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Primera parte

CAPÍTULO XVI

ORGANIZACIÓN DEL GOBIERNO PROVISIONAL. ELIMINACIÓN DEL SEÑOR LIMANTOUR.


Como dije antes, una vez que Ciudad Juárez estuvo en poder de los insurrectos, se procedió a dar forma al gobierno provisional, quedando constituído de la manera siguiente:

Presidente, señor Francisco I. Madero;
secretario particular del Presidente, señor Juan Sánchez Azcona;
encargado del departamento de Relaciones Exteriores, doctor Francisco Vázquez Gómez;
de Gobernación, licenciado Federico González Garza;
de Justicia, licenciado José María Pino Suárez;
de Hacienda, don Gustavo Madero;
de Guerra, don Venustiano Carranza, y
de Comunicaciones, el ingeniero don Manuel Bonilla, que acababa de llegar.

Las reuniones del gobierno provisional se verificaban todos los días en el Salón de la Aduana y en ellas se trataban asuntos de más o menos importancia; pero tan luego como se supo de una manera cierta que el señor general Díaz renunciaría la Presidencia de la República, surgió un problema: el de la separación del señor Limantour del gobierno interino. Esto nos ocupó dos sesiones, durante las cuales, de acuerdo con mis compañeros de gabinete provisional, pedí que también debía separarse, supuesto que él formaba parte principal del gobierno del general Díaz; pero el señor Madero insistía en que debía permanecer en el gobierno formando parte del gabinete del gobierno interino, vista la importancia de sus funciones como secretario de Hacienda. En estas discusiones entre el señor Madero y yo, se pasaba casi todo el tiempo de la reunión: de hora y media a dos horas. En la tercera reunión ya no traté el asunto de la separación del señor Limantour; di cuenta de lo rutinario y manifesté que no había ya de qué tratar. El señor Madero se levantó incontinenti y lo mismo hicimos los demás; pero mis compañeros, sobre todo Sánchez Azcona, Carranza. y Federico Gonzalez Garza, vinieron hacia mí diciéndome:

- ¿Pero qué le pasó a usted?

- ¿Por qué? -repuse.

- Por lo de Limantour, pues no volvió usted a insistir en su separación.

- Ya ven ustedes que Pancho no quiere que sea separado del gobierno: ustedes han oído sus razones.

- ¿Y ahora? -insistió el grupo.

- Déjenme -les contesté-; se me ocurre un medio: no me pregunten cuál es. Si tengo buen éxito, les diré el resultado; si fracaso, nada les diré.

En esto quedamos.

Según dije al principio de estas Memorias, dejé un nombre supuesto a mi buen amigo el señor don Manuel Amieva, cuyo padre había tenido buena amistad con el señor general Díaz, quien dispensaba al hijo algunas consideraciones; y aprovechando esta circunstancia y el nombre supuesto de ambos, resolví hacer uso del telégrafo en el sentido que se verá más adelante. En alguna ocasión me valí también del señor Ignacio Rivero, amigo mío y pariente político del señor Amieva.

No conservo copias de los primeros telegramas: o se me extraviaron, o no las hice; pero recuerdo muy bien que mi primer telegrama al señor Amieva decía más o menos lo siguiente:

Nueva compañía (gobierno) puede formarse sin dificultad, si renuncia gerente general (Díaz) de allá, nombrándose uno nuevo de acuerdo con socios de aquí, siempre que Francia (Limantour) no tenga representación. Hablar gerente general (Díaz).

Todos los telegramas que siguen fueron también escritos en un lenguaje convencional mercantil; pero aquí los transcribiré traducidos para mayor claridad.

La contestación fue dirigida a San Antonio a mi hermano Emilio, quien me la comunicó diciendo:

Recibí telegrama de Rivero que dice: Interesados en éxito empresa. Transmita informes. No entendí a qué empresa se refiere. Contesta tú.

Comprendiendo que mis amigos de México habían entendido de qué se trataba, fuí un poco más explícito en mi contestación. Una vez que nos entendimos, puse el siguiente telegrama:

El Paso, Texas,
13 de mayo de 1911.
Ignacio Rivero.
1a. de Londres N° 11.
México City.
México.

Principal obstáculo Limantour y grupo. Convendría cambio completo gabinete de acuerdo con nuestro partido. Hablar.

