Índice de Crónicas y debates de la Soberana Convención Revolucionaria Recopilación de Florencio Barrera FuentesPrimera parte de la sesión del 22 de marzo de 1915 Primera parte de la sesión del 23 de marzo de 1915Biblioteca Virtual Antorcha

CRÓNICAS Y DEBATES
DE LAS SESIONES DE LA
SOBERANA CONVENCIÓN REVOLUCIONARIA

Compilador: Florencio Barrera Fuentes

SESIÓN DEL 22 DE MARZO DE 1915

Presidencia del ciudadano Matías Pasuengo
Segunda parte


El C. Montaño
Pido la palabra para una aclaración, como miembro de la Comisión.

El C. presidente
Lo mismo que dije al señor Soto y Gama, digo al señor Piña.

El C. Nieto
Pido la palabra para una interpeiación.

Como complemento de la aclaración de hechos presentada por el señor Piña, juzgo conveniente hacer una interpelación al señor Soto y Gama, y le suplico conteste a lo siguiente: él ha sentado la tesis de que las Legislaturas de los Estados son mucho más venales y corrompibles que la Legislatura central, y yo me permito rogar al señor Soto y Gama me diga si sabe qué Legislatura fue la que reconoció al señor Huerta como Presidente de la República.

El C. Soto y Gama
El señor Nieto no es abogado; pero debía de serio. Hace una súplica que verdaderamente no puedo contestar más que con un discurso; pero el señor presidente me llama al orden. De manera que nada más haré una moción de orden: que la Asamblea declaró que no debía discutirse, y más cuando la Asamblea está bastante cansada.

Debo decir al señor Nieto, que la memoria de la capital, la memoria de la República entera, le contestará que fue la Legislatura central.

El C. Nieto
Siendo así que la Legislatura central reconoció a Huerta, el señor Soto y Gama no me la recomendará como mejor que la de los Estados. ¿Verdad?

El C. Soto y Gama
Allá voy. (Risas)

El C. Nieto
Y allá voy yo también. (Risas)Si el señor licenciado Soto y Gama cree que los hombres de los Estados son menos puros que los de la ciudad de México; si el señor licenciado Soto y Gama cree que los hombres de los Estados que han venido a integrar el Congreso General, son tan malos como todos los demás de los Estados, pregunto al señor licenciado Soto y Gama: ¿de dónde va a importar a los hombres puros que van a integrar las diferentes Legislaturas?

El C. Soto y Gama
Ahora sí voy a contestar. No quise contestar la primera pregunta, porque era un sofisma.

El señor Nieto no se fijó o fingió no fijarse en mis argumentaciones.

Dije yo que la Legislatura local era más propensa a la perversión por parte del caudillaje, el personaje local influyente, y que el Senado, la Suprema Corte de Justicia o cualquier Tribunal de aquí, de la República, integrado por representantes de 27 Estados, indudablemente que estaba más lejos de la corrupción, de la sugestión del cacique local, ya sea que éste pertenezca al ideal Estado de Sonora o al infeliz Estado de Morelos o al de Chihuahua.

De manera que el argumento de usted es un sofisma, no porque sean más puros los de la capital, sino porque están más lejos del cacique de Sonora o del de San Luis; porque los de Sonora nunca tienen la desgracia de ir a San Luis Potosí, ni los de San Luis Potosí tienen nunca la felicidad de ir a Sonora; asi es que los de Sonora jamás ponen un pie en San Luis Potosí, ni los de San Luis Potosí ponen nunca un pie en Sonora, y los que no tienen la felicidad de vivir en San Luis Potosí o en Sonora, no están bajo la influencia del cacique que allí domina.

El C. Nieto
Estoy conforme con el señor Soto y Gama respecto de la opinión que tiene del caudillaje padre de que habló el señor Cervantes.

Ahora voy a preguntarle al señor licenciado Soto y Gama si sabe o no que para llegar a fines económicos y reformas sociales se necesita primero emplear medios políticos; porque si no lo sabe, ya me explico sus disparates.

Yo entiendo (y voy a ilustrarlo un poco más); yo entiendo que es indispensable para llegar a una reforma cualquiera, la institución de un Gobierno, y lo que se emplea para la formación de ese Gobierno, aquí y en mi tierra -no sé en la del señor licenciado Soto y Gama- se llama política.

La Constitución de un gobierno es previa, para que haga cualquier clase de reformas, y esto es política aquí y en cualquier parte del mundo; y como el señor licenciado Soto y Gama decía que no le importaba la política, no me explico cómo sin instituir gobierno alguno, el señor licenciado Soto y Gama pueda llegar a llenar los estómagos de todos sus partidarios. Contestando a usted esto, estoy conforme.

El C. Soto y Gama
Siento mucho que el señor Nieto, que se manifiesta tan partidario y tan sabedor de las cuestiones democráticas, no sepa una sola silaba del gran problema que se plantea actualmente en todos los países europeos; óigalo bien, no pertenece ni a la tierra de él ni a la tierra mía: se discute ahí si la política sirve para algo que no sea engañar a los pueblos y crear curules, Ministerios, puestos públicos donde engorden los hombres públicos ...

Para contestarle necesitaría mostrarle todas las bibliotecas que se han escrito contra la política; pero como esto no es asunto a discusión, no quiero seguir discutiendo con el señor Nieto, respecto de su apreciaciones, y lo remito a las bibliotecas; hay una buena Biblioteca Nacional y aquí otra ... (Aplausos y risas)

El C. Nieto
Voy a terminar. Debo dar las gracias al señor Soto y Gama por la remisión que hace de mi persona a las bibliotecas, y le manifiesto que si voy a las bibliotecas a aprender lo mucho que él ya sabe, con seguridad que no me pararé en ellas en todos los días de mi vida. (Risas)

El C. Fierro
Pido la palabra.

El C. presidente
¿Para qué quiere usted la palabra, señor Fierro?

El C. Fierro
Para hablar en contra.

El C. Montaño
Pido la palabra, para una aclaración como miembro de la Comisión.

El C. presidente
Tiene usted la palabra, para una aclaración.

El C. Montaño
Señores delegados:

Me he encontrado confundido ante varios conceptos emitidos en el seno de esta Asamblea, completamente contradictorios.

Todos sabemos que una de las cosas que ha praclamado la Revolución, es la institución del Gobierno del pueblo por el pueblo ... (Voces: ¡Muy bien!) ... y en estos momentos, señores delegados, se acaba de manifestar que no se tiene fe en la democracia; pues entonces, señores, si no se tiene fe en la democracia, si no se tiene fe en el orden político que ya hemos tenido implantado pero que tan brutalmente ha sido pisoteado, entonces, señores, yo pregunto en el seno de esta Asamblea, ¿qué clase de Gobierno vamos a instalar? ¿Vamos a volver a las monarquías de derecho divino? ¿Vamos a volver al gobierno de las testas coronadas? ¿Vamos a volver al gobierno de las dictaduras, al gobierno de los caudillajes? ¿Vamos a remontarnos al gobierno de las tribus, donde el más fuerte era el que predominaba sobre los demás?

