Índice de La casa sin puertas. Actas y documentos del primer Congreso de la Federación Anarquista de México de Chantal López y Omar CortésDocumento anteriorSguiente documentoBiblioteca Virtual Antorcha

Documento Nº 2

Declaración de principios.

Entendiéndose que el hombre debe agruparse e instruirse para llevar a la práctica sus anhelos, sus proyectos y sus aspiraciones en el cotidiano bregar de la vida, en esta región se organiza el elemento anarquista para plasmar en realidades las aspiraciones de liberación de la humanidad; esto es, propiciar la formación de una sociedad sin leyes escritas, explotaciones ni fanatismos, sin amos ni esclavos, donde se establezca la verdadera libertad en toda la extensión de la palabra.

Considerando que sin previa concordia entre los militantes de un ideal no es posible realizar una labor eficaz en pro del mismo, somos defensores de la organización anarquista, como lo somos de la familia que ha de ser ejemplo de bondades, de solidaridad, de ayuda mutua y de respeto recíproco entre sus miembros. Esta es la conducta que ha de irradiar y extenderse a la sociedad toda.

Vamos a realizar hoy lo que debimos hacer ayer: convivir los componentes de la familia anarquista en un ambiente de fraternal amistad, respetando el carácter propio de cada individualidad y de cada grupo anarquista, sus respectivas preferencias particulares y métodos de propaganda, etc., etc.

Si negáramos la necesidad de organizarnos, sería tanto como negarnos a nosotros mismos; es decir, rechazar que la organización anatómica y fisiológica actual es superior a la célula que fue nuestro modesto origen; negar que la asociación de órganos conseguidos en esfuerzos milenarios por un vivir mejor en su conquista biológica bienhechora. Nuestro todo orgánico, sensible e intelectual le debe la vida a cada una de sus partes. Ninguna de las mismas, ni ninguno de sus órganos somete a los otros ni los fuerza a que obren, según sus características particulares, a que funciones de modo idéntico a él; pero todos movidos por el instinto superior que los fue formando, organizado y asociado, coinciden en un punto vital: asegurar la existencia de la organización a la que dan vida.

Consecuentes con nuestra propia razón de ser, que nos permite vivir físicamente, sentir, pensar, hablar y escribir, no podemos declararnos enemigos de la organización anarquista.

Aceptamos el individualismo interpretándolo como respeto a las ideas, a los sentimientos, a todas las formas de pensar y sentir del individuo, siempre que no sean perjudiciales a la mayoría. Mas decimos: a su derecho a satisfacer todas las necesidades morales, físicas e intelectuales. Bien que el individualismo se refiera al individuo absolutamente libre, mas los efectos de conducta en el sentido social serían negativos si no se asocia a sus fines para la propaganda y para dar ejemplos de organización y de administración anarquista de cuanto se produce, se inventa y se descubre. Convencer a nuestros semejantes con palabras y probar con hechos, en la hora oportuna, que podemos vivir sin gobiernos, sin políticos, sin policías, sin patrones y sin curas que se aprovechan de la ignorancia del pueblo trabajador para vivir a sus expensas y a costa de su miseria, es nuestro deber social.

El mal o el bien que la sociedad sea capaz de realizar afecta al individuo, favorece o dificulta su propia libertad y bienestar, le impide o permite el desarrollo de sus particulares interpretaciones y realizaciones ideológicas.

Afirmamos que el ideal que defendemos es de organización social libre y equitativa que se opone a la continuidad de todos los sistemas de organización capitalista estatal, de autoridad, de fuerza y de desigualdad en la distribución de la producción y de todos los bienes debidos al ingenio y esfuerzo físico de las generaciones pretéritas y actuales de seres humanos que trabajaron y trabajan.

Defendemos la organización social anarquista, porque toma por base al individuo libre. Este no puede negar la necesidad de la ayuda mutua, de la solidaridad entre los individuos y los pueblos, porque sin ello no habría progreso social ni científico.

Anarcosindicalistas y comunistas libertarios, individualistas y anarquistas a secas, no importa cómo nos denominemos los antiautoritarios, proclamamos nuestra decisión de luchar por la realización integral del ideal anárquico. Todos de acuerdo con el carácter, temperamento, cultura, trabajo y profesión, y particulares predilecciones y preferencias en la propaganda, desarrollamos actividades que nos acercarán a la vida social sin déspotas ni explotadores, sin amos ni esclavos, sin dioses ni Estados.

De cada uno según sus capacidades y posibilidades; a cada uno según sus necesidades. Esto es lo primordial en la organización social del futuro.

