La selección de artículos de Ricardo Flores Magón, publicados en 1915 en el periódico Regeneración la editamos en nuestra editorial Ediciones Antorcha, hace casi veintidós años.

Pocos comentarios podríamos agregar a la Nota editorial que escribimos en 1987, salvo, quizá, lo relativo a la descomposición y desbarrancamiento de la en otra hora potente organización que fuera el Partido Liberal Mexicano. En efecto, la profundización de las discrepancias con personas que anteriormente estuvieron muy ligadas a ese organismo es manifiesta, cuando Ricardo Flores Magón arremete contra Juan Francisco Moncaleano llegando a acusarlo de manoseador de niñas. Y así, a lo largo de cinco años, vemos como Ricardo Flores Magón, sin poder contener lo iracundo de su carácter, irá colgando adjetivizaciones a cada uno de sus contrincantes, pues, en sus artículos, vemos desfilar tanto al judas Juan Sarabía, al pederasta Antonio Villarreal, al ratero Rafael Romero Palacios, como al terror de las niñas, el manoseador de infantes, Juan Francisco Moncaleano.

Francamente es lamentable ver como la gangrena de la grilla fue corroyendo al Partido Liberal Mexicano, que, dígase lo que se diga, en un momento del desarrollo revolucionario mexicano llegó a perfilarse como un auténtico faro de salvación y conducción sana de un prometedor proceso de transformación.

Desgraciadamente, la grilla y los desatinos en la toma de decisiones por parte de los integrantes de la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexicano, aunado ello a la dureza de carácter de sus integrantes, dió al traste con aquella posibilidad.

Evidentemente lo que pasó, pues ... ya pasó, y lo único que en el presente podemos hacer es reflexionar y aprender de ese pasado, tratando de saber cual fue el origen de estas desafortunadas tomas de decisión. En nuestra opinión, la grilla y la politiquería tienen mucha culpa en ello, porque son una verdadera gangrena, y ello, no obstante que se adjetivicen de libertarias o anarquistas.

Chantal López y Omar Cortés