Yo no entiendo esa confusión de ideas que ha venido a resultar en esta Asamblea.

Por otra parte, también se ha argumentado que el Poder Judicial no es un Poder sino un tribunal en nuestra política, y muchos han dicho, y quizá lo han respetado todos los que hablan, con excepción de uno que otro, que nuestro Gobierno está constituido en tres Poderes, que el pueblo delega sus facultades en tres Poderes, y ahora se dice que el judicial no es un Poder; y entonces, señores delegados, entiendo que el cerebro anda como el de don Quijote de la Mancha, batiéndose con molinos de viento y lleno de ideas de la caballería andante; yo no entiendo, verdaderamente, estos conceptos.

Se trata de buscar un remedio para los males que nos agobian, se trata del respeto a la soberanía de los Estados, que tanto se invoca, y se dice también que no se tiene fe en la soberanía de los Estados.

Cuando, a propósito de lo que se dijo en la época del señor licenciado Verdad (el que fue ahorcado en nuestra República por la Inquisición de aquellas tiempos), lo que la Nueva España de entonces acogió con grande entusiasmo y fanatismo, de que no sólo los Estados invocan su soberanía, sino también el pueblo, que en verdad es el único a quien se reconoce como soberano; ¿por qué entonces no se trató de paner un freno a los déspotas, que tratan de usurpar y han pisoteado la soberanía del pueblo? Y yo pregunto, ¿quiénes son los que representan la soberanía del pueblo? (Voces: Moción de orden; está argumentando)

Me estoy refiriendo al punto a discusión y a la aclaración que pretendo hacer.

Opino que en cuestión de soberanía, se desconoce la que es soberanía de los Estados, porque entiendo que los señores diputados son los que representan al pueblo y el Senado representa a la aristocracia del Gobierno, mejor dicho, en el Senado es donde descansa la aristocracia de la Federación, y yo no entiendo si la aristocracia del Gobierno de la Federación sea la que pueda dirimir este asunto: en consecuencia, yo, obrando con todo criterio, como creo que también mis compañeros obran, creo canveniente que la Comisión se ponga de acuerdo, a efecto de que dirimamos el punto en cuestión y demos una resolución debida al articulo que está a discusión, para evitar pérdida de tiempo; no se trata de perder el tiempo, sino de hacer una reforma, para que los bribones tengan un hasta aquí, porque para los bribones está la cárcel, está el castigo, están nuestras leyes procesales.

En consecuencia, ¿cómo vamos a dejar en statu quo el asunto? ¿vamos a ser conservadores, vamos a declararnos conservadores como hasta aquí?

Yo invito a los señores de la Comisión para que, si están de acuerdo con lo que pedimos, reformen el artículo y se discuta con cualquiera reforma, pero que no sea la misma, porque entonces significaría que son conservadores. (Una voz: Eso mero)

De esta manera nos pondremos de acuerdo y se pondrá el punto a discusión, ya modificado, en el sentido de la mayor conveniencia que pueda tener en favor del pueblo y de esa soberanía que tanto se ha nombrado aquí. (Voces: ¡Sí! ¡sí! ¡no! ¡no! Está bueno)

El C. secretario
La Presidencia por conducto de la Secretaría, pregunta a la Asamblea si considera suficientemente discutido el artículo.

Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie.

Suficientemente discutido.

Se pone a discusión el artículo 12, que dice: (Leyó)

El C. Piña
Pido votación nominal.

El C. Soto y Gama
Hasta este momento, sólo han pedido votación nominal tres o cuatro delegados. (Se ponen de pie varios ciudadanos delegados)

El C. Piña
Ya ve usted, señor Soto y Gama, que no era yo únicamente el que pedía votación nominal ...

El C. Nieto
Que se vea quiénes somos los conservadores. (Se recoge la votación nominal)

El C. secretario
¿Falta algún ciudadano delegado por votar? (El mismo ciudadano secretario dio lectura a la lista de los ciudadanos que votaron en pro y de la lista de los que votaron en contra)

Se abstuvo de votar el ciudadano Matías Pasuengo.

El C. Liñeiro
¿Cómo votó el ciudadano Valle?

El C. Valle
El voto lo di en pro, no en contra.

El C. Liñeiro
Pues que no se tome en consideración el voto, no lo necesitamos.

El C. Pérez Taylor
Una moción de orden. El ciudadano Valle ha votado en contra.

El C. Valle
He votado en pro, no en contra.

El C. Pérez Taylor
Bajo mi palabra de honor lo digo.

El C. Valle
Repito que he votado en pro, no en contra.

El C. Pérez Taylor
Tengo el testimonio de los señores ...

El C. Aldavazo
El voto lo dio en contra.

El C. Liñeiro
Es necesario que haya buena fe, señores.

El C. Piña
Votó en contra.

El C. Valle
He votado en pro, y me llama la atención que mi nombre se haya leido en la lista del contra. (Desorden; campanilla; voces: fue en pro)

El C. Velázquez
Pónganselo como quiera.

El C. secretario
Se corrige el voto del ciudadano Valle, Luis.

El C. Borrego
¿Cuál fue el total?

El C. secretario
50 por la negativa; 35 por la afirmativa.

Se declara rechazado el articulo. (Aplausos)

El C. Borrego
Pido la palabra, para una moción de orden, señor presidente.

El C. presidente
No hay nada a discusión.

El C. Borrego
Es una moción de orden; no voy a hablar sobre ningún tema.

Señor presidente, el secretario ha hecho una declaración completamente absurda; cuando se desecha un artículo, se declara que vuelve a la Comisión; pero no se declara, enfáticamente, que fue rechazado. (Voces: Está rechazado)

El C. secretario
La Presidencia, por conducto de la Secretaría, pregunta a los señores delegados si es de rechazarse esta proposición que dice: Artículo 12 ... (Leyó) (Voces: No, no) ... firmada por los señores Treviño y Lecona.

Los señores que estén por que se tome en consideración, sírvanse ponerse de pie. (Voces: Cuatro)

No se toma en consideración. (Aplausos; campanilla)

Se mandó pasar a su expediente el oficio suscrito por el ciudadano Presidente de la Soberana Convención Revolucionaria, Encargado del Poder Ejecutivo, en el que manifiesta quedar enterado, con satisfacción, de que esta Asamblea lo había autorizado para disponer de la suma de $5.000,000.00 para compra y almacenamiento de artículos de primera necesidad, a fin de proveer a la capital de la República.

