CRÓNICAS Y DEBATES
DE LAS SESIONES DE LA
SOBERANA CONVENCIÓN REVOLUCIONARIA
Compilador: Florencio Barrera Fuentes
SESIÓN DEL 10 DE MARZO DE 1915
Presidencia del ciudadano Matías Pasuengo
Primera parte
SUMARIO
Acta de la sesión Anterior.- Se ponen a discusión los artículo 10, 11 y 12 del Proyecto de Reformas Politico-Sociales de la Revolución.- Proposición de varios ciudadanos delegados, a fin de que se autorice al ciudadano Encargado del Poder Ejecutivo, para que emplee hasta la suma de cinco millones de pesos, en adquirir artículos de primera necesidad, para los habitantes de la capital de la República.- Memorial del ciudadano A. Cuarón.- Dictamen de la Comisión de Hacienda, consultando que el ciudadano Encargado del Poder Ejecutivo, ordene el esclarecimiento del hecho que denuncia el C. delegado Gavaldón.- Oficio del ciudadano general J. C. Díaz.- Instancia del ciudadano Leopoldo Galván González.- Proposición subscrita por varios ciudadanos delegados a fin de que se ordene a quien corresponda, la supresión del periódico que indican.- Orden del día.
(El ciudadano secretario Zepeda pasó lista) El C. Marines El C. secretario Acuña Maurilio. El C. Fernández El C. Nieto El C. presidente El C. secretario La Mesa, por conducto de la Secretaría, suplica a los ciudadanos que forman la Comisión de Programa, se sirvan pasar a la Mesa a presentar las reformas hechas a los artículos discutidos ayer. Artículo 10. Procurar la efectividad' del sufragio, con la adopción de procedimientos que eviten la indebida intromisión de las autoridades en las elecciones, y castigar severamente los fraudes y abusos de aquéllas. Está a discusión. El C. Nieto El C. Casta El C. Valle El C. Aceves El C. secretario El ciudadano Cervantes suplicó a la Mesa, por conducto de la Secretaría, que para evitar una redundancia, se tachara la siguiente palabra: el artículo dice: (Leyó) Desde el momento en que esa intromisión es indebid'a, se debe tachar la palabra indebida para evitar discusiones. Así es que queda el artículo en esta forma: Procurar la efectividad del sufragio con la adopción de procedimientos que eviten la intromisión de las autoridades en las elecciones ... Está a discusión. El C. presidente El C. Casta El C. Aceves Desearía saber, señor presidente, si ya estará dictaminado el asunto aquel del señor Quevedo. Tiene mucho tiempo de presentado y no sabemos ... (Voces: ¡No está a discusión eso!) No pregunto si está a discusión o no; es interpelación a la Mesa. El C. secretario El C. Aceves El C. Castellanos El C. Aceves El C. Castellanos El C. Aceves El C. presidente El C. Casta Yo creo que la Comisión Dictaminadora no tendrá inconveniente en hacer más efectivo el artículo, que considero yo de grandísima importancia. El C. Velázquez Señores delegados: Aunque nuestras leyes constitucionales siempre han determinado que el sufragio sea efectivo, ésa ha sido una de tantas promesas que en la práctica no han dado ningún resultado, como todo lo que se refiere a los derechos del hombre; de ahí que veo la necesidad del presente artículo, porque es necesario insistir en que el sufragio sea efectivo para poder así tener los gobernantes que necesita la República. Por lo que toca a la objeción que hace el señor Casta, no estoy enteramente en desacuerdo con ella; en efecto, debe ser más claro el artículo, debe decirse, no sólo que se procure, sino que se haga efectivo, que se realice, que sea un hecho la adopción de procedimientos que vengan a hacer que nuestro pueblo tenga efectivamente sus derechos para elegir a sus mandatarios. Creo que no se necesitan más argumentos para venir a demostrar que esa declaración en el Programa de Gobierno sea enteramente esencial; y así suplico a la Asamblea que apruebe el artículo, si es posible, haciéndolo más claro de lo que está. El C. Valle Señores delegados: Después de la razón dada por el señor Casta y el compañero Velázquez con respecto al artículo 10 que está a discusión y como este era el objeto de haber pedido la palabra en contra, ya no haré uso de ella, considerando que lo demás es punto de detalle. El C. Zepeda Veo que todos están de acuerdo en el fondo de este artículo y tenía que serio, porque todos los presentes han luchado por la realización de este ideal y por eso no iré al fondo de él. Como quiera que el delegado Casta ha hecho hincapié en una