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EL ABANICO DE
LADY WINDERMERE
Oscar Wilde
ACTO SEGUNDO
Salón en casa de Lord Windermere. Puerta a la derecha, que da al salón de baile, donde toca la orquesta. Puerta a la izquierda, por la que entran los invitados. Puerta en el fondo a la izquierda, que da sobre la terraza iluminada. Palmeras, flores y potentes luces. El salón rebosa de invitados. Lady Windermere los recibe. DUQUESA DE BERWICK LADY AGATA DUQUESA DE BERWICK LADY AGATA DUQUESA DE BERWICK PARKER DUMBY LADY STUTFIELD DUMBY DUQUESA DE BERWICK DUMBY MISTRESS COWPER-COWPER DUMBY PARKER HOPPER DUQUESA DE BERWICK HOPPER DUQUESA DE BERWICK HOPPER DUQUESA DE BERWICK HOPPER DUQUESA DE BERWICK LADY AGATA HOPPER DUQUESA DE BERWICK LORD WINDERMERE LADY WINDERMERE PARKER LORD AUGUSTO DUQUESA DE BERWICK PARKER LORD AUGUSTO LORD WINDERMERE LORD AUGUSTO LORD WINDERMERE LORD AUGUSTO LORD WINDERMERE LORD AUGUSTO LORD WINDERMERE LORD AUGUSTO LORD WINDERMERE LORD AUGUSTO PARKER CECILIO GRAHAM LORD AUGUSTO CECILIO GRAHAM LORD AUGUSTO LADY PLYMDALE LORD WINDERMERE LADY PLYMDALE LORD WINDERMERE LADY WINDERMERE LORD WINDERMERE LADY WINDERMERE LORD WINDERMERE LADY WONDERMERE LORD DARLINGTON LORD WINDERMERE PARKER LORD DARLINGTON MISTRESS ERLYNNE LORD WINDERMERE
(Saliendo por el centro)
¡Qué raro que no esté aqui lord Wlndermere! Mister Hopper se retrasa mucho, demasiado. ¿Le reservaste los cinco bailes, Agata?
(Adelantándose).
Si, mamá.
(Sentándose en el sofá)
Déjame ver tu carnet. Me alegro de que lady Windermere haya resucitado los carnets. Son la única salvaguardia de una madre. ¡Mi nenita inocente! (Tacha dos nombres). ¡Ninguna muchacha fina bailaria nunca con unos chicos tan notablemente jóvenes! ¡No estaria bien visto! Los últimos dos bailes podrias pasarlos en la terraza con míster Hopper.
(Entran Mister Dumby y Lady Plymdale, del salón de baile).
Si, mamá.
(Abanicándose)
¡Hace alli un aire tan agradable!
Mistress Cowper-Cowper. Lady Stutfteld. Sir Jaime Royston. Mister Guy Berkeley.
(Entran los personajes a medida que los anuncian).
Buenas noches, lady Stutfteld.
¿Supongo que este será el último baile de la temporada?
También lo supongo, mister Dumby. Ha sido una temporada deliciosa, ¿verdad?
¡Totalmente deliciosa! Buenas noches, duquesa. ¿Supongo que será el último baile de la temporada?
También lo supongo Dumby. Ha sido una muy sosa, ¿verdad?
¡Horriblemente sosa! ¡Horriblemente sosa!
Buenas noches, mister Dumby. ¿Supongo que será el último baile de la temporada?
¡Oh! No creo. Probablemente habrá dos más.
(Se dirige a' Lady Plymdale).
Mister Rufford, lady Jedburgh y miss Graham. Mister Hopper.
(Van entrando los personajes anunciados).
¿Cómo está usted, lady Windermere? ¿Cómo está usted, duquesa?
(Se inclina ante Lady Agata).
Mi querido míster Hopper, ¡qué delicado en usted venir tan temprano! Todos sabemos lo solicitado que está usted en Londres.
