CRÓNICAS Y DEBATES
DE LAS SESIONES DE LA
SOBERANA CONVENCIÓN REVOLUCIONARIA
Compilador: Florencio Barrera Fuentes
JUNTA PREVIA DEL 9 DE FEBRERO DE 1915 CELEBRADA EN CUERNAVACA, MORELOS
Presidencia del C. Delegado Otilio Montaño
SUMARIO
Lectura y aprobación del acta de la sesión de la Junta previa anterior.- Dictámenes de la Comisión Revisora de Credenciales.- Se cierra la sesión de la Junta previa y se abre la plena.- Lectura y se aprueba el acta de la sesión anterior con modificaciones- Dictámenes: de la Comisión de Justicia que consulta se archiven varios telegramas por carecer de objeto; de las Comisiones unidas de Gobernación y Guerra que proponen se archiven varios documentos pendientes de dictamen de fechas muy atrasadas; de la Comisión de Gobernación consultando se cambie el nombre del Teatro Porfirio Díaz; de la misma Comisión de Gobernación relativo al oficio del ciudadano Encargado del Poder Ejecutivo en el cual oficio solicita la aclaración del Proyecto de Ley sobre la organización del mismo Poder.- Orden del día.
Lista, ciudadano Lecona Reynaldo.
Cuenta, ciudadano Lecona Reynaldo.
El C. secretario
La Mesa me ordena haga saber a esta Honorable Asamblea, lo mismo que al público, que se va a abrir una sesión secreta, para tratar un asunto importante; así es que será un momento pequeño, y a continuación se abrirá la pública.
Se invita a las galerías a desalojar el salón.
(Se desaloja el salón, se abre la sesión secreta y, después de terminada ésta, entra de nuevo el público, y dice el presidente).
El C. presidente
Se abre la sesión previa.
El C. secretario
(Lee el acta de la sesión previa anterior) Está a discusión la presente acta. ¿No hay quién haga uso de la palabra?
En votación económica se pregunta si está suficientemente discutida.
Los que estén por la negativa, sírvanse ponerse de pie.
Suficientemente discutida.
Se pone a votación.
Los que estén por la negativa, sírvanse ponerse de pie.
Aprobada.
La Comisión Revisora de Credenciales, que subscribe, tiene la honra de someter a la deliberación de esta Honorable Asamblea, las siguientes proposiciones:
1. Es de aprobarse la credencial expedida por el ciudadano general Jesús H. Salgado, en favor del ciudadano profesor Antonio Meza Salinas.
2. Es de aprobarse la credencial expedida por el ciudadano general Guadalupe L. Bravo, en favor del ciudadano coronel Mucio Marín.
3. Es de aprobarse la credencial expedída por el ciudadano general Manuel F. Vega, en favor del ciudadano capitán primero, Fernando Martínez del Campo.
Sala de Comisiones de la Soberana Convención Revolucionaria, en Cuernavaca, a 9 de febrero de 1915.
O. E. Montaño (rúbrica).
Señor profesor Antonio Meza Salinas: Tiene usted la palabra para informar sobre la personalidad de usted y la de su representado, el señor general Jesús H. Salgado.
El C. Meza Salinas
Es ya muy bien conocido de esta Asamblea el continuo sacrificio a que ha estado expuesto el señor general Salgado, para llevar a cabo la obra que el engrandecimiento de la patria reclama de sus hijos verdaderos. En cada batalla, en cada uno de sus actos, ha demostrado que es un hombre de principios, y que el ideal que persigue es el convencimiento de los mexicanos; que sienten latir su corazón al impulso del amor que la naturaleza ha colocado en nosotros para hacernos capaces de sentir las desgracias de todos nuestros semejantes, con toda la intensidad de que somos capaces de sentir las emociones más grandes de nuestro organismo.
En consecuencia, nada, pues, añadiré a lo que es de vosotros conocido, a no ser algunos hechos que, en mi concepto, no han tenido todo el realce que merecen. Entre ellos, quiero llamar la atención de esta Soberana Asamblea, acerca de que el general, a quien me cabe la honra de representar, tiene como un principio, para él, que todas las desventuras que afligen a nuestra patria, son la consecuencia directa de la ignorancia en que ha vivido el pueblo desheredado.
Consecuente con este principio, ha dicho que dedicará gran parte de sus energías a la formación de escuelas en el Estado de Guerrero, y hoy, por cada veinte familias, o menos, existe una escuela para niños de ambos sexos, y otra para adultos, en donde, además de la instrucción, se proporcionan alimentos y vestidos a los que carecen de ellos.
Otro de los hechos de importancia que debo citar, es que ha venido sosteniendo los derechos del pueblo contra las intrigas de los acaudalados, los cuales explotan siempre la ignorancia en que vive la masa común de nuestro pueblo, y lo obligan a sufragar con frecuencia, a favor de individuos que han sido la rémora de nuestro país, la causa de la pobreza del pueblo y esos individuos que han sido la amenaza constante de las personas que ocupan los puestos públicos.
Estos individuos, no lo extrañéis, calumniarán siempre a los que no quieran ser los semi dioses de ese conjunto de infelices, para quienes ha sido crimen sentir el amor a su patria; esto, pues, por lo que respecta al señor general Salgado.
