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Divagaciones a partir de las explosiones de ira en Francia
No podemos terminar este año y comenzar el siguiente sin reflexionar sobre la ira de los jóvenes que viven en los conjuntos habitacionales ubicados en los suburbios de algunas ciudades francesas. Pues, se trata de un verdadero malestar social ya que concierne parte de una comunidad específica -los jóvenes de las cités-, y debe verse a la luz de los distintos aspectos (económicos, culturales, históricos, políticos y familiares) que lo originaron, pues, si no se analiza en todas sus implicaciones, ninguna proposición, por muy reformista que sea, permitirá difuminarlo.
1.- Esta llamada de atención que está dirigida a toda la sociedad puede leerse como una llamada de auxilio, originada por una profunda desesperación y una impotencia aniquiladora, pues, al no poder expresar con palabras su situación, estos jóvenes dominados por la ira, el pánico, la angustia, el miedo, la envidia, en fin por un cúmulo de sentimientos muy variados y, quizá, para algunos, reprimidos durante mucho tiempo, perpetraron actos concretos y masivos de destrucción. Aquí estamos, hágannos caso, no nos ignoren, parecen estar gritando.
2.- Esta inconformidad que se manifestó en noviembre, tiene muchos años incubando y profundizándose, lo que significa que los sucesivos gobiernos en el poder, han estado ciegos, o nunca han querido verla, ni mucho menos encararla, tal vez, temerosos de mostrar su incapacidad para ofrecer alternativas reales de cambio en la situación de estos jóvenes.
3.- Esto no quiere decir que pensemos que debe ser el Estado, la única entidad que se encargue de este problema y de sus posibles soluciones, aunque dicho sea de paso, fue y sigue siendo uno de los principales responsables, ya que el papel de los administradores públicos de una República, sea cual sea el bando político al que pertenecen, es precisamente el velar por el bienestar de todos sus administrados independientemente de su árbol genealógico, condición social, religión o nivel de educación.
4.- No basta con tener un carnet de identidad, pagar las cuotas del seguro social, los numerosos impuestos directos e indirectos, llevar el coche al control técnico cada dos años, para sentirse parte integrante de una comunidad. Es preciso que cada individuo participe en el quehacer social para transformar lo que resulta inadecuado. Una boleta depositada en una urna el día de una elección o de un referéndum no basta.
5.- Para lograr una integración, se debe de franquear una barrera mental, incrustada en cada ciudadano: la idea de que el Estado debe regir cada aspecto de la vida de los individuos e intervenir en todo. Ejemplifiquemos: la mayoría de los padres piensan que las escuelas deben no sólo enseñar a sus hijos sino también educarlos. Grave error, el resultado es claro: si los padres no transmiten sus propios conocimientos a sus hijos desde niños, si no conviven con ellos ni establecen contactos profundos y sinceros, no están tendiendo los necesarios puentes de comunicación, que permitirán reforzar los lazos sentimentales y forjar individuos con los pies puestos en la tierra... y no perdidos en el espacio, sin protección, ni amor, sintiéndose fuera de lugar estén en donde estén.
6.- Este problema no se podrá solucionar emitiendo decretos o leyes de excepción, enjuiciando a raperos por utilizar un vocabulario impropio, o castigando a los padres con suprimirles prestaciones sociales si sus hijos no asisten a clases.
7.- Acaban de enjuiciar en la ciudad de Blois a la mamá de un muchacho de 12 años que ya no iba a clases, y a condenarla a cuatro meses de cárcel con sursis (lo que significa que no ira a la cárcel mientras su hijo no reincida). ¡Implica que esta señora está fichada como si fuera una delincuente! Este juicio y la sentencia testimonian sin lugar a dudas que el actual gobierno francés no razona, sólo piensa en imponer castigos creyendo con esto solucionar problemas sociales gravísimos. Cabe precisar que el muchacho sufrió, tres años antes, la pérdida de su padre... no de muerte natural... sino que el cuate se suicidó. Como buenos psicólogos que son, los responsables de la justicia no encuentran otra manera para ayudar a esta familia que enjuiciándola. ¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo, a quienes emitieron esta clase de leyes.. demuestran sin lugar a dudas un inaudito conocimiento del ser humano!