Vázquez Gómez.

Contestación:

México, 14 de mayo de 1911.
Vázquez Gómez.
El Paso, Texas.

No encontramos interesado, recibiendo cita para mañana a las once. Preparamos terreno.

Ignacio Rivero.

El Paso, Texas,
14 de mayo de 1911.
Ignacio Rivero.
Londres N° 11.
México City.

Confirmo mensaje ayer exceptuando Barra. Con esto más bases convenidas antes, arreglaré negocio veinticuatro horas. Hablar general Díaz quién presidirá poco tiempo gobierno nuevo. Conteste.

Vázquez Gómez.

México, D. F.,
15 de mayo de 1911.
Vázquez Gómez.
El Paso, Texas.

No aceptó bases concretas. Discute número de ministros. Desea vengan usted y Ernesto Madero autorizados tratar y otros varios prestigiados contener avances. Asegura cordialidad y garantías. Salud delicada. Conteste.

Manuel Amieva.

El Paso, Texas,
15 de mayo de 1911.
Manuel Amieva.
México City.

Esencial eliminar Limantour. Número de ministros podrán ser mitad. Imposible ir. Avances detendránse después de convenir bases fundamentales.

Vázquez Gómez.

Llamará la atención qne en el telegrama anterior haya dicho yo que el número de ministros de la revolución podía ser la mitad, siendo así que en mi carta de tres dc mayo decía al señor Madero que durante el interinato el señor De la Barra debía funcionar con un gabinete emanado directamente de la revolución; pero hay que tener en cuenta que en mis circunstancias de 15 de mayo, necesitaba yo dejar un margen para utilizarlo en caso de que el señor Madero insistiera en que el señor Limantour debía seguir en el gobierno; es decir, debía satisfacer al jefe de la revolución en cuanto a algunos ministros que él (Madero) se empeñara en nombrar.

México, D. F.,
16 de mayo de 1911.
Vázquez Gómez.
El Paso, Texas.

Opinó estar de acuerdo con nosotros, pidiendo nos comuniquen a nosotros nombres ministros, mostrando simpatía por Ernesto para ministro de Hacienda. Igualmente urgen nombres gobernadores diversos Estados. Notamos en asamblea desconfianza por gerente en esa; precisa absoluta reserva todos los agentes limantouristas allá para que no sean conocidos términos arreglos hasta firmarse tratado; caso contrario, podrá descomponerse el asunto. Ayúdenos para que el general Díaz pueda entregar gobierno con detalle y no precipitadamente.

Rivero Amieva.

Fue mandada la lista de gobernadores y ministros; pero para no repetirla se hará constar más adelante.

Por de pronto creí que gerente en esa quería decir Madero; y no pudiendo explicarme por qué inspiraba desconfianza, pedí explicaciones y recibí el siguiente:

México, 16 de mayo de 1911.
Vázquez Gómez.
El Paso, Texas.

Quien inspira desconfianza es el licenciado que fue allá con poder del señor Presidente.

Ignacio Rivero.

Queda, pues, aclarado que el gerente en esa que inspiraba desconfianza era el señor licenciado Carvajal, como lo hago notar en el telegrama que sigue.

Según se recordará por lo escrito antes, el nombramiento del señor licenciado Carvajal fue firmado por el señor Limantour, con instruccionés de éste, según las cuales, con él debía entenderse en todo lo relativo a las negociaciones. Por esta razón, yo lo consíderaba como agente del señor Limantour para arreglar las cosas con la familia Madero, y mi propósito fue nulificar esta combinación hasta donde me fuera posible.

El Paso, Texas,
17 de mayo de 1911.
M. Amieva.
México City.

Dentro dos horas mandaré lista ministros. Si aprobada, suspenderé avance fuerzas revolucionarias. Daremos general Díaz tiempo para entregar gobierno con calma. Abogado aquí trabaja en su contra y favor científicos.

Vázquez Gómez.

El Paso, Texas,
17 de mayo de 1911.
M. Amieva.
México City.

Carvajal procura sobornar nuestros soldados. Esto imposibilitará arreglos si confírmase. Urge detener general Bernado Reyes. Limantour no aceptámoslo. Dígame si cierto llegó esa ayer general Reyes.

Vázquez Gómez.

