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CRÓNICAS Y DEBATES
DE LAS SESIONES DE LA
SOBERANA CONVENCIÓN REVOLUCIONARIA

Compilador: Florencio Barrera Fuentes

SESIÓN DEL 28 DE ABRIL DE 1915

Presidencia del ciudadano José Quevedo

(Crónica publicada por el periódico La Convención, en su edición del 29 de abril de 1915)


Borrascosa y llena de incidentes sensacionales fue la sesión de ayer de la Soberana Convención Revolucionaria, en la cual se aprobó el artículo XXI del Programa de Gobierno, que protege a los hijos naturales y a la mujer seducida, y comenzó a discutirse en lo particular, después de haber sido aprobado en lo general, la creación de un Comité de Salud Pública, formado por nueve miembros de la Asamblea Revolucionaria, que investigarán qué enemigos de la Revolución tienen puestos públicos y castigarán a los autores de los cuartelazos de Veracruz y la Ciudadela, a los responsables de los asesinatos de don Francisco I. Madero, de don Gustavo Madero, de don José María Pino Suárez, de don Abraham González, de don Belisario Domínguez, y de todas las demás víctimas de las dictaduras. El mismo Comité se encargará de castigar a los ministros, senadores, diputados, gobernadores de la época de Huerta, a los periodistas que colaboraron contra la Revolución, a los militares, Jefes políticos y altos dignatarios del Clero que hayan cometido delitos del orden común.

A las cuatro y veinte minutos de la tarde, el ciudadano vicepresidente José Quevedo, declaró abierta la sesión.

El secretario, ciudadano delegado José Casta dio lectura al acta de la sesión anterior, que sin debate y en votación económica fue aprobada por unanimidad de votos.

La Mesa anuncia que continúa el estudio del Proyecto de Programa de Reformas Político Sociales de la Revolución. El secretario da lectura al artículo XXI, y, acto continuo, se concede la palabra al delegado Herrera, quien manifiesta que la cede al ciudadano doctor Cuarón.

Aborda la tribuna el ciudadano Cuarón, y comienza su discurso manifestando que en la sesión anterior, el señor delegado Nieto no quiso dejarlo terminar sus respuestas sobre la investigación de la paternidad.

El delegado Santos Coy interrumpe y dice: moción de orden, moción de orden.

Continúa el orador en el uso de la palabra y entra de lleno en la cuestión a debate, argumentando que científicamente se puede investigar la paternidad, citando en apoyo de su aserto los vicios de conformación en el hombre, que la mayoría de las veces son hereditarios, los frutos de los enlaces de hombres morenos con mujeres blancas, los defectos físicos del padre, heredados por el híjo, que señalan, sin dejar duda, quién es el padre; los casos de enfermedades infecciosas, como la sífilis, que demuestran prácticamente que sifilítico que engendra, produce un ser sifilítico.

En seguida, el orador se refiere al delegado Nieto, quien a propósito de la investigación de ta paternidad, ha afirmado que no se tienen pruebas científicas. El hecho o prueba, consiste en que, una mujer tenga que hacer responsable al hombre que le ha engendrado un hijo. Demuestra cómo una mujer puede sentar tal afirmación, y en su apoyo recurre a varios periodos del discurso pronunciado la víspera por el delegado Cervantes.

Ataca también el orador al delegado Casta y a los impugnadores del artículo a discusión; refiriéndose al delegado Nieto dice, que si ese delegado niega que no se puedan tener pruebas científicas para la investigación de la paternidad, también negará que se puedan tener pruebas para averiguar los homicidios cometidos sin testigos presenciales.

Al referirse e impugnar la tesis del delegado Casta que ha manifestado que si la mujer sufre, no debía prestarse a nuevos sufrimientos, el orador diserta sobre el sentido del placer, y concluye describiendo los dolores del parto en la mujer, quien no obstante sus quejas y sufrimientos, al año vuelve a parir.

