Índice de Ensayo político sobre el reino de la Nueva España de Alejandro de HumboldtPrefacio a la primera ediciónCapítulo primeroBiblioteca Virtual Antorcha

INTRODUCCIÓN GEOGRÁFICA

Análisis razonado del atlas de la Nueva España

Al publicar las cartas geográficas de la Nueva España, y los perfiles que representan las desigualdades del suelo mexicano en varias de sus proyecciones verticales, debo manifestar a los astrónomos y a los físicos los materiales de que me he servido para su ejecución. Al presentar este fruto de mi trabajo al público, cuidaré de distinguir lo que sólo es resultado de simples combinaciones, que no pueden ofrecer más que probabilidades más o menos grandes de exactitud, de aquello que se ha deducido de observaciones astronómicas y de medidas geodésicas y barométricas hechas en los lugares mismos. ¡Ojalá que estos insignificantes trabajos puedan contribuir algún tanto a disipar las espesas tinieblas que hace siglos oscurecen la geografía de una de las más hermosas regiones de la tierra!

I

MAPA REDUCIDO DEL REINO DE LA NUEVA ESPAÑA.

He levantado y dibujado este mapa en la Escuela Real de Minas (Real Seminario de Minería) el año 1803, poco antes de mi salida de la ciudad de México. El señor de Elhuyar, sabio director de esta escuela, hacía mucho tiempo que había recogido datos sobre la posición de las minas de la Nueva España, y sobre los treinta y siete distritos en que se hallan divididas con el nombre de Diputaciones de Minas. Deseaba hacer construir para uso del Tribunal de Minería un mapa detallado, en el cual se indicasen las explotaciones mineras más interesantes, dadas las graves deficiencias de los entonces existentes. Habiendo calculado en el mismo México la mayor parte de mis observaciones astronómicas para tener puntos fijos que sirviesen de apoyo a otros, y teniendo a mi disposición gran número de materiales y de mapas manuscritos, concebí la idea de ampliar el plan que desde el principio me había propuesto desarrollar. En vez de poner en mi mapa sólo los nombres de trescientos lugares conocidos por explotaciones considerables, me propuse reunir todos los datos que pude obtener y discutir las diferencias de posición que a cada instante presentaban tantos materiales heterogéneos. Si se tiene presente la variedad de conocimientos que exigen actualmente los estudios geográficos, se juzgará con equidad el atlas que acompaña al Ensayo Político, y el de la Relación Histórica. Los fundamentos principales de estos estudios son la discusión de las medidas (esto es, observaciones astronómicas, operaciones geodésicas e itinerarios), y la comparación crítica de las obras descriptivas (viajes, estadísticas, historias de guerra, relaciones de los misioneros).

Tal vez se dirá que aún no es tiempo de levantar mapas generales de un vasto reino, acerca del cual faltan datos exactos. Pero por la misma razón no se debería publicar ningún mapa del interior de la América continental ni de muchas partes de Europa. Sería de desear que un viajero versado en la práctica de las observaciones y habilitado con los aparatos necesarios, pudiese recorrer todo el norte de la Nueva España en tres direcciones:

1°, desde la ciudad de Guanajuato hasta el presidio de Santa Fe, o hasta la aldea de Taos en el Nuevo México;

2°, desde la embocadura del río del Norte, que desagua en el Golfo de México, hasta el Mar de Cortés, llamado también Golfo de California, especialmente en donde se junta el río Colorado con el río Gila; y

3°, desde la ciudad de Mazatlán hasta la población de Altamira, en la orilla izquierda del río Pánuco.

La ejecución de estos tres viajes mudaría de aspecto la geografía de la Nueva España.