La Secretaria dio cuenta con los telegramas suscritos, respectivamente, por los ciudadanos Donaciano Barba y Luis Castell Blanch, manifestando el primero no poder concurrir a las sesiones de la Convención, por encontrarse enfermo en la ciudad de Cuernavaca; y el segundo, pidiendo se le dispense la falta de asistencia a las mismas sesiones, por tener que desempeñar una comisión que le encomendó el señor general Emiliano Zapata. (De enterado)

Se turnaron a la Comisión Revisora de Credenciales, las expedidas, respectivamente, por los ciudadanos general Lauro M. Guerra, Epigmenio Jiménez, Custodio Hernández. Rafael Cal y Mayor y José F. Alamo, en favor de los ciudadanos Lic. Abel C. Salazar, Quintín A. Pérez, Alejandro del Río, Enrique M. Bonilla y coronel Manuel E. Carsi.

Se dio cuenta con una proposición suscrita por los ciudadanos Luis Méndez, Alfredo Cuarón, David Marín Quiroz, B. Villa, Santiago Orozco y Guillermo de la Torre, en que piden que las dietas de los ciudadanos delegados que no siguieron a la Convención a la ciudad de Cuernavaca, sean cedidas íntegras a beneficio del Hospital Militar. A la Comisión de Peticiones.

La Secretaría dio igualmente cuenta con el memorial suscrito por el ciudadano Luis Trejo y treinta y nueve vecinos más de la Municipalidad de Xochimilco, pidiendo se nombre Comandante Militar de esa plaza, al ciudadano Antonio Barona o al ciudadano Eutimio Campos, en virtud de estar acéfala aquella Comandancia, por la muerte del ciudadano general Maximino V. Iriarte. Al Ejecutivo para su resolución, comunicándose el trámite a los interesados.

El C. Lecona
Pido la palabra, para una moción de orden.

Pregunto si algún ciudadano delegado ha hecho suya esa moción. (Voces: No)

¿Entonces ...?

El C. secretario
Por eso pasa al Ejecutivo.

El C. Santos Coy
Pido la palabra.

Creo que no es ése un trámite, y debe mandarse eso al Ministerio de la Guerra. (Voces: Sí, pero por conducto del Ejecutivo) (El ciudadano secretario dio lectura a una proposición relativa a que se nombre un colector de la Secretaría de Justicia, para la recaudación de las dietas que percibieron los Diputados y Senadores huertistas, y a la nulidad de los actos durante la administración huertista)

La Presidencia, por conducto de la Secretaría, pregunta si hay algún ciudadano delegado que quiera hacer suya esta proposición.

El C. Lecona
Yo, señor.

El C. secretario
Habiendo el señor Lecona hecho suyo el Proyecto anteriormente leído, pasa a la Comisión de Justicia.

El C. Nieto
Reclamo el trámite.

Yo creo que no debe pasar a la Comisión de Justicia, porque ya hay un precedente, sentado, en un caso enteramente igual a éste.

Cuando el señor Lic. Rodrigo Gómez presentó una proposición semejante a ésta, entonces se discutió ampliamente la falta de autorización que tenia para presentar proyectos, como Ministro. Se encuentra ahora en el mismo caso, pues todavía su nombramiento no ha sido ratificado y, en consecuencia, debe pasar a la Comisión de Peticiones.

El C. secretario
La Secretaría pregunta a la H. Asamblea si está conforme con el trámite que se ha dado, o sea: a la Comisión de Peticiones.

Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie. (Voces: Que pase a Justicia)

El C. Nieto
Ya está ganada la votación.

El C. secretario
Pasa a la Comisión de Peticiones.

Habiendo otro Proyecto semejante, del mismo Encargado de la Secretaría de Justicia, sobre limitación del derecho de herencia, se pregunta si algún ciudadano delegado desea hacer suyo ese Proyecto.

El C. Lecona
Yo, señor. (Siseos)

El C. secretario
El mismo trámite que al anterior: a la Comisión de Peticiones.

El C. Orozco (interrumpiendo)
Pido la palabra, para una moción de orden.

El dictamen de la Comisión anterior no es a Peticiones, sino a Justicia, porque es un Proyecto de Ley.

El C. presidente
¿A cuál se refiere usted, al que acaban de dar lectura?

El C. Orozco
Al anterior.

El C. presidente
Se va a leer hasta ahorita.

El C. secretario dio lectura a la siguiente comunicación:

México, 12 de marzo de 1915.

Tengo el honor de poner en conocimiento de esa H. Asamblea., por el digno conducto de usted, que con fecha dos de febrero próximo pasado, constituimos en esta ciudad un Comité revolucionario con el objeto de laborar en pro de los intereses representados por esa Soberana Convención Revolucionaria y cuyos comprobantes me es altamente honroso adjuntar a usted con ésta.

Asimismo tengo el honor de manifestar a esa H. Convención, que los señores Dr. Benito J. Lizardi, Dr. Moisés N. Ramos, mayor José Luis Canessi, José Márquez G., Rafael E. Lizardi, Andrés Velasco, Alfonso Alvarez, Gaudendo Rosete, lsaías Franco y el que suscribe, que somos los que formamos el centro directivo, estamos dispuestos a seguir laborando y desempeñar la comisión que se sirva encomendarnos en cualquier ramo de la actividad revolucionaria, a fin de intensificar y conseguir el completo triunfo de nuestros ideales en todas sus manifestaciones.

Reitero a usted las seguridades de mi distinguida consideración.

Reforma, Libertad, Justicia y Ley.
Por el Comité Revolucionario, Gumersindo Méndez, (rúbrica).

Al C. Presidente de la Soberana Convención Revolucionaria.
Presente.
Dirección: 2a. calle de González Bocanegra, Núm. 48.
Ciudad.

De enterado. (Voces: Que se vayan a pelear; que salgan a campaña)

El C. Orozco
Tengo entendido que antes se leyó una iniciativa relativa a un Proyecto de Ley que presentó el Ministro de Justicia Rodrigo Gómez, que el señor Lecona lo hizo suyo y se le dió el trámite: a la Comisión de Peticiones; y yo pido que, en vista de esto, se pase a la Comisión de Justicia, pues es un Proyecto de Ley de la Secretaría de Justicia.

El C. secretario
Los dos son Proyectos de Ley; y debo manifestar al señor delegado Orozco que se preguntó a la Asamblea y por mayoría se acordó que pasaran a la Comisión de Peticiones.

El C. Fierro
Pido la palabra, para una moción de orden.

Antes de darle trámite a la proposición segunda que firmó el señor Lecona, se debe leer, para que después se le dé trámite y se apruebe o se repruebe.

El C. secretario
Debo manifestarle al señor delegado Orozco, que son dos Proyectos de Ley y, habiendo divergencia de opiniones, por un error, se pidió la opinión de la Asamblea.