palabra, voy a explicarle en qué se fundó la Comisión nombrada dentro de la Comisión de Programa, para redactar de esta manera el artículo. La Revolución podrá hacer todo lo que en su mano esté para implantar ciertas reformas; pero la Revolución no podrá reformar lo que es cuestión individual más que política; la Revolución podrá, por ejemplo, establecer leyes muy liberales en el sentido del sufragio, pero no podrá obligar al pueblo a que deje su apatía y que el pueblo se atemorice por engaños de hombres que lo compren o que lo amenacen. Por eso, al poner aquí procurar, ha querido tanto como decir, la Revolución hará todo lo que esté de su parte por llevar a cabo esa reforma, por implantarla. Ahora, después de haberla hecho, el pueblo verá si se aprovecha de esa reforma y la lleva a cabo con sus esfuerzos. En cuanto a la segunda parte, dice: con la adopción de procedimientos; es claro, porque no es cuestión nada más de implantar de cualquiera manera, por un decreto, por ejemplo, el sufragio es efectivo. Se va a implantar con procedimientos que eviten la intromisión de las autoridades en las elecciones, que según hemos visto, es un estorbo para que este sufragio sea efectivo; y como quiera que hasta hoy todo ha sido un mito, a pesar de las leyes benéficas que se dieron en este sentido en tiempos del señor Madero, en el que llegamos hasta el voto directo. Las autoridades siempre se metieron en lo que no debían meterse, en lo que no les va ni les viene; pero sí les convenía y por eso es por lo que se ha dicho; castigando severamente a las autoridades. De manera que, expresados los motivos que tuvo la Comisión para redactar el artículo en este sentido, espero que los delegados que hablaron en contra, nos digan si están entendidos en eso o no. El C. Mancilla Señores delegados: He pedido la palabra en contra, porque creo que falta algo a este artículo; aquí se habla de que se evite la intromisión de las autoridades en las elecciones, lo cual me parece muy bueno; pero creo que hay algo más malo que las autoridades, en mi concepto; me refiero al clero. Si le dejamos tomar parte, porque creo que se llevan más electores con un sermón, diciendo que fulano es el candidato de Dios, que un liberal de buena intención que procura llevar al Poder, a gente honrada. Por lo tanto le suplico lo tome en consideración para que este artículo, no sólo se extienda a las autoridades civiles y militares, sino eclesiásticas, que, en mi concepto, son las más nocivas y con ellas a sus afines. ¿Quién no recuerda al funesto Partido Católico que desgraciadamente nos gobernó por un momento? Suplico, pues, a la Asamblea, que lo tome en consideración. El C. Montaño Estoy de acuerdo en la innovación que Se trata de hacer al artículo, para hacerlo más claro. Es conveniente, y puede hacerse esa modificación, a efecto de que se diga que se haga efectivo el sufragio tal como se ha predicado tantas veces; pero que ha sido una nulidad a través del tiempo. Hasta hoy, el sufragio efectivo nunca ha podido realizarse y el pueblo siempre ha visto burlados sus derechos por el escamoteo electoral; siempre lo hemos visto y lo hemos lamentado. Todos los dictadores han procurado sobornar a los electores o han impuesto la consigna a los electores; muchas veces se han visto reducidos a prisión y, por último, a nadie se obscurece que la necesidad del artículo a discusión, es bastante clara y evidente. Por tal circunstancia, creo yo que la aclaración que tratan de hacer varios compañeros en el artículo a debate, puede hacerse a efecto de que sea más claro, haciéndolo más efectivo para que no reste absolutamente ninguna duda. Por lo tanto, señores delegados, creo conveniente que se haga la aclaración correspondiente, tal como lo han solicitado varios compañeros. El C. secretario Los que estén por la afirmativa, sírvanse ponerse en pie. (Voces: ¡No, no; está muy mal este artículo!) De acuerdo con el Reglamento, han hablado tres en contra y tres en pro, y la obligación de la Mesa, es preguntar. Los que consideren que está suficientemente discutido, sírvanse ponerse en pie. No está suficientemente discutido. (Voces: ¡CÓmo no, si está!) Ahora si, suficientemente discutido. Se pone a votación. Las personas que lo aprueben, sírvanse poner de pie. Rechazado. (Voces: No se oye) La Mesa, por conducto de la Secretaría, pregunta