Pocos países hay que presenten tan ventajosas proporciones como éste para las operaciones trigonométricas. El gran valle de México, y las inmensas llanuras de Celaya y Salamanca, niveladas como la superficie de las aguas, de que parece haber estado cubierta allí la tierra durante muchos siglos, presentan otras tantas mesetas con alturas desde 1,700 a 2,000 metros sobre el nivel del océano, cercadas de montañas que se ven a grandes distancias: estos llanos invitan al astrónomo a medir algunos grados de latitud hacia los límites septentrionales de la zona tórrida. En la intendencia de Durango y en parte de la de San Luis Potosí podrían trazarse triángulos de extraordinario tamaño sobre un terreno cubierto de plantas gramíneas y sin bosques. Como el Gobierno español ha hecho de veinte años a esta parte los mayores sacrificios para la perfección de la astronomía náutica y para la demarcación exacta de las costas, se puede esperar que no tardará en ocuparse de la geografía de sus vastos dominios americanos. Esta esperanza es tanto más fundada, cuanto que la marina real posee una colección excelente de instrumentos, y hay en ella astrónomos muy ejercitados en la práctica de las observaciones.

La Escuela de Minas de México, en la que se estudian sólidamente las matemáticas, esparce también en la extensión de su vasto territorio gran número de jóvenes animados del mejor celo y capaces de servirse de los instrumentos que se pusieren en sus manos.

El mapa general del reino de la Nueva España está levantado, como todos los que he diseñado durante mi viaje, según la proyección de Mercator, y su escala es de 32 milímetros por cada grado del ecuador; la de las latitudes crecientes no se funda en las tablas de Jorge Juan, sino en las de Mendoza. Abarca el mapa desde los 15° hasta los 41° de latitud boreal, y desde los 96° hasta los 117° de longitud; queda por tanto excluída la intendencia de Mérida, o península de Yucatán.

Tampoco se hallan en él los establecimientos españoles sobre la costa noroeste de América. En realidad, para que una carta de la Nueva España merezca el nombre de mapa general, debería abrazar la inmensa extensión comprendida entre los 89° y 125° de longitud, y entre los 15° y los 38° de latitud.

Para la denominación de los mares que bañan las costas de México, he seguido las ideas que Fleurieu ha propuesto en sus Observaciones sobre la división hidrográfica del globo, y he añadido los nombres españoles para facilitar la lectura de los viajes escritos en este idioma.

Para construir este mapa reuní todos los puntos ya determinados por observaciones astronómicas. El número de estos puntos asciende a setenta y cuatro, de los cuales cincuenta están situados en el interior del territorio; de cuya clase no eran conocidos más que quince antes de mi llegada. Será útil examinar detenidamente algunos de los treinta y tres puntos cuya posición fue determinada por mis propias observaciones.


CIUDAD DE MÉXICO.

Varias alturas meridianas del sol y de dos estrellas me han dado por latitud de la capital en el convento de San Agustín, 19°25'45". La longitud es de 6h. 45m. 42s., o de 101 °25'30", deducida de los eclipses de los satélites de Júpiter, de las distancis de la luna al sol, del transporte de tiempo desde Acapulco, y de una operación trigonométrica que emprendí para calcular la diferencia de los meridianos entre México y el puerto de Veracruz.

Observaré de una vez para siempre que me atengo a los números que resultan de los cálculos hechos con suma escrupulosidad por el ilustre geómetra señor Oltmanns, que ha calculado todas las observaciones astronómicas que hice desde mi salida de París en 1798 hasta mi regreso a Burdeos en 1804.

La longitud que asignamos a la ciudad de México se diferencia en más de grado y medio de la que hasta ahora se había adoptado. Algunos geómetras mexicanos del siglo XVII se habían aproximado mucho a la verdadera. El padre mercedario Diego Rodríguez, profesor de Matemáticas en la Universidad de México, y el astrónomo Gabriel López de Bonilla, adoptaron 7h. 25m. para la diferencia de meridianos entre Uranienburgo y la capital, de donde se deduce la longitud de 101°37'45", igual a 6h. 46m. 29s.

La latitud de la capital ha sido por mucho tiempo tan problemática como su longitud. En tiempo de Cortés la fijaron los pilotos españoles en 20°0'. Don Dionisio Galiano, uno de los astrónomos más hábiles de la real armada, obtuvo en 1791, 19°26'1",8.