México City,
17 de mayo de 1911.
Vázquez Gómez.
El Paso, Texas.

Confirmo mensaje anterior. Diga gerente general allá telegrafíe gerente general aquí manifestando claramente que Monterrey y Francia son obstáculos insuperables definitivo arreglo. Hay juego doble. Urge. Aun no llega Habana general Reyes.

Rivero Amieva.

Había conseguido yo mi objeto; pero ¿cómo hacérselo saber al señor Madero? El asunto era delicado y urgente. Entonces escribí el siguiente telegrama, cuyo contenido recuerdo perfectamente, a pesar de no haber podido encontrar la copia:

Ciudad Juárez,
17 de mayo de 1911.
Señor general Porfirio Díaz.
México.

Condiciones para la paz: Renuncia del Presidente y Vicepresidente de la República y renovación completa del gabinete ...

Me fuí inmediatamente a ver al señor Madero, a quien encontré en la Aduana acompañado de su señor padre. Le mostré el tetegrama diciéndole:

- A ver si firma usted este telegrama.

Y después de leerlo me dijo:

- Pero ¿qué ha hecho usted?

- Eliminar a Limantour.

- Pero ¿cómo?

- El asunto es largo -dije al señor Madero -pero en este telegrama que acabo de recibir gerente general allá es usted; gerente general aquí, el general Díaz; Monterrey el general Reyes, y Francia, Limantour.

- Vaya -dijo el señor Madero al cabo de un rato de silencio-, me ha sacado usted una espina de un ojo.

A lo que repuse:

- Contra su voluntad, pero se la he sacado.

El señor Madero padre, enterado del telegrama se opuso a que lo firmara el jefe de la revolución. Este empezó a dar vueltas alrededor de la mesa que había en el centro del salón, acompañado del señor su padre, quien insistía en que no firmara el telegrama. Yo detrás de ellos, con la pluma en la mano; y el señor licenciado don Roque Estrada, ocupando una silla en una de las esquinas del salón, mirándonos dar vueltas. De repente el señor Madero se volvió y me dijo:

- Pero el general Reyes llega hoy a La Habana y viene a ponerse al frente del ejército federal para combatir la revolución.

- Yo detengo a Reyes en La Habana -contesté-.

- ¿Cómo? -inquirió Madero.

- En primer lugar, ya en un telegrama dije a México que urgía detuvieran al general Reyes; en segundo lugar, esa detención es segura, con el solo hecho de agregar a este telegrama: Detención de Reyes en La Habana.

El telegrama, pues, quedó así:

Condiciones para la paz: renuncia del Presidente y Vicepresidente de la República, renovación completa del gabinete y detención de Reyes en La Habana.

Hecha esta modificación o adición, firmó el señor Madero; tomé un automóvil y me fuí inmediatamente a El Paso y deposité el telegrama en la oficina del telégrafo. Al mismo tiempo puse el siguiente:

El Paso, Texas,
17 de mayo de 1911.
M. Amieva.
México City.

Pusé telegrama general Díaz. Urge nombrar luego gobernadores lista mandada, sobre todo frontera para pacificar. Detener general Reyes. Aceptado armisticio.

Vázquez Gómez.

Una vez resuelto el asunto Limantour, todos los telegramas que puse después, fueron con el conocimiento y aprobación del señor Madero.

El Paso,
17 de mayo de 1911.
M. Amieva.
México.

Madero propone estos ministros:
Hacienda, Jaime Gurza;
Comunicaciones, Ernesto, aunque acéptalo Hacienda;
Guerra, González Salas;
Justicia, Vázquez Tagle;
Gobernación, Vázquez Gómez.

Invariablemente, acepta Relaciones a De la Barra. Yo sugiero a mi hermano Justicia o Minería. Esto será temporal mientras elígense Presidente y Vicepresidente. Como gobernadores Estados son:
Sonora, José Maytorena
Chihuahua, Abraham González;
Coahuila, Venustiano Carranza;
Zacatecas, Guadalupe González:
Sinaloa, Manuel Bonilla;
Yucatán, Pino Suárez;
Oaxaca, B. Juárez.

Todos son confianza. Siete restantes daránse después consultar opiniones. Yo sugiero Tamaulipas, Espiridión Lara. Más que firmar paz, urge obrar comenzando por gobernadores que tomarán posesión luego. Conteste pronto.