Después, habla de la fuerza del hombre, que domina siempre a la hembra, y declara, que hay algunas mujeres que obran en forma activa, pues está perfectamente demostrado que la mujer es más excitable en los períodos menstruales que durante la normalidad de su vida.

Estudia el instinto de la mujer, establece símiles entre el contacto del oxígeno y el hidrógeno que forman el agua y la unión del hombre y la mujer que estando juntos, procrean.

Pide iguales derechos para el hombre y la mujer, y termina diciendo que no es inmoral la investigación de la paternidad.

El delegado Nieto pide la palabra, para hacer unas aclaraciones, y dice:

Primero, el doctor Cuarón establece que no se puede investigar la paternidad, pues ha confesado que sólo en algunos casos es viable.

Segundo, esas investigaciones de la paternidad que nos ha descrito el doctor Cuarón, me recuerdan la orden de aprehensión dictada por un Juez de Distrito en los tiempos de Huerta, en contra del general Zapata.

El licenciado Borrego interpela a la Mesa en virtud de qué artículo del Reglamento se ha concedido la palabra para interpelar, al ciudadano Nieto.

La Presidencia da lectura al artículo reglamentario, continuando el delegado Nieto en el uso de la palabra.

El ciudadano Nieto interpela al ciudadano Díaz Soto y Gama, sobre las díficultades para la investigación de la paternidad, y le pregunta, si cree que los métodos que nuestros Códigos previenen para la investigación de la paternidad, dentro del matrimonio sean aplicables, también fuera del matrimonio.

El licenciado Díaz Soto y Gama contesta que en ciencias sociales nunca son aplicables ciencias exactas, que esas propiedades psicológicas están descritas y definidas por los tratadistas; lee varios artículos del Código Civil sobre hijos legitimos, y los comenta diciendo que es inestable la legitimidad dentro del matrimonio, y que todo es cuestión de confianza, porque la paternidad es cuestión de confianza.

Opina que esos artículos que rigen dentro del matrimonio, reformados, podrían ser aplicables fuera del matrimonio.

El licenciado Borrego replica sobre el asunto a discusión, considerando que la investigación de la paternidad es una presunción lógica.

El delegado Nieto pide la palabra, para hacer una aclaración al delegado Díaz Soto y Gama, y le dice que presumir es una cosa, y probar otra.

El licenciado. Soto y Gama hace las aclaraciones respectivas.

El delegado Casta interpela al ciudadano Soto y Gama sobre si existe una legislación para investigar la paternidad, a lo que contesta el interpelado, que existe en Francia, que aquí ha existido hasta que vino el egoísmo burgués a destruirla, y que desde que el mundo es mundo, ha existido siempre.

Mi pregunta, replica el delegado Casta, se refiere a si existe en México una legislación para investigar la paternidad.

Con este motivo, surge un incidente que obliga al presidente a agitar la campanilla, y que termina con la declaración del licenciado Soto y Gama, de que esa legislación no existe en la actualidad.

Se concede la palabra al delegado Menchaca, quien sube a la tribuna y dice que se alegra de que el licenciado Díaz Soto y Gama haya ocurrido al Código, y dirigiéndose a él le pregunta:

¿Es cierto, señor licenciado, que el Código prohíbe la investigación de la paternidad?

Pide en seguida al mismo interpelado que dé lectura a los artículos que prohíben esa investigación.

El licenciado Soto y Gama manifiesta que si la Presidencia quiere que se pierda el tiempo, leerá los artículos.

Repite el licenciado Soto y Gama la lectura de los artículos que se refieren a la presunción de hijos legítimos y las reglamentaciones respectivas, terminando el licenciado Soto y Gama manifestando a la Asamblea, que si en materia de matrimonio se procede a presunciones, ¿por qué con los hijos naturales no se procede igual? ¿Y qué tiene de más la mujer casada que la mujer que se entrega por amor?