VERACRUZ.

Latitud, 19°11'52"; longitud, 6h., 33 m., 56s., igual a 98°29'0".

Esta longitud que yo fijo es casi idéntica a la que han encontrado don Mariano Isasvirivill y otros oficiales de la marina española. Por lo demás, la posición de la ciudad de Veracruz ha sufrido la misma suerte que la de México y de todo el nuevo continente, creyéndolo sesenta, y aun ciento cuarenta leguas más lejos de las costas de Europa.


ACAPULCO.

Este puerto, el más bello de todos los que existen en las costas del Pacífico, está situado en los 16°50'53" de latitud y en 6h. 48m. 38s., igual a 102°9'33", de longitud.

Antiguamente se acostumbraba colocar a Acapulco 4° más al oeste. En tiempo de Cortés se creyó que la capital de México estaba 3 ° al oriente de Acapulco, casi en el meridiano del puerto de los Angeles.

En estos últimos tiempos, las personas que se ocupaban de astronomía en México admitían como cierto que la capital estaba en el mismo meridiano que Acapulco.


CAMINO DE MÉXICO A ACAPULCO.

A este camino se le podría llamar el camino de Asia, y al de Veracruz el de Europa, y estas denominaciones designarían la dirección del comercio marítimo de Nueva España.

En el primero de estos caminos determiné los siguientes puntos:

Mescala, latitud, 17°56'4"; longitud por el cronómetro, 6h. 47m. 30s., suponiendo Acapulco a 6h. 48m. 38s.
Chilpancingo, latitud, 17°36'; longitud, 6 h. 47 m. 7s.
Venta de Estola, longitud, 6 h. 47 m. 10s.
Tepecuacuilco, latitud, 18°20'0"; longitud, 6h. 47m. 26s.
Tehuilotepec, latitud (incierta en muchos minutos), 18 ° 38'; longitud,6h. 47m. 10s. La posición de Tehuilotepec es importante a causa de su cercanía a las grandes minas de Tasco.
Puente de Ixtla, latitud, 18°37'41"; longitud, 6h. 46m. 33s.
San Agustín de las Cuevas, latitud, 19 ° 18'37"; longitud, 6h. 45m. 48s. Por este lugar termina al sur el gran valle de México.


CAMINO DE MÉXICO A VERACRUZ.

En este camino determiné los siguientes puntos:

Venta de Chalco, en el lindero oriental del valle de México, latitud, 19° 16'8".
Puebla de los Angeles, latitud, 19°0'15"; longitud, 6 h. 41m. 31s., igual a 100°22'45".
Venta de Soto, latitud, 19°26'30".
Perote, latitud, 19°33'37"; longitud, 6h. 38m. 15s.
Las Vigas, latitud, 19°37'36".
Jalapa, latitud, 19° 30'8" ; longitud, 6h. 36m. 59s., 6, igual a 99 ° 14'54".
Pirámide de Cholula, latitud, 19°2'16"; longitud, 100° 33'30". En esta región fértil y cultivada merecen gran atención cuatro montañas de las cuales tres están perpetuamente cubiertas de nieve. El conocimiento de su posición exacta, sirve para enlazar muchos puntos interesantes para la geografía de Nueva España. Los dos volcanes que se distinguen con los nombres de la Puebla o de México (el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl) han sido calculados ligándolos con la capital y con la pirámide de Cholula.

Para el Popocatépetl encontré: latitud, 18°59' 47"; longitud, 6h. 43m. 33s., igual a 100°53'15";
y para el Iztaccíhuatl, latitud, 19°10'0"; longitud, 6h. 43m. 40s., igual a 100°55'0".

A pesar del rigor de la estación, conseguí el 7 de febrero de 1804 subir los instrumentos de observación a la cumbre del Cofre de Perote, que es 384 metros más alta que el Pico de Teyde, en Tenerife.

