Indice de Proudhon y el socialismo de 1848 de Carlos Gide y Carlos Rist | CAPÍTULO TERCERO. La teoría del banco de cambio | Biblioteca Virtual Antorcha |
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Proudhon y el socialismo de 1848 Carlos Gide y Carlos Rist CAPÍTULO CUARTO La influencia de Proudhon después de 1848 Es extremadamente difícil seguir la influencia del pensamiento de Proudhon en el período posterior a 1848. Carlos Marx, casi desconocido todavía por aquellos momentos, iba a llegar a ser, con la publicación de su Capital, en 1867, el representante casi único del socialismo teórico. Desde 1847 había dirigido violentamente sus armas contra Proudhon, publicando, bajo el título Miseria de la Filosofía (1), una acerba crítica de las Contradicciones económicas. El representante del colectivismo no podía, de ningún modo, entenderse con el partidario de la propiedad individual fraccionada; el teorizante de la lucha de clases, con el partidario de las reformas pacíficas (2). El éxito de las ideas de aquél, después de 1867, ha relegado a la oscuridad a todos los sistemas socialistas anteriores: Proudhon, a sus ojos, no era más que un pequeño burgués. Sin embargo, al fundarse en Londres, en 1864, la célebre Asociación Internacional de Trabajadores, los obreros parisienses que de ella formaban parte parecen estar todavía completamente dominados por las ideas prudonianas. En el primer Congreso Internacional, efectuado en Ginebra en 1866, presentaron una Memoria cuyas ideas están muy claramente inspiradas en Proudhon e hicieron adoptar las conclusiones de la misma. Pero a partir del Congreso siguiente, celebrado en 1867, encontraron una resistencia más viva, y en los Congresos de Bruselas -1868- y de Basilea -1869- la influencia de Marx fué ya la preponderante. Cabría incluso preguntarse si las ideas prouhdonianas, defendidas por los obreros parisienses en 1866, han sido inspiradas por el Proudhon de 1848. Parece más bien que sean el resultado de la publicación, en 1865, de la última obra de Proudhon, La capacidad politica de las clases obreras. También este libro fue escrito bajo la inspiración del movimiento obrero, que renacía en París en 1862 y a consecuencia de un manifiesto firmado por sesenta obreros parisienses, que creyeron obligación suya someterlo a Proudhon, como representante más conocido del socialismo en Francia (3). La actitud de los obreros franceses en los comienzos de la Internacional sería, en tal caso, el efecto de un despertar del prudonismo, resultante de la publicación del citado libro más bien que de una persistencia de sus ideas después del golpe de Estado (4). De todas manerás, este despertar fue de corta duración; pero en nuestros días, desde que las ideas de Marx han sido, a su vez sometidas a una vivísima crítica, se ha puesto de manifiesto en algunos escritores un interés completamente nuevo en favor de las ideas de Proudhon. Dichos escritores -de los cuales el principal es Jorge Sorel- concilian una admiración muy viva por Marx con un respeto no menor hacia Proudhon. Sin embargo, aun en esto es difícil hablar de un despertar de las ideas prudonianas; más bien se trata de una corriente nueva, inspirada por el sindicalismo obrero, y en la que se puede hallar la doble inspiración del socialismo anarquista francés y del socialista colectivisla alemán. De todos modos, es todavía demasiado reciente para que se pueda aún determinar su alcance.
Notas (1) Como burla del subtitulo Filosofía de la miseria, que Proudhon había puesto a las Contradicciones económicas. (2) En una carta a Carlos Marx, que lleva fecha de 17 de mayo de 1846 -Correspondencia, tomo II, pág. 199-, y a propósito de la expresión en el momento de la acción contenida en una carta de Marx, Proudhon se había pronunciado inmediatamente contra toda idea de revolución: Acaso conserva usted todavía la opinión de que ninguna reforma es posible actualmente sin un golpe de mano, sin eso que se llamaba en otro tiempo una revolución y que no es, en resumidas cuentas, más que una sacudida. Semejante opinión, que concibo, que disculpo, que incluso discutiría de buen grado, habiéndola compartido yo mismo durante mucho tiempo, le confieso que mis últimos estudios me han hecho completamente volver de ella. Creo que no tenemos ninguna necesidad de tal cosa para llegar a conseguir lo que nos proponemos, y que, en su consecuencia, no debemos en absoluto plantear la acción revolucionaria como medio de reforma social, porque este pretendido medio seria, sencillamente, un llamamiento a la fuerza, a la arbitrariedad, en una palabra: una contradicción. El problema me lo planteo yo de esta manera: hacer que vuelvan a entrar en la soctedad, por medio de una combinación económica, las riquezas que han salido de la sociedad por otra combinación económica. En otro lugar, en las Confesiones de un revolucionario (pág. 61), dice: Una revolución es una explosión de la fuerza orgánica, una evolución de dentro a fuera de la sociedad; no es legítima sino en tanto que es espontánea, pacifica y tradicional. Igual tiranía hay en reprimirla que en hacerla nacer a la fuerza. Sobre las relaciones de las ideas de Marx y de Proudhon, véase el articulo de Bourguin Proudhon y Carlos Marx, en la Revue d'Economie politique, año 1893. (3) Véase, La capacidad política de la clase obrera, México, Biblioteca Virtual Antorcha, primera edición cibernética, octubre del 2003, captura y diseño, Chantal López y Omar Cortés. (4) Véase sobre este punto, Puech: Proudhon y la Internacional, París, 1907 (Prefacio de Andler).
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