(Poemas de Manuel José Othón)
CANTO NUPCIAL A Ladislao Gómez Palacio y Lupe Díaz Conde Un nuevo hogar es huerto florecido Surge de cada flor, de cada nido, De Galaad por los collados bajan mientras la esposa ve, desde el umbroso ¡Oh, esposa! virgen y radiante, mira: A infundirte su alma sólo aspira. ¡El coro de los sueños! Los amigos Los recuerdos del niño, los anhelos Y a ti, joven y fuerte, en los umbrales Tampoco sola está: las virginales Son las ansias sin fin, las esperanzas, Todas alzan un himno al varón fuerte
de jazmines, y lirios, y azahares,
entre cuyas alburas estelares
se estremece el amor como un latido.
un verso del Cantar de los Cantares
y pasan, del Hermón por los pinares,
suspirando los vientos un gemido.
triscando las ovejas. En las viñas
de Engaddi el zumo los racimos cuajan;
retiro, que atraviesa las campiñas
y se acerca a sus puertas, el esposo.
el amor en sus ojos centellea
y el coro de los sueños le rodea
y a su oído solícito suspira.
Su cerebro, que es urna de la idea,
cual una forja ignífera chispea.
Canta su corazón como una lira.
del esposo, que en júbilo inundados,
de su dicha inmortal serán testigos ...
viriles que le ascienden, ya encarnados,
en su viaje contigo, hasta los cielos.
del sagrado refugio, jubilosa
te espera amante la rendida esposa
bajo los resplandores otoñales.
compañeras, de frente ruborosa,
tienden sobre ella su dosel de rosa
al compás de los cánticos nupciales.
las ilusiones del amor, venidas
de azules y profundas lontananzas.
que ha de llevar dos almas y dos vidas
a través de la vida y de la muerte.
Índice de Poemas rústicos de Manuel José Othón La canción del otoño
A través de la lluvia Biblioteca Virtual Antorcha