Documento Nº 29.

Disipando brumas.

Es anhelo nuestro, por sobre todas las cosas, divulgar el ideal que nos es querido, que nunca ha dejado de alentar nuestro ser a pesar de las múltiples vicisitudes, y que ha modelado nuestro carácter, encausándolo por la senda del bien y del amor a nuestros semejantes, cualidad esta que constituye la base primordial del anarquismo en su parte ética, y que dentro del ambiente tóxico que convivimos, nos esforzamos en practicar lo más estrictamente que sea posible, ya que por atavismo histórico, aún participamos de la corte de prejuicios y lacras que han enseñoreado a la humanidad desde épocas inmemorables, causa por la que a pesar de sentir y amar la anarquía, no podemos llamarnos anarquistas. Además de que siendo proletarios, apenas alcanzamos a tener sentido de las cosas, por no tener una instrucción sólida que nos permita discernir al igual que la ética intelectual.

Testarudos por abolengo de clase y procurando guiarnos por la luz que irradia el talento y calidad moral de nuestros mejores militantes, sean éstos intelectuales o trabajadores manuales, hemos osado tomar la antorcha libertaria en nuestras manos, para, como ellos, combatir la injusticia y cooperar al desquiciamiento de la sociedad que la hace posible, permitiendo con ello que la humanidad, en un día venturoso, asista al amanecer del mundo nuevo, que ya hoy acarician nuestras mentes y nuestros corazones. Libertad es nuestra simbólica antorcha, nuestro vehículo de combate escrito, ya que en la acción estamos pronto a actuar donde vemos la injusticia sentar sus reales y dondequiera que vemos la manera de propagar el ideal. Por eso nos extraña sobremanera el hecho de que compañeros que piensan y sienten como nosotros, insisten en hostilizar nuestra raquítica pero honrada y sincera labor, y pretenden predisponernos a la desconfianza del movimiento en el país, en cuya consciencia está, lo que realizan en cooperación con otros grupos y en particular con el infortunado Rebelión. Nos hemos preocupado por dar mayor impulso a la labor, sin que para ello nos guíe el afán del divisionismo o la pretensión de convertirnos en Pontífices del Anarquismo, como es de lamentarse suele ocurrir a compañeros que de tal se jactan.

Ante esta situación tan desventajosa tenemos que declarar categóricamente: ¡que nunca hemos pretendido quitar el control del movimiento a nadie, ni anhelamos manejar dinero y menos aún mantener divididas nuestras filas! ¡Que no queremos desacatar los acuerdos del Segundo Congreso Nacional, sino pretender hacer algo en favor de ellos, ya que parecen echados al olvido, como olvidados estaban los compañeros presos, por una falsa acusación! Amamos Regeneración por lo que significa históricamente para el anarquismo y para los trabajadores revolucionarios, y nuestro mayor deseo es que prosiga viendo la luz indefinidamente; corroborando lo dicho, el hecho de ayudar a su sostenimiento de acuerdo al alcance de nuestra posibilidad económica.

Quisiéramos llevar el convencimiento a los compañeros sobre el hecho de que nuestra labor, de cualquier género, en nada los afecta, como tampoco afecta ni entorpece nuestra labor específica; asimismo hacer hincapié sobre la necesidad de regirnos más de acuerdo con la ética de las ideas y despojarnos de sentimentalismos pueriles, de toda tendencia ególatra, lacra psicológica forjadora de déspotas, azotes de la humanidad, tipo Atila, Hitler o Mussolini.

Sin la intención de ofender, hemos dicho algunas verdades y hubiéramos preferido continuar recluidos en nuestra actitud de cordura y buen juicio, de no existir la posibilidad de ser interpretados torcidamente por los compañeros, enterados de las notas publicadas periódicamente en Regeneración, digno, como en otro tiempo, de ser empleado en la propagación de las ideas y no en vehículo de infructuosas polémicas pendencieras. Esperamos haya la suficiente consciencia en cada uno de los militantes para un mejor entendimiento y buena fe, y así enfrentarnos unidos al porvenir.

Por el grupo Sacco y Vanzetti de San Luis Potosí.

E. Contreras.

(De Libertad. Órgano de la F.A.C., (Sale cuando puede), San Luis Potosí, S.L.P., Nº 2, de noviembre de 1943).