El C. Fierro
Para una moción de orden.

Antes de darle trámite a esa proposición, se le debe dar lectura a la segunda, porque no se le dio, y después se dará el rámite para que se objete o se apruebe.

El ciudadano secretario dio lectura a la iniciativa presentada por el ciudadano Lic. Rodrigo Gómez. relativa a la limitación de herencia. (Voces, siseos, aplausos)

El C. Lecona
Hago mía esa iniciativa. (Aplausos y siseos; voces: ¿qué trámite? ¿qué trámite?)

El C. secretario
La Presidencia, por conducto de la Secretaría, pregunta a la H. Asamblea si el trámite que debe dársele es que pase a la Comisión de Peticiones.

Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie.

El C. Fierro
Me opongo al trámite.

El C. Borrego
Usted es el que debe dar el trámite y luego, si es impugnado, se pondrá a discusión.

El C. Fierro
Es un Proyecto de Ley, y debe pasar a la Comisión de Justicia. (Voces: No, no; sí, sí)

El C. Nieto
Pido la palabra, para impugnar el trámite.

El C. Fierro
Pido la palabra, en pro del trámite.

El C. Soto y Gama
Pido la palabra, en pro del trámite.

El C. Lecona
Pido la palabra, en pro del trámite.

El C. Nieto
No me explico la inconsecuencia y falta de lógica de la Mesa al haber dado anteriormente el trámite de que pasase a Peticiones el Proyecto anterior, y querer darle ahora el trámite de que pase a la Comisión de Justicia este Proyecto, que está en iguales condiciones que el otro. No me explico, realmente, eso; si no es que la Mesa se haya sugestionado por la opinión del pequeñísimo grupo que sostiene ese trámite disparatado de a la Comisión de Justicia; yo no encuentro ninguna razón fundamental para que la Mesa haya procedido de esa manera.

El C. Fierro
Pido la palabra, en pro del trámite.

El C. Soto y Gama
Pido la palabra, en pro del trámite.

El C. presidente
La Mesa protesta al delegado Nieto que no fue inconsecuencia de ella; fíjese bien en que se preguntó a la Asamblea y ella dio su resolución afirmativa. (Voces: No, no)

El C. Nieto
Respetuosamente hago conocer al señor presidente que ha asentado una falsedad; no se ha preguntado a la Asamblea todavía con las formalidades debidas, si pasa o no pasa a la Comisión de Peticiones o a la Comisión de Justicia. No se ha recogido votación; está a discusión apenas.

El C. presidente
El primer documento se pasó a la Comisión de Peticiones.

El C. Nieto
Ese sí; pero el otro no.

El C. Soto y Gama
Pido la palabra, en pro del trámite.

El C. Ortiz
Pido la palabra en pro.

El C. Méndez
Pido la palabra, en pro del trámite.

El C. Orozco
Pido la palabra, en pro del trámite. (Risas)

El C. Vane
Pido la palabra, en pro del trámite.

El C. secretario
La Presidencia, por conducto de la Secretaria. informa a la H. Asamblea, que está a discusión el trámite, en cuyo caso hablarán tres en pro y tres en contra.

Los ciudadanos Soto y Gama, Orozco, Méndez y Piña
Pido la palabra, en pro.

El C. Soto y Gama
Le toca hablar al ciudadano Fierro en primer lugar, luego a su servidor, y luego el compañero Méndez.

El C. presidente
Tiene la palabra, en contra, el ciudadano Nieto. (Voces: Que hable en contra)

El C. Nieto
Yo siento mucho tener que hablar en contra de esa proposición, porque me parece que bastaría un poco de juicio y un poco de sensatez en la Asamblea para que se evitara esa discusión.

No me explico qué clase de argumentos puedan esgrimir los señores que han pedido la palabra en pro; mejor dicho, ya me explico qué argumentos se esgrimen cuando se trata de sostener un capricho: los votos, como ya lo han hecho otra vez; éste es el argumento brutal de la fuerza; pero conste que en este caso, nosotros los de la minoría habremos tenído, como en otras ocasiones, la razón de nuestra parte.

Y ahora voy a decir que me opongo a que pase a la Comisión de Justicia, porque ya se ha sentado el precedente de que no siendo Ministro, como no lo es todavía, el señor Rodrígo Gómez, no tiene derecho para presentar Proyectos de Ley de ninguna naturaleza; el úníco derecho que le asiste es el que puede concederse a alguna persona del público para presentar las iniciatvas que le vengan en gana, las cuales iniciativas se podrán discutir sólo en el caso de que las haga suyas un delegado, como lo acaba de hacer el señor Lecona; en Cuernavaca estuvimos en el mismo caso que estamos ahora.

En efecto, el señor licenciado Gómez, que no es Ministro, porque todavía no se le ha ratificado su nombramiento, presentó un Proyecto de Ley, y después de una discusión más o menos acalorada, se convino en que no pasara a la Comisión de Justicia, porque se desconocía el carácter oficial que tenía este señor, que desde entonces venía llamándose Ministro, no sé en virtud de qué facultades. Yo creo que la Comisión de Justicia no está en el caso de estar dictaminando a cada momento sobre Proyectos de Ley más o menos disparatados, como el que se nos acaba de presentar, nada más porque uno, una docena, o cien individuos, simples ciudadanos, los presenten a la Asamblea para que sean dictaminados, y quieran que dictamine sobre ellos la Comisión de Justicia.

Además, yo creo que la misma Comisión no debe ocuparse de estudiar esto, porque (ya lo dije una vez en Cuernavaca), antes que la reglamentación de las leyes, está la aprobación de los principios del Programa que estamos discutiendo.

Si, pues, todavía no hemos aprobado el Programa¡ y este proyecto es una reglamentación de principios que todavía no aprobamos, sería un capricho el de los que quisíeran sostener que sin haber discutido, sin haber sancionado esos principios que nos proponemos llevar a la práctica, se den facultades a un señor que se llama don Rodrigo Gómez, para que venga a reglamentarlos, cuando no sabemos si los aceptamos o no, cuando no se ha consultado nuestra voluntad para saber si aceptamos el Programa o no.

Yo no vengo aquí por espíritu de obstruccionismo, aunque así lo diga el pequeñísimo grupo de los que van a apoyar este proyecto; quiero ser lógico con los actos de esta Asamblea, anteriores y posteriores, quiero ser honrado, porque creo que esta Asamblea no es una escuela de chiquillos, donde se venga a jugar al parlamentarismo. Aquí se ha empeñado alguien -y no quiero mencionar su nombre- en darle personalidad al licenciado Rodrigo Gómez, personalidad que no tiene; y yo, aunque sea el último, estoy dispuesto a negársela, mientras la Asamblea no se la reconozca.

