Muy a pesar nuestro, nos ha sido imposible en esta semana dar a la estampa otro de los hermosos dibujos que produce la pluma de nuestro inspirado compañero artista Nicolás Reveles; no tuvimos los cinco dólares y medio que nos cobraban en el taller de fotograbado por hacer el cliché del dibujo que teníamos para publicar en este número de Regeneración.

La entrada de dinero para el periódico es tan cortísima, que no solamente no hemos tenido para el grabado, sino que en este día en que escribo, martes 14 de diciembre, aún no podemos reunir siquiera la cantidad de doce dólares y sesenta centavos que necesitamos para pedir a la papelería el papel necesario para imprimir esta edición del periódico; pedido que debiéramos haber hecho ya desde ayer lunes para recibir el papel a tiempo en estas oficinas y evitarnos mayores retrasos, fatigas y desveladas que desde hace ya tres meses venimos soportando diariamente y que están minando más y más nuestra salud, en nuestro afán de sacar el periódico a tiempo, en su fecha, como es necesario hacerlo, si no queremos que nuestros enemigos tomen como pretexto la irregularidad del periódico para matarlo.

Comprendemos que el retraso que sufrimos en nuestra correspondencia, retraso que nos impide acusar recibo oportunamente de las cantidades que recibimos, y que la falta de publicación de la Sección de Administración, por carecer de tiempo y números para hacerlo, y en la que podrían ver también que sus ayudas han sido recibidas, haga temer a muchos compañeros que las cantidades que nos han enviado no hayan llegado a nuestro poder y se abstengan, por esa causa, de hacer nuevos envíos; pero creemos que los avisos relativos que hemos venido publicando semana tras semana, debieran hacerles comprender las verdaderas causas de tal irregularidad, y alentarlos a que nos ayuden con más constancia, para que más pronto podamos ponernos al corriente, una vez zanjadas las dificultades económicas.

Camaradas: si queréis impedir que Regeneración muera, apresuráos a ayudar con constancia, con la mayor frecuencia y liberalidad posible. No nos dejéis toda la carga a nosotros solos.

¡Sed solidarios! ¡Ayudad!

(De Regeneración, del 18 de diciembre de 1915, N° 217).

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