El doctor Menchaca continúa en el uso de la palabra, da una explicación sobre los partos, cita algunos casos en que se puede averiguar la paternidad, critica al doctor Cuarón, arguyendo casos científicos y desmintiendo la cita de que de madre blanca y padre moreno naciera hijo moreno, explica el parecido de los hijos con parientes, hermanos o ascendientes.

Interpela a toda la Asamblea para que le digan de qué medios se valdrán para la investigación de la paternidad.

El delegado Mancilla, contesta la interpelación, diciendo que los medios de que se pueden valer son las pruebas testimoniales, confesión judicial o extrajudicial, fama pública, etc., provocando estas declaraciones siseos, risas y murmullos que obligaron a la Mesa a llamar al orden a la Asamblea.

Restablecido el orden, continuó en el uso de la palabra el delegado Mancilla, quien criticó a los Códigos mal hechos que la Revolución debe desbaratar, y en apoyo de su tesis, recurrió a los tiempos bíblicos, citando el juicio de Salomón.

El doctor Menchaca manifiesta que era cierto que en algunos casos se podía investigar la paternidad, pero que no en todos. Después se refiere a los auxilios que deben prestársele al niño durante su infancia, se refiere al caso del delegado Valle, y termina pidiendo que sea rechazado el artículo a discusión.

El delegado Méndez pide la palabra para rectificar un hecho, y concedida que le fue, dice que se ha confundido investigar, con demostrar.

El delegado Pérez Taylor se refiere a las confusiones sufridas por los oradores del pro y del contra, que consideran a la mujer como un mueble.

El licenciado Ramírez Wiella hace uso de la palabra y se refiere al licenciado Palacios Moreno, que ha defendido la investigación de la paternidad; dice que sería imposible la investigación de una paternidad legítima, pero que basándose en el derecho natural, pueden encontrarse los medios para la investigación.

Se funda en el caso citado por el Código Civil actual, que manda investigar la paternidad cuando el rapto coincide con la concepción en la mujer, y termina pidiendo la aprobación del artículo a discusión, que lo juzga protector de la mujer, y altamente moralizador.

El doctor Menchaca hace aclaraciones sobre la mujer, en matrimonio legítimo, la mujer concubina y la mujer que vive de explotar su cuerpo.

El delegado Nieto manifiesta a la Asamblea que el delegado Ramírez Wiella soltó la prenda, cuando se refirió a que no existía la respetabilidad del hogar, sancionada por la Ley, y el licenciado Soto y Gama manifiesta que la investigación de la paternidad es una patente de impunidad para los hombres, una patente de corso que permite contra el soltero, todo, y nada contra el casado.

Surge un desagradable incidente entre los delegados Nieto y Soto y Gama, debido a ciertas preguntas hechas por el primero al segundo, quien responde que es hombre y que como tal ha faltado, pero que él es de los que no ven el matrimonio como un baluarte que dé albergue al deshonrador de oficio.

El delegado Nieto replica, y dice que es mucho valor del licenciado Soto y Gama cuando tira piedras, teniendo él tejado de vidrio.

El incidente se agria; tercia el general Matías Pasuengo, que refuta las palabras de Nieto, porque ha considerado a la Asamblea formada por espíritus débiles, y porque faltando a la cortesía, aseguró que el licenciado Soto y Gama se vale de afirmaciones falsas.

SURGE UN INCIDENTE

El delegado Cervantes desea encauzar el debate. El ciudadano Nieto pretende hablar y se lo prohíbe la Mesa, replicando enérgicamente que si no se le deja hablar a él, y si se le permite al licenciado Soto y Gama, abandonará el salón. El delegado Nieto empieza a hablar: Oiga usted, señor licenciado, dos palabras ...