En ella observé la altura meridiana del sol, la cual dió para el Alto de los Caxones, situado 43" de arco al norte de la Peña del Cofre, 19°28'57" de latitud. Oltmanns ha encontrado la longitud, sirviéndose de los ángulos que yo tomé entre el Cofre y el Pico de Orizaba, en 6h. 37m. 54s., 6, igual a 99°28'39".

El conocimiento exacto de la posición del Pico de Orizaba es de particular importancia para los navegantes al llegar al surgidero de Veracruz. Los ángulos de altura y los azimutes que yo observé han dado a Oltmanns, para dicho pico, latitud, 19°2' 17"; longitud, 6h. 38m. 21s., igual a 99°35'15".


PUNTOS SITUADOS ENTRE MÉXICO, GUANAJUATO Y VALLADOLID.

En dos excursiones que hice, una a las minas de Morán y a las cimas porfídicas de Actopan, y otra a Guanajuato y al volcán de Jorullo, en la provincia de Michoacán, determiné la posición de diez puntos, cuyas longitudes se fundan casi todas en el transporte de tiempo.

Estos puntos me han servido para marcar con alguna exactitud gran parte de las tres intendencias de México, Guanajuato y Valladolid (hoy Morelia).

La longitud de la ciudad de Guanajuato ha sido verificada por medio de distancias de la luna al sol, que han dado 6h. 53m. 7s. Su latitud, deducida de la observación de a de la Grulla, es de 21°0'9"; por Fomalhaut, 21°0'28"; por b de la Grulla, 21°0'8".

La latitud de la ciudad de Toluca, la he encontrado por a de la Grulla a los 19° 16'24"; por Fomalhaut, a los 19°16'13".

La posición del Nevado de Toluca y las latitudes de Pátzcuaro, Salamanca, San Juan del Río y Tizayuca se fundan en observaciones menos exactas. Me parece que puedo asegurar que las longitudes de Querétaro, Salamanca y San Juan del Río merecen bastante confianza: las encuentro, por el transporte de tiempo, a 102°30'30", 103°16'0", 102°12'15".

Las latitudes de estas tres ciudades parecen ser las de 20°36'39",20°40' Y 20°27'.

En el valle de México existen muchos puntos muy importantes cuya posición ha determinado don Joaquín Velázquez de León, director del Tribunal Supremo de Minas, geómetra muy distinguido. Este hombre infatigable ejecutó en 1773 una nivelación a la que ligó un trabajo trigonométrico, con el objeto de probar que las aguas del lago de Tezcuco podían conducirse al canal de Huehuetoca.


ANTIGUA Y NUEVA CALIFORNIA, PROVINCIAS INTERNAS.

La parte noroeste de Nueva España, las costas de la California y las que los ingleses llaman de la Nueva Albión, ofrecen muchos puntos determinados con exactitud por las operaciones geodésicas de Cuadra, de Galiano y de Vancouver.

Pocos mapas de Europa están tan bien levantados como los de la América occidental, desde el cabo Mendocino hasta el estrecho de la Reina Carlota.

Cortés, después de haber mandado hacer dos viajes de descubrimiento en 1532 y 1533, por Diego Hurtado de Mendoza, Diego Becerra y Hernando de Grijalva, reconoció él mismo, en 1533, las costas de California y el golfo llamado desde entonces Mar de Cortés.

En 1542, Juan Rodríguez Cabrillo llegó por el norte hasta los 44° de latitud; Juan Gaetán descubrió las islas Sandwich, y en 1582, Francisco Gali descubrió la costa noroeste de América por los 57°30' de latitud.

De estos datos resulta que mucho tiempo antes que Cook hiciese conocer la parte del océano Pacífico en que murió víctima de su celo, los navegantes españoles habían visitado aquellas regiones.

La expedición de las goletas Sutil y Mexicana, emprendida en 1792, reconoció muy al pormenor las costas de la Nueva California.

