Presentación

La serie de relatos policiacos que aquí presentamos, del escritor Maurice Leblanc (1864-1941), fue inicialmente editada en la publicación mensual francesa Je sais tout, entre los años de 1905 y 1907.

El primer relato -La detención de Arsenio Lupín-, aparecería en el N° 6 del referido mensual, correspondiente al mes de julio de 1905. Maurice Leblanc se decidió a crear a su ahora internacionalmente conocido personaje, cuando el editor de Je sais tout, el señor Pierre Lafette, le sugirió que escribiera una serie de relatos similares a los de Sherlock Holmes, lo que M. Leblanc aceptó poniéndose a trabajar en la creación de su personaje central: Arsenio Lupin.

Dícese que se inspiró, para crear su personaje del caballero ladrón, en la figura de un conocido anarquista de nombre Jacob quien, en ninguna ocasión hizo uso de la violencia en sus actividades expropiadoras, ni tampoco robó a personas que alquilasen su fuerza de trabajo para sobrevivir.

Podemos suponer que esta fuente de inspiración haya tenido visos de verdad; sin embargo, si nos atenemos a la lectura de los relatos que aquí publicamos, no encontramos el menor dato del que podamos destacar el hecho de que Maurice Leblanc se haya inspirado o no en la figura de Jacob, puesto que eso, desde nuestra óptica, es por completo intrascendente.

Ni con toda la imaginación del mundo podemos extraer de la lectura de estos divertidísimos relatos, la menor base para aseverar que el modelo de inspiración de Maurice Leblanc lo haya sido un anarquista, salvo, claro está, aceptando que Leblanc haya tenido una muy sui géneris opinión de lo que puede ser un anarquista.

A nuestro modo de ver, el personaje creado por Maurice Leblanc, idea, prepara y ejecuta sus robos, más por diversión y por tratar de vencer los retos que esa acción conlleva, que por afanes expropiatorios cuyo principal objetivo sea el apoyar las clases menesterosas en su lucha por su emancipación. Definitivamente, cuando menos en los relatos que aquí publicamos, no notamos ninguna característica de tinte político social en Arsenio Lupin. Pero, en fin, haya sido o no Jacob la fuente de inspiración de Maurice Leblanc para la creación de su Arsenio Lupín, el hecho concreto, indiscutible, es que los relatos que escribió son estupendos.

Hacía ya muchos años, que no habíamos vuelto a leer esos relatos que figuraron entre las lecturas preferidas de nuestra adolescencia, y ahora, que nos decidimos a realizar la presente edición virtual de Arsenio Lupín, caballero ladrón, volvimos a rememorar aquellos tiempos cuando nos deleitábamos saboreando todo lo que leíamos. Y ese placer, ese exquisito placer que genera la lectura de estos relatos, reapareció conforme ibamos capturando los escritos de M. Leblanc.

Ojalá que quien se acerque a leer o a hojear esta edición virtual, reciba las increiblemente positivas vibraciones que en nosotros produjo.

Aprovechando la oportunidad y para quienes se interesen en los personajes fuera de serie del movimiento anarquista, nos permitimos recomendar la lectura de la obra de Bernard Thomas, intitulada simplemente Jacob.

Chantal López y Omar Cortés