La Mesa le impide el uso de la palabra, el licenciado Soto y Gama manifiesta que su vida privada la entrega al público, el delegado Nieto interrumpe y dice: No, señor licenciado, porque del mismo que ..., el delegado Castellanos pide el orden y que no se ataque a la sociedad; el delegado Marines Valero interpela a la Presidencia, para que diga si fueron ataques los que dirigió el delegado Soto y Gama; la Presidencia niega tales ataques.

El licenciado Soto y Gama explica que habló de un marido cualquiera, y no se refirió al delegado Nieto, quien probablemente debe tener algún pecadillo que lo asuste.

El delegado Nieto abandona el salón, después de formular una enérgica protesta; las galerías aplauden frenéticamente al delegado Nieto, la confusión es muy grande y el desorden se produce, a pesar de los esfuerzos de la Presidencia para impedirlo.

El doctor Castellanos logra hacerse oír y declara públicamente que la Mesa no ha cumplido con su deber; la Presidencia lo llama al orden, y el delegado Cervantes habla en defensa del licenciado Soto y Gama, quien en el curso de anteriores peroraciones ha calificado de cobarde y retrógrada a la sociedad de México.

Voy a hablar en defensa del licenciado Soto y Gama, dice el delegado Cervantes, pero sé de antemano, y eso me satisface, que voy a excitar el siseo de las galerías. (Murmullos en las galerías)

SE APRUEBA EL ARTICULO

Declara que el delegado Nieto fue quien atacó al licenciado Soto y Gama, e impugna a los jóvenes de las galerías, quienes después de presenciar esa sesión, irán tal vez a poner en práctica todo lo contrario de lo que esos artículos mandan.

El delegado Aceves pide que se declare suficientemente discutido el artículo XXI; la Asamblea lo considera suficientemente discutido; el delegado Zepeda formula una protesta y se procede a la votación económica. Resulta aprobado el artículo, por 58 votos de la afirmativa contra 18 de la negativa.

En seguida, la Secretaría dio lectura al artículo XXII del Programa de Gobierno, que dice:

Artículo XXII. Favorecer la emancipación de la mujer por medio de una juiciosa ley sobre el divorcio, cimentando la unión conyugal sobre la mutua estimación y el amor y no sobre las mezquindades del prejuicio social.

El licenciado Borrego pide que se conceda aplazar para el día siguiente la discusión del artículo.

El delegado Piña, refiriéndose al artículo antes aprobado, manifiesta su inconformidad con la investigación de la paternidad; igual manifestación hace el delegado Marines Valero, que en el curso de su peroración es muy aplaudido, por la sinceridad de sus argumentos.

Se aplaza la discusión del artículo XXII, y se da cuenta con los asuntos en cartera.

ASUNTOS EN CARTERA

Lectura de un telegrama del general Porfirío Bonilla, fechado en Apam dando aviso de las operaciones militares que se practican entre Apam e Irolo, operaciones que incomunican al enemigo entre Puebla y Veracruz.

El delegado Piña protesta porque se dio lectura a esos documentos, que entrañan datos sobre operaciones militares, que deben guardarse en secreto.

Aviso del H. Ayuntamiento, de que ya se procede a mandar reponer las placas de las Avenidas Francisco I. Madero, José María Pino Suárez y Aquiles Serdán, y que se ha ordenado la aprehensión de los que quitaron las placas.

Lectura de un telegrama de Balsas, dirigido al delegado Mesa y Salinas, en el que su poderdante el general Jesús H. Salgado, le avisa que se han rendido los jefes carrancistas Pedro Guzmán y Epifanio Rodriguez, con seiscientos hombres.

Aviso del Presidente de la Soberana Convención Revolucionaria, Encargado del Poder Ejecutivo, de haberse enterado de la elección de la nueva Mesa Directiva de la Asamblea.

Una protesta del delegado Juan Ledesma, contra la Mesa, porque mandó suspender la sesión del lunes último; la lectura de este documento dio lugar a un incidente que terminó con una exposición del delegado Ledesma, que no se tomó en consideración.