Entre las observaciones astronómicas que considero dudosas, cuento las que han ejecutado varios oficiales españoles de ingenieros en las frecuentes visitas que hubieron de hacer a los fortines situados en las fronteras septentrionales de Nueva España.

He aquí los mapas y planos que he consultado para el pormenor de mi mapa. Me parece que he reunido todos los materiales que existían hasta el año 1804.

Mapa manuscrito de la Nueva España, hecho de orden del virrey Bucareli, por los señores Costansó y Mascaró. Parece trabajo hecho con mucho esmero.
Mapa del Arzobispado de México, por don José Antonio de Alzate, hecho en 1768 y revisado por el autor en 1772. Es muy malo.
No he utilizado para nada el mapa de la Nueva España publicado en París en 1765 por Fer, ni el que publicó en 1777 el gobernador Pownall.
Mapa general de la Nueva España, por Costansó. Precioso para el conocimiento de las costas de Sonora.
Mapa manuscrito de las costas desde Acapulco hasta Sonzonate, levantado por el bergantín Activo en 1794.
Mapa manuscrito de toda la Nueva España, construído por Velázquez en 1772, para fijar la situación de las minas más notables, particularmente las de Sonora.
Mapa manuscrito de una parte de Nueva España, desde el paralelo de Tehuantepec hasta el de Durango, hecho de orden del virrey Revillagigedo por don Carlos Urrutia.
Mapa de la Provincia de la Compañía de Jesús de Nueva España, grabado en México en 1765.
Mapa de distancias de los lugares principales de Nueva España, hecho grabar por los jesuítas en Puebla en 1755.
Provincia Mexicana apud Indos ordins Carmelitarum, Roma, 1738.
El padre Pichardo, de San Felipe Neri, me suministro dos mapas manuscritos de Nueva España uno de Velazquez y el otro de Alzate. Presentan la situación de muchos lugares de minas importantes, que no he podido hallar en otros mapas.
Cercanías de México, mapa de Sigüenza y Góngora, publicado de nuevo por Alzate en 1786. Otro mapa del valle de México, por el señor Mascaró, se encuentra todos los años en la Guía de Forasteros. Ni estos planos ni el que publicó López en 1785 presentan los lagos en su situación actual.
Carta detallada de las cercanías del Doctor, del Río Moctezuma, que recibe las aguas del canal de Huehuetoca, por Mascaró.
Las cercanías de Durango, Toluca y Temascaltepec se hallan representadas con mucho esmero en los planos manuscritos que hizo para mi uso el joven geómetra don Juan José Oteiza.
Mapa manuscrito de todo el reino de Nueva España, hecho en 1787 por don Antonio Forcada y la Plaza. Parece hecho con mucho esmero, así como el mapa manuscrito de la Audiencia de Guadalajara, hecho por Forcada en 1790.
Mapa del territorio comprendido entre el meridiano de México y el de Veracruz, dispuesto por don Diego García Conde.
Mapa de los caminos que van de México a la Puebla, al norte y al sur de la Sierra Nevada, (Iztaccíhuatl), dispuesto por don Miguel de Costansó, de orden del virrey marqués de Branciforte.
Mapa manuscrito de las cercanías de Veracruz. Extiéndese hasta Perote.
Mapa manuscrito del terreno comprendido entre Veracruz y el Río Jamapa, 1796.
Mapa manuscrito de la provincia de Jalapa con las cercanías circunstanciadas de la Antigua y de la Nueva Veracruz.
Mapa manuscrito de la provincia de Oaxaca y de toda la costa, desde Acapulco hasta Tehuantepec, delineado por don Pedro de Laguna.
El curso del río Coatzacoalcos se halla trazado en los planos de don Agustín Cramer y de don Miguel del Corral, oficiales de ingenieros.
Mapa anónimo de la Sierra Gorda en la provincia de Nuevo Santander, manuscrito.
El curso de los ríos comprendidos entre el del Norte y la boca del Sabina, ha sido copiado de un mapa manuscrito que me obsequió en Wáshington el general Wilkinson.
Mapa manuscrito de la Nueva Galicia, hecho en 1794 por Pagaza.
Mapa manuscrito de la provincia de Sonora y de la Nueva Vizcaya, hecho en Cádiz por don Juan Pagaza.
Mapa manuscrito de la Sonora.
Mapa manuscrito de la Pimería Alta.
Mapa de la California, manuscrito, de los padres Garcés y Font, 1777.
Carta geográfica de la costa occidental de la Califorma, grabado en México por Manuel Villavicencio, 1788.
El Golfo de Cortés parece muy detallado en el mapa de California que acompaña a la Noticia de la Califorma, del padre Miguel Venegas, 1757.
Mapa manuscrito de la Provincia de la Nueva Vizcaya, por don Juan de Pagaza, 1792.
Mapa manuscrito de las fronteras septentrionales de la Nueva España, por don Nicolás Lafora.
Map of New California, by order of the captain general of the internal provinces. Ofrece algunos pormenores curiosos.
Mapa manuscrito del Nuevo México, desde 29° hasta 42° de latitud.
Mapa del Nuevo México, grabado en 1795 por López. No me he servido de él. Parece muy defectuoso en cuanto a las fuentes del río del Norte. Los territorios situados entre estos manantiales y los del Misouri están bien explicados en un mapa de la Luisiana publicado en Filadelfia en 1803.