¿Con qué derecho, con qué facultades, viene a burlarse de nosotros llamándose Ministro, si todavía no lo es? Es falta de respeto a nosotros o es mucha inconsciencia de su parte.

Yo creo que esta ocasión el señor Soto y Gama y demás compañeros que van a sostener la tesis contraria a la que yo sostengo, reaccionarán y no vendrán a dar el tríste espectáculo que dieron alguna vez en Cuernavaca, apoyando a troche y moche iniciativas que no tenían fundamento de ninguna especie: así pues, y sin que esto deba considerarse como espíritu de obstrucción, opino que el trámite que se quiere dar a ese proyecto, relativo a que pase a la Comisión de Justicia, es un trámite disparatado, es un trámite ilegal; y, en consecuencia, espero del bueno criterio de la Asamblea se oponga a los deseos de los que, por simpatía y por espíritu de partido hacia el licenciado Rodrigo Gómez, quieran darle más importancia de la que tiene al disparate que se nos acaba de leer. (Aplausos nutridos)

El C. Soto y Gama
Señores delegados:

El señor Nieto se equivoca lamentablemente.

A lo que le damos nosotros importancia no es al trámite de la Mesa, sino a la importancia de la lógica y del sentido común; en lógica y en sentido común, la Comisión de Justicia; la Comisión de Peticiones para las peticiones; pero como aquí hay una pasión política, una pasioncilla política contra el licenciado Rodrigo Gómez, el señor delegado Nieto y algún otro delegado, por fortuna, de la minoria, quieren hacer de este trámite una cuestión de Estado, y voy a tranquilizar a esos señores, porque están sumamente alarmados y creen que se va a desatar una tempestad.

¿El señor Gómez es o no Ministro? No lo sé; pero yo no sabía que las iniciativas, para que pasaran a la Comisión de Justicia, debían estar firmadas por un Ministro. Voy a decir al señor Nieto, que se muestra tan enojado con el disparate que vamos a cometer, por nuestro capricho, por Cuernavaca, etc., etc., le voy a poner un caso muy sencillo.

Esa iniciativa tan disparatada y tan admirablemente revolucionaria, según nosotros los que tenemos la honra de ser socialistas, de ser verdaderamente revolucionarios ... (voces, escándalo) ... esa iniciativa, si no fuese presentada por Rodrigo Gómez, que no es Ministro, -y yo no quiero ser Ministro, porque no me hace falta y es una buena lata- si la hubiéramos firmado 2, 3 o 4, inmediatamente pasa a Justicia; y si mañana se presenta una iniciativa relativa al ramo de Guerra, aun cuando no vaya firmada por el Ministro de la Guerra, pasa a la Comisión de Guerra; si mañana el señor Piña presenta una iniciativa sobre una Ley de Escuelas, esa iniciativa pasa a Instrucción Pública; y si mañana el señor Nieto presenta una Ley Hacendaria, que debe ser muy buena como todo lo que es suyo, pasa a la Comisión de Hacienda; y si mañana el señor Nieto quiere legislar sobre Moral Pública, la iniciativa pasará a Gobernación.

Toda iniciativa firmada por un delegado pasa a la Comisión del ramo que corresponda; para que la iniciativa sea válida no debe de ir calzada precisamente con la firma de un Ministro.

Si el señor Nieto cree que del trámite pase a la Comisión de Justicia se deduce, según su lógica especial, que el señor Gómez es Ministro, puede guardarse esa lógica para otros, pero no para nosotros que tenemos algunos elementos de lógica y que no hemos perdido enteramente la razón humana; no se necesita ser maestro para sostener que ese asunto, que es de Justicia, debe pasar a la Comisión de Justicia; lo verdaderamente absurdo es que, por odio personal o político al señor Gómez, se olviden todas las prácticas parlamentarias; así es que aquí no hay cuestión de Estado, es muy claro el caso: una ley del ramo de Justicia sólo puede ser estudiada por la Comisión de Justicia.

La Comisión de Peticiones se va a azorar; en esa Comisión no hay abogados; las peticiones son las que hacen los particulares; las de los delegados no se llaman peticiones, se llaman iniciativas.

Ya ve, pues, el señor Nieto, hasta qué punto el capricho nos guía: nosotros no hacemos cuestión de Estado, sino que procedemos con lógica. Ya se discutirá la personalidad del señor Gómez, a la que no damos importancia, porque no somos personalistas; y ya diremos algo sobre este asunto, tan especial, según ellos, y tan sencillo, según nosotros, en el que hay rencores de los que no participamos.

El C. Pérez Taylor
Pido la palabra para un hecho.

No comprendo el criterio del compañero Soto y Gama; ha dicho que la Leyes perfectamente socialista; todos los gobiernos son los representantes de las aspiraciones de la burguesía, y esa Ley de Herencias trata, sencillamente, de fortalecer al Gobierno, yendo parte de las herencias al Ayuntamiento, al Fisco o sea al Gobierno. El ideal de los socialista.s es debilitar al Gobierno y esa Ley trata de fortalecerlo, esa Ley es burguesa y no socialista.

El C. Soto y Gama
Ruego al señor presidente que llame al orden al señor Pérez Taylor, porque se ha salido del punto a discusión.

Tiempo sobrado tendremos para demostrar si es o no socialista esa Ley; y allá voy, como decía el señor Nieto hace un momento, allá nos veremos.

El C. Orozco
Eso no está a discusión.

El C. Nieto
Pido la palabra para una aclaración.

Ha dicho perfectamente, y conste que lo felicito, porque es una de las pocas ocasiones en que ha dicho la verdad el señor licenciado Soto y Gama, que andan unas pasioncillas en juego. Estoy de acuerdo con usted y pido que conste ese hecho.

Las pasioncillas ya se sabrá quiénes las tienen y quiénes no.

Quiero hacer esta aclaración: la Comisión de Peticiones, que es una Comisión genérica, está esencialmente instituida para conocer de todas, absolutamente de todas las peticiones y de los proyectos de ley que presentan los que nosotros consideramos como particulares. El señor Soto y Gama, con todo su talento, con toda su erudición, con todo y su profundísimo e inmenso saber ... (Risas), titula de proposición oficial esa del señor Lic. Rodrigo Gómez. Yo no la entiendo así, ni creo que la Asamblea sea bastante ingenua para admitirla como tal.

El señor Rodrigo Gómez es para nosotros igual que un particular cualquiera, y la Comisión de Justicia no puede atender de proposiciones de particulares -sépalo el señor Soto y Gama-, hasta que no se las haya turnado la Comisión de Peticiones; si ésta se considera incompetente para juzgar del proyecto del señor Gómez, tampoco tiene derecho de conocer sobre él la de Justicia.

Yo no soy abogado, y claro, no podré dictaminar sobre eso que es un disparate, legalmente.