Todas las tendencias y modalidades anarquistas que coincidimos -porque no puede ser de otra manera- en la negación de todo poder y de toda autoridad, en la necesidad de abolir el Estado y la propiedad privada, que tantos daños causan a la especie humana, unimos nuestras energías físicas, morales y mentales para conquistar aquella finalidad solidaria esencial para establecer la armonía social.

Toda batalla entre corrientes anarquistas debilitaría al movimiento ácrata en general, y suspendería el combate contra el enemigo común y de la humanidad toda: la autoridad.

Los anarquistas sin excepción, somos enemigos del Estado, del militarismo, de la religión y de la propiedad privada. Cada uno y cada grupo tiene campo para desarrollar sus actividades preferentes, seguros que sus esfuerzos, dirigidos contra una cualquiera de esas manifestaciones dañinas, se asocian a los que realizan otros anarquistas pertenecientes a otras corrientes del mismo ideal.


Estructura orgánica.


El principio de la institución específica de carácter nacional, será el federalismo apolítico, anticolaboracionista y antiautoritario.

El organismo nacional de los ácratas de la región mexicana se denominará Federación Anarquista de México (F. A.. M.).

La F. A. M. estará compuesta de federaciones regionales, locales, grupos, ateneos libertarios, agrupaciones anarquistas e individualidades.

Las federaciones locales las constituirán los ateneos libertarios, los grupos y las agrupaciones anarquistas de la localidad.

A las federaciones regionales pertenecerán las federaciones locales, ateneos y grupos que por su ubicación geográfica no puedan componer una federación local.

Las individualidades se agruparán en las federaciones más cercanas a su residencia.

Para la constitución de un grupo bastará que lo deseen tres compañeros, y los ateneos libertarios y las agrupaciones anarquistas, se integrarán a base de cinco elementos, como mínimo.

La F. A. M. funcionará a base de un Secretariado, el que estará compuesto de cinco miembros: Secretario de Correspondencia, Secretario de Propaganda, Secretario Tesorero y dos vocales.

En igual forma se constituirán los Secretariados regionales y locales.

La misión del Secretariado será recibir, articular y transmitir todas las aspiraciones que haya recibido de los Secretariados regionales o locales, sin la más mínima alteración en su esencia; organizar y relacionar la propaganda oral y escrita en el área nacional.

Será también deber del Secretariado Nacional velar por la buena marcha y prosperidad del órgano de prensa y mantener la relación internacional con los organismos afines.

Los Secretariados regionales y locales, en su labor local o regional, funcionarán idénticamente al Secretariado Nacional.

Los comités de los grupos se formarán a base de un Secretario, un Tesorero y un delegado a la federación local o regional.

Los ateneos o agrupaciones anarquistas tendrán la misma estructuración, pudiendo aumentar el número de miembros en sus comités con arreglo a las proporciones que alcancen dichos organismos.

Los comités o comisiones de grupos, ateneos o agrupaciones anarquistas, serán electos en reuniones generales de los mismos. Los comités locales se nombrarán en sus plenos respectivos.

Los Secretarios nacionales, así como los regionales o locales, serán nombrados en los Congresos nacionales, regionales o locales, respectivamente.

La representación nacional se establecerá en la ciudad de México, y con los elementos de la federación local se integrarán los cargos de los vocales.

Los grupos establecerán una cuota fija, autodenominativa dentro de los mismos, siendo dividida en la siguiente forma: 30% al Secretariado local, 30% al Secretariado regional y el 40% restante al Secretariado nacional.


Medios de combate.


La Federación Anarquista de México afirma que en su seno se mantendrá la mutua tolerancia y el mutuo respeto entre los anarquistas. Todos somos aptos y necesarios para una determinada actividad antiautoritaria y todos podemos convivir bajo el mismo techo de la Federación para fortalecer el movimiento filosófico y social del anarquismo, de ideas y de acción, de principios y tácticas que no han de contradecirse, que han de armonizar en todos los momentos y en todas las circunstancias.

Frente a la libertad hay un mundo gigantesco de enemigos astutos, encarnizados y poderosos. Los anarquistas no somos tantos para permanecer separados y perder tiempo discutiendo qué tendencias han de predominar sobre las demás. El estrechamiento de todas las fuerzas físicas, morales e intelectuales del anarquismo es más necesario que en ninguna otra época. Concordia entre los anarquistas y guerra permanente a la autoridad, es el grito y sentir que iniciamos, el estudio de los problemas que el género humano tiene planteados en esta hora preñada de tragedias y de esperanzas libertadoras.

Los instintos de libertad y de vivir de los pueblos están despertando. Pero todavía estamos solos contra las fuerzas religiosas y estatales del globo terráqueo. Y hemos de agruparnos para dar más cohesión a nuestros esfuerzos y acelerar el hundimiento de este mundo de iniquidad, de injusticias, de explotación y dominación de un hombre por otro hombre, de egoísmos inferiores desenfrenados y de guerras que originan los odios ocasionados por las competencias entre los privilegios por conquistar más poder y más dinero.