Me atrevo a lisonjearme de que, a pesar de sus grandes imperfecciones, mi carta general de Nueva España aventaja en dos cosas esenciales a todas las publicadas hasta el día. Mi mapa presenta la situación de trescientos doce sitios de minas, y la nueva división del territorio en intendencias.


II

MAPA DE LA NUEVA ESPAÑA Y DE LOS PAÍSES LIMÍTROFES AL NORTE Y AL ESTE.

Abarca no sólo todas las provincias que dependen del virrey de México y de los dos comandantes de las Provincias Internas, sino también la isla de Cuba, cuya capital puede considerarse como el puerto militar de la Nueva España, la Luisiana y la parte atlántica de los Estados Unidos. Fue construído en París por el sabio ingeniero Poirson, con arreglo a los materiales que Oltmanns y yo le hemos suministrado.


III

MAPA DEL VALLE DE MÉXICO O DE LA ANTIGUA TENOCHTITLÁN.

Pocas regiones inspiran tan vivo y variado interés como este valle, así histórico como científico, y concebí el proyecto de levantar una carta del mismo desde que llegué a México en la primavera de 1803.

Para facilitar el uso del mapa a los que estudien la historia de la conquistá, he puesto los antiguos nombres mexicanos al lado de los que se usan en nuestros días. He procurado ser muy exacto en la ortografía azteca, siguiendo sólo a los autores mexicanos, y no las obras de Solís, Robertson, Raynal y Paw, que desfiguran del modo más raro los nombres de las ciudades, de las provincias y de los reyes de Anáhuac.


IV

CARTA DE LOS PUNTOS EN QUE SE HAN PROYECTADO COMUNICACIONES ENTRE LOS OCÉANOS ATLÁNTICO Y PACÍFICO.

Ha sido dispuesta con el fin de presentar a la vista nueve puntos que podrían ofrecer medios de comunicación entre los dos océanos. He representado en nueve bosquejos reunidos los puntos de división de aguas entre Ounigigah y el Tacoutché Tessé, entre el río Colorado y el del Norte; los istmos de Tehuantepec, de Nicaragua, de Panamá y de Cupica; el río de Guallaga y el golfo de San Jorge; y la barranca de la Raspadura, en Choco, por la que, desde 1788, han ascendido algunos barcos del océano Pacífico al mar de las Antillas.

Los bosquejos más importantes son los del pequeño canal de derivación de la Raspadura y del istmo de Tehuantepec.


V

CARTA REDUCIDA DEL CAMINO DE ACAPULCO A MÉXICO.

Levanté y dibujé esta carta itineraria en mi viaje de las costas del Pacífico hasta la ciudad de México, desde el 28 de marzo hasta el 11 de abril.