Vázquez Gómez.

Para nosotros lo más importante era que los gobernadores ocuparan sus puestos, no sólo por seguridad, sino porque viendo el cambio en los Estados se tuviera confianza en los arreglos y se facilitara la pacificación.

Más adelante hablaré de la formación del gabinete, que se discutía mientras yo estaba en comunicación con México.

México, D. F.,
17 de mayo de 1911.
Vázquez Gómez.
El Paso, Texas.

Aceptadas bases sin objeción. De la Barra nombrará ministros lista. Noblemente indica inconveniencia nombramiento inmediato Guerra por hostilidad gremio que no lo acataría, exponiéndose grandemente orden y seguridad. Este nombramiento podrá hacerse pasados unos días. Nos exigen conformidad clara y terminante de Madero. Gobernadores no objetados, añadiendo sólo que debe nombrarlos (Barra) al entrar en funciones. Urge orden directa ustedes Pachuca y demás cercanías capital suspendan avances para evitar saqueos y asesinatos. En cama. Nobleza obliga. Urge respuesta.

Rivero Amieva.

Según este telegrama, las fuerzas revolucionarias se aproximaban a la capital por varias direcciones; y aunque me impuse el deber de evitar un ataque a la ciudad de México, que habría traído gravísimas consecuencias, quise, sin embargo, terminar las negociaciones emprendidas y puse el telegrama siguiente:

El Paso, Texas,
17 de mayo de 1911.
M. Amieva.
México City.

Gobernadores serán nombrados por legislaturas Estados para tomar posesión luego y pacificar. Si general Díaz no vase inmediatamente, él nombrará ministros después que gobernadores frontera tomen posesión y retiren fuerza (me refería a las federales). Creo Guerra no habrá dificultades. Contestado esto afirmativamente, suspenderemos avance hoy mismo, declarándolo Madero públicamente.

Vázquez Gómez.

México,
18 de mayo de 1911.
Vázquez Gómez.
El Paso, Texas.

Vimos mensaje a general Díaz. Insistimos nombramiento Guerra, suplicando contéstenos este punto por consideraciones seguridad. No es oposición: trátase garantizar temporalmente ambos. Sugieren actual o Rascón; repetimos, transitoriamente. Asunto gobernadores trataránlo hoy. Procuraremos avisar. No insistimos mucho por formalidades legales, temor ser llamados dictadores. Reyes trataráse asunto al llegar Habana. Conteste.

Rivero Amieva.

El Paso, Texas,
18 de mayo de 1911.
M. Amieva.
México City.

Aceptados Rascón y De la Barra, siendo éste Presidente. Seis ministros serán indicados por nosotros para unificar gobierno. Madero irá ésa luego que sean nombrados gobernadores lista mandada. Después harárane otros. Yo iré días después. General Reyes podrá venir pasada tormenta. Antes sería peligroso. Urge, pues, nombrar gobernadores.

Vázquez Gómez.

Washington, D. C.,
18 de mayo de 1911.
Dr. F. Vázquez Gómez.
C/o. González Garza.
Caples Bldg.,
El Paso, Texas.

Los acontecimientos de hoy indican una gran victoria con tal que el gobierno sea sincero. Algunos aquí sospechan que el gobierno todavía trata secretamente de causar desacuerdo entre los líderes del sur para demostrar que Madero no tiene completo control. Recordad el famoso proverbio japonés, el cual aconseja que en la hora de la victoria Se aprieten las cuerdas de la cabaña. Washington observa cuidadosamente los acontecimientos.

S. G. Hopkins.

El señor Hopkins no estaba al tanto de mi correspondencia telegráfica con México ¿y por eso desconfiaba? Por mi parte me limité a contestar: Procuro asegurar la victoria obtenida.

México,
18 de mayo de 1911.
Vázquez Gómez.
El Paso, Texas.

General Díaz acepta todas las bases de ustedes rehusando sólo lo concerniente a futura organización; pero exige cable directo de su socio, confirmando todo lo que nosotros acabamos de proponer. Conviene adjuntarle lista de ministros y gobernadores. Recomendamos contestación al Presidente en términos precisos y sin divagar. Reyes nos asegura recibió ya orden militar detenerse Habana. Renuncia Ramón viene en camino, ratificándola por cable. Deben aprovechar buena disposición para efectuar pronto arreglo. De otro modo tensión opinión pública perjudica mucho. Avise resultado.