a los ciudadanos delegados si permiten que vuelva al seno de la Comisión para reformarlo. ¿Se permite? La Mesa suplica a los ciudadanos que forman la Comisión de Programa, se sirvan pasar a reformar el artículo. Artículo 11. Implantar el sistema de voto directo, tanto en las elecciones locales como en las federales, y facultar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que decida, si así lo piden los electores, en última instancia, sobre la validez de las elecciones ae los Poderes de los Estados. Está a discusión. El C. Samper El C. presidente El C. Samper Este artículo consta de dos proposiciones. De acuerdo con el Reglamento, deben ponerse sucesivamente a discusión las proposiciones que son las siguientes: Primera (Leyó la primera parte); la segunda es esta otra: Facultar a la Suprema Corte de Justicia ... (Leyó) Pido a la Secretaría, que ponga sucesivamente a discusión las dos proposiciones en que claramente está dividido el artículo, para evitar discusiones que serán enojosas, en una discusión que indudablemente será acalorada. El C. secretario El C. Samper El C. Cervantes El C. secretario El C. Nieto El C. secretarío El C. secretario Está a discusión. El C. Nieto El C. Cervantes El C. Nieto El C. Cervantes El C. secretario El C. Velázquez El C. Borrego Señor Cervantes, le suplico atentamente que se sirva atender a algunas observaciones que voy a permitirme hacerle. Dice el artículo que se van expedir leyes que impidan la intromisión absoluta de las autoridades ... El C. Cervantes El C. Borrego El C. Cervantes Pudiera ser que fuera un error nuestro, favor de mandar traer un diccionario. El C. Nieto El C. presidente El C. Velázquez He pedido la palabra en contra, porque me parece que falta un precepto necesarisimo para que obliguemos, si es posible, a nuestro pueblo, a que practique el voto; pudiera decírseme que todos tienen el derecho de votar o de dejar de hacerlo; pero eso no satisface el objeto que nos proponemos, de procurar la efectividad del sufragio, para que sea efectivo. Teniendo en cuenta la apatía de nuestro pueblo para ir a las urnas electorales, el poco empeño que siempre ha tomado por encargarse de los asuntos públicos, se necesita castigarIo si es posible con penas algo duras para que deje esa apatía y procure ayudar a hacer el bien del país; pudiera decírseme que todos tienen el derecho de votar o no votar; eso mismo decían los retrógrados, los verdaderos retrógrados cuando se implantó la instrucción obligatoría. Decían: nosotros tenemos el derecho de hacer que nuestros hijos aprendan o no, de instruirlos o no instruirlos; porque nadie tiene que mezclarse en lo que nuestros hijos sean. Sin embargo, el legislador atendió a que un pueblo ilustrado y culto, es más fácil gobernarlo, hace más beneficios con su práctica, etc.; naturalmente decretó la instrucción obligatoria y de allí que para que el sufragio sea efectivo, necesitamos también decretar la obligación de que todos los ciudadanos se acerquen a las urnas electorales; así se pondrán en contacto con las personas que van a elegir. Todos se ocuparán de los asuntos públicos y poco a poco se irán encarrilando para ocuparse en los asuntos del país en un ramo de tanta importancia, como es la elección de sus mandatarios. Creo que no es preciso extenderse mucho para comprender la necesidad imprescindible, de la reforma que propongo en este punto a los señores delegados. El C. secretario ¿No hay quién tome la palabra? El C. Cervantes El señor delegado Velázquez toca un punto que, no cabe duda, tiene su importancia; pero para hacer la afirmación que él establece, necesita primeramente demostrarse, como punto de Derecho Constitucional, que existe la obligación para todo ciudadano de votar en las elecciones, y todavia, cuando me haya demostrado que existe ese precepto, que se considera como una obligación, yo le diré que hay obligaciones morales del ciudadano, cuya sanción no debe estar sometida a penas, es decir, que el ciudadano tiene la obligación moral de ejecutar determinado acto, pero su no ejecución no debe entrañar la penalidad, y si nos colocamos en el punto de vista desde el cual se deben ver las cosas prácticas, convendrá el señor Velázquez en que la efectividad del sufragio no deja de ser una utopía, puesto que en países mucho más civilizados que el nuestro, no se ha