VI

CARTA DEL CAMINO DE MÉXICO A DURANGO.

Como la altiplanicie de la Nueva España es la parte más poblada del reino, me ha parecido interesante presentar en tres mapas itinerarios los detalles del camino que va de la ciudad de México, por Zacatecas, Durango y Chihuahua, a Santa Fe de Nuevo México.

Este camino de ruedas llega hasta Durango, y quizá más allá, con una elevación de 2,000 metros sobre el nivel del mar.


VII

MAPA DEL CAMINO DE DURANGO A CHIHUAHUA.

Este camino atraviesa una gran parte de la provincia de Nueva Vizcaya. El mapa presenta muchos sitios interesantes, como son las minas del Parral, y los presidios militares del Pasaje, del Gallo, Mapimí, Cerro Gordo y Conchos.


VIII

MAPA DEL CAMINO DE CHIHUAHUA A SANTA FE DE NUEVO MÉXICO.

Muy embarazosa es la elección de materiales para esta porción de territorio. Como la distancia es muy considerable, y como este terreno, que está desierto, presenta pocas chozas que puedan descubrirse desde grandes distancias, la indicación de los rumbos en tales parajes está sujeta a graves errores.


IX

CARTA DE LA PARTE ORIENTAL DE LA NUEVA ESPAÑA, DESDE LA MESETA CENTRAL DE MÉXICO HASTA LAS COSTAS DE VERACRUZ.

Comprende la parte más importante de la Nueva España, es decir, los caminos que conducen de Veracruz a la ciudad de México, por Orizaba o por Jalapa.


X

MAPA DE LAS FALSAS POSICIONES.

Presenta las falsas posiciones atribuídas a los puertos de Veracruz y de Acapulco y a la ciudad de México, y prueba cuán imperfectos han sido los mapas de la Nueva España que se han publicado hasta el presente.


XI

PLANO DEL PUERTO DE VERACRUZ.

Este puerto es hasta el día de hoy el único que puede recibir navíos de guerra europeos. El plano que publico es copia exacta del que hizo en 1798 el caballero Orta, capitán del puerto. Yo lo he dispuesto en una escala la mitad menor, y le he añadido algunas notas sobre la longitud, los vientos, las mareas atmosféricas y sobre la cantidad de lluvia que cae anualmente.


XII

DESCRIPCIÓN FÍSICA DE LA FALDA ORIENTAL DE LA MESETA DE ANÁHUAC.

Esta descripción es una manifestación de tres perfiles parciales; pues indica a la vez la posición astronómica de los puntos de intersección de los planos, su distancia respectiva y el ángulo que forma cada plano secante parcial con los meridianos. Las ciudades de México y Puebla y el lugar de Cruz Blanca son los puntos en donde se hace la intersección de los tres planos secantes.


XIII

CUADRO FÍSICO DE LA FALDA OCCIDENTAL DE LA MESA CENTRAL.

Está hecho con arreglo a los mismos principios que el anterior.


XIV

CUADRO FÍSICO DE LA MESA CENTRAL DE LA CORDILLERA DE LA NUEVA ESPAÑA.

El perfil del camino que va de la ciudad de México a las minas de Guanajuato, las más ricas del mundo conocido, fue dibujado por don Rafael Dávalos, alumno de la Escuela de Minas de México. El dibujo representa la prodigiosa altura de la mesa de Anáhuac en su prolongación hacia el norte. Esta mesa conserva en el espacio de 200 leguas más de 2,000 metros de elevación, y en la extensión de 500 leguas, más de 800 metros.


XV

PERFIL DEL CANAL DE HUEHUETOCA.

Este canal, llamado también de Nochistongo, fue excavado en el siglo XVII en la cadena de montañas que circundan por el norte el valle de Tenochtitlán, y sirve para preservar a la capital del peligro de inundaciones.


XVI

VISTA PINTORESCA DE LOS VOLCANES DE MÉXICO O DE PUEBLA.

