Presentación

La democracia en América, del politólogo francés Alexis de Tocqueville (1805-1859), es considerada, por propios y extraños, como una obra cumbre del pensamiento político ya que concretiza una excelente y profética imagen de los Estados Unidos de Norteamérica. Para poder elaborarla, Tocqueville realizó un viaje a los Estados Unidos, en compañía de Gustave de Beaumont en 1831, con el objeto de analizar el sistema penitenciario norteamericano. Su estancia duró como nueve meses, tiempo más que suficiente para que Alexis y Gustave lograsen su objetivo y, además, para que Tocqueville tomase un considerable número de apuntes y recaudase datos suficientes para su realización. La obra fue editada en 1835 alcanzando una resonancia de tal magnitud que en muy poco tiempo se hicieron muchas ediciones, lo que en sí le abriría el camino para escribir un segundo tomo, mismo que terminaría en 1840.

Sobresalen varias interpretaciones que alcanzarían el grado de profecías, como es el caso de lo que Tocqueville llamaba el inminente conflicto entre los Estados Unidos de Norteamérica y México; su advertencia de que el problema de la esclavitud inexorablemente conduciría a un conflicto interno de grandes proporciones; su alerta sobre la manera en como la población norteamericana estaba colonizando de manera harto apresurada y sin encontrar ningún obstáculo, el territorio de Texas, en aquel entonces bajo la soberanía mexicana, deduciendo de ello que, de mantenerse tal panorama, más temprano que tarde, los Estados Unidos de Norteamérica terminarían por apoderarse de Texas.

Pero, a nuestro parecer, este trabajo de Tocqueville deja preguntas en el tintero como por ejemplo: ¿por qué habla de las dos confederaciones?, llegando a confundir la confederación propiamente dicha manifiesta en el conjunto normativo conocido con el nombre de Artículos de confederación (*), con el sistema federal plamado en la Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica. Según deducimos no ve distinción de fondo entre los regímenes confederal y federal, de ahí que el insista en diferenciarlos solamente como la primera y la segunda confederación, lo que no deja de sorprender.

Como comentario al margen, para quienes vivimos al sur de los United States of America, nos resulta bastante difícil entender muchas de las apreciaciones de Tocqueville en referencia a ese Estado hacia el cual existe, querámoslo o no admitir, una comprensible y notoria repulsa en muchos de los pobladores de América Latina. Casi se nos figura un cuento de hadas el relato de Tocqueville sobre los inicios del desarrollo de los Estados Unidos, pues hoy por hoy parécenos que queda muy poco o nada de ese glorioso y epopéyico pasado que es ensalsado en La democracia en América, pero a pesar de ello, es y seguira siendo una referencia obligatoria para quienes se interesen en la historia política de la U.S.A.

Respecto a esta edición virtual, debemos precisar que al ser el texto bastante largo, tuvimos que efectuar varias divisiones en algunos capítulos con el objeto de hacerla manejable, estando plenamente conscientes de que de ninguna manera es lo mismo una edición en papel que una virtual. Igualmente señalamos que para este ensayo Tocqueville insertó tanto notas como comentarios; las primeras se encuentran señaladas numéricamente, y los segundos, alfabéticamente.

Chantal López y Omar Cortés