conseguido todavía. De manera que sería vano prevenir con castigo, al ciudadano que no vote, cuando tenemos de antemano la seguridad de que nuestras disposiciones no tendrán sanción por la experiencia; porque de hecho, aun cuando lo queramos, no es fácil que se lleven a la práctica los ideales democráticos, siendo la efectividad del sufragio un mito. El C. Velázquez Señor delegado Cervantes, señores delegados: La Constitución previene que una de las obligaciones de todo ciudadano, es hacer uso del voto ... (Voces: ¡No, no!) Sí señores, es una obligación y si mal no me acuerdo, es también un derecho; pero es una obligación, y está consignada entre los derechos y obligaciones. Parece que el artículo 36 constitucional dice: Obligaciones del ciudadano: Votar en las elecciones, inscribirse en la Guardia Nacional, contribuir al pago de los impuestos. Si para que se inscriba en la Guardia Nacional, se establecen penas y hay también que obligarlo a que pague los impuestos, no veo la razón por qué no deban establecerse penas a los que dejan de cumplir la primera obligación; ésa es una de las razones que han existido porque, tal vez siempre ha habido quienes argumenten como lo hace el señor Cervantes. Por otra parte, si la efectividad del sufragio es un mito, es inútil que pongamos leyes electorales, es inútil que procuremos el sufragio, porque si es un mito, no se conseguirá nunca nada. Precisamente para procurar que deje de ser un mito, es necesario establecer todos los medios posibles para que sea una realidad; pudiera ser muy bien una realidad, castigando a aquellos que no procuren convertir ese mito en realidad. El C. Montaño Me he propuesto hablar en contra de ese artículo, no por otra causa, sino porque mucho tiempo hemos observado ... (Campanilla) El C. presidente Usted se reserva para cuando hable el del pro. Tiene la palabra el ciudadano Marines Valero. El C. Montaño El C. Piña El señor Velázquez, que argumentó en pro, solicitó el uso de la palabra para hacerle una aclaración al señor Cervantes ... El C. presidente El C. Piña El C. presidente El C. Piña El C. presidente El C. Marines Valero Voy a tener que hacer aquí una digresión; muchos han creído que para combatir la religión católica, se necesita destruir, se necesita hacer pedazos los monos, como se hizo en el Estado de Nuevo León, apresando a los curas, cerrando los templos, etc., etc., y no haciendo con eso sino conseguir precisamente el resultado contrario, porque exaltado el ánimo, los sentimientos del pueblo católico, lo convirtieron en más católico todavía de lo que era antes. Así considero ahora los procedimientos artificiales que se quieren emplear para conseguir la efectividad del sufragio; porque yo entiendo que ésta es una prerrogativa, no un deber. Siendo una prerrogativa, queda a elección del ciudadano hacer uso de ella o no hacerlo. Ahora, si se le exige al ciudadano que vaya a votar, desde luego se le coarta su libertad. Hay muchas cosas que deseariamos que hicieran los ciudadanos; por ejemplo, todos estamos convencidos de que los ciudadanos debieran ser perfectamente morales y, sin embargo, a nadie le imponemos una multa porque no lo es; se la imponemos cuando ofende a otro, pero no porque sea inmoral. A ver, vaya usted a ímponer una multa al noventa por ciento de los habitantes de Cuernavaca, que dicen insolencia y media en esa plaza, que da vergüenza oírlas. No, señor, tienen libertad de ser como se les antoje. Por otra parte, en la vida diaria, en lo material, deseariamos que todo el mundo tuviera automóvil, que todo el mundo vistiera perfectamente bien, que comiera mejor, que viviera en palacios, y, sin embargo, a nadie lo multamos porque viva en una pocilga, porque vista calzones y huaraches. No, señores, está dentro de la libertad humana el vivir como se quiera; siempre, naturalmente, que no ofenda a la moral y a la paz pública. Ahora, en lo que se refiere al sufragio, bonitos estariamos si fuéramos a imponerlo como una obligación, siendo, como debe ser, un derecho sujeto a la voluntad, para ejercitarlo o no. Un indio ¿ qué sabe quién es bueno para Presidente de la República? Nosotros a veces nos vemos negros para encontrar nuestro hombre (porque todos vienen flojos); pues si esto nos pasa a nosotros, ¿qué será para un indio ignorante que no conoce más que sus burros, su leña y