REFLEXIONES SOBRE LA REFORMA ENERGÉTICA

Un tema que ha estado metiendo ruido durante todo este año de 2013, no es otro que el relativo a la denominada reforma energética. La inocultable tendencia oficial de pretender abrir a la inversión privada, tanto nacional como extranjera, lo referente a la explotación del petróleo y el gas, ha generado una polémica constante, ya que de ser así, sería necesario realizar algunos cambios al artículado constitucional referente al tema energético, en lo particular a los artículos 27, 25 y 28, lo que es por completo repudiado por algunos sectores sociales, políticos y económicos de México.

El tema ha adquirido connotación habida cuenta de la actual composición del Congreso de la Unión, en donde las tendencias políticas proclives a realizar las modificaciones constitucionales pertinentes son, definitivamente, mayoritarias frente a las corrientes políticas que a ello se oponen.

En pocas palabras, la correlación de fuerzas existente tanto en la llamada Cámara alta, léase el senado, como en la Cámara baja, léase la Cámara de Diputados, deja en claro que, hoy por hoy, la visión proclive a la privatización parcial o total de la renta petrolera, ganaría fácilmente cualquier votación al respecto.

Esta inocultable realidad forza a las corrientes políticas opositoras a la susodicha posibilidad de privatización de la renta petrolera, a buscar en otros foros la voz y fuerza de la que carece en el Congreso para oponerse a tal acción, asi como a buscar elementos que le ayuden a detener o retrasar esa toma de decisión; además, claro está, de recurrir, como forma de presión externa, en diversos tipos y grados, a movilizaciones populares.

Asi las cosas, los meses por venir serán candentes en cuanto a discusiones, movilizaciones y cuanta forma de presión pueda imaginarse.

El asunto no es para menos, ya que esta en juego la más importante renta con la que cuenta la Nación para su supervivencia. Porque dígase lo que se diga, una merma en la renta petrolera pondría de cabeza a la administración publica entera.

Por supuesto que habrá que esperar cuáles serán los alcances de la tan cacareada privatización de la renta petrolera y, sobre todo, de qué manera se planteará cubrir la parte proporcional de renta que será compartida con las empresas privadas, para sacar a flote el presupuesto nacional.

Muchas ideas se manejan a este respecto, pero en lo meses por venir la incógnita, para bien o para mal, habrá de despejarse.

Es de esperar que sea cual sea el acuerdo que llegase a privar en el Congreso de la Unión, la población en su conjunto mantengamos la calma, independientemente de las preferencias políticas de cada quien. Mantenernos muy atentos a cualquier viso de provocación será, a no dudar, tarea primordial de todos los que vivimos en México. Todos sabemos el enorme cúmulo de intereses que una medida de este calado podría llegar a afectar, asi que deberemos estar muy, pero muy alertas e cualquier trampa que los intereses afectados pudiesen sembrar para fortalecer sus obscuros objetivos. De igual manera, el mantenernos ecuánimes ante la profusión del nerviosismo inducido que, muy probablemente por medio de chantajes económicos, tiendan a hacer proliferar aquellos que pudiesen verse beneficiados con una reforma de este tipo. En fin, estar atentos y a la par participar, sin miedo ni temores, cada quien de acuerdo a sus ideas, de manera franca y decidida en este diálogo nacional que esta ya realizándose, son las labores a las que tendremos que abocarnos en los siguientes meses.

Con el objeto de manifestar mis puntos de vista respecto de este asunto, he elaborado cuatro videos sin mayor pretencion que la de expresar opiniones personales.

Agosto de 2013
Omar Cortés