Emiliano Zapata

CARTAS

Nota editorial a la edición impresa

En la selección de cartas que aquí incluímos vemos a un Emiliano Zapata firmemente convencido de que sus ideales debían forzosamente imponerse.

Una idea que encontramos presente en muchas cartas es la creación de una junta de todos los jefes de armas para que de ésta surja el gobierno de la revolución; esto es precisamente lo que se plantea en el artículo doce del Plan de Ayala; he aquí la obsesión de Emiliano Zapata: intentar democratizar la revolución.

Asimismo sobresale lo que él denomina la revolución agraria describiéndola en varias de sus cartas.

Para el revolucionario sureño los problemas de la revolución eran fundamentalmente dos: el económico, relativo a la solución social del reparto agrario y, el político, centrado en la manera de conformar el gobierno que emergiera de la revolución.

En realidad se conoce a Emiliano Zapata como el reivindicador de los derechos del campesinado y de las comunidades indígenas, siendo el lema con que se le identifica Tierra y Libertad, que dicho sea de paso no es precisamente de creación zapatista ya que eran las fuerzas del Partido Liberal las que enarbolaban en los campos de batalla la bandera roja con esa inscripción.

¿Por qué ha pasado esto? ¿A qué puede deberse que la solución al problema político propuesta por Zapata haya quedado relegada al olvido? Varias hipótesis pueden argumentarse con el fin de responder a tales interrogantes, sin embargo nos limitaremos a señalar que es el triunfo del carrancismo y por ende la derrota de las fuerzas zapatistas la base principal de dicho olvido. Se sabe que el actuar político de Venustiano Carranza a la caída de Victoriano Huerta no buscó en modo alguno una salida democrática a la situación política reinante, lo que propició el desarrollo de una sangrienta lucha fraticida en la que perdieron la vida miles de mexicanos. Ahora bien, es comprensible que el triunfante carrancismo ocultara la solución política propuesta por Zapata. Así, los regímenes subsiguientes al de Carranza, preocupados por solucionar -desde su punto de vista- los problemas nacionales, excepto, paradójicamente, el de democratizar la revolución, aunque, y es justo señalarlo, existen matices al respecto, no tomaron en cuenta la propuesta zapatista.

No quisiéramos terminar sin mencionar la importancia que, en nuestra opinión, guarda la carta dirigida a Genaro Amezcua, fechada el 14 de febrero de 1918 en la cual, entre otras cosas dice:

Mr. Wilson, el presidente de los Estados Unidos ha tenido razón al rendir homenaje, en ocasión reciente, a la revolución rusa, calificándola de noble esfuerzo por la consecución de libertades, y sólo sería de desearse que a este propósito recordase y tuviese muy en cuenta la visible analogía, el marcado paralelismo, la absoluta paridad, mejor dicho, que existe entre ese movimiento y la revolución agraria de México. Una y otra van dirigidas contra lo que León Tolstoy llamara el gran crimen, contra la infame usurpación de la tierra, que siendo propiedad de todos, como el agua y como el aire, ha sido monopolizada por unos cuantos poderosos, apoyados por la fuerza de los ejércitos y por la iniquidad de las leyes.

No es de extrañar, por lo mismo, que el proletariado mundial aplauda y admire la revolución rusa, del mismo modo que otorgará toda su adhesión, su simpatía y su apoyo a esta revolución mexicana al darse cabal cuenta de sus fines.

La revolución rusa al igual que la mexicana sufrieron profundas desviaciones. Quizá la más terrible se encuentre en el carácter antidemocrático en que ambas han acabado.

El paralelismo de que hablara Emiliano Zapata sigue existiendo.

Chantal López y Omar Cortés

Indice de Cartas de Emiliano Zapata	Presentación de Chantal López y Omar Cortés a la edición cibernética	Carta a Francisco León de la Barra del 17 de agosto de 1911		Biblioteca Virtual Antorcha