sus montes? Seguro está que vayamos a obligarlo a que vaya a ejercer el sufragio, cuando no sabe lo que va a hacer: los resultados serán pésimos. No creo que sea ese el procedimiento y así como para combatir la religión católica no se deben destruir los monos, sino debe educarse a los individuos; no se debe impedir al cura que hable, sino contrarrestar las supersticiones y las mentiras, y predicar la verdad en todas partes: en la escuela, en los periódicos, en la calle, en la tribuna y en todas partes. En lo que se refiere al sufragio para combatir la apatía de nuestro pueblo, vamos convenciéndolo de que necesita preocuparse por la cosa pública; pero no lo llevemos de las orejas a depositar su voto, porque eso nos ridiculiza ante el mundo que nos muestra con caracteres muy claros. La mejor manifestación de la libertad, es dejar al individuo que haga lo que quiera: elegir o no elegir, quedándose en su casa rascándose alguna parte oculta de su cuerpo. (Risas y siseos) El C. presidente El C. Piña El C. Marines El C. Piña El C. Cervantes El C. Piña Dice el artículo 10. (Leyó) En primer lugar este artículo no nos consulta ninguna novedad, porque no entraña ninguna reforma. Esa es la verdad de las cosas, porque la efectividad del sufragio la disponen todas las leyes de la República, tanto las federales como las locales. Mandan que sea efectivo el sufragio y disponen que las autoridades solamente intervengan en estos actos cívicos; en casos muy indispensables, como son los de convocar a elecciones, formar padrones, nombrar empadronadores para formar los padrones y vigilar que se instalen las casillas, etc., etc. Por lo demás, las autoridades solamente cuando tienen especial interés en hacer triunfar una candidatura, se entrometen, aun cuando las leyes disponen todo lo contrario. De modo que aqui vamos a disponer que las autoridades no se entrometan en la práctica del sufragio; pero vamos a disponer una cosa que ya está dispuesta, como ya he dicho antes, que no es una novedad y, por lo tanto, este articulo no constituye ninguna reforma. Aun cuando temo que apenas haga mención de los dos articulos once y doce que se relacionan con el primero, me van a decir algunos señores delegados que eso no está a discusión, siempre me permito hacer observar que los articulos siguientes se relacionan con el mismo asunto, es decir, tienden a garantizar la efectividad del sufragio, por lo que no veo razón por qué un mismo asunto se consulte en tres artículos distintos, toda vez que, según la práctica que venimos observando, procuramos que en un solo artículo se condensen las ideas que sobre un mismo Ramo tiene la Asamblea; por ejemplo, el artículo primero del Programa está redactado así: Artículo primero. Destruir el latifundismo, crear la pequeña propiedad y proporcionar a cada mexicano que lo solicite, tierra bastante para subvenir a las necesidades de su familia, dándose en todo caso la preferencia a los campesinos. Vemos, pues, que ahí consultamos tres cosas distintas, tres procedimientos diversos, para lograr un mismo fin, y así sucesivamente ... El C. Cervantes Suplico se pida permiso, si no hay inconveniente. El C. Velázquez El C. Piña Aquí, a mi oído, dice el señor delegado Velázquez, que no se debe retirar, porque a juicio de él, esto de establecer el voto obligatorio entraña una reforma. ¿Tan pronto ha olvidado el señor delegado Velázquez que la Constitución califica de obligatorio el voto? Es una facultad del ciudadano, como una obligación. Por lo tanto, no eS reforma; ¿para qué vamos a consultar una cosa que no entraña una reforma? Eso es sencillamente dar el timo al pueblo, o mucho afán de legislar, o querer ponerle los ojos verdes a nuestras gentes. Una vez que algún señor delegado, miembro de la Comisión Dictaminadora, manifestó estar dispuesto a retirar este artículo, o los tres artículos que se refieren a la misma cosa ... (Voces: ¡No, no!) Estoy en el uso de la palabra. Les ruego consulten a la Asamblea si está conforme en que se retire, en la inteligencia de que si la Asamblea no está dispuesta a acceder a la indicación de los señores miembros de la Comisión Dictaminadora, haré uso de la palabra en contra del mismo. El C. Velázquez El C. Soto y Gama El C. secretario El C. presidente
El señor Segovia me suplicó hiciera presente que no asistía porque está en cama.