¡Magnifico sitio, Londres! Aqui no son tan rígidamente exclusivistas como en Sydney.
¡Ah! Sabemos su valia, mister Hopper. ¡Ojalá hubiese muchos hombres como usted! La vida seria mucho más fácil. Sabe usted, mister Hopper: mi querida Agata y yo estamos interesadisimas por Australia. ¡Debe de ser tan preciosa, con todos esos amables y pequeños canguros brincando alrededor! Agata la ha encontrado en el mapa. ¡Qué forma tan curiosa tiene! Parece exactamente una caja de embalar. Sin embargo, es un pais muy joven, ¿verdad?
¿No fue hecho al mismo tiempo que los demás, duquesa?
¡Qué listo es usted, mister Hopper! Tiene usted un talento completamente personal. Y ahora, no queremos detenerle más.
Pero yo querria bailar con lady Agata, duquesa.
Bueno; espero que tendrá algún baile libre. ¿Tienes algún bai1e libre, Agata?
Si, mamá.
¿Puedo tener el gusto ...?
(Lady Agata asiente).
Cuide usted mucho de mi pequeña charlatana, mister Hopper.
(Entran Lady Agata y Mister Hopper en el salón de baile. Entra Lord Windermere por la izquierda).
margarita, necesito hablarte.
Dentro de un momento.
(Cesa la música).
Lord Augusto Lorton.
(Entra Lord Augusto).
Buenas noches. lady Windermere.
Sir Jaime, ¿quiere usted llevarme al salón de balle? Augusto ha estado cenando esta noche con nosotros. Realmente, ya es bastante Augusto. por el momento.
(Sir Jaime Royston da el brazo a la Duquesa y la acompaña hasta el salón de baile).
Mlster y mistress Arturo Bowden. Lord y lady Paisley. Lord Darlington.
(Estas tres personas entran al ser anunciadas).
(Yendo hacia Lord Windermere).
Necesito hablarte privadamente. muchacho. Me arrastro como una sombra. Ya sé que lo parezco. Ninguno de nosotros parece lo que es, realmente. Lo que necesito saber es esto: ¿quién es ella? ¿De dónde sale? ¿Por qué no tiene ningún condenado pariente? ¡Malditos y engorrosos parientes! Pero le dan a uno cierta endemoniada respetabilidad.
¿Hablas de mistress Erlynne, supongo? Hace solo seis meses que la conozco. Hasta entonces, jamás tuve noticia de su existencia.
Y desde entonces la has tratado mucho.
(Fríamente).
Sí, la he tratado mucho desde entonces. Precisamente, acabo de verla.
¡Ay! Las mujeres le tienen inquina. ¡Esta noche ha cenado con Arabela! ¡Por Juplter! Me gustaría que hubieses oído lo que dijo de mistress Erlynne. La puso hecha un trapo ...
(Aparte).
Berwick y yo hemos oldo que a ella no le importa mucho, y que la dama en cuestión tenía un tipo muy lindo. ¡Si hubieras visto la cara de Arabela! ... Pero mira. chico: no sé qué hacer con mistress Erlynne. ¡ Ay! Parece que estamos casados; me trata con una maldita indiferencia. ¡Es excesivamente lista, demasiado! Lo explica todo. ¡Ay! Te explica a ti. Tiene un montón de explicaciones sobre ti .... y todas distintas.
Mi amistad con mistress Erlynne no necesita explicaciones.
¡Ejem! Bueno, mira. muchacho: ¿crees que conseguirá entrar en esa condenada cosa que llaman sociedad? ¿La presentarías a tu mujer? No vengas con rodeos, ¿lo harías?
Mistress Erlynne viene aquí esta noche.
¿Tu mujer le ha enviado una invitación?
Mistress Erlynne ha recibido una invitación.
Entonces es una persona bien, querido. Pero ¿por qué no me lo dijiste antes? ¡Me habria evitado un montón de malditas equivocaciones!