Son el Iztaccíhuatl y el Popocatépetl. No dudo que el primero sea un volcán apagado; pero ninguna tradición india remonta a la época en que vomitase fuego. Por entre las cimas de ambos volcanes pasó Cortés con su ejército y con 6,000 tlaxcaltecas cuando hizo su primera expedición contra la ciudad de México. Se ignora si Francisco Montaño, después de la toma de la capital, en 1522, extrajo del cráter mismo del Popocatépetl azufre para fabricar pólvora, o, como me parece más probable, de alguna grieta lateral.


XVII

VISTA PINTORESCA DEL PICO DE ORIZABA.

Este pico, sobre cuya posición están tan confusos los mapas de Arrowsmith y de otros geógrafos, goza entre los navegantes de la misma celebridad que el pico de Tenerife, la Silla de Caracas, el Tafelberg y el pico de San Elías. Es digno de notarse que los dos volcanes más grande de México, el Popocatépetl y el Citlaltépetl o Pico de Orizaba, tienen ambos el cráter inclinado hacia el S. O. El Pico de Orizaba, que los indios llaman también Poyauhtecatl o Zeuctepetl, ha tenido sus erupciones más fuertes desde 1545 hasta 1566. El señor Ferrer le asigna una altura de 5,450 metros; mi medida le da 5,205 (El Pico de Orizaba mide alrededor de los 5700 metros).


XVIII

PLANO DEL PUERTO DE ACAPULCO.

El comercio de la Nueva España no tiene más que dos salidas, los puertos de Veracruz y de Acapulco. Por el primero se hace el comercio con Europa, con las costas de Caracas, La Habana, los Estados Unidos y Jamaica; el segundo es el punto central del comercio del Pacífico y de Asia: recibe los buques que vienen de las islas Filipinas, del Perú, de Guayaquil, de Panamá y de la costa noroeste de la América septentrional. Difícil será encontrar dos fondeaderos que presenten un contraste más señalado. El puerto de Acapulco parece un estanque inmenso cavado por la mano del hombre, mientras que el puerto de Veracruz ni siquiera merece el nombre de rada, sino de un desdichado ancladero con arrecifes.


XIX

CARTA DE LOS DIVERSOS CAMINOS POR LOS CUALES REFLUYEN LAS RIQUEZAS METÁLICAS DE UN CONTINENTE AL OTRO.

La cantidad de oro y plata que el Nuevo Continente envía anualmente a Europa asciende a más de los nueve décimos del producto total de las minas que hay en el mundo conocido. Las colonias españolas producen por año cerca de tres millones y medio de marcos (Téngase en cuenta que un marco de plata equivalía aproximadament a 230 gramos del metal. Un marco de plata reprsentaba ocho onzas, y un marco de oro, cincuenta castellanos) de plata, mientras que en todos los estados europeos, comprendiendo la Rusia asiática, la explotación anual apenas pasa de trescientos mil marcos.


XX

GRÁFICAS QUE REPRESENTAN LA SUPERFICIE DE LA NUEVA ESPAÑA Y DE SUS INTENDENCIAS, LOS PROGRESOS DE LA EXPLOTACIÓN METÁLICA, Y OTROS OBJETOS RELATIVOS A LAS COLONIAS DE LOS EUROPEOS EN LAS DOS INDIAS.

En la gráfica que representa los progresos de la explotación de las minas de oro y plata de la Nueva España, he señalado como incierto el año 1742, por parecerme inexacta la cantidad de 16.677,000.00 de pesos fuertes que en dicho año se acuñó en la Casa de Moneda de México, según estado que me facilitó la misma.

Las gráficas reunidas en la lámina 9 sirven para explicar lo que se dice en los capítulos I y VIII acerca de la desproporción extraordinaria que se observa entre la extensión de las colonias y la de las metrópolis europeas. La desigualdad de la división territorial de la Nueva España se ha hecho perceptible representando las intendencias por medio de cuadros inscritos los unos en los otros.

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