O TODOS COLUDOS O TODOS RABONES.
LA LUCHA POR LA ELABORACIÓN DEL PRESUPUESTO
La situación económica de México es realmente muy delicada. La disminución de ingresos públicos a raíz del desplome del precio del petróleo, aunado ello al desaire que las compañías petroleras han hecho de la venta de garage instrumentada por las autoridades mexicanas, ofertando campos petroleros, y la acelerada depreciación del peso frente al dólar, han conformado un ambiente ciertamente muy, pero muy complicado.
Ahora, de cara a la elaboración del presupuesto federal para el año de 2016, y tomando en cuenta la promesa realizada por el encargado de los dineros públicos, de no incrementar las contribuciones ni crear nuevas, el asunto se centra en esperar a ver cómo se las arreglan para salir de esta auténtica encrucijada.
Evidentemente habrá un severo recorte presupuestal, lo que es por completo comprensible, pero, el asunto de fondo se centrará en dónde le meteran tijera al presupuesto. Es de desear que el corte sea parejo y no sólo se ensañen en determinados rubros, secretarias y programas. La mejor manera de afrontar esta dolorosa situación es actuando de tal forma que o todos coludos, o todos rabones; esto es, que el tijeretazo alcance, proporcionalmente hablando, a todos. Ciertamente, lo más deseable sería no tocar los programas relativos a la salud y la educación, sin embargo, si ello llegase a ser necesario, meterles tijera, pero con muchísimo cuidado y sobre todo con mucha responsabilidad.
Bastante se ha hablado en torno a la posibilidad de utilizar el criterio de presupuesto base cero lo que, en mi opinión, simplemente no es posible, salvo que desee verse ese criterio de una manera muy sui géneris. La razón es obvia, la República tiene compromisos que obligadamente habrá de cumplir, en relación con la población, por ejemplo, pensiones de trabajadores, al igual que con terceros, el ejemplo más claro serían las deudas tanto interna como externa. No viene al caso, pues, continuar hablando sobre un punto que, lo repito, en mi opinión, es completamente improcedente.
Ahora, en lo relativo al no aumento de la tasa impositiva ni a la creación de nuevas contribuciones, espero que no acabe todo en una trampa, o sea, que efectivamente la propuesta presupuestaria del Ejecutivo Federal, no contemple ni el aumento ni la creación de nuevas contribuciones pero, pudiera darse el caso de que el Congreso de la Unión, determinara lo contrario y finalmente si hubiese el aumento de tasas y, quizá, hasta la creación de nuevas contribuciones. Por supuesto que si tal cosa sucediera, pienso que no deberemos de sorprendernos, porque viendo las cosas con calma, el futuro de la República se ve muy comprometido, y siendo sincero, yo no veo muchas opciones al respecto. Es obvio que ante la brutal caida del precio del petróleo, el margen de maniobra es verdaderamente reducidísimo, y si hasta el momento las cosas más o menos se han mantenido, en parte ello débese al altísimo precio que internamente los ciudadanos comunes estamos pagando por la gasolina, pero recuérdese que el impuesto especial sobre la gasolina habrá de desaparecer para el próximo año, asi que incluso hasta esos ingresos se le caerán al fisco.
La otra alternativa para nivelar un presupuesto más o menos decente, se centraría en el peligrosísimo camino del incremento de la deuda, lo que quizá venga siendo mucho más terrible que un aumento en las tasas impositivas.
En fin, la moneda está en el aire y ya veremos que rumbo van tomando los acontecimientos, porque a fin de cuentas nosotros, como ciudadanos comunes y corrientes, nada podemos hacer al respecto, salvo estar atentos y reaccionar en la medida de lo humanamente posible, ante las medidas que veamos puedan sernos perjudiciales.
Otro asunto verdaderamente preocupante, es la irracional beligerancia que se ha desatado en contra de una fracción sindical del magisterio, y es preocupante porque puede conllevar a situaciones realmente críticas, de las que todos habremos de arrepentirnos. Se está estirando la cuerda en exceso, y dadas las condiciones actuales en que se desenvuelve la República, las consecuencias pueden ser sumamente graves. Mal hacen los que pueden suponer que la coacción del Estado garantizaría el sometimiento de esa fracción sindical, porque siendo objetivos, el horno no está para bollos, pudiendo una chispa ocasionar un incendio de proporciones inimaginables. El intentar, no una, sino mil veces si es necesario, realizar constantes llamamientos a la prudencia, a la mesura y a la calma, viene siendo labor primordial.
Ahora, en el campo internacional, las cosas también están que arden. Tenemos la problemática que se está generando al buscar, algunas de las potencias de Occidente, arrinconar a Rusia para materialmente humillarla y someterla. Esto es muy grave, porque parece no tomarse en cuenta que Rusia es una potencia atómica, y que su arsenal nuclear no lo tiene precisamente de adorno, por lo que si se sigue con provocaciones infantiles y locuras por el estilo, se puede llevar a la humanidad entera al borde del colapso. Por lo tanto es necesario andarse con cuidado y no tensar las cosas al máximo.
De última hora, ha sucedido en México un extraño caso en el que las autoridades migratorias negaron la entrada al país a dos sujetos de nacionalidad española que, según tengo entendido, venían a participar en un foro o algo similar. Lo extraño de todo esto es que las autoridades no dieron ninguna explicación del por qué de su actuar. La verdad, no tengo la menor idea ni de cual sea la trayectoria de los individuos a los que se les impidió la entrada al país, como tampoco la tengo de cuales son los objetivos que se persiguen con el Foro en el que supuestamente iban a participar, pero no pienso que el asunto pueda dar bases para un actuar de ese tipo, máxime si se toma en cuenta que no se está hablando de Foros clandestinos o cosas por el estilo. En fin, es de esperar que en breve las autoridades den una explicación convincente de su actuar.
Por desgracia, la situación tanto en México como en el mundo no es amigable, sino que las cosas están color de hormiga. El intentar mantener la calma y llamar constantemente a la reflexión y al análisis es quizá lo más importante del momento.
Agosto de 2015
Omar Cortés