Rivero Amieva.

Al mismo tiempo que yo estaba en comunicación con el general Díaz por medio del señor Amieva, el señor Madero lo hacía con el señor Limantour por medio de otra persona, según se ve por la siguiente copia, que no tiene firma:

México,
18 de mayo de 1911.
Señor licenciado José Ives Limantour.

Madero está dispuesto ir esa bajo nuevo plan propuesto; pero desea previamente sean nombrados por legislaturas respectivas los siguientes gobernadores:

Coahuila, Venustiano Carranza;
Chihuahua, Abraham González;
Sonora, como gobernador, José María Maytorena, y como vicegobernador, ingeniero Eugenio H. Gayou;
Zacatecas, licenciado J. Guadalupe González.

Además, que los dos primeros estén en posesión.

Creo conveniente se principie desde luego reparación ferrocarriles. El ya ordenó reparación central por sus fuerzas; pero será conveniente ordenen ustedes a la compañía para que lo haga con mayor rapidez.

Mi contestación al señor Amieva fue el siguiente telegrama:

El Paso, Texas,
19 de mayo de 1911.
M. Amieva.
México City.

Hoy irá cable directo. Antes explique su despacho donde dice rehusando sólo lo concerniente futura organización.

Vázquez Gómez.

México, D. F.,
a 19 de mayo de 1911.
Vázquez Gómez.
El Paso, Texas.

La futura organización relaciónase con detalles gobernadores y actos futuros ministros, estando conforme sean unos y otros los indicados por ustedes. Por esto urge necesidad manifestada mensaje anterior, debido estado salud.

Rivero Amieva.

Ciudad Juárez,
19 de mayo de 1911.
General Porfirio Díaz.
México.

Enterado renunciará usted este mes. Conforme con sus deseos, acepto en Guerra general Rascón, y Relaciones subsecretario que nombre De la Barra. Permítome indicar para completar nuevo gabinete, en Hacienda, Ernesto Madero; Fomento, licenciado Manuel Calero; Gobernación, licenciado Emilio Vázquez Gómez; Instrucción Pública, doctor Francisco Vázquez Gómez; Justicia, licenciado Manuel Vázquez Tagle; Comunicaciones, ingeniero Manuel Bonilla. Además, para obtener rápida pacificación, permítome sugerirle insinuar legislaturas respectivas nombrar antes finalice mes, gobernadores Chihuahua, Abraham González; CoahUlla, Venustiano Carranza; Zacatecas, licenciado J. Guadalupe González; Sonora, José María Maytorena, y vicegobernador de Sonora, ingeniero Eugenio Gayou. Los demás gobernadores arreglaránse después, previo conocimiento opinión pública sensata.

Francisco I. Madero.

Paso, Texas,
19 de mayo de 1911.
M. Amieva.
México City.

Mandose cable directo lista precisa ministros más cuatro gobernadores para nombrarse éstos inmediatamente; el resto arreglaráse después oír opiniones sensatas. Decir Barra hable Vázquez Tagle y Manuel Calero acepten Justicia y Fomento.

Vázquez Gómez.

México, D. F.,
20 de mayo de 1911
Doctor Vázquez Gómez.
El Paso, Texas.

Recibido cable directo. Vimos De la Barra recibiendo favorablemente su indicación, hoy los verá (se entiende a Tagle y Calero). Obtuvimos buenos informes y pruebas pronta terminación estado actual. Barra espera delegado tratar, cambiando impresiones, fijación ministros, deseando derecho a dos, nunca del grupo, para encauzar opinión pública, que es grande elemento; reservaríales puestos menos importantes. Desea urgentemente Madero rectifique prensa, negando rumor vendría consejero. Apóyanlo muchas y pesadas razones. Considerámoslo grande y capaz elemento encauzar difícil situación que debemos facilitarle. Felicitámoslos por tino al designarlo. Conteste.

Rivero Amieva.

La prensa, en efecto, había publicado rumores de que el señor Madero vendría como consejero del gobierno, cosa que ni siquiera se pensó.