8.- Cada individuo de una sociedad dada debe poder actuar, transformar, participar en la construcción de los cimientos de la idea de país que desea, de lo contrario será un ser puesto en un territorio sin mayor interés en su entorno. La integración no es asunto milagroso ni forzoso, se puede dar sólo si al joven, se le toma en cuenta, si puede participar realmente.
9.- No está de más comentar que los símbolos de Libertad, Igualdad y Fraternidad, que surgieron gracias a la revolución, representaban un anhelo, un ideal al que se debía de tender... no quería decir que estuvieran enraizados en la sociedad... o que estuvieran presentes en los genes de cada recien nacido.
Tan es así que, en la actualidad, parecen letra muerta: la libertad de los individuos está limitada por el omnipotente Estado, que cada vez controla más y más a sus ciudadanos; la igualdad... no existe en realidad, y no puede existir en una sociedad estructurada en capas económicas y culturales muy marcadas; en cuanto a la fraternidad, basta con entrar a un salón de clases para percatarse de que allí sólo se fomenta un espíritu de competencia que contradice toda idea de fraternidad.
10.- Algunas personas piensan que la identidad francesa debe ser reconocida a través de sus hombres ilustres y del conocimiento de sus pensamientos.... bueno, nos parece absurdo un requisito de este tipo, ya que aquí entramos en el terreno de lo político y filosófico: los enciclopedistas eran tan franceses como lo fueron los realistas, los seguidores de Napoleón, los comuneros, los colaboracionistas o quienes estuvieron en la resistencia. Ni modo de que se les quite la nacionalidad a quienes no comparten un mismo ideal de nación. Toda sociedad civil debe admitir que la componen individuos que se reconocen en unas corrientes, otros en otras, y los más, que sólo desean vivir lo mejor posible valiéndoles gorro lo demás. Reconocer la pluralidad y las diferencias en todos los ámbitos es el primer paso para lograr una convivencia positiva y enriquecedora. ¡El equilibrio ante todo!
11.- Tratar de definir una identidad nacional basándola en una concepción política... equivale a buscar que predomine un pensamiento único... de ahí falta poco para llegar al totalitarismo, de derecha o de izquierda, o bien ... al de las transnacionales, no importa.
12.- La situación económica de las capas más desfavorecidas de la población no ha mejorado con la globalización de las economías del mundo. Estamos hablando de la que se encuentra viviendo precisamente en estas cités, de quienes no tienen domicilio fijo y de quienes viven en casas rodantes. Cabe señalar que a estas dos últimas categorías de franceses no se les toma en cuenta en las estadísticas nacionales. ¿Serán los incontables de los tecnócratas?
13.- Con la globalización de las economías, muchas empresas han debido cerrar sus puertas y otras han exportado sus fábricas a lugares que ofrecen mano de obra más barata e impuestos más livianos aprovechando, por ejemplo, el desmantelamiento de los ex-países del Este, circunstancia que debieron haber previsto los administradores de la riqueza pública y que provocó un aumento considerable del número de desempleados, entre los cuales se encuentran seguramente más de un padre de estos muchachos incendiarios. Y estos jóvenes no parecen estar dispuestos a aceptar un porvenir de angustia, de mal vivir, un porvenir sin esperanzas... como él de sus padres.
La globalización ha aumentado la pobreza en el mundo y... la riqueza de las transnacionales.
14.- Sólo los actores involucrados e interesados, pueden concebir, imaginar y plantear de manera colectiva, soluciones a su problemática social, pues unos funcionarios públicos, totalmente ajenos a ésta, no tienen la capacidad, por muy diplomados que estén, para elaborar un escueto boceto de reales alternativas... pintar las paredes de las cités, no es ninguna alternativa.
15.- Esta llamada de atención puede convertirse en algo muy positivo y estimulante para la sociedad civil francesa, si logra inducir a que sus integrantes, actores políticos incluidos, se pregunten: ¿que está sucediendo?, analicen las recientes e históricas situaciones que están en el origen de estos conflictos, encuentren varias respuestas y a partir de ellas conciban caminos para resolverlos.
Chantal López y Omar Cortés
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