Proposición relativa a reglamentar las sesiones secretas, para que puedan efectuarse, cuando menos, dos veces por semana, y siempre que la Mesa lo indique.

Una proposición del delegado Mancilla, pidiendo la abolición de la pena de muerte.

Iniciativa para combatir el alcoholismo, como enemigo de la sociedad.

Una proposición del delegado Encinas, que se opone a que el Ministerio de Justicia esté legislando; cita los últimos decretos de esa Secretaría, relativos a la revalidación de actos judiciales ejecutados durante el gobierno de Huerta, y a la disposición sobre el notariado y el registro público, que impide registrar las compra-ventas de los extranjeros en materia de propiedades.

Surge un incidente con motivo del trámite que da la Mesa. Se concede la palabra al delegado Encinas, para fundar su proposición, para que el asunto se considere de pronta y obvia resolución.

Varios delegados opinaron que primero debía consultarse si se consideraba de pronta y obvia resolución y después conceder la palabra al autor de la iniciativa.

Se aprueba que primero se funde la proposición y después se consulte si se considera de pronta y obvia resolución.

El delegado Ledesma fundó su proposición, y la Asamblea declaró que el asunto pasara a Comisión.

Durante la discusión, el delegado Zepeda manifestó que se había confiscado la casa del licenciado Escudero y Verdugo y que el delegado Aceves, encargado de la Oficina de Confiscaciones, informa que ésta no tiene conocimiento del asunto.

Se dio cuenta con un oficio que denuncia los abusos de los comisarios, asunto que en otra parte de esta edición, tratamos por separado.

El delegado Serratos pasó a ocupar su curul, retirándose su representante, el señor Ramírez Wiella.

Se puso a discusión el dictamen de la Comisión de Peticiones, sobre la creación del Comité de Salud Pública, asunto que por la importancia que entraña, tratamos en otro lugar.

Uno de los muy importantes asuntos tratados por la Soberana Convención Revolucionaria en la sesión de ayer, fue el dictamen de la Comisión de Peticiones relativo a la formación de un Comité de Salud Pública. Dicho dictamen previene que debe nombrarse una Comisión de Salud Pública formada por nueve miembros de la Asamblea que se encargue de promover el castigo de todos los enemigos de la Revolución.

Puesto a discusión el dictamen, en lo general fue aprobado por unanimidad de votos, sin discusión, y en lo particular resultó rechazado por no ser lo suficientemente explícito. Pasó nuevamente a la Comisión Dictaminadora, que lo reformó en la siguiente forma.

1° Se crea una comisión de Salud Pública compuesta de nueve delegados.

2° Dicha comisión tendrá las siguientes obligaciones:

I. Promover ante quien corresponda la destitución inmediata de todos aquellos individuos que en las administraciones de Podirio Díaz y de Victoriano Huerta hayan servido cargos de carácter político, así como a aquellas personas que sin haber servido esos cargos, hayan laborado contra la Revolución, bien sea por medio de la prensa, bien sea en la tribuna o por medio de propaganda hablada o escrita, o ayudando a los gobiernos dictatoriales con dinero o influencia personal, para contener el triunfo de la Revolución.

II. Consignar ante las autoridades competentes a los autores y cómplices de los cuartelazos de Veracruz y de la Ciudadela, a los autores y cómplices de los asesinatos de los señores Francisco y Gustavo Madero, José María Pino Suárez, Abraham González, Belisario Domínguez y todos aquellos que fueron sacrificados por su filiación revolucionaria; a los ministros, senadores, diputados y gobernadores del régimen huertiano; a los altos dignatarios del Clero que ayudaron a Victoriano Huerta por medios financieros o de propaganda; a los jefes militares, prefectos politicos o funcionarios de cualquier categoría que durante las referidas administraciones de Díaz o de Huerta hayan cometido delitos del orden común; a los miembros del llamado Partido Científico, a los directores intelectuales del porfirismo y del huertismo; a todos los directores y principales redactores de periódicos que provocaron el cuartelazo o defendieron al gobierno de Huerta, y a los que hayan fomentado y fomenten la división entre los elementos revolucionarios.