(Lady Agata y Mister Hopper cruzan la escena y salen a la terraza).
¡Mister Cecilio Graham!
(Entra Mtster Cecilio Graham).
(Se inclina ante Lady Windermere y va a estrechar la mano a Lord Windermere).
Buenas noches, Arturo. ¿Por qué no me preguntas cómo estoy? Me gusta que la gente me pregunte cómo estoy. Y que muestre un gran interés por mi salud. Púes bien: esta noche no estoy del todo bien. He comido con la familia. Quisiera saber por qué la familia ha de ser siempre tan aburrida. Mi padre se puso a hablar de moral en la sobremesa. Le dije que tenia suficiente edad para saber cosas mejores. Pero, a mi juicio, las personas que tienen la suficiente edad para estar enteradas de lo mejor, no saben nada de nada. ¡Hola, Tuppy! He oido decir que te vas a casar otra vez; creí que estarias ya cansado de ese juego.
¡Eres demasiado frivolo, muchacho; demasiado frivolo!
Entre paréntesis, Tuppy, ¿no es asi? Has estado dos veces casado y una divorciado. ¿O dos veces divorciado y una casado? Yo digo que dos veces divorciado y una casado. Me parece mucho más probable.
Tengo una memoria malisima ... Realmente no me acuerdo.
(Va hacia la derecha).
Lord Windermere tengo que preguntarle algo muy personal.
Lo siento, perdóneme; pero debo reunlrme con mi mUjer.
¡Oh! No se le ocurra semejante cosa. Hoy dia es muy peligroso para un marido galantear a su mujer en público. Hace pensar siempre a la gente que le pega cuando están a solas. ¡El mundo se ha vuelto tan suspicaz ante todo lo que tiene aspecto de vida matrimonial feliz! ... Pero ya se lo diré a usted durante la cena.
(Se dirige hacia la puerta del salón de baile).
(En el centro).
¡Margárita!, tengo que hablarte.
¿Quiere usted tenerme mi abanico, lord DarlIngton? Gracias.
(Yendo hacia él).
(Acercándose a ella).
Margarita, lo que dijiste antes de comer, ¿era, naturalmente, imposible?
¡Esa mujer no vendrá aquí esta noche.
Mistress Erlynne vendrá aquí, y si le ocasionas cualquier molestia o la ofendes, nos traerás a los dos dolor y vergüenza. ¡Recuérdalo! ¡Ah Margarita, confía en mi únicamente! ¡Una esposa debe confiar siempre en su marido!
Londres está lleno de mujeres que confían en sus maridos. Cualquiera puede reconocerlas. ¡Tienen un aspecto tan absolutamente desdichado! ... Yo no quiero ser una de ellas.
(Apartándose de él).
Lord Darllngton, ¿quiere usted devolverme mi abanico? Gracias. Un abanico es una cosa muy útll, ¿verdad? Tengo necesidad de un amigo esta noche, lord Darlington. No sabia que lo iba a necesitar tan pronto.
Lady Windermere, yo sabía que este momento iba a llegar algún dla; pero ¿por qué esta noche?
(Aparte).
Se lo diré. Debo decírselo. Seria terrible que sucediese aquí cualquier escena. Margarita ...
¡Mistress Erlynne!
(Lord Windermere se estremece. Entra Mistress Erlynne, muy elegante y muy digna. Lady Windermere aprieta su abanico y luego lo deja caer al suelo. Se inclina friamente ante Mistress Erlynne, quien le devuelve amablemente su saludo, y avanza por el salón).
Ha dejado usted caer su abanico, lady Windermere.
(Lo recoge y se lo entrega
¿Cómo sigue usted, lord Windermere? ¡Qué encantadora está su amable esposa! ¡Un verdadero cuadro!
(En voz baja).
¡Es una terrible imprudencia en usted haber venido!