cartera que deben de una vez ponerse a la aprobación de la honorable Asamblea.
El C. Miranda:
Entonces retiro mi proposición.
El C. secretario:
Se ha presentado la siguiente proposición:
Propongo que se llame al jefe político de la Baja California, para que conteste a los cargos que se le hacen, suspendiéndose el fallo de la credencial, hasta que el interesado esté presente.
Aguascalientes, 12 de octubre de 1914.
El General, Alvaro Obregón.
El C. Mariel:
Pido la palabra, señor presidente, para indicar que ya eso se sujetó a votación y se acordó que se suspendiera la votación hasta que llegara el señor Cornejo.
El C. presidente:
En vista de que el general Alvaro Obregón no se encuentra aquí, considero conveniente retirar esta proposición.
El C. secretario:
(Dio lectura a la proposición presentada por el ciudadano Tapia, a fin de que se resuelva a cuál de los cuatro señores generales que le han extendido credencial, representará en esta Convención) Está a discusión.
El C. De la Torre:
Hace algunos días el señor general Lugo presentó esa misma proposición y se rechazó. Así es que ya no tiene objeto de volverse a discutir. Está suficientemente discutido y por eso creo que debemos ocuparnos de otra cosa.
El C. Castillo Tapia:
La proposición indica que se puede autorizar a los delegados que tienen varias representaciones para pasarlas a otras personas o poder tener todas las representaciones. (Voces: ¡No, no!)
El C. G. de la Torre:
Que se pregunte en ese caso a los señores poderdantes.
El C. Lugo:
Pido la palabra para expresar que ya se resolvió por esta honorable Asamblea, que los convencionalistas no podrán tener representación más que de una persona. En consecuencia, me permito suplicar al señor compañero Tapia que retire su proposición y que la presente modificada, pues es compleja; que presente nada más la segunda parte, es decir, que si los que tienen múltiples representaciones pueden delegarlas a otras personas que no las tengan, creo que así se resolverá acertadamente.
El C. secretario:
Se pregunta al señor Castillo Tapia si sostiene su proposición primeramente formulada por escrito.
El C. Castillo Tapia:
Puedo modificarla.
El C. secretario:
Por escrito.
El C. Ruiz:
Si esa proposición se tiene que hacer por escrito, pido que, mientras, uno de los empleados y una de las personas dicten los nombres de las personas que tienen telegramas, pues el repartidor tiene tres horas buscando a los interesados y no puede hallarlos./p> (Se lee la lista de los telegramas y se reparten) El C. secretario: Se ha presentado a la consideración de la honorable Asamblea la siguiente proposición: Propongo que se suspenda la sesión mañana en la mañana, con objeto de terminar la revisión de credenciales, que quedaron pendientes, y las que se han presentado hoy durante el día. Aguascalientes, 12 de octubre de 1914. Está a discusión. ¿No hay quién haga uso de la palabra? En votación económica se pregunta si se aprueba. Los que estén por la afirmativa, sírvanse poner en pie. El C. De la Torre: Creo que debe aprobarse la proposición del señor Aguirre Benavides, solamente con esta adición: que se fije un plazo para la recepción de credenciales. El C. secretario: Se pone a discusión. ¿No hay quién haga uso de la palabra? Se pregunta si se aprueba. Los que estén por la negativa, sírvanse poner en pie. Aprobada. El C. Mariel: Hice una proposición por escrito, y si mal no recuerdo, fue la
que se propuso primero a la Mesa y no se ha dado cuenta con ella, por lo tanto, suplico a usted que se haga. (Regresa la Comisión que fue a recibir a los delegados del general Zapata) El C. Obregón: Voy a informar a la Secretaría, señor presidente. El C. secretario: Por acuerdo de la Mesa se reanuda la sesión. El C. Obregón: Tenemos el honor de informar a la Mesa y a la Asamblea, que no son delegados del señor Zapata los que han llegado. Es el general Santibáñez y Santaella, que es general zapatista, pero viene sólo con su representación, y vendrá mañana a inscribirse entre los que formamos esta Convención. El C. secretario: Se levanta la sesión para reanudarla mañana a las tres de la tarde. Se suplica puntualidad.
E. Aguirre Benavides.