Mi contestación al telegrama anterior fue esta:

El Paso,
20 de mayo de 1911.
M. Amieva.
México City.

Urgenos saber si acéptase muestra definitiva lista ministros. Ya dejámosles dos: Guerra y Relaciones. Yo delegado posible, no puedo ir. Rectificaráse Madero consejero. Conteste, porque termina armisticio.

Vázquez Gómez.

México,
20 de mayo de 1911.
Doctor Vázquez Gómez.
El Paso, Texas.

Asunto con general Díaz considerámoslo concluído a entera satisfacción. Sabemos día que se ausentará para evitar intromisión Limantour. Díaz y Barra desean autorización Vázquez Tagle y nosotros para ultimar detalles. Ofrece recomendar legislaturas gobernadores más urgentes. Creemos ganarse tiempo y tranquilidad. Conteste.

Rivero Amieva.

México,
20 de mayo de 1911.
Vázquez Gómez.
El Paso, Texas.

De la Barra acepta lista ministros, suplicando usted para Gobernación. Dice que por prestigio nuevo gabinete, requiérese declare prensa oportunamente a la vez allá y aquí, que fueron escogidos común acuerdo después largas deliberaciones. Pregúntanos fecha pueden estar aquí. Particularmente nosotros notamos desafecto opinión por ministros hermanos. Si quiere usted rectificar esto, avise obsequiados.

Rivero Amieva.

Propuse a mi hermano Emilio para ocupar el ministerio de Gobernación, fundándome en que de todos los disponibles era el único que conocía mejor a los principales elementos del Partido Antirreeleccionista, supuesto que él había organizado y llevado a cabo los trabajos previos a la convención. En vista de ello, el señor Madero aceptó mi proposición.

Como se irá viendo después, algunos jefes revolucionarios que no estaban en comunicación con nosotros, no suspendían sus actividades militares. En esta virtud y creyendo que esto podía ser debido a que no se veía cambio alguno en los Estados, puse este telegrama al día siguiente de haber firmado la paz:

El Paso, Texas,
22 de mayo de 1911.
M. Amieva.
México City.

Urgentísimo nombrar gobernadores mandados, por peligrar paz; gabinete debe tener marcado color insurgente para garantizar pacificación. Probable candidatura Vicepresidencia impídeme Gobernación. Rogar Tagle acepte. Hoy saldré San Antonio. En México día último a más tardar.

Vázquez Gómez.

Yo no quería aceptar ningún ministerio y mucho menos el de Gobernación, pues habíamos criticado al señor Corral que lo ocupara siendo candidato a la Vicepresidencia, y yo no había de hacer lo que había criticado antes. Acepté al fin hacerme cargo del Ministerio de Instrucción Pública, por no seguir en mi negativa y porque, de acuerdo con el señor Madero, debía yo preparar durante el interinato del señor de la Barra, los proyectos de reformas en materia educativa.

No he querido interrumpir esta serie de telegramas que revelan uno de los períodos más activos de la política revolucionaria, para que el lector se dé cuenta del curso de los acontecimientos. Tal vez parezca fastidiosa esta forma que he adoptado; pero, como dije al principio, no ha sido mi propósito escribir un juicio crítico sobre la revolución, sino presentar las cosas como pasaron realmente y no como uno quisiera hoy que hubieran pasado, conducta que han seguido muchos profetas a posteriori, acomodando los hechos a la idea predominante del autor.

Algunos me criticarán por haberme entendido con el general Díaz, sin el conocimiento y consentimiento del señor Madero, y otros, por haber eliminado del nuevo gobierno al señor Limantour. Quienes hagan tal cosa respecto de lo primero, están en su derecho, mas no estuvieron en las condiciones en que yo me encontraba frente a los intereses de la revolución, en oposición a los de un grupo que tenía grande influencia sobre el señor Madero y quería aprovecharse de ella para seguir dominando la situación. En cuanto a lo segundo, no quiere decir que yo no haya apreciado los méritos del señor Limantour como hombre inteligente, culto, autoridad en ciencia hacendaria y hábil organizador; pero era el jefe de un grupo que, según la opinión general, de hecho, gobernaba el país; y contra el gobierno se había hecho la revolución.