Sabe el señor Soto y Gama que soy ignorante en materia legal y que jamás he ido a los tribunales, por tal razón mucho siento que el señor licenciado Soto y Gama no esté en la Comisión de Justicia para que fuera a dictaminar sobre esa portentosa ley que nos acaba de presentar el señor licenciado Rodrigo Gómez; y como no me encuentro capacitado para conocer sobre esa ley yo pido a la Asamblea se fije en que debe pasar antes a la Comisión de Peticiones, para que si ésta lo juzga conveniente, la pase a la Comisión de Justicia, pues no puede pasar sin burlar las prácticas parlamentarias, sin cometer un atropello.

El C. Lecona
Yo he firmado ese proyecto de ley con el derecho de delegado, con el mismo derecho que tiene el señor Nieto, que tiene el señor Montaño cuando piden lá palabrá para aclaraciones, y yo no soy Don Nadie.

El C. Nieto
Pero es un proyecto de ley.

El C. Lecona
Pero no es de usted.

El C. Montaño
Se está discutiendo sobre un asunto tan sencillo que no merece verdaderamente ni siquiera los honores de la discusión; es tanto, como pedirle a un zapatero que construya un teatro, como pedirle a un sastre que construya una catedral; claro que no pueden hacerlo; así, de la misma manera ese trámite lo reclama la Comisión de Justicia, que es la única que puede resolver sobre este asunto. (Aplausos)

El C. Fernández
Pido la palabra para una aclaración.

El C. Fierro
En pro la he pedido yo.

El C. presidente
Antes me la ha pedido el señor Piña para una moción de orden.

El C. Piña
Empiezo por felicitar al señor presidente de la Convención, porque en esta vez sí ha estado lógico, procurando conducirse con orden; no así al dictar el trámite relacionado con el proyecto de ley que nos consulta el señor licenciado Rodrigo Gómez, cuando momentos antes se ha dispuesto por la misma Asamblea, que un proyecto análogo pasase a la Comisión de Peticiones; por lo tanto, es ilógico el que la Presidencia haya dado un trámite en contraposición con lo dispuesto momentos antes por la Convención.

Razones de más peso hay para apoyar el contra de ese dictamen: en primer lugar tenemos el precedente sentado en Cuernavaca, tratándose de una serie de proyectos de leyes que el mismo señor licenciado Gómez, actual Encargado de la Secretaría de Justicia, ha sometido a la consideración de la Asamblea, y ésta, por múltiples consideraciones, tomó el acuerdo y con el consentimiento -hago constar este hecho-, con el consentimiento del señor licenciado Soto y Gama, de que los proyectos aquellos pasasen a la Comisión de Peticiones, y la Comisión de Peticiones días después consultó la reprobación de esos proyectos. (Voces: Fue muy distinto)

Una de las razones que tuvo en consideración la Asamblea para no tomar en cuenta esos proyectos, fue la de que el señor Encargado de la Secretaría de Justicia, no había tomado consentimiento previamente del Presidente de la República, para presentar los proyectos de que ha hecho mención; la misma circunstancia, exactamente igual, obra en esta vez.

El señor licenciado Gómez no ha tenido ni por cortesía siquiera la intención de solicitar el acuerdo del Presidente de la República para presentar ante la consideración de esta Asamblea estos proyectos de ley, que serán muy buenos, que serán magníficos, no es tiempo en estos momentos de opinar sobre el particular; creo que la Asamblea, atendiendo a los precedentes que se han sentado, atendiendo al hecho de que hay antecedentes por que nos hemos opuesto, y que ese proyecto pase a la Comisión de Justicia, pasando en consecuencia a la de Peticiones; por esa misma razón la Asamblea debe optar por que pase a la Comisión de Peticiones, para que esta Comisión resuelva lo que a bien tenga sobre el particular.

No hay necesidad de insistir más sobre este asunto, y yo espero que el señor presidente, en lo sucesivo, procure tener en alguna consideración siquiera la voluntad francamente expresada por la Asamblea; pues note el señor presidente que se dispuso que el proyecto anterior pasase a la Comisión de Peticiones y este proyecto está en el mismo caso que el anterior; por lo tanto, debe pasar a la misma Comisión.

El C. Fernández
Pido la palabra para una aclaración.

Yo estoy en que, tanto el señor Piña como el señor Nieto están en un error al tergiversar el asunto actual con el asunto de Cuernavaca.

El asunto que el señor Rodrigo Gómez presentó en Cuernavaca se refiere a pedir autorización para legislar sobre lo que él presentaba y por ese motivo, como era una adición del señor Rodrigo Gómez, no se aceptó y se rechazó; pero el caso actual es un proyecto de ley, que estará redactado por el señor Gómez, pero que un delegado firmó; de consiguiente estimo que el trámite está perfectamente dado, porque se refiere al ramo de Justicia, y yo creo, señores delegados recordando el caso de Cuernavaca y el actual, que este caso es diferente y debe darse el trámite debido.

El C. Fierro
Pido la palabra en pro.

Lamento muchisimo en esta vez tener que convencer al señor Nieto, pues veo en él un marcado espíritu de obstruccionismo, nada más porque se trata del señor licenciado Gómez.

Yo creo que para evitar que ellos tuvieran recelos de que este proyecto pasara a la Comisión de Justicia, sería bastante, siempre que él lo solicitara, naturalmente, que se suprimiera el nombre del señor Gómez y se dejara el del señor Lecona, que tiene derecho como delegado, de que sus proyectos pasen a la Comisión de Justicia, y no a la de Peticiones, como la de un simple particular, como lo piden los señores Nieto y sus compañeros; pero si se asustan por un proyecto de ley, que entraña una verdadera reforma social, entonces jamás podrán decir que son verdaderos revolucionarios, y entonces estarán siempre identificados como verdaderos conservadores y reaccionarios. (Aplausos. Voces: ¡Bravo! ¡bravo!)

Es necesario ya, señores, que comencemos a discutir siquiera, aunque no sean aprobadas, algunas iniciativas que signifiquen alguna transformación de nuestra sociedad, y no que todas nuestras discusiones versen siempre sobre las costumbres, sobre las leyes electorales o sobre la democracia, sobre ese fementido espejismo, y para que engrandezca a dos o tres ambiciones en los puestos públicos (Bravos; aplausos)

Tal parece, señores, que cuando hemos venido a esta Convención sólo hemos traído el propósito de hacernos réclame, para que mañana o pasado nos eleven a una diputación o a un Gobierno del Estado, y contra este propósito, si tal fuera, todos los hombres honrados tendremos que protestar y retirarnos inmediatamente para continuar con los pobres que se han lanzado a la lucha para conquistar su bienestar y no el bienestar de dos o tres ambiciones.