Por lo que respecta a mí, poco tendré que decir; me limitaré, pues, a hacer presente que por los años de 1892 a 1894, estando en Sonora, me dediqué a colaborar en los periódicos de oposición, y después fundé uno que se denominó El Voto de la Frontera, para oponerme a la candidatura del señor Corral, y allí continué colaborando en los periódicos de oposición.
En la época del absolutismo, por esta causa tuve que internarme en los Estados Unidos, y cuando pude regresar a mi patria, me radiqué en el Estado de Chihuahua, y seguí redactando periódicos de la Revolución. Esta conducta me valió que para el Congreso de San Luis, el Estado de Chihuahua, me nombrara su representante en 1901, y fui el único que comenzó a combatir el absolutismo de Porfirio Díaz.
Viví en esa ciudad cerca de un año, y después pasé al Estado de Guerrero, donde hace más de doce años que me encuentro. Los generales, jefes y oficiales, conocen mi conducta perfectamente, y a eso se debió que tuvieran la bondad de designarme su delegado, y por eso creo inútil referirla; sólo diré que he trabajado constantemente para hacer efectivos los derechos del pueblo, y declaro honradamente que continuaré siempre haciendo lo mismo. (Aplausos)
El C. secretario
Continúa la discusión. ¿No hay quién haga uso de la palabra?
El C. Velázquez
Como se asegura que el señor anduvo en el Estado de Sonora, hago constar que el señor Meza Salinas trabajó en la prensa en la época a que él se refiere, hace veintidós años, que lo conozco; en la prensa vi figurar su nombre, y, efectivamente, concurrió al Congreso de San Luis Potosí como delegado del Estado de Chihuahua; después, en la prensa he visto figurar su nombre, como defensor del pueblo.
El C. secretario
Continúa la discusión. ¿No hay quién haga uso de la palabra?
En votación económica se pregunta si está suficientemente discutida esta credencial.
Los que estén por la negativa, sírvanse ponerse de pie.
Suficientemente discutida.
Se recoge la votación del dictamen, que dice:
Es de aprobarse la credencial expedida por el ciudadano general Jesús H. Salgado, en favor del ciudadano profesor Antonio Meza Salinas.
En votación económica se pregunta si se aprueba.
Los que estén por la negativa, sírvanse ponerse de pie.
Aprobado. (Aplausos)
Segunda: Es de aprobarse la credencial expedida por el general Guadalupe E. Bravo, en favor del ciudadano coronel Mucio Marín.
¿El ciudadano coronel Mucio Marín?
El C. Marín
Presente.
El C. secretario
Tiene usted la palabra para informar respecto de su personalidad, puesto que la del señor general Guadalupe Bravo ya fue discutida.
El C. Mucio Marín
En el año de 1912, por el mes de marzo, me levanté en armas en compañía de mi general Leoncio Bravo, que renunció el día 2 de octubre y falleció el dia 10 del mismo, en el año de 1914. En esta época, tendré que decir las campañas, no les diré las derrotas, en 1913; y no me es vergonzoso decir que en septiembre de 1913, en el Estado de Oaxaca, en el pueblo de Mariscala, nos dimos un encuentro con el teniente coronel Juan Jirón quien, por su desgracia, cayó en mis manos, y al que entregué vivo en manos de mi general Bravo, por cuya razón, desde esa época, me ascendió a coronel.
En octubre 12, en el pueblo de Guadalupe, Distrito de Acatlán, combatimos al enemigo, y le hicimos 18 muertos, avanzándole 16 rifles.
En diciembre 26, en Zacoapan, hubo un combate con el enemigo, con el coronel Fernando Orta, enemigo de nosotros; a mí, por casualidad, con mis fuerzas, me tocó derrotarlo, avanzándole 444 caballos; después pasamos a Acatlán, donde nos incorporamos con el general Higinio Aguilar y con el general Juan Andreu Almazán, y nos fuimos a atacar al enemigo que avanzaba con rumbo al Distrito de Acatlán, por el rumbo de Todos Santos y Almolonga; allí fue donde falleció mi general, Leoncio Bravo, y tomó el mando mi general Bravo, hermano del difunto.
En seguida, el día 4 de noviembre, fuimos con mi general Amador Salazar a atacar a Chietla, del Distrito de Matamoros, y la hacienda de Colón. Desde esa fecha y hasta el 20 de enero del presente año he combatido, y entonces me retiré de los combates.
Esto es todo lo que tengo que decir respecto a mi personalidad, y ésos son mis servicios. (Aplausos)
El C. secretario
Continúa la discusión.
¿No hay quién haga uso de la palabra?
En votación económica se pregunta, si se considera suficientemente discutida la credencial.
Los que estén por la negativa, sírvanse ponerse de pie.
Suficientemente discutida.
Se recoge la votación del dictamen, que dice:
Es de aprobarse la credencial expedida por el ciudadano general Guadalupe L. Bravo, en favor del ciudadano coronel Mucio Marín.
Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie.
Aprobada. (Aplausos)
Tercera:
Es de aprobarse la credencial expedida por el general Manuel F. Vega, en favor del capitán primero Fernando Martínez del Campo.
¿Está el ciudadano Martínez del Campo?
Se aplaza la discusión de esta credencial.
El C. Aceves
Sí está presente.
El C. secretario
¿El señor capitán Martínez del Campo, está presente? (Voces: no está. ¿No está, verdad?)
El C. presidente
Se levanta la sesión previa, para abrirse la plena.