Con motivo de los telegramas de 17 de mayo, voy a hacer una aclaración que considero de mi deber. En efecto, entre los papeles que me entregó el señor Madero -correspondencia con el general Navarro respecto del armisticio-, copia del nombramiento del licenciado Carvajal, etc., me encontré la copia de un telegrama escrito en máquina, en papel amarillo, fechado el día 17 de mayo y firmado por el señor Madero. Dice así:

Ciudad Juárez,
17 de mayo de 1911.
Señor general Porfirio Díaz.
México, D. F.

Acabo de saber que para evitar mayor derramamiento de sangre, ha manifestado usted la intención de retirarse del poder antes de que termine este mes. No me quedaré atrás al tratarse de un acto que redundará en bien de la patria. Yo también renunciaré; pero para que ambas renuncias tengan el patriótico fin que esperamos, es indispensable la renovación completa de su gabinete, dejando únicamente al señor De la Barra y no admitiendo al general Bernardo Reyes.

Si usted acepta mi indicación, mañana estará todo México en paz.

El Presidente provisional de la República Mexicana,
Francisco Madero.
Rúbrica.

El telegrama que llevé al señor Madero para que lo firmara, lo manuscribí en una hoja de papel blanco, pues yo no tenía máquina ni sabía escribir en ella. No era tan largo como el que acabo de copiar, ni el pensamiento se expresaba en perífrasis, desde el momento en que ya todo era un asunto convenido con el general Díáz. Además, en este telegrama no habla el señor Madero de la renuncia de Corral, cosa muy importante; pero, en cambio, habla de que De la Barra continuara en el gabinete, cosa ya convenida también.

Ahora bien: ¿fue puesto este telegrama? No lo sé, pues yo puse personalmente el que escribí, y no otro. Es cierto que en un telegrama del mismo 17, el señor Amieva me dice: hay juego doble, pero no indica en qué consiste. Supongo que el señor ingeniero Alfredo Robles Domínguez, quien fue mandado por el señor Limantour con una misión cerca de Madero, misión que nunca supe en qué consistió, porque hubo mucho misterio, tuvo algo que ver en esto del juego doble.

Los artículos del señor Amieva, publicados en La Opinión, de Los Angeles, California, y los cuales van en seguida, autorizan hasta cierto punto esta suposición. Como quiera que sea, considero de mi deber insertar el telegrama anterior, del que no habla el señor Amieva en ninguno de sus artículos, ni hace referencia a algo que el general Díaz le hubiera dicho sobre el particular. Por eso creo que no se puso el telegrama en cuestión.

A propósito del señor ingeniero Alfredo Robles Domínguez, dice el señor Sánchez Azcona en El Gráfico, de 19 de agosto de 1930:

Las conferencias de Robles Domínguez con Madero se efectuaron a raíz de la toma de Ciudad Juárez y cuando el general Díaz había convenido ya en renunciar en último extremo. Entonces Madero confirió a Robles Dominguez plenos poderes para venir a la capital a recibir la capitulación, desbaratando así las gestiones menos radicales que, por su cuenta, pero con el mismo objeto, estaba haciendo el doctor Vázquez Gómez, en nombre de la revolución, por conducto del señor don Manuel Amieva.

El señor Sánchez Azcona, olvidando todo lo que pasó en Ciudad Juárez, respecto a las negociaciones, se empeña en presentar al señor Madero como radical, siendo así que era el menos radical de los que allí nos reuníamos. Ahora bien, ¿cómo desbarató el señor Madero, por medio de Robles Domínguez, esas gestiones menos radicales que yo hacía por conducto del señor Amieva? En verdad, yo no sabré decirlo, por la razón de que no conozco ni supe en qué consistió el arreglo hecho por el señor Robles Dominguez, ni conozco documento alguno en que conste haberse recibido en la ciudad de México la capitulación. El resultado final de las negociaciones fue lo que yo arreglé, según consta en los telegramas antes copiados, inclusive la eliminación del señor Limantour, a quien el señor Madero tanto se empeñó en conservar en el gobierno interino. Tengo la vehemente sospecha de que las gestiones más radicales de Robles Domínguez, a que se refiere Sánchez Azcona en ésta su fantasía, tienen o tuvieron algo que ver con algo que en 1913 y después del cuartelazo, me dijo en Washington el señor Sherbourne G. Hopkins, y que en su oportunidad conocerá el lector.

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