Documento Nº 20.

Algo acerca de nuestro Congreso.

En la fecha que este número vea la luz y llegue a cada uno de los compañeros, ya se habrán efectuado los trabajos de nuestro Congreso que para los días 27, 28 y 29 de diciembre se anunció. Hay esperanzas, hay optimismos pendientes de este acto. Es de entenderse que el fin que se fue a buscar no es el de cambiar o modificar las ideas, es, se tiene entendido, el buscar la forma de unificar a los individuos y que éstos sean responsables de las actividades propias de la lucha en contra de los intereses creados. Alguien ha dicho que la Anarquía no quiere que se diga, sino que se haga, y esto es lo que en cada momento debe tenerse a la mano, aunque no se haya efectuado ningún Congreso.

A esta Redacción llegaron varias cartas animadoras; algunas contienen preguntas, otras, proposiciones que algunos compañeros, abrumados por la carga de la situación presente, han formulado con alguna sencillez. Los compañeros del grupo Avante, en dos comunicados que recibimos, nos dicen estar dispuestos a suspender Ruta, si es que en el Congreso se determina que el órgano de la familia anarquista se edite en la imprenta de los trabajadores que ellos administran. Esta proposición la formularon los compañeros que administran Libertad. Los compañeros de la región de Nayarit nos encargan que hagamos lo que esté de nuestra parte para que se informe el contenido de los trabajos del Congreso. Un compañero de Veracruz, en carta alentadora, también nos da sus puntos de vista, como también lo hace de la región de La Laguna, otro compañero que expone a grandes rasgos la situación de los campesinos con nuevos amos de reciente posesión. En bien de las ideas haremos lo que sea nuestro esfuerzo para informar a los distintos compañeros de lo determinado en el 2º Congreso Anarquista.

Pero, debe entenderse que puede cambiar la situación reinante, si los individuos que nos preciamos de libertarios, continuamos sordos a la realidad, si sólo nos movemos para satisfacer el hambre y algunas vanidades; si esto continuamos haciendo, no cabe la menor duda que sólo somos unos pobres diablos con ribetes de librepensadores y que nuestra sordera y miopía son de lo más crónico, y que la realidad es que ningún Congreso nos sacará de este atolladero en que permanecemos como animales inmundos.

(De Libertad. Órgano de la F.A.C., San Luis Potosí, S. L. P., Época II, Nº15, del 31 de diciembre de 1941).