Señores, es inútil que pretendan ustedes decir que este caso es igual al de Cuernavaca; en Cuernavaca el señor Rodrigo Gómez pretendió que se le dieran facultades extraordinarias para legislar y entrañaba una petición su escrito, por eso tuvo que pasar a la Comisión de Peticiones; pero ahora que se trata de un proyecto de ley, lo adecuado, lo conveniente, es que pase a Justicia, que es la única capacitada para resolver en el asunto.

Respecto de si se trata sólo de hacerle atmósfera poco favorable al señor licenciado Gómez, ya dije al principio que el asunto estaría solucionado suprimiendo su nombre y dejando sólo el del señor Lecona. (Aplausos)

El C. Méndez
Pido la palabra para una moción de orden.

El C. Nieto
Pido la palabra para una rectificación.

El C. Méndez
Ha habido muchas rectificaciones.

El C. Nieto
Tengo derecho a hacer 20 si quiero.

La rectificación que tengo que hacerle al señor licenciado Fierro es la siguientp acerca del brillantísimo proyecto del señor socialista licenciado Gómez. (Risas), que no soy amigo ni enemigo de él, porque no le merezco nada bueno ni nada malo; apenas si lo conozco de vista, y apelo a la caballerosidad del mismo señor licenciado Gómez para que diga qué de amistad o qué sentimientos de antipatía hay entre nosotros dos.

Otra aclaración que quiero hacer al señor licenciado Fierro ...

El C. Fierro (interrumpiendo)
No soy licenciado. (Risas)

El C. Nieto, (continuando)
... es la siguiente: Que puedo abandonar lo que según él, es escrúpulo de conservatismo al discutirse esos proyectos, y entonces se verá quién es conservador y reaccionario y quién es revolucionario; por lo demás, muchos me conocen y podrán decir si soy conservador o si soy revolucionario, y seguramente mi personalidad no está a disposición de la palabra brillantísima del señor licenciado Fierro.

El C. Piña
Pido la palabra para una aclaración.

El C. presidente
Pero que sea breve.

El C. Piña
Sí, señor. Voy a hacer a los señores delegados la siguiente aclaración:

Al exigir la Asamblea que haga suyo algún escrito o proyecto algún miembro o miembros de la Asamblea es con el objeto de que se tome en consideración, pues sin este requisito no se tomaría, y éste es el caso de hoy: si se ha tomado en consideración el proyecto tantas veces aludido, es porque el señor delegado Lecona, haciendo uso de un derecho, lo ha hecho suyo; y por lo tanto, la Asamblea tomó en consideración el proyecto y dijo, como es lógico, que pasara a la Comisión de Justicia, digo, de Peticiones ... (Voces: ¡Ah!)

He rectificado, he dicho que a la Comisión de Peticiones.

Ahora quiero sentar el siguiente hecho: el señor licenciado Rodrigo Gómez, en Cuernavaca, solicitaba facultades para legislar y hoy, sin esas previas facultades, no solamente lo solicita, sino que legisla (voces: No, no), y legisla prematuramente. (Voces, No, no)

El C. Pérez Taylor
Pido la palabra para una interpelación.

Con objeto de dar finalidad a esta discusión que está volviéndose un poco agria, tengo que preguntar al señor Palacios Moreno en qué Secretaría se tramitan los asuntos de herencias.

El C. Palacios Moreno
En mi opinión, en la de Justicia.

El C. Pérez Taylor
Entonces, a la Comisión de Justicia debe de ir.

El C. Velázquez
La proposición presentada debe pasar a Peticiones, en primer lugar, porque se ha establecido este precedente. (Voces: Que se reforme)

Una solicitud presentada en la misma forma y por los mismos individuos ha pasado a Peticiones por acuerdo de la mayoría de la Asamblea; ya se estableció el precedente.

Ahora si se trata de algo de importancia que viniera a solucionar nuestros asuntos entonces, como decíamos en alguna ocasión, podría hasta pasarse sobre el Reglamento; pero aquí no se trata de nada bueno y, en mi concepto, al contrario, se trata de retrogradar muchos años, muchísimos. Con ese proyecto lo que se propone es hacer de los obreros los antiguos conventuales, es establecer conventos a la antigua, todo esto es para darles conventos a los obreros; en ese proyecto se quiere quitar a los padres que se esfuerzan por darles a los hijos el producto de su trabajo.

El C. presidente
No está a discusión eso; está a discusión el trámite.

El C. Velázquez
Tiene relación una cosa con otra. En ese proyecto se trata de hacer más clara la vagancia de los que no trabajan (voces: No, no. Voces: Pido la palabra para una moción de orden), y los revolucionarios nuevos hacer propaganda de vagancia.

El C. Amezcua
Pido la palabra para una moción de orden.

El C. Fernández
Pido la palabra para una moción de orden. No está a discusión el proyecto.

El C. Fierro
Que se sujete el punto a discusión. (Siseos; desorden; gritos; campanilla)

El C. Velázquez
Ahora según se ve, lo que quieren establecer los nuevos revolucionarios, es el derecho de robar ... (Voces: No, no; siseos)

Sí, establecer también un poder más terrible. (Voces: No, no; siseos; gritos, escándalo)

El C. Amezcua
Insisto en mi moción de orden.

El C. Aceves
Pido la palabra para una moción de orden.

El C. presidente
Tenga la bondad el señor delegado Liñeiro de no culpar a la Mesa por el desorden.

El C. Cruz
Pido la palabra para una moción de orden. (Gritos: No, no; escándalo)

Protesto, señores ... (Siseos. No, no)

El C. Fernández
Insisto en mi moción de orden: esa ley no está a discusión. (Gritos: No, no. Desorden, campanilla)

El C. presidente
Señores delegados, yo les suplico a ustedes tengan la bondad de sujetarse al orden, los está llamando la Mesa al orden repetidas veces y ustedes no hacen caso.

El C. Velázquez
He oido a todos los que han hablado, que han tocado el fondo de la cuestión, ¿por qué sólo a mí no se me permite?

Yo digo que debe pasar a Peticiones, y debe pasar a peticiones, y debe pasar a peticiones; no diré nada más. (Voces: No hable usted más)

Entiendo que se ha disparatado y no debe ni siquiera tomarse en consideración; porque, como dijo el señor Pérez Taylor, eso no es socialismo ni nada; no es fortalecer a los Municipios, ni darles un poder que es espantoso. Repito que un proyecto igual ha pasado a Peticiones y éste debe pasar a Peticiones.

El C. Fierro
Quiero sentar el hecho de que nunca los malos precedentes deben servir de norma para actos futuros.

Dice el señor Velázquez que el proyecto semejante al que se discute, pasó hace un momento a la Comisión de Peticiones, y si la Asamblea cometió un error no debe servirle de norma para cometerse otro error, porque sería absurdo.

