COSMOS

(UN VIAJE PERSONAL)

Carl Sagan

Blues para un planeta rojo

QUINTO VIDEO

Este video que te invitamos a ver, se encuentra albergado en el sitio Google Videos, y hemos tomado la iniciativa de linkearlo a esta página de nuestra Videoteca Virtual Antorcha por la importancia, que en nuestra opinión, tiene.

Sin lugar a dudas, el planeta rojo, Marte, ha atraido la atención de los terrícolas desde hace más de un siglo, cuando H. G. Wells, a finales del siglo XIX, escribió su ahora inmortal La guerra de los mundos.

Aquella novela de ciencia ficción impactó de manera harto severa a todos los países de la órbita llamada occidental, y ello no tan sólo por la calidad intrínseca del escrito, sino más bien porque logró despertar las fantasias albergadas en la mente de millones de personas.

Luego, las investigaciones y conclusiones del millonario norteamericano Percibal Lowel, con sus teorías acerca de los canales de Marte y la civilización marciana le vendrían a poner, como se dice comunmente, sabor al caldo, creándose toda una mística sobre el planeta rojo.

Por supuesto que todo este boom de interés por Marte, sus habitantes y las posibilidades de contactos entre terrícolas y marcianos, reflejaba los deseos de millones de seres humanos que se empeñaban en dar vida a sus propios sueños y fantasías.

En la medida en que la literatura, las opiniones pseudocientíficas y las peroratas de dos o tres charlatanes profesionales, apuntalaban ese mundo fantástico que multitudes cargaban en su cabeza... la marcianología avanzaba a pasos agigantados.

Finalmente terminaría imponiéndose la realidad, quedando las fantasías literarias reducidas a su importancia estética, en cuanto representaciones de la corriente literaria de la ciencia-ficción.

Poco a poco y conforme avanzaban las observaciones e investigaciones sobre el planeta rojo, fue abandonándose la idea de la existencia de una civilización marciana y con ello la hipótesis de los canales marcianos en cuanto obras de ingeniería para transportar agua.

Marte terminaría revelándose a los terrícolas cuando el Viking I logra llegar a la superficie marciana y envía fotos, además de que realiza numerosos experimentos, mide la temperatura, el contenido y presión de la atmósfera del planeta rojo, y, sobre todo, determina la composición del suelo marciano.

Julio del 2010
Chantal López y Omar Cortés