La Federación Anarquista de México cumple con su deber social, moral y humano, con esa misión revolucionaria. Y los anarquistas vamos a exponer soluciones que pueden iniciar la armonía universal, porque en lo social, en lo cultural, en lo económico y en lo moral se basan en la justicia y en la solidaridad humana bien entendida.

No son plataformas ni programas que constriñen, que obliguen a ser seguidos por todos. Tómense como iniciativas, como ideas de acción y de defensa revolucionaria anarquista, susceptibles de ser rechazadas, ampliadas o sustituidas por otras más de acuerdo con las características sociales de uno a otro país, antes, durante y después de la revolución social.

Los medios de combate a disposición de los organismos serán la propaganda escrita, oral y radiada; siendo sus mejores vínculos el periódico, la revista, el folleto y el libro; así como el ateneo, el volante, la conferencia, el teatro, etc., etc., y sobre todas las cosas, el buen ejemplo de sus militantes asi como la escuela racional y científica para la niñez.

Como es una necesidad indiscutible la creación de un órgano de propaganda escrita en el país, de orientación precisa y cuyas posibilidades de frecuencia sean accesibles, se reconoce la urgencia de la aportación de recursos, tanto económicos como intelectuales, al fortalecimiento de un solo periódico que sea la tribuna del pensamiento anarquista de México, sin excluir aquellas hojas de los grupos que, por sus propios medios, puedan editarse para la propaganda en sus respectivas localidades.

Cualquier asunto que se presente a tratar en el Secretariado nacional, será una proposición sometida a referéndum mientras no se efectúe otra asamblea congresal.

Los cargos durarán en funciones un año, tiempo en que deberán efectuarse los Congresos nacionales, regionales o locales. En su defecto la renovación de las Secretarías se someterá a referéndum.

La conducta de los militantes para liquidar juicios y extravagancias que desacreditan el ideal, el propio encausamiento y estructuración de los organismos de la F. A. M., hará que se depure el movimiento anarquista de elementos que interpretaron siempre caprichosamente la difusión de nuestra propaganda, creando al efecto la mayor cantidad de centros de estudios sociales en el país.

Se acordó:

Que en los periódicos existentes de ideología afín, se abra una sección en sus columnas de carácter pedagógico para orientar a las individualidades, grupos anarquistas y a todas las personas en general en el sentido educativo que aquí se establece.

La representación nacional de nuestro movimiento queda con la misión única de velar en todo y ante todo por la unidad y el entendimiento entre todos los grupos e individuos de filiación libertaria.

Los órganos de expresión de nuestro movimiento tienen la misión de propagar nuestras ideas. Para el caso nadie ni nada puede hacer que dentro de sus columnas se hagan ataques a entidades e individuos que no tengan en sus actos traiciones a la causa.

Los hechos demuestran que no es sosteniendo un órgano de propaganda como se adquiere más vida publicitaria, por lo tanto los grupos son libres de iniciar la publicación que quieran tomando en cuenta que los compromisos con el órgano nacional son de los que se imponen en todo sentido.

Es de recomendarse que una Comisión o el Congreso en pleno discuta, si es posible, hasta el formato del periódico, a fin de que este sea en todos sentidos un alto exponente de nuestro sentir y dé al pueblo, a la colectividad la impresión de que estamos atentos a todo lo que sucede en el momento, para combatirlo o para comentarlo o ayudar a formar criterio que juzgue de la manera más exacta posible, nuestros actos y los de nuestros enemigos.

Es esencial para nuestra causa el buscar contacto con el movimiento obrero y campesino, esto conservando la intransigencia de nuestras ideas. Las tácticas que desean los grupos e individualidades es cosa muy particular de ellos, pero asumen responsabilidad plena de sus actos ante nuestro movimiento y por ende, en caso de traición, automáticamente quedan fuera de nuestro campo.

Es de recomendarse se trate por diversos medios de conquistar entre el estudiantado y la intelectualidad, adeptos para nuestra causa, tanto como desarrollar una ofensiva tendiente a interesar al sexo femenino.

Los integrantes del grupo Horizonte Libertario exigimos también que la Central mueva delegaciones con más asiduidad hacia las diversas regiones del país. La experiencia demuestra que no se hace necesario disponer de cantidades fijas para organizar giras. Sobre el campo pueden recabarse esos fondos, teniendo la virtud de representar la técnica efectiva para los compañeros que vivimos fuera de la capital, amén de las ventajas propias del caso.


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