Faltaron ayer los ciudadanos delegados:
Cantú José T.
Flores Garza Valentín R.
López Macario.
Quevedo José.
Reynoso Díaz Leopoldo.
Pido la palabra, para aclarar que no falté ayer. (El ciudadano secretario, da cuenta del acta de la sesión anterior. Aprobada)
Declaración de la hora.
Las cuatro y media exactamente.
Sigue la discusión del Proyecto de Reformas.
Para una aclaración.
Pido la palabra, en contra.
Pido la palabra, en contra.
Favor de volver a leerlo. (Campanilla, voces)
Artículo 10. (Leyó)
Tiene la palabra, en contra, el delegado Casta.
Señores delegados ...
Pido la palabra, para una interpelación a la Mesa.
La Comisión de Poderes informa al ciudadano Aceves que todavía no está dictaminado; esperamos que lo hará a la mayor brevedad posible.
Me parece que hay consigna en eso.
Pido a la Presidencia que llame al señor Aceves al orden, porque no está eso a discusión.
Es una pregunta que tengo el derecho de hacer.
Ya estaba concedida la palabra a un orador.
Pero no estaba haciendo uso de ella.
Tiene la palabra el ciudadano Casta.
Probablemente se imaginará que al haber pedido el uso de la palabra en contra de este artículo, voy a hacerlo en contra del sufragio, y no, señores; leo en el artículo: procurar; me parece que los señores que formularon este artículo, no se acordaron o no se han acordado de la sangre que ha costado la implantación de ese principio. Eso de procurar me parece ambiguo enteramente; se procurará y si no, pues que no resulte. Yo deseo que ese artículo sea más efectivo; pero no procurar la efectividad del sufragio, con la adaptación de procedimientos; que sea un hecho la efectividad del sufragio y que se adopten procedimientos para evitar la intromisión de las autoridades.
En pro:
En contra:
En pro:
En contra:
En pro:
La Mesa, por conducto de la Secretaria, pregunta a los ciudadanos delegados, en vista de que han hablado tres oradores en pro y tres en contra, si está suficientemente discutido este artículo.
Pido la palabra, para una moción de orden, antes que se proceda a la inscripción de oradores.
Tiene usted la palabra.
He pedido la palabra para hacer observar a la Secretaría, algo que redundará indudablemente en beneficio de las acaloradas discusiones que va a suscitar este artículo:
La Mesa, sin perjuicio ninguno, se apega al Reglamento; el Reglamento dice que se discutirá artículo por artículo, y por tal motivo se pondrá a discusión en esta forma. (Voces: ¡No, no!)
Hay un artículo en el Reglamento, sobre este asunto.
Como miembro de la Comisión, encuentro la observación del señor Samper perfectamente debida y atinada; de manera que debe someterse a la consideración de la Asamblea, en dos proposiciones y pido permiso a la Asamblea para que así se haga y formule.
La Mesa, por conducto de la Secretaría, informa a los señores delegados que entra en receso la sesión, por diez minutos, mientras la Comisión de Programa reforma el artículo.
