ANTORCHA EN EL VESTÍBULO DEL PALACIO DE BELLAS ARTES
Reseña de la presentación
En 1973 fuimos expresamente invitados a participar en el evento que el Instituto Nacional de Bellas Artes estaba organizando para conmemorar el aniversario del fallecimiento del celebérrimo poeta coahuilense Manuel Acuña.
Con tal motivo las autoridades administrativas del Instituto encargadas de la realización de aquel acto, idearon un espectáculo sui generis que incluía música tanto de rock como experimental, invitándosenos a nosotros y al grupo Quanta; poesía y danza moderna.
Al invitarnos se nos sugirió la conveniencia de que preparáramos algunas piezas especiales para el evento, lo que con mucho gusto y sobre todo muchísimo interés nos abocamos a realizar.
La composición del número musical que presentamos nos llevo un buen tiempo elaborarla. Como era común en nuestra particular manera de componer, cada uno de los integrantes aportamos lo que consideramos positivo, y después, conforme íbamos estructurando el número algunas ideas se ampliaban y otras se desechaban. Poco a poco, de ensayo en ensayo, nuestra composición fue tomando forma hasta que quedo terminada.
Finalmente, el día 6 de diciembre de 1973, en el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes interpretamos la melodía que intitulamos Manuel Acuña. In memoriam.
Como dato particular, destacaré que esa fue una de las dos ocasiones en las que en el grupo de rock Antorcha compusimos para un evento específico, la otra fue en 1968 para musicalizar una obra de teatro cuyo título, si mal no recuerdo, se llamaba Sempronio.
También vale destacar que esta melodia, Manuel Acuña. In memoriam, no la interpretamos en más de cinco ocasiones, y que jamás fue grabada en un estudio, por lo que el archivo musical que he digitalizado para colocarlo aquí, corresponde a una grabación hecha el día del evento con una grabadora de casetes de pilas. Asi pues, la grabación que se invita a escuchar tiene la particularidad de haber sido realizada en vivo el 6 de diciembre de 1973 en el vestíbulo del Palacio de las Bellas Artes, ubicado en el centro histórico de la ciudad de México.
Abril del 2005
Omar Cortés
Letra de la canción
Debido a que la letra de la canción es larga y que yo ya no la recuerdo completa; a que esta canción no la interpretamos más de cinco veces a lo mucho; a que ya han pasado casi treinta y dos años de que la compusimos, y a que la grabación, realizada con una pequeña grabadora de casetes durante la presentación, no es clara, la letra que a continuación inserto tiene pasajes faltantes, así que pido de antemano disculpas esperando que quien escuche la melodía logre captar trozos que yo no he podido.
Y bien aquí estás ya en el Palacio,
donde el gran horizonte de la fama
con sus voces y luces derrama.
Aquí donde las voces se levantan,
para dar solución a tu problema,
cuyo solo enunciado nos espanta.
Este parnaso de la verdad suprema,
pide salir a (Incomprensible).
Miseria nada más
Miseria nada más.
¡Basta! ¡a callar! Que todo podría ser usado en tu contra.
Ahora que el tufo de tu nombre
se esparce bajo esta atmósfera de luz y de cibeles;
y conocemos la palabra suicidio como una trampa perfecta para el tiempo.
Ahora que el concepto de la angustia es un sobreviviente más,
una paloma demente no apta para el amor,
sobrevolando contra el proceso químico del alba.
Ahora que la gran lengua legendaria de tu espacio verbal nos envuelve,
como el plomo del antitranspirante.
¡Ahora!
Recuerdo una litografía del siglo XIX,
bajo un cielo transparente sólo un par de nubes blancas en el ángulo superior derecho,
una villa despliega sus palacios de sol y la piedra gris y vaporoso tezontle.
Podría ser el alba;
sombras de oriente a poniente.
Dos carruajes cruzan la escena.
Trotaba el tiempo,
jodido tu ritmo Manuel,
arcos del tiempo donde las esquinas cuelgan de la nada,
y soportan pechos del orden dórico.
En un cuarto de este edificio
se dió muerte el bate Manuel Acuña;
aquí está la verdad de la posteridad
autoinquisidor de las eras del verdor.
¿Dónde tenías puestos los ojos compañero?
El spleen de París hace su tiempo libre de la escuela de medicina.
Las rimas con los otros libros en la cabecera rococo.
La lucidez junto a una temporalidad gris.
Bajo continuo
uniones con música de salterio, etcétera.
Todavía caminas por la plaza de Santo Domingo,
con las uñas intactas,
como todo buen concertista de guitarra.
Mi, sol, todo sin pago.
Las cosas no marchaban.
El viento arroja hojas extrañas a tu cabeza,
romántica para mejores señas.
Grietas en los muros,
hornacinas claroscuros,
nichos desnudos,
manos suaves sobre la balaustrada.
¿No era delicioso el palacio de los inquisidores?
Mirada ambar sobre el papel, escribes:
lo de menos sería ...
Esto no es asunto policiaco,
pero fue una magnífica coartada.
De acuerdo, la táctica es la táctica.
Y nunca vibro la luz del aluminio por tus ojos.
Dónde el hierro, el hollin, el odio.
¿Yo que sé?
Europa a medias.
Ahora ... ¡a callar neurótico de mierda que todo puede ser dicho en nuestra contra!
Pues bien,
aquí estás ya,
sobre la plancha.
Donde el gran horizonte de la ciencia,
la extensión de sus límites alcanza.
Aquí donde la rígida experiencia
viene a buscar las leyes superiores
a que está sometida la existencia.
Allá va,
como un átomo perdido,
que se alza,
que se pierde,
que luce y después desvanecido
se ve entre lo negro y desaparece.
Allá va,
en su mirada ¿quién sabe que cultura le promete?
de grande y de terrible.
Allá va, solo y vagabundo
tomando con su fuerza lo invisible
con sus plantas el mundo.
Aquí donde derrama sus fulgores, los (Incomprensible).
a cuya ley desaparece
la amistad entre esclavos y señores.
Aquí donde la fabula enmudece,
y la luz de los hechos se levanta
y la superstición desaparece.
La la la la la
la la la la la
Ven a ver las madres,
están vestidas de luto.
Y en lugar de las golondrinas
están graznando los buhos
el órgano está callado
y el templo solo y obscuro
Sobre el altar.
Y la virgen ¿por qué tiene el rostro oculto?
¡Mira!
En aquella pared están cavando un sepulcro.
Y parece como si alguien estuviese ...
¡ahí junto al muro!
¿Por qué me miras y tiemblas?
¿Por que tienes el rostro oculto?
¿Tu sabes quién es el muerto?
¿Tu sabes quién fue el verdugo?
Aquí donde la ciencia se adelanta
a leer la solución de sus problemas
cuyo solo enunciado nos espanta.
Este (Incomprensible).
La luz de tus pupilas ya no existe.
Tu mágica virtud descansa inerte.
A cumplir con su objeto se resiste.
Miseria nada más dirán al verte
los que piensan que el imperio de la vida,
acaba donde empieza el de la muerte.
Miseria nada más dirán al verte
los que piensan que el misterio de la vida
acaba donde empieza el de la muerte.
Símbolo es la existencia
y mal hacemos
cuando al querer medirla
los situamos la cuna y el sepulcro por entero.
Venimos a ceñir sobre tu frente,
la corona de luz que tu querías
(Incomprensible)
La fiera que tu espíritu escondía
(Incomprensible)
que aguarda que la tumba te devore.
Venimos a decirle que no llore.
Venimos a decirle que no has muerto.
¡Manuel Acuña!
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