3° Se concede acción popular para denunciar ante la Comisión de Salud Pública a todos aquellos individuos que se encuentren comprendidos en las prevenciones del articulo anterior.

4°. El Ejecutivo proveerá a la Comisión de Salud Pública de local y fondos suficientes para la organización de sus oficinas.

5°. La Comisión de Salud Pública queda integrada por los siguientes delegados:

Sergio Pasuengo.
José Quevedo.
Agustín Preciado.
Antonio Díaz Soto y Gama.
Reynaldo Lecona.
Luis Méndez.
Elfego Chargoy.
Díonisio Marines Valero.
José G. Nieto.

Económico: Esta Comisión entrará a funcionar inmediatamente después de la aprobación de los anteriores artículos.

Sala de Comisiones de la Soberana Convención Revolucionaria, México, abril 23 de 1915.
S. Pasuengo.
A. Preciado.
Genaro Amezcua.

Puesto a debate el dictamen, hizo uso de la palabra el licenciado Díaz Soto y Gama, en contra, y manifestó que se había inscrito para hablar en contra, no porque deseara impugnar el artículo, sino que le parecía muy poco lo que abarcaba.

Entra en consideraciones sobre la magnitud de la obra revolucionaria, estudia a la sociedad mexicana en oposición con el pueblo, se refiere a la benignidad de la Revolución para con sus enemigos, y declara que se andan paseando por las calles de México Francisco Olaguíbel y otros y que están viniendo ya del extranjero los científicos. Y que el ingeniero Carlos M. Peralta, aprehendido días pasados, fue puesto en libertad por el Encargado del Poder Ejecutivo que se está volviendo reaccionario.

Analiza la política del actual gobierno y opina que no es política revolucionaria; cita el caso de la aprehensión del señor Antonio Rivera G., uno de los periodistas que prepararon el cuartelazo en La Tribuna, y dice que el juez a quien fue consignado, lo puso libre porque no tuvo pruebas para proceder en su contra. En la conciencia de todo revolucionario, agrega, Rivera G., Olaguíbel, García Granados, todos ellos, trabajaron por el cuartelazo, y ahora un juez vulgar declara que no hay pruebas.

Yo ataco y atacaré a la sociedad metropolitana, a esa sociedad hipócrita y cobarde que con Mora y Del Río ayudó a Huerta; necesitamos una Junta de Salud Pública, que consigne a los bribones y que salve a la República áel peligro de la reacción. No basta con meterlos a la Penitenciaría, hay que proceder contra los que hicieron que cayera la venerable cabeza de Madero. El Ejecutivo está siguiendo una politica reprobable, y hay que vigilar al señor González Garza.

(El orador termina en medio de grandes aplausos)

El delegado Chargoy no reprueba la creación del Comité, pero pide reformas y más amplitud.

El delegado Borrego pide que se dé lectura al asunto a discusión, y que se reforme, aprovechando la oportunidad para contestar los ataques que el licenciado Soto y Gama ha dirigido al Ejecutivo.

En sus declaraciones, el licenciado Borrego dice que no quiere transacciones, que se consigne a las autoridades competentes a todos los responsables, y protesta contra los ataques al Ejecutivo, que no se ha vuelto reaccionario y continúa con su carácter revolucionario, y lo es de corazón.

El licenciado Soto y Gama rectifica conceptos y manifiesta que no dijo que el Encargado del Poder Ejecutivo fuera reaccionario, sino que estuviera observando politica reaccionaria.

Se suspende la discusión, para continuarla en la sesión de hoy.

Con dispensa de trámites, la Asamblea aprueba que se pida al general Cal y Mayor, que mande a la Comandancia Militar al ingeniero Manuel Robles.

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