Para una moción de orden: Hay dos o tres artículos que tienen que reformarse, y yo creo que no bastarán los diez minutos; ¿por qué no pasamos adelante?
Se suplica a los ciudadanos delegados que forman parte de la Comisión de Programa, que pasen a hacer la reforma.
Artículo 10. Hacer efectiva la libertad del sufragio, adoptar procedimientos que eviten la intromisión de las autoridades en las elecciones, y castigar severamente los fraudes y abusos de aquéllas.
Pido la palabra, para una interpelación a la Comisión. Al señor presidente de la Comisión, ciudadano Cervantes, le suplico me haga el favor de decirme lo siguiente: después de evitar la intromisión de las autoridades en las elecciones ¿qué idea tiene respecto de los procedimientos que se deben emplear para llevar éstas a la práctica?
Me permito advertir al señor Nieto que en el programa se han puesto principios generales sin meterse en detalles. Los miembros de la Comisión entendemos por intromisión la acción de entrometerse, es decir, mezclarse en asuntos en que no debe meterse, que no le corresponden.
Es decir, que el criterio de la Comisión ¿es evitar las intromisiones cuando éstas no sean justificadas?
Evidentemente.
¿No hay quién tome la palabra?
Yo la tomo en contra. (El ciudadano secretario volvió a leer el artículo a moción del ciudadano Piña)
Pido la palabra para interpelar a la Comisión.
¿ Me hace favor de leer, señor secretario? No dice que se van a expedir leyes. (El ciudadano secretario leyó)
¿Nada más la intromisión de las autoridades? Porque habría que hacer una distinción, hay autoridades de autoridades; es imposible impedir la intromisión de los Ayuntamientos, y éstos son autoridades.
Yo suplicaría al señor presidente, para aclarar las dudas del señor Borrego y del señor Nieto, que tenga la bondad de mandar traer un diccionario para que se les lea la palabra intromisión. (Voces: No, no)
Renuncio a lo que pide el señor Cervantes, estoy ya conforme con lo que dijo antes y no me queda duda alguna.
Tiene la palabra el ciudadano Velázquez.
Señores delegados:
Sigue a discusión.
Como miembro de la Comisión:
Pido la palabra para hacer una aclaración al señor delegado Cervantes.
Pido la palabra, en contra del artículo.
Como habló un delegado en contra, va a hablar otro en pro.
Está bien.
Pido la palabra para una moción de orden.
El habló en contra primero.
Después el Presidente de la Comisión.
Le contestaron nada más.
El señor presidente de la Comisión, haciendo uso de un derecho o de una obligación, ha argumentado en contra de los principios del señor Velázquez; por lo tanto, debe hablar en esta vez un señor en contra. El señor pidió la palabra para una aclaración.
Tiene la palabra en pro, el ciudadano Marines Valero.
Yo creo que todos los medios artificiales que se empleen para conseguir la efectividad del voto serán tan perjudiciales (como los medios artificiales que se emplean para conseguir cualquiera otra cosa), por ejemplo, para combatir la religión cristiana o la religión católica.
Tiene la palabra el ciudadano Piña.
Señores delegados ...
Antes de que se me censure, confesaré que cometí una falta. (Aplausos)
No estoy conforme con el articulo 10 y así 10 expresé al calce de ese dictamen que consulta la reforma del propio articulo y que la consulta en tres articulos distintos, aun cuando se trata del mismo asunto ...
Eso no está a discusión.
Yo ruego al señor delegado Cervantes no me interrumpa.
Señor, consultando con algunos de los miembros de la Comisión, hemos convenido en que este artículo no entraña reformas, por lo que aceptamos la indicación del señor delegado Piña, en el sentido de que se suprima, a reserva de que forme parte del preámbulo de ese Programa, del mismo modo que otro artículo que hemos retirado.
Pido la palabra en contra.
Sigo con el uso de la palabra, señor presidente.
Pido la palabra para una aclaración.
Pido que la pregunta sea para retirarlo definitivamente, para que quede suprimido.
La Mesa, por conducto de la Secretaría ...
La Presidencia manifiesta que el señor delegado Velázquez pide la palabra para una pequeña aclaración.