Ese proyecto debe pasar a la Comisión de Justicia, que es la única que debe resolver en el asunto: es lo lógico, y los señores se están asustando, como si ya fuera a decretarse este proyecto de ley. (Siseos)

El C. Méndez
No me ha causado sorpresa el calificativo que el señor Nieto ha dado a este proyecto de ley, que aún no se está discutiendo, y que ya constituye para el señor Nieto un gravísimo peligro.

Estoy acostumbrado a oírlo con ese tono doctoral y magistral, y no sé cómo puede calificar con esa sapiencia infinita a todo el mundo, de torpe, porque según el criterio suyo, sólo él tiene razón eternamente ...

El C. Aceves
¡Es un bárbaro!

El C. Nieto
El asunto se ha dividido en dos partes.

El C. Méndez
El asunto puede calificarse de local: el que se ha referido el señor Piña, el cual ha sido desbaratado en sus argumentos, por los que adujeran el señor Soto y Gama y los mismos del compañero Fierro.

Me voy a referir tan sólo a la parte que puede llamarse ideológica o de principios, a la amenaza que se cierne sobre la cabeza del señor Nieto.

Le parece un disparate al señor Nieto eso de que se limite la herencia, cuando es un problema que ocupa a todos los jurisconsultos europeos y americanos avanzados ... (Siseos, exclamaciones, gritos, desorden) ... que ocupa a todos los jurisconsultos europeos y americanos más avanzados, señores, y claman sobre la ingente necesidad de limitar ese poder creciente de la alta burguesía. El señor Nieto ignorará, probablemente, algo de eso. Lo que sí me ha causado sorpresa es el pánico del señor Nieto ... (Siseos, exclamaciones, desorden, campanilla).

Parece que está en artículo de muerte y que va a dejar sus millones ...

El C. Nieto
Sí, de ladrillos.

El C. presidente
Debo llamar la atención al señor delegado Nieto para que no interrumpa a los oradores porque cuando él habla, todo el mundo le escucha con atención y no hace él lo mismo. (Aplausos)

El C. Nieto
No me explico con qué derecho el señor presidente de la Mesa, porque eso no lo prescribe el Reglamento, no sé con qué derecho me impide que yo vuelva la cara a donde se me antoje.

El C. presidente Pasuengo
La cara sí, porque tiene usted ojos para ver y oídos para oir; pero la Presidencia oye a cada rato que pide usted la palabra e interrumpe a los oradores, diciendo pido la palabra, pido la palabra. (Risas y aplausos)

El C. Méndez
Decía, pues, que me ha sorprendido el pánico del compañero Nieto, porque parece que si no está en artículo de muerte y teme por sus descendientes, sí está en la esperanza de recibir la herencia formidable de algún pariente cercano.

No me llama la atención el tono doctoral, porque estoy acostumbrado a oírlo de los labjos del señor Nieto en Cuernavaca, cuando decía que los latifundios eran la salvación del país, algo muy inconveniente para la República. (Voces: No, no; ¡qué bárbaro, qué bruto!)

Me remito a los colegas que están seguros de que lo dijo en alguna ocasión, cuando se discutió el asunto de Tepic. Tengo la seguridad de que el señor Nieto propondría algún disparate que propusiera al señor Iñigo Noriega para rehacer los latifundios, y, sin embargo, eso no seria un disparate, porque lo diría y apoyaría el señor Nieto; pero aquí, apenas se ha esbozado un principio revolucionario, ya no tiene aquel aparato tan grande el señor Nieto, y no parece ser un revolucionario sino un representante de los banqueros de Wall Street en New York. (Aplausos)

Admito que no sea un monumento de ciencia el proyecto en cuestión; pero para eso está la ciencia jurídica y sociológica del señor Nieto y compañeros, para que nos digan si es conveniente que se amplíe o se reduzca, para venir a ratificarlo o rectificarlo, que tengo la plena convicción de que es completamente necesario, ¿para qué?, para evitar la formación de las grandes fortunas, que así va a darse un paso muy adelantado en ese sentido, y es muy justo que ya que la Revolución ha cambiado las circunstancias sociales de nuestro pais, se ocupe de estos asuntos, que son de urgente necesidad y de ingente justicia.

El C. Marines
Aunque me expongo a que el señor Soto y Gama me diga que no estamos en Suiza, como lo hiciera en Cuernavaca, de antemano voy a decir que tampoco estamos en un jardín, en un porta], ni en los toros, sino que estamos en la Cámara de Diputados, estamos en un lugar donde antes de entrar deberíamos formarnos el firme propósito de que ya que por desgracia no tenemos los talentos suficientes para discutir aqui, al menos debemos portarnos con seriedad y guardar siquiera la compostura que merece este recinto; guardemos la compostura que merecen los trascendentales problemas que en estos momentos debemos resolver con argumentos y no con choteos, como se está haciendo aquí. (Aplausos)

Mi moción de orden consiste en que la sangre que se derrama en estos momentos, caerá sobre nosotros si seguimos con la pésima costumbre de que para argumentar vamos a decirle al señor Nieto que tiene voz doctoral y que pone la cara de tal manera y que tiene patas de perico ... etc.; todo lo cual no prueba nada ni en pro ni en contra de ninguna aseveración. (Aplausos)

Si los señores que toman la palabra en contra no tienen argumentos ni lógica, entonces que dejen ese lugar para los que tienen merecimientos; pues mientras nosotros estamos aquí tan tranquilos, nuestros hermanos se matan, y muchas veces, triste es decirlo, sin saber por qué. (Aplausos)

El C. secretario
La Mesa, por conducto de la Secretaría, pregunta si se considera suficientemente discutido el trámite.

Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse de pie.

Suficientemente discutido.

Se pone a votación el trámite dado por la Mesa, de: a la Comisión de Justicia.

Los que estén por que se apruebe ese trámite, sírvanse ponerse de pie. (Voces: A Justicia)

El C. Nieto
Pido la palabra, para una moción de orden.

Se está haciendo propaganda; están hablando.

El C. secretario
Son 34 por la afirmativa y 44 por la negativa; se sostiene el trámite.

La Mesa suplica atentamente a los señores delegados que forman las Comisiones, se sirvan cumplir con esa obligación, despachando los asuntos pendientes que tienen en cartera. (Voces: Orden del día)

El C. Peña Briceño
Pero no nos regañe; no estamos en Cuernavaca.

El C. secretario
(Pasó lista y leyó la orden del día correspondiente a la siguiente sesión)

El C. presidente
Se suspende la sesión, para reanudarla mañana.

Índice de Crónicas y debates de la Soberana Convención Revolucionaria Recopilación de Florencio Barrera FuentesPrimera parte de la sesión del 22 de marzo de 1915 Primera parte de la sesión del 23 de marzo de 1915Biblioteca Virtual Antorcha